Tamara de
Lempicka nació en Varsovia (Polonia), cuando esta
ciudad brillaba casi como París. |
La nobleza
de casi toda Europa se daba cita allí. Ser joven y
hermosa le valió a Tamara el asiduo contacto con esos
círculos. Allí conoció a Tadeusz de Limpicki y la
belleza de ambos se sintieron atraídas. A partir de ese
momento, la vida de Tamara se pareció mucho a la de una
novela. |
El arresto
del noble y apuesto Tadeusz por los bolcheviques
convirtieron a su joven esposa en una especie de
heroína. Fue quizás en ese momento, cuando Tamara se
propuso conseguir todo lo que deseaba. Y así lo hizo. |
Después de
rescatar a su esposo, viaja a París y es allí donde
encontró lo que siempre le había atraído, el lujo, el
brillo, las luces deslumbrantes, el ascenso social y
artístico, etc. Llegó a convertirse en una musa de la
pintura Art Decó y deslumbró a la aristocracia con la
deliberada sensualidad de sus pinturas. |
Su nuevo
casamiento con el millonario Kuffner la convierte en
baronesa y sus destellos en los grandes salones
comienzan a mezclarse con un incipiente pero firme
nazismo. Es entonces que, con la astucia y visión que
siempre la caracterizó, convenció a su esposo a
abandonar Europa, antes que ésta se convierta en un
caos. |
Su llegada
a los Estados Unidos, sobretodo a Beverly Hills, donde
decidió vivir, fue tan espectacular, como lo había
planeado. Vivió en una de las mas lujosas de las
mansiones y dio fiestas que asombraron a un Hollywood
difícil de asombrar. Entre sus nuevos amigos estaban:
Greta Garbo, Orson Welles, Tyrone Power y Rita Hayworth,
entre otros. |
Su estadía
en New York fue socialmente otro acierto de Tamara, pero
ya comenzaba a aburrirse del juego que tanto había
deseado. |
Después de
la muerte de su esposo, decidió abandonar los fuegos
fatuos y se fue a vivir con su hija Kizzete a Cuernavaca
(México), donde siguió pintando y frecuentando los
altos círculos sociales hasta el fin de sus días. |
Quiso ser
cremada y que sus cenizas se esparcieran sobre el
volcán Popocatepetl. Su intimo amigo, el joven escultor
Víctor Contreras y su hija, fueron los encargados de
cumplir sus deseos. |
Cuando
Tamara de Lempicka murió, tenía puesto el importante
anillo que le regalara
Gabriele
d'Annunzio, en el corto pero intenso encuentro que
ambos tuvieron en Il Vittoriale. |
Nota: la
obra teatral "TAMARA"
fue representada en Argentina (1990/1994), contando
muchas noches con la presencia de la Sra. Victoria
Foxhall, nieta de Tamara de Lempicka. |