¿Quién es Gustavo Cisneros?
Alias el Berlusconi españoleto
Gustavo Cisneros Rendiles, 56 años, es el hombre más rico de América del Sur
(fortuna estimada de US$ 4,6 mil millones). A fines del 2001, Kofi Annan, Secretario Nacional de las Naciones Unidas, decidió que fuera "miembro activo del equipo de trabajo de la división Comunicación e Informática de las Naciones Unidas" (ICT, por sus siglas en inglés, Information and Communication Technologies),
es el mayor accionista de Univisión, la principal cadena de habla hispana de
Estados Unidos, participa en Ibero-American Media Partners, asociado con Hicks,
Muse, Tate & Furst. IAMP, que se inició en 1997 con una inversión de 500
millones de dólares, y se alió con El Sitio Punto Com para lanzar a Claxon
Interactive Group, dedicado a programas y contenidos en castellano para
televisión, radio e Internet, tuvo control sobre la Pepsi Cola, pero luego de
unos años, Cisneros emigró a la Coca Cola. A través de la embotelladora Panamco
es suyo el mercado latinoamericano de bebidas, controla más de 70 compañías en
40 países. En Puerto Rico su grupo opera 44 tiendas Blockbuster y la cadena de
supermercados Pueblo Xtra, y controla el 7% de las acciones de Spalding, rubro
deportivo especializado en pelotas de béisbol, y también a Evenflo, distribuidor
de productos para niños, integra el directorio de la Sociedad Americana de Arte
de Estados Unidos y es uno de los animadores de Global Business Dialogue
(Diálogo de Negocios Globales), una organización que maneja una red de futuros
negocios mundializados, se desempeña como consejero internacional de la Sociedad
de Las Américas (The Americas Society), "institución sin fines de lucro dedicada
a informar a la gente de Estados Unidos sobre las sociedades y culturas del
Hemisferio
Occidental". Sus productos más sólidos son las hamburguesas, la cerveza, un
estadio de béisbol y la Miss Venezuela. En el 2001(un año de mucho "éxito"
personal) , Kofi Annan, Secretario Nacional de las Naciones Unidas, lo designó
"miembro activo del equipo de trabajo de la división Comunicación e Informática
de las Naciones Unidas". Además, pertenece al directorio de la Sociedad Americana de Arte de Estados Unidos y es uno de los animadores de Global Business Dialogue (Diálogo de Negocios Globales), una estructura que "piensa" toda suerte de futuros negocios mundializados. Maneja su propio avión jet y pasa muchos fines de semana en República Dominicana, donde posee innumerables inversiones. Su mujer, Patricia Phelps -también de las más ricas familias tradicionales venezolanas- suele ser clasificada como "la mujer mejor vestida del año". En abril de 2001 adquirió el popular equipo de béisbol Los Leones de Caracas "para levantar el ánimo de las barriadas caraqueñas" y mejorar su imagen pública. No resulta popular, no sólo porque se desplaza escoltado por una nube de guardaespaldas. La verdad es que los partidos de béisbol se presencian bebiendo cerveza. Y Cisneros tiene ahora la cerveza Regional, competidora de la Polar, producto de medio siglo del grupo Mendoza, su enemigo comercial. La Polar no entra más a los estadios donde jueguen Los Leones.En 1999, el Diálogo reunió en París a Cisneros, Gerald Levine -entonces presidente de Time Warner-, Thomas Middelhoff -presidente de Bertelsman- y Michio Naruto -vicepresidente de Fujitsu- para debatir una cuestión candente: "fortalecer la posición de nuestra región latinoamericana en el desarrollo [...] que regirá el crecimiento del comercio electrónico". En una carta premonitoria a Claudia Bello, de la Fundación Pública de Argentina, Cisneros pronosticó en agosto de 1999 que "si bien es cierto, apenas representó ventas de US$ 170 millones en 1999 [...] este comercio está experimentando un crecimiento acelerado que le llevará a alcanzar los US$ 8.000 millones en el año 2003".
