Thiếu Lâm Phật Sơn
Vịnh Xuân Quyền
Maestros en Vietnam
Maestros vietnamitas - discípulos del maestro Trần Văn Phùng:
(En la foto: Do Tuan, Trần Văn Phùng, Trinh Quoc Dinh, Mai Anh Chau)
Un día en un parque del centro de Hanoi maestro Trần Văn Phùng prestó atención a un muchacho delgado con el aspecto enfermizo. El muchacho le contó que trabajaba en la fábrica donde hacían vidrio y por eso ahora estaba enfermo del cáncer de pulmones. Los médicos ya habían dejado todos sus intentos de ayudarle, ya que no daban ningún resultado. Phung propuso ayudarle al joven. Pero le dijo que mucho dependería del mismo enfermo. El maestro enseño al muchacho un ejercicio energético khi-công (chi-gun o qi-công en el idioma chino) el cual habría de practicar lo más seguido posible. Aparte de eso le compuso una receta de hierbas medicinales.
Al vencer la enfermedad Trinh Quoc Dinh (así se llamaba el joven) pasó de los ejercicios terapéuticos al entrenamiento de los métodos de Vịnh Xuân y al aprendizaje de sus técnicas. A la vez Phung le siguió enseñando la medicina oriental y khi-công.
Gracias al entrenamiento regular y continuo Dinh logró éxitos grandes en Vịnh Xuân y sobre él empezaron a hablar los maestros de artes marciales en Hanoi. A veces los maestros de Vịnh Xuân no coinciden con el concepto de la gente común que opina con los valores condicionales y mide la fuerza externa. Maestro Trinh Quoc Dinh es este caso – no es alto, es delgado, pesa cerca de 40 kilos, tiene un andar lento y gestos fluidos. Pero en todos los combates con los representantes de otras escuelas maestro Dinh salía invencible.
Una vez Trinh Quoc Dinh conoció a un muchacho de un físico grande – Thai Ba Sao, que entonces practicaba y enseñaba un estilo duro de kung-fu. Thai Ba Sao 
era famoso por su fuerza tremenda y la habilidad de romper ladrillos y pilas de tejas con puños con una facilidad asombrosa y de mantener hasta 5 personas arriba de sus hombros. Pero a pesar de toda su preparación marcial y fuerza, en el combate todos sus ataques no llegaban a Trinh Quoc Dinh: maestro Dinh lo adelantaba en todas sus acciones y no le dejaba aplicar la fuerza en el golpe. En fin el grandote agitado fue desequilibrado y se cayó. Dinh se le subió en la espalda delante de los espectadores curiosos demostrando una victoria evidente.
Al reconocer su derrota Thai Ba Sao en lugar de enfurecerse se interesó mucho por el arte marcial que su adversario utilizó para ganarlo. Trinh Quoc Dinh lo llevó al maestro Trần Văn Phùng. Desde entonces Thai Ba Sao empezó la práctica con el maestro Phung.
En el presente Thai Ba Sao es uno de los mejores especialistas de Vịnh Xuân, posee una excelente técnica e incomparable maestría. Él es el sucesor oficial del estilo por la línea de Trần Văn Phùng, tiene su propia escuela en Hanoi con centenares de alumnos.
Pasada la guerra contra EEUU en la escuela del maestro Phung se apareció un combatiente-veterano Do Tuan. Su cuerpo tenía muchas heridas, pero
practicando Vịnh Xuân él no sólo pudo vencer sus males, sino con tiempo se convirtió en un verdadero maestro del estilo.
Actualmente él vive en una pequeña casa en la orilla del río Rojo y lleva un estilo de la vida similar a los antiguos taoístas – tranquilo y equilibrado. En el patio Do Tuan practica con el muñeco de madera y enseña Vịnh Xuân Quyền a los discípulos de nuevas generaciones.
En Hanoi Do Tuan también es conocido como pintor, poeta y médico-acupunturista. Con palabras exactas y sabias él puede comentar un verso, hablar sobre un cuadro tomando una copa de vino. Muchas veces a la noche sale en el camino para salvar la vida de un enfermo. En todo momento el maestro Do Tuan irradia seguridad y la fuerza espiritual.
Mai Anh Chau empezó a aprender Vịnh Xuân de joven con el maestro Tanh. Tanh era discípulo del maestro Trần Thúc Tiển, otro discípulo de Tế Công. Después de 8 años 
dedicados al
aprendizaje de Vịnh Xuân, Tanh dijo que Mai Anh Chau aprendió todo lo que él le podría enseñar y lo llevó a la escuela del legendario Dragón Tuerto – maestro Trần Văn Phùng.
