LAS FIESTAS DONOSTIARRAS
(Hay
fiestas más allá de la Tamborrada...)
LOS CALDEREROS
Las Comparsas de Caldereros recorren actualmente las calles
en el periodo comprendido entre el primer sábado de febrero y los Carnavales,
aunque durante años salió a la calle el día 2, festividad de la Candelaria.
Caldereros. barrio de Amara 2007 |
Su antecedente más remoto es preciso buscarlo en la comparsa
de Caldereros Turcos organizada en el carnaval del año 1828. No obstante, se
considera que fue la comparsa de Caldereros Húngaros de 1884 la que inició la
tradición, pretendiendo reflejar la periódica llegada a San Sebastián de
personas nómadas que, procedentes de Hungría, se dedicaban a componer -bien y
pronto- perolas, chocolateras, braseros y calderas...
La comparsa contemporánea de caldereros más antigua es la que recorre la
Parte Vieja en la noche del primer sábado de febrero, levantando su campamento
en la Plaza de la Constitución. En el año 1900 estuvo organizada por
Euskaldun Fedea, en 1905 por las sociedades Sport-Clay, Port Arthur y
Amistad Donostiarra, con la cooperación del Orfeón Donostiarra. En
1909 Euskal Billera se hace cargo de la misma. Tras algunos años de
interrupción, fruto de que el día de la Candelaria no fuera festivo (1912), la
sociedad Gaztelupe resucita nuevamente la comparsa (1924). Euskal Billera tomará
el testigo en 1926, que será nuevamente sustituida por Gaztelupe, que se
encargará de la organización hasta el año 1969.
En 1972 la organización pasará a depender de un grupo
de sociedades populares y diversos grupos ciudadanos. En el año 2005 se produce
una escisión, causada por la negativa de un grupo de jefes de la tribu a que a
la comparsa se incorpore la mujer como participante de los coros. Los nuevos
caldereros desfilan a partir de este año bajo la denominación de Comparsa
Tradicional de Caldereros de la Hungría, mientras que el núcleo originario
lo hace como Asociación Cultural Primitiva Comparsa de Caldereros de la
Hungría 1884. Ambas recorren la parte Vieja simultáneamente, evitando
encontrarse.
Los hombres participantes en la comparsa oscurecen por
cualquier medio su rostro, que esconden entre luengas barbas y poblados bigotes.
Visten gruesos trajes oscuros adornados por gran número de chapas y cadenas;
calzan botas de caña y cubren la cabeza con pañuelos sobre los que colocan
estrafalarios sombreros. Una pequeña sartén y un martillo son sus únicos
instrumentos. Al frente de la comparsa, el jefe de la tribu indica con
movimientos de un cazo metálico que lleva entre sus manos los golpes que los
caldereros deben propinar con el martillo a las sartenes
Las mujeres cubren sus cabellos con un pañuelo de vivos
colores; portan blusas, largas faldas multicolores, profusión de collares y una pandereta en la mano.
Diversas carretas engalanadas, jinetes, banda de música y otros personajes
(entre los que es tradicional un oso de feria) completan la comparsa. La Reina
de Caldereros, acompañada por sus damas de honor marcan aún más si cabe el
ambiente carnavalesco, ya que en realidad, son hombres -a poder ser entrados en
años y en carnes-, disfrazados de mujeres.
La música que acompaña el alegre golpeteo de los martillos
sobre las sartenes fue compuesta para la ocasión por el maestro Raimundo
Sarriegui sobre letras de Victoriano Iraola y Adolfo Comba: Canto Húngaro,
canción en euskara interpretada a capella ("Begi urdin bat...); una
curiosa canción escrita en una lengua imaginaria ("Arbeit, asfreit, ist
gut ruhen singelin..."). En la mazurka Caldereros Húngaros en el trabajo
se describe el quehacer diario de los caldereros, alternándose en el
acompañamiento los golpes de las sartenes con los ejecutados sobre un yunque
("...Componemos bien y pronto peroles, chocolateras, los braseros y
calderas, barato y con perfección...". El Coro de Caldereros Húngaros tal
vez sea la composición más popular, gracias a su estribillo "Caldereros,
somos de la Hungría que venimos a San Sebastián..."). A las cuatro
mencionadas piezas se une el pasacalles, interpretado generalmente cuando la
comparsa se traslada de una parada a otra. Por única letra tiene un
"¡Quien tiene chocolateras y las quiere componer!".