Cisneros también es consejero internacional de la Sociedad de Las Américas (The Americas Society), "institución sin fines de lucro dedicada a informar a la gente de Estados Unidos sobre las sociedades
yculturas del Hemisferio Occidental". En esta sociedad comparte roles con otros latinoamericanos, como los chilenos Agustín Ewards, Alvaro Saieh, Fernando Léniz, Edgardo Boenninger, el venezolano Eugenio A. Mendoza -de la segunda familia más millonaria de ese país y la tercera continental-, el brasileño José Ermírio de Moraes, de la cuarta familia latinoamericana; la multimillonaria argentina Amalia Lacroze de Fortabat, el estadounidense David Rockefeller, etcétera. Sociedad "plural"
Los consejeros de la Sociedad de Las Américas no sólo son grandes millonarios e influyentes políticos continentales.
También figura el paraguayo Conrado Pappalardo, el mismo que hoy es diputado y, a la vez, está involucrado en el asesinato del vicepresidente de su país Luis María Argaña, ocurrido en marzo de 1999. Y si no es un alcance de nombre, sería la misma persona que, desempeñándose como jefe de Protocolo de la Cancillería de Alfredo Stroessner, en julio de 1976 presionó a George Landau, el embajador de Estados Unidos de la época -invocando "un favor" solicitado a Stroessner por su colega Augusto Pinochet-, para que estampara sendas visas en dos pasaportes
paraguayos falsos a nombre de Juan William Rose y Alejandro Romeral Jara, "hombres de negocio" que necesitaban viajar a Washington. No eran hombres de negocio ni paraguayos, sino asesinos: Michael Vernon Townley, estadounidense alquilado por los servicios de inteligencia chilenos de la época, y Armando Fernández Larios, oficial del Ejército de Chile. Efectivamente, tenían un "negocio" en Washington, el asesinato de Orlando Letelier, acaecido el 21 de septiembre de ese mismo año. Landau fotografió los pasaportes antes de estampar las visas y ésa fue la hebra que le permitió al fiscal Eugene M. Propper desenredar la madeja del crimen1. Pappalardo fue un precursor de la Operación Cóndor en estrecha connivencia con Vernon Walters, entonces jefe de la CIA, y el general chileno Manuel Contreras, jefe de la tristemente célebre Dirección de Inteligencia Nacional, DINA. Más tarde, Landau fue embajador en Venezuela y posteriormente presidió la Sociedad de las Américas, de la que todavía es consejero.
Diego Cisneros Bermúdez, el padre, nació en Cuba pero emigró a Venezuela a fines de los años 20 (falleció en 1980). Su primer negocio adolescente fue una venta de helados y sorbetes que él mismo fabricaba en casa con hielo picado. Con los años, su
espíritu industrial fue devorado por el comerciante y los negocios de servicios. Antes de cumplir 21 compró un camión que transformó en el autobús El Expedito. Transcurría la década de 1930, mientras Venezuela dormía la dictadura de casi 30 años de Juan Vicente Gómez, un hombre que manejó el país como una hacienda desde sulatifundio de Maracay. Lo bueno fue que Diego aprendió inglés en Trinidad-Tobago, durante sus estudios elementales en el colegio de curas irlandeses Mary's College, de la orden Espíritu Santo. El conocimiento de ese idioma le sirvió después para trabajar en el Royal Bank de Canadá, desempeñarse en una concesión Chrysler y comenzar a entenderse con los gringos. El éxito económico tampoco fue ajeno a la política porque El Expedito transportaba clandestinamente periódicos anti-Gómez producidos por el joven Rómulo