Lo correcto no es siempre lo agradable
DOC      Junio 2002
Cristiano es quien imita a Cristo Jesús.

Leí una vez a un Judío Cristiano contemporáneo que decía: "A veces, para decir la verdad, no se puede ser agradable".
El se refería a que, conociendo la verdad y sabiendo que debemos de proclamarla de acto y voz, no podemos quedarnos callados o poner una cara bonita y decir "mira que bien" cuando escuchamos a alguien hablar sutilezas de satanás.
Un caso con el que me topo cada día mas es el de escuchar a la que gente que conozco decir:
* Dios esta en todo (panteísmo)
* No puedo creer en un Dios que solo vaya a salvar a los que son Cristianos
* Buda y Mahoma tuvieron cosas muy buenas, debemos de estudiarlas también
* Al final todos los que hayan sido buenos se van a salvar sin importar en que crean, mientras sea de corazón
* Ser así de Cristiano es ser fanático, todo en exceso es malo
* Todas las religiones llevan al mismo Dios
* El que lo que cree es correcto agrada a Dios sin importar porqué lo hizo
* Esto que hago se siente correcto, no importa lo que me digan o lo que diga la Biblia

Esto regularmente es dicho por personas débiles en la fe que creen que de alguna forma se han librado del asecho del pecado, y que su salvación será por sus buenas obras, por ser auténticos, de manera que se tienen que proteger ante la falta de seguridad sobre lo que será de ellos una vez que vuelva Jesús o al morir si no viene antes, y justificar así su modo de vida con una moral muy personal.
Estas y más frases circulan día a día en nuestro mundo, cada vez las escuchamos más a nuestro rededor, y es nuestro deber DECLARAR la verdad que nos ha sido revelada; Que Dios es único, celoso, temible, amoroso, poderoso, omnipresente, omnisciente y fiel, que Su Hijo nos salva, que Su Espíritu Santo nos revela su palabra y nos da la fuerza para seguir a Cristo y dejarnos ser moldeados a su imagen y producir las buenas obras que Él quiere que hagamos conforme a su voluntad.
Salmo 144.2:
"Él es mi Dios amoroso, mi amparo, mi más alto escondite, mi libertador, mi escudo, en quien me refugio." 
¿Cómo tener miedo o pena entonces?

Muchos Cristianos tienen problemas para confesar la verdad porque no la creen de corazón, o la creen pero pecan al no vivirla y declararla en su momento y tiempo, pues la sociedad nos absorbe y nos hace ser "buenos ciudadanos" al callar o asentir ante lo que no es de Dios, "mejor no hablo porque se pueden ofender" y preferimos ser políticamente correctos que ser Cristianos verdaderos.
No se trata de ser unos insurrectos, de gritar en todo momento sobre Dios, sino en hacernos dignos de ser usados por Él para llevar su mensaje de salvación a quienes Él nos lo indique.  Dios tiene un tiempo y momento para cumplir su voluntad, si nos adelantamos a ella, seremos obstáculo, no instrumento para su obra.
Pero en una reunión, en la casa o en el trabajo, si se esta infiltrando sutilmente el enemigo -que no se va a presentar vestido de rojo, con cuernos y tridente...- no podemos callarnos, debemos demostrar que seguimos a Cristo al amar al prójimo, y en AMOR, declarar la verdad por su bien, con prudencia y buscando el tiempo y lugar indicado por Dios.

Callar puede ser más fácil que hablar de Dios, nos puede ganar aceptación al no ser diferentes a la mayoría y hablar de Dios puede hacernos impopulares, pero no fuimos escogidos para hacer bulto en la multitud sino para ser Sal de la tierra y Luz del mundo, y así agradar a Dios.
Nos van a tachar de fanáticos, de intolerantes, de mente cerrada, y si, es cierto, todo eso aplica a quien es un seguidor de Cristo, en Él debemos de ser inflexibles pero siempre en amor, porque Dios es amor y Pablo dijo que no podemos ser llenos del Espíritu Santo si no tenemos amor, ese amor de Cristo.
Llegará el día en que no podremos hablar y declararlo libremente y entonces nos arrepentiremos de haber callado tantas veces, así que no dejemos pasar un solo día sin pedirle a Dios que nos use como instrumentos suyos, aunque eso nos haga desagradables a otros.

Hechos 5.41-42:
"Entonces llamaron a los apóstoles y, luego de azotarlos, les ordenaron que no hablaran más en el nombre de Jesús. Después de eso los soltaron.
Así, pues, los apóstoles salieron del Consejo, llenos de gozo por haber sido considerados dignos de sufrir afrentas por causa del Nombre.
Y día tras día, en el templo y de casa en casa, no dejaban de enseñar y anunciar las buenas nuevas de que Jesús es el Mesías."

¡Que Dios te siga bendiciendo!
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