MANTENIMIENTO DE LA CÁMARA

Tanto la limpieza, como el mantenimiento de la cámara  (y su equipo), es tan importante como la propia cámara si queremos sacar fotos, no solo de buena calidad, sino también lo más nítidas y perfectas posibles.


Kit de limpieza:

Independientemente de que tomes fotografías sólo por diversión o seas un fotógrafo profesional, no hay nada más frustrante que tener una fotografía estropeada por un problema que podía haberse evitado. 

Sin embargo, para eso se utilizan los programas de edición de imágenes como Picture It! o Photoshop, para mejorar las fotografías. Si bien es cierto que puedes solucionar gran cantidad de problemas de fotografía con tu equipo, es mucho más divertido dedicar más tiempo a conseguir una buena fotografía.

Bajo ninguna circunstancia debes limpiar un objetivo con el faldón de la camisa o con papel cocina, y debes hacerlo siempre antes de cada uso de la cámara. Los utensilios para la limpieza de objetivos no son caros. 

No te olvides de limpiar también el ocular. Adquiere también un paño adecuado que no raye la lente o una gamuza para gafas y un cepillo con pera de aire para eliminar el polvo de la lente. Recuerda que no debes utilizar nunca aire comprimido ni soplar sobre ella, pues podrías expulsar gotas de saliva que dificultarían la limpieza de la lente y así empeorar la situación.

                               

Especialmente durante los viajes en verano debes recordar que los colorantes y emulsiones de la película pueden quedar dañados por temperaturas extremas y humedad. Esto puede dar como resultado envejecimiento prematuro y cambios de color, normalmente a fucsia, que dará un mal aspecto a las fotografías, especialmente si son de personas. Las lentes también pueden resultar dañadas por temperaturas superiores a 30 grados que pueden provocar que los lubricantes internos se derritan. No te preocupes mucho por esto pero trata de mantener el equipo y los carretes razonablemente frescos.

En los días más calurosos no dejes la bolsa con el equipo al sol durante horas. Si no puedes encontrar una sombra, tapa la bolsa de la cámara con una toalla blanca que refleje el sol directamente. Si vas a enviar por correo los carretes a un servicio de revelado, llévalos a la oficina de correos o a una compañía de paquetería. No metas el paquete en un buzón metálico en el que se pueda cocer durante horas.

En definitiva, lleva el equipo adecuado y protege los carretes y el equipo, y volverás a casa con unas fotografías excelentes.

 

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