Betancourt, que por esos años vivió también un breve exilio en Chile, donde se hizo socialista y bastante amigo de Salvador Allende, entre otros jóvenes políticos de la época2. Después de El Expedito vino una flota y más tarde, 1939, la Pepsi Cola.Política y negociosCuando Betancourt encabezó el golpe que derrocó a Isaías Medina Angarita en 1945, a los 37 años se transformó en jefe de la "Junta Gobierno". Las puertas del palacio Miraflores -sede del ejecutivo- se abrieron para el antiguo dueño de El Expedito en todos los gobiernos de Acción Democrática (AD). Una nueva dictadura, iniciada en 1948 por un ex colaborador del "golpe cívico militar" de 1945, el coronel Marcos Pérez Jiménez, derrocó al novelista AD Rómulo Gallegos. Tras la caída de esta dictadura de 10 años por otro golpe "cívico militar" en 1958, Cisneros padre tuvo a su amigo Rómulo como presidente electo en las urnas entre 1959-1964. Carlos Andrés Pérez, un político AD a quien Diego conoció como adolescente, fue su ministro del Interior. El manejo político de Cisneros -padre e hijo- fue siempre "en democracia", como la entiende el partido AD, con la doctrina "política y negocios" rigiendo la vida pública. Eugenio Mendoza Goiticoa (1906-1979), pionero de un grupo distinto al de los Mendoza de la cerveza Polar, levantó un discreto negocio de compra venta de material de construcción, nacional e importado. El consumo del Estado fue determinante en el crecimiento de la modesta ferretería desde que la aparición del petróleo transformó al país agrario, todavía gobernado por Juan Vicente Gómez, inspirador del El otoño del patriarca de Gabriel García Márquez. La fortuna de Eugenio Mendoza emergió y se consolidó al calor de "la realización del gasto público", en el decir del economista e historiador venezolano Domingo Alberto Rangel3. Mendoza intervino directamente en la política, fue ministro de Fomento y miembro de la Junta de Gobierno que sustituyó al dictador Marcos Pérez Jiménez en 1958.De los ocho hijos varones de Diego, sólo cuatro sirvieron para los negocios, dos fallecieron en accidentes trágicos. Las tres mujeres de la familia no calificaron. Por selección darwiniana no fue el primogénito, sino el tercer hijo -Gustavo- quien se convirtió en el jefe de la Organización Cisneros, aún antes de
la muerte del progenitor. Diego quiso que todos sus hijos estudiaran en Estados Unidos antes de ingresar al mundo venezolano de los negocios. Gustavo adquirió el Bachelor of Science in Business Administration en el Babson College de Wellesley, Massachusetts. Medios de comunicación
Cisneros es un incipiente Silvio Berlusconi caribeño, con
aspiraciones presidenciales en Venezuela -aunque sea vía golpe mediático-militar-, accionista mayor de Univisión, la
principal cadena hispana de Estados Unidos. Desde 1998 está aliado con American On Line (AOL) en negocios Internet. Con esta combinación continental moldea e influye en las cabezas de unos 500 millones de latinoamericanos con productos como el chileno Don Francisco. Direct TV Latin -144 canales que llegan a 100 millones de hogares- y Play Boy TV Latin America -en español y portugués- sintonizan los canales regionales bajo control Cisneros (VeneVisión de Venezuela, ChileVisión, Caracol Televisión de Colombia, Caribean Communications Network). Venevisión participó en el golpe mediático-militar que instaló en el poder en Venezuela al empresario Pedro Carmona Estanga, llamado El Breve porque duró 28 horas.
