Nosotros
Se
trata de despuntar el vicio, y no sólo eso.
Por necesidad y a partir de haber abandonado los estudios una vez terminada
la secundaria, se abrió la posibilidad de ingresar a Radio Real
en Colonia. No era vocación ni tenía una mirada de futuro.
El "fierrito" que uno tiene adelante le cambia la cabeza y
eso hizo que a los 18 recién cumplidos, ayudados por un amigo
apodado "Gorrión", uno diera el paso más largo.
En Radio Colonia se abrió un abanico de posibilidades, que -
producto de la juventud- no medimos en su real dimensión.
Seis años
hermosos para luego cruzar el charco y el alejamiento total de esa experiencia.
Claro que había quedado alguna semilla por ahí, hasta
que en 1994 germina (a pesar de la veteranía), y hasta el día
de hoy nacen nuevas hojas y ramas todos los sábados.
Se trata
de seguir creciendo en todo sentido y transitar en esa misma senda,
como alguien ya dijo primero.
OSVALDO
BIZJAK
Quería
saber de qué se trataba.
Me acerqué
al programa hace casi cinco años y me di cuenta que podía
tener un lugarcito, aportando especialmente en materias como sociedad,
identidad, cultura, esos temas que ya marcaron los intereses de uno
durante los estudios de socióloga.
En seguida surgió la necesidad de formarse en esta nueva actividad,
que se concretó a través de los talleres radiales de La
Tribu, y permitió recrear un diálogo enriquecedor con
los oyentes. Nos reencontramos y cada cual a su manera y muchas veces
sin darnos cuenta, vamos conformando un lugar de pertenencia que incluye
esa nueva categoría de ciudadanos que tienen un pie en cada margen
del río, y son de los dos lados.
El esfuerzo
semanal de llevar adelante las múltiples tareas que implican
sacar al aire un programa de radio, tiene su recompensa en un grupo
de trabajo con similares inquietudes de vida. Por el mismo camino
se convierte entonces en un colectivo de todos, donde los amigos son
productores del programa y nos acercan durante la semana informaciones,
entrevistados, temas a trabajar, reflexiones, críticas, que construyen
y reconstruyen el programa. Amigos deseos de hacer en conjunto, y hablar
el mismo idioma.
ROSA
ACHUGAR
Nací,
como casi todo montevideano, en el Pereira Rossell, corrían los
primeros años de la década de los 50, hijo de madre artiguense
y padre de Tacuarembó. De botija me crié por los barrios
del Buceo, Piedras Blancas, Manga entre otros; de gurí, jardinera,
escuela, mis hermanos, la feria de la cuadra, el tablado, el mate, los
partidos de fútbol con los chiquilines de la cuadra jugados en
la calle. Luego los noviazgos, la canchita de "la" Escuelita
con sus reyertas, el liceo 13, escuchar las carreras de bicicletas por
CX 18 Radio Sport, e ir al estadio a ver a los Peñas.
Crucé el Río de la Plata con la necesidad de un trabajo,
desde 1974 Buenos Aires es mi lugar de residencia, aquí llevo
poco más de la mitad de mi vida.
Mis sueños de ser músico, dibujante y jugador de fútbol
(era muy malo) quedaron de lado, es por eso que soy melómano
y estadígrafo de fútbol y ciclismo.
Este conocimiento me lleva a relacionarme con gente del medio, para
los cuales colaboro permanentemente, es así que llego a "Por
el mismo camino" en el cual me permiten informar y hacer conocer
la historia del fútbol y ciclismo uruguayo.
Italo Moreno
Me
llamo Marcelo Cabeza, tengo 27 años y soy hincha de Defensor.
Estoy encargado de la columna deportiva junto a Ítalo Moreno
y formo parte de la producción del programa desde hace dos
años. Lo que me impulsó a venir a "Por el mismo
camino" fue la continuidad del programa y compartir la ideología
de lucha que se hace desde el mismo. En un principio me costaba mucho
salir al aire dado que no sólo me ponía nervioso sino
que también quería que salga al aire un
buen producto, por eso hice un curso de producción integral
de radio en "La Tribu" para poder mejorar mi manera de hacer
radio. El deseo más grande que tengo es que el programa, estuviera
quien esté y lo hiciera quien lo haga, esté al aire
manteniendo siempre una postura de lucha tanto política como
en Derechos Humanos.
