Emily Dickinson
Ningún potro puede torturarme
Ningún potro puede torturarme,
mi alma en libertad está;
tras éste mi esqueleto mortal
uno más firme articula,
al que no traspasarás con sierra
ni amputarás con espada.
Dos cuerpos, así, comparecen:
amarra el uno y el otro vuela.
El
halcón no más fácil del nido
asciende y gana el cielo
de lo que seas capaz tú mismo,
si tu enemigo no eres.
La esclavitud es de la conciencia,
como lo es la libertad.
Gracias por tu "maldita" visita, para comunicarte conmigo a:
[Charles Bukowski] [] [Poemas de Guss]