Hace años que quiere echarle mano a Citgo, filial estadounidense de la empresa estatal Petróleos de Venezuela, el botín del golpe de estado del 11 de abril de 2002. Citgo tiene una red de distribución de 15.075 estaciones de servicio en Estados Unidos y ocho refinerías. En 2001 obtuvo US$ 213 millones de utilidad neta, consideradas bajas por Aram Rubén Aharonian, corresponsal en Caracas de la revista Brecha de Uruguay. El periodista cree que la obscura administración que inspiró el golpe -sus ejecutivos habrían estado robando y coimeando demasiado- adelanta su privatización. "Teniendo en Europa nueve refinerías y dos en el Caribe, o sea, 19 fuera del país, tres veces más de las que tenemos acá, las utilidades netas no pasan de 500 o 600 millones de dólares", se quejó el periodista venezolano en la revista uruguaya (www.brecha.com.uy, 18 de abril, 2002).Cisneros participa en IAMP, Ibero-American Media Partners, asociado con Hicks, Muse, Tate & Furst. IAMP, que arrancó en 1997 con una inversión de US$ 500 millones, se unió con El Sitio Punto Com para dar origen a Claxon Interactive Group, dedicado a programas y contenidos en castellano para televisión, radio e Internet.La familia emergió en 1939, con la representación de la Pepsi
Cola. Pero con los años, Gustavo se fue a la Coca Cola. A través de la embotelladora Panamco controla el mercado latinoamericano de bebidas. Además, posee o controla más de 70 compañías en 40 países y emplea a 37.000 personas. En Puerto Rico opera 44 tiendas Blockbuster y la cadena de supermercados Pueblo Xtra. Posee 7% de las acciones de Spalding, rubro deportivo con énfasis en pelotas de béisbol, y de Evenflo, productos para niños.
Sus biógrafos sólo escriben lisonjas, pero a veces se les pasa la mano con las frases cursis. Para el colombiano Gerardo Reyes, Premio Pulitzer 1999, tiene una "filantrópica obsesión por los graves problemas que sufre la educación en América Latina". El analfabetismo funcional también angustia al multimillonario venezolano: "... el 45% de los latinos que ingresan en la escuela primaria jamás llega a graduarse y de los pocos que terminan primaria, el 40% no entiende un ensayo de 500 palabras", cita Reyes. En la prensa venezolana "una regla no escrita" obliga a los editores a examinar con lupa cualquier texto que aluda al intocable empresario, escribió Reyes en la revista Poder de Miami, no como una crítica sino como un elogio. Cisneros se presentó a una entrevista en The Wall Street Journal en 1994,
escoltado por su amigo Vernon Jordan, abogado famoso y miembro de la junta del Journal.A Gustavo le atraen el poder y la cultura. Su cónyuge Patricia Phelps colecciona arte latinoamericano. Ronald y Nancy Reagan los entronizaron en la lista de invitados ilustres de la Casa Blanca. La nobleza europea los convoca a sus galas importantes. Henry Kissinger y David Rockefeller los distinguen con su amistad. Tuvo vínculos con el socialista Felipe González mientras estuvo en el poder en España, aunque su adquisición de las Galerías Preciados de Madrid no fue un buen negocio. Tiene llegada con el presidente George W. Bush, pero mucho más con su papá, el ex presidente y ex director de la CIA, quien tienes ganar de anexar la empresa estatal Petróleos de Venezuela a sus negocios de Texas. Cisneros y Bush suelen pescar en La Florida y en los ríos de Venezuela, de abundantes peces de diversas especies. ¿De qué hablarán mientras pescan?
Cisneros ha tenido acceso a todos los presidentes de Venezuela, sean "adecos" (AD) o "copeyanos" (partido Social
Cristiano Copei), amistad con Rafael Caldera (copeyano, 1969-1974 y 1994-1999) y con Jaime Lusinchi (AD, 1983-1988), quien gobernó a medias con su secretaria y amante doña Blanca Ibáñez, medio colombiana, medio venezolana. "Jaime" le pidió ayuda para renegociar la deuda externa de Venezuela. Lusinchi e Ibáñez viven en Costa Rica bajo "asilo político" porque en Venezuela los persiguen alegando que en 5 años se habrían apropiado de US$ 8.000 millones de dólares, cifra similar a la acumulada por la Organización Cisneros en más de medio siglo.LaRouche, su pesadilla
La mayor pesadilla del venezolano ha sido Lyndon H. LaRouche, "un oscuro líder laborista norteamericano", según Reyes. En realidad se trata de un economista con aspiraciones presidenciales en Estados Unidos, cristiano integrista y
acérrimo anticomunista -al igual que Cisneros. Anima el Executive Intelligence Review (EIR), publicación polémica, al servicio del minúsculo Partido Laborista de Estados Unidos, donde funge como máximo líder. En 1985 trató de difundir en Venezuela Narcotráfico S.A. (Doper Inc.), libro que conectaba al grupo Cisneros con narco lavado. La policía política Disip -Dirección de Servicios de Inteligencia y Prevención- incautó las 200 copias del libro que existían en Venezuela. Más tarde, un tribunal prohibió la circulación del texto. Nadie pudo leer el libro. La prensa tampoco informó sobre el lío. Gobernaba Jaime Lusinchi, aunque la Disip la controlaba Blanca Ibáñez, su "secretaria".