Maestro Phung prestó atención al carácter excepcional de Mai Anh Chau y lo aceptó como su discípulo íntimo. Ya después de un periodo corto de los entrenamientos con Trần Văn Phùng, Mai Anh Chau demostraba resultados particulares. Por ejemplo, practicando con el muñeco de madera Chau rompía los “brazos” del muñeco que en su base tenían cerca de 10 centímetros de diámetro y estaban hechos de una madera dura. A su técnica excelente se agregó la esencia profunda de Vịnh Xuân – el lado cualitativo de los métodos fundamentales, el uso y desarrollo de la energía khi, el trabajo interno noi-công y la parte espiritual de esta tradición marcial.
Una vez en Hanoi estuvo un maestro de kung-fu de Shaolin y del linaje Chino de Vịnh Xuân. Éste maestro vivió mucho tiempo en China y era alumno de los maestros reconocidos, terminó la escuela de kung-fu del monasterio budista en la provincia Henan. Al conocer a Mai Anh Chau él le propuso hacer el ejercicio libre – “quai tai to do” en el cual los oponentes aprovechan del contacto de las manos y que por otras características no se diferencia del combate.
Después del ejercicio el visitante se quedó atónito con la derrota propia tan evidente. Lo sorprendió mucho el linaje tan diferente de Vịnh Xuân. Su Vịnh Xuân aprendido en China era más duro y más agresivo, pero no funcionaba contra las manos de Mai Anh Chau. El visitante comentó que las dos manos de Mai Anh Chau y el pie actuaban independientemente como si lo hubieran atacado 3 personas diferentes al mismo tiempo, y que si no fuera por los conocimientos bastante profundos en Vịnh Xuân y el contacto personal, él pensaría que lo están engañando y que ante él está un maestro de un estilo desconocido del arte marcial interno.
Maestro Mai Anh Chau tiene muchos amigos en Vietnam y en otras partes del mundo. Maestros de diferentes familias de Vịnh Xuân regularmente lo invitan para controlar los entrenamientos, consultar, recibir los consejos valiosos. Entre las escuelas que él consulta está la escuela de Nam Anh que actualmente vive en Canadá.
Llevado por el deseo de profundizar el entendimiento del fundamento de Vịnh Xuân, de su esencia, Mai Anh Chau aprendía khi-công con maestros chinos y vietnamitas, un año vivió en un monasterio y dedicó mucho tiempo a la búsqueda de un maestro digno en budismo. Su maestro espiritual es el monje Tuc Than Tun, una persona extraordinaria, lo conocen en todo Oriente, que vivió 30 años en soledad en montañas, buscando el Camino. Después de la iluminación, el monje volvió para servir a la gente y por muchos budistas fue reconocido como santo o Buda viviente. Ahora él vive en una cueva al lado de un lago pintoresco, cerca de un pueblo. Cada día Tuc Than Tun recibe gente de diferentes partes del mundo para curar de las enfermedades y ayudar en sus búsquedas espirituales. Mai Anh Chau es uno de sus alumnos íntimos al cual él le está transmitiendo los secretos de las prácticas budistas thien y khi-công.
A pesar de tener muchos conocimientos, experiencia y gran reconocimiento, Mai Anh Chau no abrió una gran escuela. Al igual que su maestro Trần Văn Phùng, él enseña a un grupo pequeño de los discípulos en el patio de su casa manteniendo la tradición antigua de la transmisión directa de Vịnh Xuân Quyền. Su mejor discípulo es una persona del occidente, ucraniano Valeriy Pavlovskiy, líder de la filial de la escuela en Ucrania y en Rusia, él cual pudo no sólo alcanzar el nivel de su maestro, sino, según el maestro Mai Anh Chau, siquiera superarlo en muchos aspectos de la práctica de Vịnh Xuân.
No es menos conocido Mai Anh Chau como pintor. Sus primeros cuadros fueron pintados bajo la supervisión de su padre Mai Long, uno de los pintores más famosos de Vietnam, también conocido en Europa por las numerosas exposiciones. Mai Anh Chau fue inspirado por los cuadros de Picazo y Salvador Dalí, pero la influencia más importante en su actividad artística es “thien” (Zen o Chan) – práctica de las técnicas psicofísicas budistas que también es la base de Vịnh Xuân. En el proceso de la práctica de thien la mente llega a los niveles profundos de tranquilidad y paz, se recibe la experiencia de la Conciencia Pura, el estado del equilibrio perfecto, integridad y armonía. Cada noche Mai Anh Chau dedica unas 3-4 horas a thien y después en éste estado meditativo se sienta a pintar. Este estado se caracteriza por el despertar profundo y pleno de la conciencia, profunda relajación y activación de diferentes estructuras del cerebro, pasivas comúnmente. Práctica de thien neutraliza las tensiones nerviosas y el estrés, ayuda al sistema nervioso “limpiarse” y resistir las influencias exteriores negativas. El efecto similar producen los cuadros de Mai Anh Chau a la persona que los está contemplando.
