SEGUNDA PARTE DE "DALLAS CONFIDENCIAL"
En la enfermería del Velódromo, James estaba recibiendo primeros auxilios: sólo tenía un esguince de muñeca, debido a un brusco giro dado en la última vuelta. El bólido, sin embargo, había quedado inservible. James había podido saltar antes de que el motor explotase...
- ¿Ves como realmente soy un tipo con suerte? - dijo James a su mujer, que no le soltaba la otra mano.
- Sí, pero por poco no lo cuentas...Además, eres zurdo y la mano lesionada es la izquierda... - añadió, en tono de reproche cariñoso, la hermosa joven.
- No entiendo cómo pudo explotar el motor de aquella manera si la colisión fue tan poca cosa - Bill les había acompañado hasta allí. - Voy a examinar lo que ha quedado de la carrocería...Por cierto, James, es verdad que tienes suerte, y me has pasado un poco de ella: antes de la carrera conocí a una belleza de ojos azules que no hacía más que preguntar por ti...
Cally y James se miraron alarmados.
- ¿Te dijo su nombre? - preguntó James.
- Si la entendí bien, era algo así como...sí, Sheree, eso es...o quizá Shelly...Debe de ser una periodista de sociedad...
Un segundo después, la pareja recordó que así era como llamaban a la difunta Michelle sus familiares...Shelly. Cally acarició la mano vendada de su marido, mientras agradecía a Bill sus atenciones.
Afton condujo durante horas, hasta que el cansancio la obligó a detenerse. La garganta le dolía enormemente y cada vez estaba más mareada. Entonces, cogió su teléfono celular y marcó un teléfono, con prefijo de Biloxi, Mississippi: era el de su madre, Arliss.
- Mamá, soy yo. Tenía ganas de hablar contigo...

Aquella noche, en Southfork, Pam y Bobby cenaban a solas, en un ambiente romántico y sin nada que alterase el silencio de la noche, aparte, claro está, de los animales nocturnos propios de la zona.
- Bueno, de nuevo, tú y yo juntos y solos... - Bobby le sirvió una copa de champán.
La pareja se besó con dosis iguales de ternura, lujuria y complicidad.
- Parece que conseguimos pasar la página de Kristin...¿Tú qué crees?
- Sin duda. Nuestro hijo ya sabe de dónde viene, sólo tiene que decidir hacia dónde ir a partir de ahora. La herencia de Patricia no le va a ir nada mal...
- Qué mujer tan generosa...Saber todos estos años que su hija había tenido un hijo, y renunciar a verle por su bien, por no amenazar su felicidad.
- Y qué generoso de su parte dejar en herencia exactamente la misma cantidad de acciones de la Union Oil a ambos. Chris dice que quiere venderlas y donar la mitad a obras de caridad. John Ross sólo piensa en el petróleo, como su padre, y ya ha comprado su primer campo petrolífero...
- Por cierto, Clayton regresará a finales de semana con un invitado. Ojalá James y Gary hicieran las paces antes de la boda...
- Ojalá James y tú hiciérais las paces... - decía Valene en ese mismo momento, en la casa contigua.
- No hay nada que hacer - contestó él, mientras se metía en la cama, vestido sólo con el pantalón del pijama. - James es un vividor y nos ha utilizado para lograr una posición en Dallas. Cuando llegó aquí, hace más de diez años, ni siquiera tenía una profesión, y le habían expulsado de varias universidades...
- A veces creo que, en cierta manera, te recuerda un poco a ti, a cómo eras hace muchos años...- insinuó Valene, temiendo haber ido demasiado lejos en sus divagaciones. - Por lo que sé, James siempre se ha sentido marginado en su propia familia: ser muy diferente de los Ewing de Tejas y perder a su padre le llevaron a beber y a perder el control...
Mientras tanto, Bobby le daba a su mujer su propia versión, no muy distinta:
- Creo que Gary adoptó emocionalmente a James como su hijo debido a que tenían muchas cosas en común, por lo menos en el pasado. Ahora, James ha elegido a su familia más cercana: su hermano.
- James ha elegido lo que más le conviene: el dinero de su hermano -afirmaba Gary, mientras abrazaba a su mujer Valene - y yo ya tengo tres hijos estupendos. Creo que tu teoría no se aguanta por ningún lado. En estos últimos años, James se asoció con el enemigo de su padre, Cliff, fue sospechoso de haber disparado a este, estuvo a punto de casarse con la amante de su padre, Mandy, y ahora se va a casar con la segunda mujer de J.R. No puedes negar que es un currículum impresionante...
- Gary, el Grupo Ewing se ha beneficiado de su trabajo en los últimos años, realiza una gran labor a favor del medio ambiente y se ha esforzado mucho por formar una familia...
- ¿Y eso por qué? Después de todo, lleva sangre de J.R. en sus venas...
- Quizá la muerte de Michelle le haya influido - afirmó Bobby - y la familia sea lo más importante para él...Algo que nunca tuvo. Gary no tiene motivos para estar furioso...
- Quien debería estar furiosa soy yo...Te estás saliendo por la tangente... - dijo Pamela, mientras se quitaba la blusa...
- Intentaré encontrar el rumbo adecuado... - contestó él, desnudándola lentamente...

