Los cristianos aceptan a María como Madre de Jesús;
pero mientras los católicos hablan de ella como
«la
Virgen María», otros grupos, y muchas sectas, no
quieren reconocer que María fué siempre virgen.
Es muy extraño, puesto que hasta los
fundadores del protestantismo, Martín Lutero,
Calvino,
Zwinglio,
reconocían la virginidad perpetua de María como una enseñanza bíblica, y
así lo transmitieron a sus discípulos.
"Algunos dicen que
María tuvo siete hijos, no
fué virgen. Ya hablamos de «Los
'hermanos' de Jesús», y de
la «virginidad
de María»".
El tema quedó suficientemente aclarado
y dilucidado: No hay fundamentos bíblicos para
afirmar que Jesús tuviera otros hermanos carnales, ni para suponer que María no fué
virgen.
Quienes lo afirman interpretan erróneamente la Biblia.
1. -
La concepción virginal de María:
La virginidad de María en el
nacimiento de Jesús se afirma claramente en la Biblia: Estos
textos bíblicos son testimonios sólidos para afirmar el hecho de la
virginidad de María en la concepción de Jesús:
«Estando desposada
María, su madre, con José, antes que se juntasen,
se halló
que había concebido del Espíritu Santo». -Mt.1,18.
«El ángel Gabriel le dijo: María, no temas,
porque has hallado gracia delante de Dios... concebirás en tu
vientre y darás a luz un hijo... ¿Cómo será esto?, pues
no conozco varón... El Espíritu Santo vendrá
sobre ti y el
Ser Santo que nacerá de ti será llamado Hijo de Dios.»
-Lc. 1,30.
«El que nació no de la sangre, ni del deseo de carne, ni del deseo de hombre, sino que nació de Dios».
-Juan 1, 13.
2. -
¿Quiso María esta virginidad?
«María era una virgen desposada con un hombre llamado José»,
nos dice
Lc. 1,27. A simple vista parece que María no
quiso esta virginidad. Sin embargo Lucas nos ofrece otros
datos. Dios respeta
a los hombres.
El no nos salva sin que
nosotros queramos. Jesús, el Salvador, ha sido deseado y acogido
por una madre, una jovencita que, libre y conscientemente, acepta ser la
sierva del Señor:
«El ángel fué
enviado por Dios ... a una virgen desposada con un varón que se llamaba José. José era
de la casa de David y el nombre de la virgen era María». -Lucas 1, 26.
Lucas usa dos veces la palabra «virgen». ¿Por qué no dijo «una
joven» o «una mujer»? Sencillamente porque
Lucas se refería aquí a las palabras del profeta
Isaias 7,14: El Mesías nacería de
una «virgen de Israel».
«El Señor... les dará esta señal: la Virgen está embarazada y da a luz
un
varón a quien pondrás por nombre Emmanuel.» -Isaias 7,14.
En tiempos de Jesús, muchos coetáneos, al leer
Isaías 7, 14, sacaban la
conclusión de que el Mesías nacería de una madre Virgen. El Evangelio nos
dice que María es ESA madre virgen que da a luz al Mesías.
María dijo: «¿Cómo
será esto, pues no conozco varón?»
Aunque estaba desposada con José, indica el propósito de permanecer
virgen. Y el ángel precisa que el niño nacerá de María sin
intervención de José.
«El
Espíritu Santo descenderá sobre ti y el poder del Altísimo te cubrirá con
su sombra, por lo cual el Santo que de ti nacerá será llamado Hijo de
Dios». -Lucas
1,34
3.- ¿Había
pensado María en consagrar a Dios
su virginidad
antes que viniera el ángel?
El Evangelio no precisa, pero María
dice en Lucas 13,34:
«No conozco varón»; o «no tengo relación con ningún
varón».
María ya está comprometida con José, -Lc. 1, 27, lo que según la ley judía,
les daba los mismos derechos del matrimonio, aunque no vivan
todavía en la misma casa. -Mt. 1, 20.
En estas condiciones, la pregunta de María no tendría sentido, si
ella no estuviese ya firmemente decidida a mantenerse virgen para siempre.
María era la esposa legítima de José. Si este matrimonio hubiera
querido tener relaciones conyugales normales, el anuncio del ángel sobre su
maternidad no podía crearle problemas.
Pero María manifiesta claramente: «...pues no conozco varón.»
Y esa pregunta de María permite otra traducción válida en la
mentalidad hebrea de la época: «¿Cómo
será eso, pues no quiero conocer varón?»
Se deduce que ella
quería permanecer virgen. Esta tesis se avala con fuentes históricas: El Protoevangelio
de Santiago, año 120 de nuestra Era, (próximo al tiempo en que vivió
María), relata:
"Cuando
se profetizó el nacimiento de María, su madre, Santa Ana, la ofreció para el servicio del Señor, tal
como Samuel había sido ofrecido por su madre."