La Reina dirige a sus caldereros un discurso desde el balcón
del antiguo Ayuntamiento en el que, con más o menos ingenio y fortuna, repasa
las novedades acaecidas en la ciudad desde su visita anterior. Concluido el
discurso, los caldereros interpretan el repertorio completo.
A partir de las década de los años ochenta comienzan a
desfilar diversas comparsas en diferentes barrios de la Ciudad (Gros, Loiola,
Egia, Amara, etc.), iniciándose una dinámica similar a la que caracteriza a las
tamborradas, pero con una organización algo más informal. Algunas comparsas desfilan el primer sábado de febrero, pero otras
lo eligen otras fechas, siempre antes del Carnaval.
Al igual que ha ocurrido con otras festividades donostiarras,
ha sido también incorporada al calendario festivo de otros pueblos de la
provincia de Guipúzcoa.
LOS COROS DE SANTA ÁGUEDA
Coros de Santa Agueda 2006 |
El día 4 de febrero, víspera de Santa Águeda, es
tradición en el País Vasco que grupos de personas, ataviadas con los trajes
tradicionales del caserío, recorran las calles interpretando un repertorio de
canciones populares específico de tal día.
Hay una letra que permite la adaptación a
cada lugar en que el coro se detiene para a cantar (ante el alcalde, el
sacerdote, el bar, la tienda, etc.). La primera estrofa dice:
Zorion, etxe
hontako denoi!/ Oles egitera gatoz / aterik ate ahitura zaharra / aurten
berritzeko asmoz.
La letra es acompañada rítmicamente por los golpes de los
palos que los componentes del coro portan en la mano. Es frecuente que algunos
lleven faroles y algunos otros algún instrumento (txistu, tamboril, acordeón
pandereta, etc.).
Los grupos que en Donostia-San Sebastián salen este día
pertenecen a sociedades populares, asociaciones de vecinos, organizaciones
políticas, etc., recorriendo durante algunas horas la zona de la ciudad donde
radica su sede.
COMPARSA DE NODRIZAS Y PASTORES (Artzai eta Inudeak)
Desfiló el día de la Candelaria en la segunda mitad del siglo
XIX. Sus componentes, incluso las nodrizas, eran hombres. Al convertirse
tal día en laborable (1912), se celebró solo esporádicamente. En algunos pueblos
guipuzcoanos y navarros (por ejemplo en Pasajes, Bera y Hernani) se organizó en
alguna ocasión. Esta situación duró hasta que en el año 1977 la Sociedad Kresala decidió organizar la comparsa todos los años en
la mañana del primer domingo de febrero (siempre que no coincidiera con el
Carnaval). La mayor diferencia con la comparsa tradicional es la supresión de
los hombres vestidos de iñudes, papel se será, a partir de ahora, asumido por
mujeres.
La comitiva principal está formada por varias decenas de
jóvenes. Los hombres visten prendas rojas y blancas, cubren sus cabezas con
una boina roja y sujetan a la espalda con las manos una vara de madera. Simulan
ser pastores (artzaiak) que desfilan emparejados con nodrizas (Iñudes)
decimonónicas (traje de cuadros, delantal, cofia, grandes pendientes...) que
portan en la mano un muñeco con faldones. Inicialmente la comparsa estuvo
formada exclusivamente por hombres que, disfrazados, ejercían también el papel
de nodrizas.