El tema resurgió en los tribunales de Estados Unidos en 1992. Nora Hamerman, una estrecha colaboradora de LaRouche, impugnó a Cisneros como eventual propietario de Univisión ante la Comisión Federal de Comunicaciones, FCC en su sigla en inglés.
El argumento clave fue que el 14 de febrero de 1985 el Servicio de Aduanas de Hollywood, Florida, había hallado 50 gramos de cocaína a bordo de un avión de Pepsi Cola Corp. de Venezuela, operado por Aeroservicios Alas, ambas empresas de la Organización Cisneros. Cisneros ganó de nuevo. Le devolvieron el avión, no se formularon cargos contra la empresa, el piloto ni los pasajeros. La FCC autorizó el cambio de control sobre Univisión.
La organización de LaRouche ha publicado centenares de opúsculos, folletos y libros con títulos sugestivos y provocadores: ¿Quién es George Bush? [padre] y El racismo de Bush [ídem], escritos ambos por Harley Schlanger, en contra de Bush padre en los '70; y Raíces genocidas del Nuevo Orden Mundial de Bush, de Kathleen Klenetsky. En 1994 arremetió con Venezuela: La pandilla Cisneros vs LaRouche, entrevista con Carlos Wesley. Cuando Cisneros ingresó a Univisión, uno de los presentadores más conocidos de la cadena se levantó durante una reunión con los nuevos dueños y, de manera muy serena, dijo aguardar que los vicios de la televisión de América Latina (la autocensura y la utilización política del medio) no se trasladaran a Estados Unidos. Nadie predijo que George W. Bush, el hijo, exigiría peores vicios mediáticos durante su
guerra -personal- "contra" Afganistán. Tampoco, que Cisneros protagonizaría un golpe empresario-militar-mediático a partir de Venevisión.
1) Eugene Proppers & Taylor Branch, Labyrinth, Penguin Books,
Nueva York, 1983.
2) Carlos Jorquera T., El Chicho Allende, Ediciones Bat,
Santiago, 1990.
3) Domingo Alberto Rangel, Gómez, el amo del poder, Vadell
Hnos, Valencia, 1975.
Ernesto Carmona, periodista.
www.nodo50.org/venezuela-unida/dossier_cisneros_portada.htm
Cisneros pertenece también al grupo de asesores del Consejo de Relaciones
Exteriores (Council on Foreign
Relations) en Nueva York, que es el think tank más importante del establishment
liberal del gran capital
estadounidense; así mismo es miembro del Grupo de Tarea sobre Tecnologías de
Información y Comunicación (ICT
Task Force) de las Naciones Unidas, miembro del World Business Council del Foro
Económico Mundial (WEF) y
participa en el Consejo Internacional de Asesores de la influyente Sociedad de
las Américas (The Americas Society). En esa asociación 'sin fines de lucro',
participan también David Rockefeller y el empresario mediático chileno Agustín
Edwards, dueño del influyente diario El Mercurio.