-1Sam 1,11.
«María desde muy pequeña sería una de las
mujeres consagradas
al servicio
del Templo, una de las «vírgenes de Israel», según la costumbre judía.»
-1 Sam 2,22.
Esa vida de servicio en el Templo requería la virginidad perpetua.
Ateniéndonos estrictamente a la Biblia, esa pregunta de María indica
un firme propósito de permanecer siempre virgen.
Recordemos que
entonces, en Palestina, había grupos de personas que vivían en
celibato, los
esenios. Y si hubieran tenido relaciones conyugales, hubieran nacido otros
hijos. Pero María
tenía un único hijo, Jesús.
4.- ¿Qué
sentido tiene la virginidad?
María no expresa sus motivos, pero por lo que Lucas deja entrever,
vemos que María tenía motivos elevados. Por medio del ángel, Dios la trata
de «muy amada», la «llena de gracia», y
«el Señor está con
ella».
Su virginidad es una consagración, un amor exclusivo al Señor.
María quiere ser «su sierva»: «Yo soy la sierva del Señor, hágase en mí tu
palabra.» -Lc.1,38.
Algunos, al leer
"hermanos de Jesús", deducen sin más criterios, que María tuvo otros hijos
después de Jesús, luego no fué virgen. Esta suposición es falsa. La
Biblia demuestra que Jesús no tenía hermanos carnales.
Lo más grave es que algunos de estos
grupos o sectas están deseosos de negar sin
más, la virginidad de María. ¿A qué se debe esto?
Quizá por vanos prejuicios, hablar por hablar, o por falta de
conocimientos bíblicos. Pues hasta los
reformadores protestantes, los iniciadores de la
"SOLA SCRIPTURA", Lutero,
Zwingli y Calvino reconocían como una
enseñanza bíblica la Virginidad perpetua de María.
Para una persona creyente no es nada
excepcional renunciar a las relaciones sexuales. Hay muchos ejemplos de jóvenes que han intuido que ese camino
evangélico es un camino más directo para acercarse mejor a Jesús:
Sor Teresa de Los Andes,
el Padre Hurtado y tantos otros.
¿Acaso María era menos inteligente, o menos capaz de
percibir las cosas de Dios? ¿No podía ella captar por sí misma lo que
diría Jesús más tarde, respecto a la virginidad elegida por amor al
Reino? -Mt. 19,12.
María deseaba ser totalmente de Dios, y con el «sí» de
la Anunciación ella se consagró total y exclusivamente al Plan Divino:
«He aquí la sierva del Señor, hágase en mí tu
palabra.» -Lc.1,38.
Es un error olvidarse de la Tradición Apostólica.
La Iglesia, desde sus comienzos, ha enseñado la Virginidad
perpetua de María.
Desde los primeros siglos la
Iglesia celebra a María como la
"Aeiparthenos",
la "siempre-virgen".
- San Ignacio
de Antioquía, año 110 d. C.:
«El
príncipe de este mundo ignoró la
Virginidad de María y su parto, así como la muerte del Señor: tres
misterios resonantes que se realizaron en el silencio de Dios.»
- San Agustín,
año 450 d. C.:
«María fué Virgen al concebir a su Hijo,
Virgen durante el embarazo, Virgen en el parto, Virgen después del parto,
Virgen siempre.»
RESUMIENDO LOS PUNTOS ANTERIORES
La
Biblia testifica la virginidad de María en la profecía de Isaías:
"El Mesías debería nacer de una Virgen." - Is. 7, 14 -
María era
una de las niñas consagradas al servicio del Templo, las
cuales permanecían vírgenes de por vida. Algunos escribas y fariseos, para ofender a Jesús y denegarle el
derecho de ser el Mesías, le llamaban irónicamente "el
hijo del carpintero".
Insinuaban que si María no fué
virgen, Jesús no podría ser el Mesías esperado por el pueblo de
Israel, pues la madre del Mesías debería ser, y permanecer virgen.
- Is. 7, 14
(Querían ofender a Jesús.)
Atacar a María, negando su virginidad es negar
a Jesús como Mesías, es negarle a
Jesús mismo. ¡Es
negar a Jesús como Hijo de Dios!
No seamos como esos escribas y fariseos, que
se gozaban irónicamente, llamándole "el hijo del
carpintero", insinuando que no puede ser el
Mesías.
Honremos pues a María y redoblemos
nuestros esfuerzos por quererla, por nosotros y por quienes
desgraciadamente no la conocen...
¡Que todo lo que respire alabe al Señor!
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