Jesús anuncia Su Venida
Mensaje recibido a través de José-Luis Manzano Garcia, en
Talavera de la Reina (Toledo), el día 27 de Mayo, de 1988.
El
Maestro: La Paz de mi Padre esté
con todos vosotros. Publico: Y con tu
Espíritu.
El Maestro: Ave María Purísima.
Publico: Sin pecado concebida.
El
Maestro: Escucha mi Palabra,
hijo mío: La hora de mi Venida está cerca, pero Yo tendré
misericordia del mundo hijo mío:
«"Un
castigo espantoso dará testimonio próximamente de mi Poder. Los Angeles
serán los ejecutores de este castigo hijo mío, y ya están dispuestos con sus
espadas afiladas, ellos se encargarán de aniquilar a todos los que se
burlaron de Mí, y que ni siquiera creyeron en mis revelaciones
y mensajes."
"Huracanes de fuego se formarán en las nubes, extendiéndose sobre
toda la Tierra. Tempestades, terremotos.
Vendrá una lluvia de fuego sin interrupción
empezando durante una noche muy fría. Con todo esto mi Padre dará a conocer a la humanidad
que El es el Rey de la creación: El Unico Rey, hijos míos."
"Aquellos
que esperan en Mí y crean mi palabra, no me deberán tener miedo, porque
Yo no los abandonaré. Ni tampoco olvidaré a
los que propaguen mis Mensajes.
Aquéllos que estén en
estado de Gracia y busquen la
protección de mi Madre tampoco serán perjudicados. Yo os daré los
signos y avisos previos hijos míos, a fin de que estéis preparados
para esta terrible prueba".
"La noche
será muy fría, rujirá el viento, poco después de algún tiempo oiréis
muchos truenos, muchos, y una cruz muy
grande quedará en el cielo, y esa
cruz se verá desde cualquier lugar
de la Tierra. Entonces deberéis cerrar
todas las puertas y ventanas, no hablaréis a nadie que se encuentre
fuera de vuestra casa. Os arrodillaréis delante de la
imagen de mi
Madre y delante de un crucifijo, os arrepentiréis de vuestros
pecados y pediréis protección a mi Madre."
"No miréis fuera durante el Terremoto, porque la
ira de mi
Padre es santa. Aquéllos que no hicieran caso de
este aviso, morirán inmediatamente. El viento traerá
gases venenosos que se esparcirán por toda la Tierra.
Aquéllos que sufran y mueran inocentemente
serán mártires y habitarán en mi reino."
"En ese momento muchas almas se creerán en el
triunfo de Satanás, pero al término de tres noches se acabarán los
terremotos, y al siguiente día, el Sol brillará de tal manera que las almas
jamás lo habrán visto. Los Angeles del Cielo traerán
consigo a la Tierra el espíritu de
paz y un sentimiento inmenso de
gratitud embargará aquellos que sobrevivan a ese terrible Juicio de
Dios."»
Padre
Eterno: Este es el castigo
eminente que desde el principio de la Creación tengo preparado para
pobar a la Tierra.
El Maestro: Pedid perdón al
Padre hijos míos.
(El público reza el Padre Nuestro.) Que
se haga la Voluntad del Padre, como siempre se ha hecho; vuelve a
escuchar, hijo mío:
La Madre: Hijo mío, sigo estando
triste, muy triste; mis hijos no escuchan y todo está por llegar. Yo
no quiero que mis hijos se condenen, sólo quiero el bien para mis
hijos, como cualquier madre, hijo mío.
Estoy triste y sóla allí en
las Moradas Celestiales, pidiéndole al Padre el perdón para toda la
humanidad. Mira cómo lloro, hijo mío. Mis
lágrimas son de sangre, hijo mío. Vuelve a llorar conmigo como has llorado estos días.
Estoy sóla pero muy triste hijo mío, mis hijos
caen al abismo y no se dan cuenta.
El reino de Satán hijo mío,
habita en el Mundo. El reino de Satán son los vicios humanos hijo
mío. El Reino de Dios es la Paz, el Amor, la Humildad.
Es triste
hijo mío, lloro mucho. ¡Ay, ay hijo mío! Mis hijos se pierden
en el abismo y Yo, hijo mío, lloro por ellos. ¡Cuánto sufro hijo mío, hijo mío cuánto sufro!
¡Ay, ay hijo mío!
Aquella vez la espada me atravesó porque a
mi Hijo, a mi amado Hijo lo clavaron en la Cruz.
Ahora hijo mío otra
espada vuelve a traspasar el Corazón porque mis hijos no quieren
seguir el Camino y se pierden. ¡Cuánto sufro
hijo mío, y tú lo sabes!, ya no puedo con el brazo pesado de Dios.
¡Sí, hijo mío!
Estoy triste, ay hijo mío,
muy triste! ¡Ay, ay
hijo mío! ¿Qué ocurre en este Mundo? ¿Qué ocurre con la Creación de
Dios?, ¿qué ocurre...? Que el espíritu de Satán ha entrado y los
humanos, hijo mío, no se dan cuenta cómo sufro hijo mío, ¡cómo
sufro!
Ellos confían en que tú les salves hijo mío, y Yo confío en
que salves sus almas, hijo mío. Me marcho, pero volveré, porque Yo no dejo solos a mis hijos.
No os olvidéis hijos míos de que sufro mucho.
Estoy muy triste, pero
muy triste. No te olvides hijo mío, de cómo me has visto hoy, porque
mañana, hijo mío, será de otra forma. Sufro mucho. Adiós
hijos. Publico: Adiós
Madre.
El
Maestro: Adiós
hijos.
Publico: Adiós
Maestro.
Padre
Eterno: Adiós
hijos.
Publico: Adiós
Padre.
El Hermano:
Adiós
hermanos.
Publico: Adiós Hermano.
El Hermano: Adiós hermanos.
Publico: Adiós
Hermano.___
- C.f. Mensaje de Jesús a San
Padre
Pio.
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