| 
                   
                 
                  
                Félix Sautié  | 
              
                      
                     
                    PENSANDO DESDE LAS IZQUIERDAS, 
                    LAS SEÑALES DE UN MODELO DE CENTRALIZACIÓN AGOTADO Y YA 
                    CONTRAPRODUCENTE 
                     
                    Considero que no hace falta esperar más (y subrayo la 
                    palabra esperar) para convencernos, en las izquierdas, de 
                    las señales que con fuerza nos está enviando la vida misma 
                    sobre un modelo de luchar y de pretender construir el 
                    socialismo de forma centralizada que ha agotado todas sus 
                    posibilidades. Si es que en algún momento las pudo tener y 
                    no fueron en realidad formas transitorias que si bien en un 
                    período determinado resultaron ser posibles y hasta cierto 
                    punto necesarias, nunca deberían haberse establecido de la 
                    manera rígida como única vía válida, en que hoy se 
                    manifiestan como si fueran algo natural e inherente al 
                    sistema en sí mismo. En Cuba el debate del discurso de Raúl 
                    Castro el pasado 26 de julio 2007, en el que se plantean 
                    problemas muy agudos e importantes relacionados con estas 
                    cuestiones, generó una avalancha de criterios y propuestas 
                    al respecto dentro del debate convocado por el propio Raúl 
                    que deben ser muy tomadas en cuenta.  
                     
                    Este modelo de socialismo centralizado, por lo general, se 
                    convierte en su desarrollo en un verdadero capitalismo de 
                    estado, que ya fracasó en la antigua URSS y en los países 
                    socialistas de Europa del Este, con su planificación 
                    central, su secretismo, su falta de transparencia y sus 
                    objeciones al pensamiento propio e independiente, que 
                    también ha dado suficientes muestras de ineficacia en Cuba, 
                    las que se conversan entre amigos, familiares y en las más 
                    diversas ocasiones y que muchos no se atreven a reconocer 
                    por miedo a perder el estatus o bien porque no son capaces 
                    de ver las luces en el pueblo y/o no les interesa hacerlo. 
                     
                    Yo me maravillo de cómo, en nuestros medios masivos, a 
                    diario se analiza hasta la última contrapelusa de lo que 
                    sucede en el exterior, mientras se inhiben de expresar o 
                    publicar cualquier comentario que se atreva a plantear 
                    cuestiones de fondo que no sean triunfalistas ni de 
                    acatamiento total a nuestro modo de construir el socialismo. 
                    Ya va siendo hora que se hagan eco de las opiniones 
                    expresadas por la población, que fueron muchas y muy 
                    importantes en el debate nacional que acabamos de culminar 
                    porque, en definitiva, fue una importante muestra de 
                    confianza en la Revolución que no se debería pasar por alto 
                    ni mucho menos pretender darle justificaciones inhibitorias 
                    de los cambios a fondo que se reclaman. Para mantener viva 
                    la esperanza esto es imprescindible porque silenciarlas es 
                    tanto como propiciar el desánimo generalizado. 
                     
                    Ese silenciamiento persistente, incluso lo vivo en lo 
                    personal cuando escribo algún nuevo artículo o crónica de mi 
                    autoría, ya que de 1999 a la fecha pasan de un millar los 
                    que he publicado en el exterior así como varios libros, 
                    incluyendo un último que ahora circula en España con el 
                    título "Socialismo y Reconciliación en Cuba. Una Mirada 
                    desde Adentro". O sea, que esto que expreso lo hago con 
                    pleno conocimiento de causa y máxima implicación, así como 
                    responsabilidad en escribirlo. Pienso que nadie aquí 
                    adentro, en su sano juicio, podría negarme lo que planteo a 
                    menos que quiera hacerlo de forma ciega y obcecada.  
                     