Su imperio de 70 compañías en 39 países, con ingresos anuales superiores a los
cuatro mil millones de dólares, tiene considerable fuerza, sobre todo en el
sector de los medios y comunicaciones: Direct TV Latin America tiene más de 300
canales de video y audio en 28 países; Univisión es la mayor cadena televisiva
de habla hispana en Estados Unidos; Venevisión es el más importante canal
venezolano y Venevisión International, uno de los más importantes de
América. A través de alianzas estratégicas con Pepsi Cola y Coca Cola, Cisneros
se convirtió en codueño de una de las más grandes embotelladoras
latinoamericanas, Panamco, con sede en Miami, Panamá y Atlanta, que se vendió en
diciembre del 2002 por 3.6 mil millones de dólares al grupo de los Garza Lagüera
de Monterrey, México, tocándole a Cisneros el 9 por ciento del total. En 1997
lanzó la Playboy TV Iberia que desde entonces enriquece el desolado panorama
cultural de España y Portugal con atractivas conejitas al estilo estadounidense.
En 1998, Cisneros forma una alianza (joint venture) con America Online, Inc. (AOL),
de la cual nace la empresa America Online Latin America (AOLA).
La
prolongada agresión mediática de la transnacional estadounidense CNN (Cable News
Network, en español) contra el proceso bolivariano se debe a cuatro factores: 1.
Los intereses y redes económicos, políticos y académicos internacionales del
magnate anti-Chavista venezolano Gustavo Cisneros y de otros miembros de la
oligarquía venezolana, como el expresidente de la petrolera PDVSA, Luis Giusti,
quién en 1998 quiso privatizar a la empresa y funge, hoy día, como asesor
energético del presidente George W. Bush;
2. La venta de CNN a la transnacional Time Warner, Inc. en 1996, y la fusión
subsiguiente con America Online (AOL), en 2001; 3. La subordinación
incondicional de CNN al proyecto del Nuevo Orden Mundial de George W. Bush,
Donald Rumsfeld y Dick Cheney, después del 11 de septiembre y, 4. El deplorable
estado profesional de sus reporteros, moderadores y comentaristas.
Contrario a la mitología
neoliberal, muchos de los grandes negocios de la economía global no resultan de
una mejor posición competitiva en el mercado, sino de la pertenencia de la
elite corporativa a redes informales de poder y tráfico de influencias. Es en
ese aspecto, más que en el meramente económico, donde el poder del Grupo
Cisneros y su Chief Executive Officer (CEO, jefe ejecutivo) Gustavo Cisneros, es
formidable y le permite incidir sobre la política nacional e internacional, tal
como revelan los siguientes datos sobre su participación en redes académicas,
económicas y políticas de la elite global dominante.
Cisneros es miembro de los
Consejos de Asesores de varias universidades de elite estadounidenses, entre
ellas: de la Universidad de Columbia, en Nueva York y del Colegio Babson; del
David Rockefeller Center for Latin American Studies de la Universidad de
Harvard, en Boston y del Consejo de Administración del Joseph H. Lauder
Institute of Management and International Studies de la prestigiosa Wharton
School of Economics de la Universidad de Pennsylvania, en Philadelphia.
Cisneros pertenece también
al grupo de asesores del Consejo de Relaciones Exteriores (Council on Foreign
Relations) en Nueva York, que es el think tank más importante del establishment
liberal del gran capital estadounidense; así mismo es miembro del Grupo de
Tarea sobre Tecnologías de Información y Comunicación (ICT Task Force) de las
Naciones Unidas, miembro del World Business Council del Foro Económico Mundial
(WEF) y participa en el Consejo Internacional de Asesores de la influyente
Sociedad de las Américas (The Americas Society). En esa asociación "sin
fines de lucro", participan también David Rockefeller y el empresario mediático
chileno Agustín Edwards.
Edwards es de particular
interés porque fue una de las piezas claves en la conspiración contra el
gobierno constitucional de Salvador Allende. De hecho jugó el mismo papel en la
destrucción de la Unidad Popular chilena que está jugando Cisneros en
Venezuela. Aprovechando sus buenas relaciones con la embajada de Washington en
Santiago de Chile y con sectores de la elite empresarial estadounidense;
recibiendo más de 1.5 millones de dólares de la Central de Inteligencia de
Estados Unidos (CIA), "el Mercurio y otros medios apoyados por la Agencia
había jugado un importante rol en la configuración del escenario adecuado para
el golpe militar del 11 de septiembre de 1973", reportó un informe del
Senado estadounidense en 1975.