Iñudes y artzaias (kresala). |
La banda de música y una sección de tambores y barriles
interpreta en el desfile el pasacalles (1869) compuesto por Sarriegui para la
ocasión. En un determinado momento del mismo las nodrizas lanzan al aire a los
muñecos a la vez que exhalan un grito. En la Plaza de la Constitución se
realiza una parodia (bautizo y vacunación de los bebés) acompañada también por música de Sarriegui:
Festarik
Biarbada, Armeniyako Artzayak (zortzikos), Escena del medico con las iñudes,
Introducción y escena con las criadas, Contradanza Primera, Contradanza
Segunda; un fandango (Andre Madalen) y Baratzako Pikua (arin arin). Forman
también parte de la comitiva un numeroso grupo de personajes decimonónicos: médico,
veterinario, obispo, miqueletes (policía foral), alcalde, barquillero,
panadero, barrendero, pirulero, parejas vestidas de época, etc.
Actualmente es una fiesta en auge (Astigarraga, Bera,
etc.) que es probable que sufra un proceso de expansión similar al que está
afectando a la de Caldereros o a la propia Tamborrada.
LOS CARNAVALES
Dios Momo 2005
|
Los carnavales tuvieron su momento de máximo esplendor en
los últimos años del siglo XIX y primeros del XX. De esta época datan las
composiciones musicales del carnaval donostiarra, en gran parte obra de Juan Santesteban y, sobre todo, de Raimundo Sarriegui. Entre otras pueden citarse el
pasacalle de la Comparsa de nodrizas (1869), Habitantes de la luna,
Marcha real de Carnaval (1881/1882), Marcha chinesca (1884), Comparsa de Caballería de
Viejas (1881), Comparsa de Caballería de Gallos (1882), Ataque de erriko-shemes
(1886), Comparsa de Jardineros (1884), Comparsa pastoril (1886), etc. Los
carnavales estuvieron prohibidos durante la dictadura del general Franco,
volviendo a renacer en 1977.
En realidad, el ciclo del carnaval donostiarra comienza el 20
de enero, festividad de San Sebastián que, aun cuando ha perdido su carácter
carnavalesco, indudablemente formó parte del ciclo. El segundo hito es la
Comparsa de Caldereros. En la letra de sus canciones anuncian la proximidad del
Carnaval (...Aquí Momo solo nos envía a decirles que pronto vendrá.
Componemos la vanguardia del alegre carnaval...). Momo es el Rey del Carnaval
donostiarra, elegido para presidir sus actos, aun cuando no puede decirse que
tenga un papel destacado en el desarrollo de la fiesta. En la década de 1990 el
Ayuntamiento comenzó a proponer un tema sobre el que giran algunos actos
festivos.
Destaca en la programación el desfile de comparsas celebrado
durante la tarde del sábado y el entierro de la sardina en la tarde del martes,
donde cientos de enlutados donostiarras desfilan dando escolta a una gran
sardina que, llevada entre parihuelas, será finalmente quemada frente a la Casa
Consistorial. La Marcha semi-seria del Entierro de la sardina (1886), compuesta
por Raimundo Sarriegui, alterna pasajes fúnebres con alegre música
carnavalera. En algunos barrios (Alza, Intxaurrondo) tiene lugar el denominado
Domingo de Piñata o repetición de carnaval, centrado en el desfile de algunas
comparsas.
Gizondantza en torno al
Árbol de San Juan. Plaza de la Constitución
|
EL ÁRBOL DE SAN JUAN
No es una fiesta propiamente dicha, pero antaño fue
tradición que en la tarde de la víspera (23 de junio) del día de San Juan se
bailase un aurresku y la corporación municipal una gizon dantza en torno a un
árbol que se colocaba en la Plaza de la Constitución. La banda de txistularis
interpretaba también el Zortziko de San Juan ("Gora San Juan Gora, beti ta
beti..."), fandangos y ariñaris. En la base del árbol se formaba una
pequeña hoguera, bendiciéndose el árbol, cuya corteza se llevaban los asistentes
para bendecir sus hogares. Actualmente un grupo de bailes
vascos continúa con la tradición. Al anochecer se encenderán, igual que en
muchos pueblos, diversas hogueras en diversos barrios de la ciudad.