Marcelo
Cabeza
C
U R R I C U L U M ( ¿? )
Llegué
al mundo un dos de octubre y en el año en que mi querido
Uruguay ganaba el mundial de Maracaná. Esto no modifico mi
vida en nada pero fue muy movida en el mes de Julio y antes de que
naciera en virtud de los festejos.
Fui estudiante, vendí querosene empleado de almacén,
vendí helados, vendedor en una tienda, locutor en radio Colonia,
actor de teatro independiente y siempre miré el río
pensando que alguna vez me iría navegando en busca de alguna
puesta de sol de esas que caen en el horizonte y que en Colonia
nos parece que se vienen para Buenos Aires.
Lo que nunca supuse era que me iba a ir, navegando sí, pero
corrido de atrás por los militares que querían "hablar"
conmigo pero yo no quería hablar con ellos.
Ya afuera de mi país y de mis lugares naturales me dediqué
a tratar de no extrañar demasiado y a entender que la Vida
tiene estos avatares.
En ésta lucha terriblemente despareja he muerto y resucitado
muchas veces. En todas y cada una de ellas he dejado los jirones
pero cómo dijera Almafuerte: "Mil veces te caes y mil
veces te levantas "...
Tengo en Buenos Aires cuatro hijos: Huilén, Lautaro, Nehuén
Ataliva y Angela Lihué.
Como fui vendedor muchas veces, ahora, fuera de tratar de no morirme
de hambre con los niños, me he dedicado a "vender"
la ilusión de que un mundo mejor es posible.
WALTER
CASTILLO
Nací
en Montevideo en marzo de 1970. Criado en el barrio de Sayago con
muchos campitos cerca, qué otra cosa se podía hacer
que quedarse hasta que oscureciera dándole a la globa. De ahí
creo yo, nació un poco el amor hacia el fútbol; un poco
más adelante las continuas visitas al estadio con los abuelos
me fueron acercando a esta pasión que hoy tengo la suerte de
desarrollar. En el 82, como consecuencia del desastre económico
producido por la famosa "tablita" y al igual que otros tantos
compatriotas, mis padres vieron reducidas sus posibilidades laborales
y tuvimos que emigrar hacia la Argentina, que nos recibió sin
reparos. Terminé mis estudios que había iniciado en
la UTU de Arroyo Seco y comencé a trabajar. Pero paralelamente
sabía que me faltaba algo, lo pude cumplir en el año
91 cursando periodismo deportivo con orientación en fútbol
y coronándolo haciendo algo que realmente me gusta: la radio.
Hice durante dos años un programa de fútbol de primera
división con otros ex-compañeros de estudio en una FM
de Santos Lugares, con la complicidad paciente de mi reciente esposa;
y en 1997 un programa en FM Patricios, de temática variada
y actualidad general junto a otro gran amigo argentino que, al igual
que yo, debió emigrar para desarrollarse laboralmente.
Después de muchos años y dos hijos en el medio, se dio
nuevamente la oportunidad de volver a la radio y les juro que pocas
cosas debo hacer con más ganas en el aire, que hablar del fútbol
de mi país, al cual nunca abandoné, sino que cuenten
mis padres los milagros que hacía para poder sintonizar las
emisoras de Montevideo allá por fines de los 80, ni hablar
de las broncas o alegrías por algún clásico o
con la celeste.
Les puedo asegurar que la alegría que siento de haber encontrado
un grupo de gente tan entusiasta y voluntariosa hace que uno se esfuerce
al máximo para poder brindar en ese ratito de que uno dispone,
lo que el oyente espera tan ansiosamente: hacer que la distancia con
lo de uno sea más corta.
Fabián Amaral
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