Cuando el embajador
estadounidense Edward Korry le comunicó a Edwards que Allende ganaría las
elecciones nacionales de septiembre de 1970, el empresario se reunió en Estados
Unidos con el presidente de la transnacional Pepsi Cola y amigo personal suyo,
Donald Kendall, para trazar las estrategias necesarias para destruir a Allende.
Kendall, quien ---como los representantes del gran capital y mecenas del Partido
Repúblicano en general--- tenía acceso directo al Presidente, concertó para
el 15 de septiembre varias reuniones, en las cuales participaron Nixon,
Kissinger, el jefe de la CIA, Richard Helms, Agustín Edwards y Donald Kendall.
Esa misma noche Nixon dio la orden a la CIA de destruir al gobierno
constitucional de la Unidad Popular mediante un golpe militar o mediante
cualquier medio que fuese necesario para lograr tal fin.
En los tres años que el
imperialismo requirió para organizar la sangrienta asonada de los generales
encabezados por Augusto Pinochet, El Mercurio utilizó las mismas técnicas que
se observan hoy en Venezuela. Editoriales en la prensa impresa, escritos por
expertos de la CIA o periodistas a sueldo de la reacción, repetidos una
infinidad de veces por las estaciones de radio y televisión de la red
subversiva; llamados a los militares para poner fin a la "anarquía" y
"dictadura" del gobierno; desinformación y mentiras sistemáticas
para histerizar a la población contra el gobierno y destruir la confianza en el
futuro del país, etcétera. Mientras el pueblo sufría hambre y el terror de
los subversivos, Edwards disfrutaba su larga estancia en Estados Unidos en una
vida de lujo como vicepresidente mundial de Pepsi Cola, cortesía de su entrañable
amigo Kendall.
En lo político, Gustavo
Cisneros ha tenido buenas relaciones con el Presidente Ronald Reagan, a cuyas
fiestas ha sido invitado junto con su esposa Patricia Phelps; con el gobierno de
Bill Clinton de cuyo Secretario de Relaciones Exteriores Cyrus Vance ha sido
interlocutor, así como con la dinastía Rockefeller y la dinastía Bush, con
cuyo expresidente George Bush disfruta la pesca en La Florida y en los ríos
venezolanos.
Aunque su poder económico
posiblemente se sobreestime, dado que en varias empresas es solo copropietario,
no cabe duda que su imperio de 70 compañías en 39 países, con ingresos
anuales superiores a los cuatro mil millones de dólares, tiene considerable
fuerza, sobre todo en el sector de los medios y comunicaciones: Direct TV Latin
America tiene más de 300 canales de video y audio en 28 países; Univisión es
la mayor cadena televisiva de habla hispana en Estados Unidos; Venevisión es el
más importante canal venezolano y Venevisión International, uno de los más
importantes de América.
A través de alianzas
estratégicas con Pepsi Cola y Coca Cola, Cisneros se convirtió en codueño de
una de las más grandes embotelladoras latinoamericanas, Panamco, con sede en
Miami, Panamá y Atlanta, que se vendió en diciembre del 2002 por 3.6 mil
millones de dólares al grupo de los Garza Lagüera de Monterrey, México, tocándole
a Cisneros el 9 por ciento del total. En 1997 lanzó la Playboy TV Iberia que
desde entonces enriquece el desolado panorama cultural de España y Portugal con
atractivas conejitas al estilo estadounidense.
En 1998, Cisneros forma una
alianza (joint venture) con America Online, Inc. (AOL), de la cual nace la
empresa America Online Latin America (AOLA) que ofrece servicios interactivos en
Brasil, México, Argentina y Puerto Rico, entre otros países. Es ahí, donde se
cruzan las redes informales de Cisneros con CNN, AOL y Time Warner.