Mai Anh Chau llevó a su amigo y pariente Nguyen Hong Tu al entrenamiento de Trần Văn Phùng. El trabajo ocupaba la mayor parte del día, por eso Tu pidió 
al maestro Phung sugerirle de qué manera se podría más rápido entender la esencia y alcanzar niveles altos de maestría en Vịnh Xuân Quyền. Phung propuso a su nuevo alumno hacer un solo ejercicio básico: Xoay chân (“giros en los pies”). Durante un año en el entrenamiento con el maestro y también en casa Nguyen Hong Tu practicaba únicamente este ejercicio.
Hacer Xoay chân correctamente no es fácil. El ejercicio está relacionado no sólo con los desplazamientos típicos de Vịnh Xuân, sino es la base para desarrollar la fuerza del “cuerpo íntegro”, activar energía en el cuerpo, aprender a distinguir y cambiar rápido “el vacío” y “lo lleno”, yin y yan. 
En la etapa siguiente – practica de Xoay chân en parejas – Nguyen Hong Tu aprendía los secretos del combate a distancia corta, trabajando sobre el equilibrio, sensibilidad, relajación y otras cualidades. De vez en cuando sus “hermanos” por la escuela y el propio Trần Văn Phùng hacían correcciones en la practica de Tu. Paso a paso maestro Phung se convenció en la seriedad de su alumno, vio la dedicación y le empezó a enseñar particularmente otros elementos importantes del sistema Vịnh Xuân Quyền.
Así contó Nguyen Hong Tu sobre sus entrenamientos con Trần Văn Phùng:
“...El entrenamiento era difícil y a muchos les parecería ser bastante aburrido. Phung decía que kung-fu es trabajar mucho sobre pocas cosas y que trabajar sobre muchas cosas es sólo perder tiempo. En la escuela al maestro Phung se lo respetaba mucho y pedir enseñarme otros elementos de Vịnh Xuân antes del tiempo debido se considerara faltarle el respeto y probablemente ser expulsado de la escuela.
...Durante la practica del ejercicio Xoay chân – “girar en los pies – proyectar la fuerza en las manos” todos mis intentos de atacar al maestro se terminaban con la caída en el vacío creado con sus manos que siempre escondían su verdadero estado. Cuando yo tensionaba mis músculos para contener el ataque, el maestro Phung me hacía volar unos metros atrás con un aparente leve empujón. De este modo yo obtuve mis primeras lecciones prácticas y valiosas sobre el equilibrio físico y mental. Con tiempo aprendí a estar atento al balance exacto de la fuerza, su tamaño y dirección, aprendí a usar la fuerza interna “suave” y controlar los movimientos del oponente. Maestro Phung me hacía tambalear en todas las direcciones posibles: atrás, adelante, a la izquierda, a la derecha, como si yo fuera un muñeco tentempié, hasta que yo no empecé a adquirir ciertas sensaciones, aprendí a sentir el limite fino entre las fuerzas opuestas y las uní en una sola.
...Una vez tuve la oportunidad de observar como practicaba Trần Văn Phùng con el muñeco de madera – pilar que en 2-3 veces superaba su propio peso. Maestro Phung golpeaba fuerte y rápido y a pesar de que la base del pilar no estaba fijada rígidamente, el muñeco no se inclinaba. Se veía que la fuerza de los golpes penetraba dentro del pilar que vibraba y producía un fuerte zumbido. Nosotros, sus discípulos, sabíamos que Phung con estos golpes en los combates podía dañar seriamente los órganos internos sin dejar rastros exteriores en el cuerpo del oponente. Sobre esto también narraban varios testimonios de los combates del maestro Phung. En los tiempos difíciles de su juventud defendiendo la vida él muchas veces terminaba los combates con la muerte del adversario y tenía reputación de un púgil temible y con mucha experiencia.
Los entrenamientos con Tế Công cambiaron mucho al maestro Phung y al momento cuando lo conocí, él era una persona muy amable, querida y respetada por todos. Solamente el brillo de su único ojo y una fuerza espiritual increíble que se irradiaba constantemente revelaban en él al guerrero con la voluntad de hierro y con un carácter fuerte, que vivió una vida difícil y extremadamente peligrosa...”
Nguyen Hong Tu es uno de los alumnos más talentosos de Trần Văn Phùng. Él va por el camino de autoperfección y ayuda a los que quieren ir en la misma dirección. Nguyen Hong Tu niega la superioridad de la raza oriental en las artes marciales y solamente indica las diferencias en la forma de pensar y en los métodos de conseguir los objetivos. Él cree que teniendo en cuenta estas diferencias, los occidentales que tienen una contextura física diferente, podrían presentar una fuerza todavía más perfecta.