SEMANA GRANDE (ASTE NAGUSIA)
Un cañonazo da inicio a la Semana Grande. |
La Semana Grande es aquella en la que se integra el día 15
de agosto, festividad de la Asunción Nuestra Señora. Desde el año 1876, en
que la denominación se le ocurrió al empresario donostiarra José Arana, la
Semana Grande marcó el punto álgido del veraneo donostiarra.
En los últimos años la fiesta da comienzo en la tarde del
domingo previo a la Semana Grande mediante el disparo de un cañonazo desde la
terraza del Ayuntamiento por parte del "Artillero Mayor", a la par que
se interpreta la canción popular "Artillero, dale fuego / ezkontzen
zaigula pastelero... eta norekin, eta zeñekin / Prasku mozkorraren alabakin...".
Las corridas de toros fueron el máximo aliciente de la
Semana Grande hasta el derribo de la plaza de toros del Chofre, volviendo a
aparecer en el programa festivo en 1998 al inaugurarse la plaza de toros de
Illumbe. A partir de 1963 destaca en el programa el Concurso/exhibición
Internacional de Fuegos Artificiales, celebrado a lo largo de la semana en el
marco de la Bahía de la Concha. Otro de sus hitos más destacados es la solemne
Salve oficiada en la tarde del día 14 en la Basílica de Santa María del Coro.
A la misma asisten diversas autoridades que acuden en comitiva desde la Casa
Consistorial acompañadas de la bandera de la ciudad. En la ceremonia, el
Orfeón Donostiarra interpreta la Salve escrita para la ocasión por Licinio
Réfice (1885-1954).
Insustituibles son también las cenas organizadas en la noche
del día 14 en sociedades populares, restaurantes y domicilios particulares. A
las doce de la noche, tras la cena, miembros de la sociedad Gaztelubide
interpretan delante de su sede social de la Parte Vieja la tradicional
composición "Festara" (Festara, Festara, Festara / Festarik behar
bada / bego Donostia bai bai/ betikoa du fama / ondo merezia...), seguida por
otras canciones populares. El resto del programa se complementa con las
actividades veraniegas propias de una ciudad de las características de San
Sebastián (quincena musical, carreras de caballos, etc.).
LA CONMEMORACIÓN DEL 31 DE AGOSTO
|
|
Es una sencilla fiesta nacida en la década de los años
ochenta por iniciativa popular. Al anochecer del
citado día, los vecinos de la calle instalan pequeñas velas en los balcones, en
recuerdo del incendio sufrido por la ciudad en 1813 cuando las tropas
anglo-portuguesas, tomaron al asalto la ciudad, por aquel entonces en poder de
los franceses.
El asalto fue muy sangriento y, aun cuando éstos últimos tuvieron
que refugiarse en el castillo (se rindieron definitivamente el día 8 de
septiembre), los ingleses -al parecer- decidieron quemar la
ciudad y dedicarse al saqueo.
Sólo las casas arrimadas al monte Urgull (incluyendo las
iglesias de Santa María, San Vicente y el convento de San Telmo) no se vieron
afectados.
En la fiesta desfila una representación de las tamborradas de las
Sociedades de la Parte Vieja y tienen lugar algunas actuaciones musicales.
|
GAZTELU EGUNA.
Se celebró el primer sábado de septiembre durante las décadas
de 1980 y 1990 en recuerdo de los hechos acaecidos el 8 de septiembre de 1813.
En este día, el general francés Rey rindió el Castillo de la ciudad a las tropas
anglo-portuguesas.
Es una fiesta muy joven, iniciada en la década de los años
noventa bajo el impulso de la Cofradía Vasca de Gastronomía. Actualmente no se
celebra.