La independencia de CNN, el
primer canal noticiero televisivo de 24 horas, inventado por Ted Turner, se
acaba en octubre de 1996, cuando la Turner Broadcasting System, Inc. se fusiona
en forma subordinada con el conglomerado mediatico Time Warner, Inc., que entre
otros activos controla la revista mundial Time y la revista de negocios,
Fortune. La Time Warner se fusiona, a su vez, el 11 de enero del 2001 con
America Online, que obtiene el control de la mayoría de las acciones. CNN queda
supeditada sucesivamente al management y los accionistas de Time Warner y
posteriormente, a los de AOL, con los cuales, como referimos anteriormente,
Cisneros había entrado en una joint venture estratégica, que le proporcionaba
los contactos y relaciones con los ejecutivos superiores de la gigantesca
transnacional y de sus homólogos europeos y asiáticos, como cuando en 1999 se
reunió con el presidente de la transnacional alemana Bertelsman, el
vicepresidente de la japonesa Fujitsu y el presidente de Time Warner, Gerald
Levine, en la capital francesa.
Al mismo tiempo, CNN se
queda reducida al status de una compañía o división más dentro de la
estructura corporativa transnacional de AOL-Time Warner, Inc., lo que significa
que su tasa de ganancia no debe quedar por debajo de la de las demás
divisiones, si no quiere correr el riesgo de ser transformada o liquidada. Esa
presión del "mercado" --de hecho, de los coeficientes comparativos de
costo/beneficio--- acelera el ocaso de CNN como medio informativa de calidad,
tendencia que recibe su golpe de gracia político con la declaración de la
"guerra internacional contra el terrorismo" de George W. Bush, que
produce el sometimiento abierto de la cadena a la razón del Estado imperial.
Ese doble impacto económico-político
repercute en forma dramática en la falta de profesionalismo del equipo de
reporteros, moderadores y "analistas" de CNN en español. Carentes de
preparación científica, sin noción metodológica del concepto estadístico
representatividad ---que es el eje de todo quehacer periodístico serio--- las
Señoritas Ligimat Pérez en Caracas y Gwenda Umaña en Atlanta han quedado a la
merced del sentido común y de los prejuicios e intereses clasemedianeros
propios y ajenos, cuando hablan del complejo problema venezolano. Harris
Whitbeck, quien un día reporta malinformado de Kabul, al día siguiente es
despachado de urgencia a Caracas para informar sobre la problemática
bolivariana, con los resultados previsibles. Lucia Newman, enviada a veces por
fast track desde La Habana a Caracas, está tan espantada por la camarilla
anticubana en Miami que no se aparta ni un ápice de la litanía políticamente
correcta. En ese equipo, solo Jorge Gestoso y Patricia Janiot conservan algo de
calidad profesional, que incluye la ética, cuando se refieren a Venezuela.
Las continuas agresiones de
CNN y de los medios españoles durante los tres años de gobierno de Hugo Chávez,
son las avanzadas propagandísticas de la guerra de apropiación económica por
los restos del botín latinoamericano, que los amigos neoliberales del
imperialismo estadounidense y del subimperialismo español no han podido
enajenar todavía. La perla de este botín son las reservas petroleras de
Venezuela, equivalentes a las de Arabia Saudita, y la empresa PDVSA, que tiene
alrededor de 15.000 gasolineras y ocho refinerías en Estados Unidos, además de
nueve refinerías en Europa y otro tanto en Venezuela y el Caribe.
"Percepción mata realidad", dicen los operadores de la mercadotecnia
burguesa y esa es la receta que los intelectuales colectivos del capital
transnacional, los medios, utilizan en la destrucción del proyecto popular
venezolano. Hace treinta años reprodujeron como cajas de resonancia las
mentiras de los golpistas chileno-estadounidenses contra el gobierno
constitucional de Salvador Allende. En los años ochenta repitieron la operación
contra el gobierno constitucional sandinista en Nicaragua y en los noventa le
tocó el turno al gobierno constitucional de Hugo Chávez.
Nada
nuevo bajo el sol...de la mentira imperial.
Heinz Dieterich Steffan