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El laberinto de las naftas

A menudo, nos encontramos con infinidad de publicidades que se refieren al nivel de octanos de las diferentes naftas. Pero, ¿cómo hacemos para saber cuál es la que le conviene a nuestro auto?

El laberinto de las naftas.

                                Habitualmente, la cuestión de la nafta que utilizamos en nuestro coche se resuelve sin demasiados cuestionamientos: si el auto nos indica “sin plomo” lo respetamos y nada más. Pero, ¿sabemos qué es lo que le conviene a nuestro auto? ¿Tiene sentido gastar un poco más y optar por las naftas de alto octanaje? ¿Qué resultado brindan? Veamos...
                Las naftas son el resultado de una combinación de hidrocarburos refinados. Las condiciones de octanaje y volatilidad le permiten al motor del auto mejorar su potencia, facilitar el arranque en frío y funcionar correctamente con la mejor mezcla posible.
                Los rendimientos de las naftas dependen de diversas características: su octanaje, su volatilidad y su contenido de azufre. El octanaje da cuenta de la medida de la resistencia de la nafta a ser comprimida en el motor. La combustión debe realizarse sin problemas y rápidamente, pero cuando el octanaje es bajo, se producen detonaciones que pueden afectar al motor. La volatilidad da cuenta de los componentes volátiles de la nafta que permiten garantizar su seguridad, un elemento clave considerando que se trata de un material inflamable y que el auto almacena muchos litros. Finalmente, el azufre es, obviamente, un elemento corrosivo para el auto, por lo que la nafta no debe contener registros muy altos de este elemento.

Sin plomo

                Hace algún tiempo, la decisión sobre el tipo de nafta a utilizar dependía del usuario. Es decir, la condición de “normal” o “super” sólo influía en el rendimiento del motor, pero todas las naftas incluían plomo. Actualmente, la nafta normal se ha convertido en un combustible limitado a muy pocos vehículos, ya que en los últimos quince años, todos los autos salen de fábrica con la indicación de utilizar, siempre, nafta sin plomo. La gasolina normal, que contiene un índice de entre 81 y 83 octanos, no sólo es nociva para el medio ambiente por sus altos registros de gases de combustión, sino también para el propio motor, que sufre por el daño que producen estas sustancias. De este modo, la vida útil de un auto se va reduciendo notablemente y el motor reclama continuas visitas al taller y rectificaciones.
Desde aproximadamente los comienzos de la década del noventa, la nafta “super”, bajo cualquier proveedor, es “sin plomo”. En estos casos, en general hablamos de combustibles con un octanaje que oscila entre 89 y 90. Se trata de una nafta de rendimiento medio, es decir, que no potencia los índices del motor, pero que, al menos, no sólo no contamina al medio ambiente sino que además, contribuye a conservar el buen estado del auto.
                En los últimos años, las petroleras comenzaron a competir por ofrecer naftas con mayor octanaje. Como resultado de esto, hoy, las naftas super oscilan en los 95 o 96 octanos. Y las premium superan estos registros para ubicarse en los 98 octanos. Hace algunos meses, Petrobras dio un paso importante en esta competencia al lanzar una nafta 100 octanos. ¿Qué produce esto en el auto? Una mejor mezcla y combustión, indudablemente. ¿En todos los autos? No. Las naftas no hacen milagros. Por supuesto, siempre son recomendables, ya que conservan la limpieza del motor y contribuyen a mantener sano al medio ambiente. Pero las de alto octanaje rinden realmente en los casos de motores con alta relación de compresión. En ellos, se verifica mejores performances.¿Esto significa que se trata de un gasto innecesario? No, aunque parezca una contradicción. Si usted posee un auto de más de cinco años, es probable que una nafta de alto octanaje no le brinde demasiadas mejorar en el rendimiento, pero sí lo harán en la protección del motor, una virtud indispensable cuando hablamos de autos de más de 60 mil kilómetros. En ese sentido, la inversión diaria de gastar unos pesos más en el surtidor puede ser redituable.

Las naftas de bajo octanaje terminan deteriorando la vida
útil del motor y además son altamente contaminantes del medio ambiente.

Por: Diario Infobae

Fecha: Jueves 31 de Mayo de 2007

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