EUSKAL JAIAK (FIESTAS EUSKARAS)
Se inician el 31 de agosto y finalizan el 8 de septiembre,
reuniendo una serie de actos festivos relacionados con la cultura vasca
tradicional, englobando de alguna forma los actos del 31 de agosto y del Gaztelu
Eguna. Las primeras Euskal Jaiak tuvieron lugar entre el 8 y el 18 de septiembre
de 1927. Tras la interrupción causada por la Guerra Civil, el Centro de
Atracción y Turismo y el Diario Vasco trataron de recuperarlas bajo la
denominación de Semana Vasca, pero sufrieron la acción de la censura. A partir
de 1961 recuperan la denominación de Euskal Jaiak o Fiestas Eúskaras,
desapareciendo entre 1986 y 1996, año este último en el que nuevamente
volvieron a organizarse.
SANTO TOMÁS
Txistorra
|
El día 21 de diciembre constituye el inicio de la Navidad
donostiarra. Recuerda el día de feria en el que los arrendatarios de los
caseríos aprovechaban para satisfacer la renta anual a los propietarios.
Almorzaban en su casa y le obsequiaban un capón u otros productos del caserío.
En agradecimiento, era también costumbre que el propietario les regalase
chocolate y una bacalada.
Actualmente se celebra una feria rural en la Plaza de la
Constitución y sus proximidades. No puede faltar en este día la degustación
de un bocadillo de chorizo o chistorra frita ("Santo Tomas Eguna, hogia eta
txorizua") en las decenas de puestos que se instalan en la Parte Vieja,
así como la participación el tradicional sorteo benéfico de un cerdo.
También es costumbre vestir -especialmente los niños y niñas- la indumentaria
tradicional del caserío: los hombres txapela, blusa negra, pañuelo de cuadros,
pantalones rayados, calcetines de lana y abarcas; las mujeres: tocado blanco,
vestido negro o azul oscuro con pequeñas motas blancas, pañoleta blanca
anudada al cuello, calcetines blancos y abarcas de cuero.
OLENTZERO / REYES
Olentzero (Diciembre 2006)
|
El ciclo de fiestas navideñas se completa en la zona rural
del País Vasco con el Olentzero, representado por un carbonero bonachón y
aficionado a la bebida que tradicionalmente anunciaba la Navidad. Grupos de
jóvenes cantan canciones navideñas mientras postulan y pasean un muñeco que
representa al citado personaje.
Quizá por imitación a las tradiciones cristianas de
los Reyes Magos, pasa a ser el encargado de repartir los regalos entre los más
jóvenes. En San Sebastián comienza a organizarse en la última década del
siglo XX en la víspera de Navidad un desfile similar al protagonizado por los
Reyes Magos en la tarde del día 5 de enero con presencia de diversos personajes
que rememoran el mundo rural vasco.
LAS FIESTAS DE LOS BARRIOS
Levantador de piedras en Artikutza |
Además de las fiestas de ámbito general, la mayor parte de
los barrios celebran una o más fiestas propias: Ibaeta e Igara (Sto. Angel de
la Guarda, 1 de marzo), Herrera (San Luis Gonzaga, 21 de junio), Amara Viejo
(San Juan, 24 de Junio), Altza (San Marcial, 30 de junio), el Muelle, Trintxerpe.
Amara-Osinaga y Añorga (Nª Señora del Carmen, 16 de julio), Egia (Santa
María Magdalena, 22 de julio), Sagües y Zubieta (Santiago, 25 de julio),
Igueldo (S. Pedro, 29 de julio), Amara Viejo, Loiola y Gros (San Ignacio, 31 de
julio), la Isla (Sta. Clara, 12 de agosto), El Antiguo (Ascensión de Nuestra
Señora, 15 de agosto), Artikutza (finca navarra de propiedad donostiarra, S.
Agustín, 28 de agosto), Egia (Porrontxos, primera quincena de septiembre),
Intxaurrondo Viejo y Aiete (Exaltación de la Sta. Cruz, 14 de septiembre),
Martutene (Nuestra Señora del Pilar, 12 de octubre), etc.
|