                    Hay problemas muy importantes de la teoría del socialismo 
                    científico que tendríamos que replantearnos con la mayor 
                    honestidad y profundidad posible, como son el papel de las 
                    masas y de la personalidad en la Historia, la necesidad 
                    imprescindible de tomarnos en cuenta las limitaciones 
                    objetivas que tenemos todos con el tiempo útil de vida que 
                    podemos alcanzar, unos más y otros menos, pero nunca tanto 
                    como para plantearnos la idea de que podríamos lograr todas 
                    las transformaciones o, por lo menos, las básicas de un 
                    sistema social tan importante, si no tomamos en cuenta con 
                    toda seriedad la necesidad del necesario relevo a tiempo 
                    entre las generaciones que concurren en una misma etapa 
                    histórica, así como la necesidad de funcionar en verdaderos 
                    equipos interdisciplinarios que se renueven de forma 
                    sistemática, de acuerdo con la lógica propia del tiempo 
                    biológico que transcurre sin detenerse.  
                     
                    El genio individual del ser humano renacentista, de cuando 
                    la horizontalidad en el dominio del saber era posible, dado 
                    su desarrollo específico del momento, ya no es realmente 
                    efectivo en el Siglo XXI cuando el conocimiento es tanto, 
                    tanto, (a pesar de lo infinito que nos falta por alcanzar) 
                    que nos exige de una verticalidad del saber que sea capaz de 
                    agruparse en verdaderos colectivos interdisciplinarios que 
                    se conviertan en los motores de la vida y que puedan tomar 
                    el control efectivo de los timones de mando de una sociedad 
                    cada vez más compleja, contradictoria y controvertida en sí 
                    misma: desarrollada y subdesarrollada, opulenta y de 
                    hambrunas, que exhibe esclavitudes de nuevo tipo. Todo esto 
                    sólo podría enfrentarse mediante una participación masiva, 
                    así como con el diálogo y la libertad de expresión en busca 
                    del consenso colectivo. 
                     
                    Otro aspecto muy importante, que habría que tomar muy en 
                    consideración dentro de la teoría del socialismo científico, 
                    es que cuanto más avanza el nivel cultural de la población, 
                    a su vez, en lo colectivo y en lo individual requiere de un 
                    mayor protagonismo que entra en contradicción unas veces 
                    silenciosas y otras abiertas y explícitas con cualquier 
                    paternalismo, triunfalismo y sacralización del pensamiento 
                    por muy justo que pudiera ser. El desarrollo es irreverente 
                    con la sacralización del pensamiento y, mucho más, con las 
                    imposiciones que se pretendan hacer al respecto por 
                    cualquier motivo o justificación política, social, 
                    económica, incluso de justicia o de defensa de lo que pueda 
                    ser verdadero. La participación, el debate abierto de las 
                    ideas sin monólogos que valgan y el camino de la conciencia 
                    apoyado por el sustrato material que implican las acciones 
                    concretas dentro campo de la economía y la política en el 
                    seno del Ser Social, son los procedimientos más seguros y 
                    efectivos aunque resulten más lentos y complicados en sus 
                    realizaciones. 
                     
                    En este orden de pensamiento, se impone la actitud de 
                    siempre mirarnos hacia adentro antes de echarle todas las 
                    culpas a lo de afuera, a lo del exterior, por muy reales que 
                    sean porque, por ejemplo, en vez de poner énfasis en que los 
                    que se nos van a la diáspora se mueven principalmente por 
                    una acción de robos de cerebros, deberíamos analizar con 
                    toda honradez cuáles son las cosas del patio que los 
                    impulsan a irse, porque se están marchando no sólo para los 
                    Estados Unidos sino para todas partes, incluyendo a países 
                    con menos desarrollo y más problemas que Cuba. 
                     
                    Las señales son fuertes no sólo dentro de nosotros mismos, 
                    sino las estamos viendo muy cerca en nuestra América y antes 
                    de enquistarnos en nuestros propios esquemas que ya no dan 
                    más, deberíamos apurarnos en su superación más urgente y 
                    efectiva, porque no dejo de repetir, hasta el cansancio, que 
                    el tiempo que nos queda es cada vez menos, aunque parece que 
                    no todos tenemos la misma percepción al respecto y se 
                    insiste en mantener las cosas como están sin cambio 
                    esenciales y profundos. 
                     
                    
                |