Al día siguiente, Lucy y Valene fueron de compras a Dallas, y quedaron con Pamela para comer. Durante su paseo por las tiendas más lujosas del centro, Valene intentó demostrarle a su hija lo importante que su regreso era para Gary y para ella...En un momento dado, cambió de tema...
- ¿Cómo es Clayton Farlow? Esta semana regresará a Southfork y yo apenas le conozco. Cuando nos instalamos aquí, hace cinco años, él ya se había marchado con su hijo y su nuera a San Angelo... - Valene se refería a Steven, también conocido como Dusty, y a su esposa Carrie, hija de Barbara Baxter.
- Es un hombre fantástico. Tierno, comprensivo, y con una paciencia a prueba de hierro. J.R. siempre le sacaba de quicio, pero nunca le dio miedo. La abuela tuvo mucha suerte al encontrar a dos hombres tan extraordinarios como Clayton y el abuelo... - Lucy se detuvo delante de un escaparate - Me encanta ese vestido, creo que lo llevaré en la boda de Cally...Además, Clayton era la persona más fiel que vivió en Southfork, como marido, como abuelo y como amigo.
- ¿Y qué hay de ti, Lucy? ¿Qué harás con tu vida, ahora que has vendido tu parte en el negocio de las Galerías de Arte de Cally?
- Mi hijo es mi vida, mamá. Sería capaz de matar para defenderle. - aseguró ella, mientras empujaba la puerta de la "boutique"...
Un par de manzanas más allá, Pamela bajaba del elegante coche que la había traído a la ciudad, conducido por su chófer particular. Desde que quedó desfigurada en un aparatoso accidente de coche, Pamela no había vuelto a conducir. Ahora ya no le quedaba ninguna cicatriz visible, pero sí psicológicas. Ni una terapia la había ayudado a superarlo. Entró en el centro comercial y subió a las escaleras mecánicas, sin percatarse de que un hombre algo más joven que ella la seguía. Llevaba unas gafas de sol y un traje de ejecutivo de alta costura.
De repente, Pam se detuvo frente a un espejo que se encontraba expuesto en el escaparate de una tienda de antigüedades, y fingió retocarse el maquillaje. Luego, metió la mano en su bolso...
- ¡Pammy...! - gritó el hombre sin estridencias.
- ¡Primo Jimmy! - ella se giró y sonrió contenta: sus sospechas se habían confirmado. Aquel hombre que había visto al salir del coche era su primo Jimmy, al que hacía años que no veía. Y al que ahora todo el mundo llamaba Sr. Monahan...
- ¿Podrás llamarme Will, primita? - dijo, mientras abrazaba a Pam.
(Fundido en negro)
Pamela y Will se habían sentado en una de las mesas exteriores de un restaurante cercano.
- No sabes cómo lamento lo que te ocurrió con Cliff... - se disculpó Pam.
- Yo también. No sé por qué, pero pensé que habría cambiado con los años. Es exactamente igual que cuando tenía diez años: gruñón y desconfiado.
- Si supieras todo lo que ha pasado, le entenderías mejor...
- Tal vez, pero todos hemos tenido nuestros problemas, mira a mi madre, a Digger o a ti misma...
- Quiero que me expliques cómo te has convertido en un gran ejecutivo financiero...pero tengo una cita para comer y no puedo faltar. Me esperan Lucy y su madre, ¿te acuerdas de Lucy, verdad?
Will se sonrió y Pam captó el gesto:
- Porque no querrás unirte a nosotros... - propuso sutilmente Pamela, para comprobar si, a pesar del cargo, su primo seguía siendo un tímido con las mujeres.
- No, hoy no puedo. - Will miró su reloj - pero no me importaría que me invitases a una de esas barbacoas que celebráis en Southfork...
- Tienes suerte: el mes que viene habrá una, y estás invitado. Ya no tienes excusa...
Pam se despidió de su primo y este se levantó para abrazarla. Luego, la siguió con la vista, y vio cómo se reunía con dos atractivas rubias; una, la más joven, seductora y altiva, le lanzó una mirada furtiva desde lejos...

Beckie miraba el retrato que su padre tenía de ella sobre la mesa de su despacho. Por fin, este hizo su entrada.
- Hola, cariño, qué agradable sorpresa...- exclamó. - Ven aquí... - Cliff alargó sus brazos y besó a su hija cariñosamente - Vas a decirme qué te pasa, ¿verdad?
- ¿Por qué crees que me pasa algo? - preguntó Beckie, cuya miraba delataba que había estado llorando. Cliff sonrió y se sentó junto a su hija.
- Necesito que me hagas un favor, nena.
- Claro. ¿De qué se trata?
- De tu madre. Está muy deprimida últimamente. No sé muy bien qué le pasa, pero no se siente muy buena madre...sobre todo, desde que descubrió que ya no eres una niña inocente...- A pesar de sus tácticas como hombre de negocios, lo mejor de Cliff aparecía cuando estaba con su familia: era un padre y un marido excelente.
Beckie empezó a llorar, en silencio. Sabía que sus padres tenían que decirle algo muy importante desde hacía tiempo, pero no sabían cómo hacerlo. Sus flirteos con Joe no habían sido más que una forma de llamar la atención y provocarles...Ella quería que todo volviera a ser como antes, como cuando volvieron de París y Afton le confesó que Cliff era su verdadero padre. Desde aquel día, todo había sido perfecto, por lo menos para ella. Pero, ¿qué le estaba pasando a su madre?
- Vamos a hacer algo especial: no iré a trabajar ni tú al instituto. Vamos a buscar a tu madre al estudio y nos iremos los tres de picnic. ¿Qué te parece?
- Que eres un liante, papá...- Beckie se echó a reír y Cliff buscó su móvil para llamar a Afton.

Aquella tarde, los Ewing se habían reunido en la mansión para cenar: Bobby, Pam, Gary, Valene, Christopher y Lucy. De repente, cuando se disponían a entrar en el comedor, un cláxon sonó en el exterior: era la limusina de Clayton Farlow. Su regreso se había adelantado tres días a lo previsto. Todos salieron a recibirles. El chófer salió del coche, abrió la puerta trasera y, de repente, unas esbeltas piernas con medias negras aparecieron...rematadas en unos zapatos de tacón de aguja, también negros. De la otra puerta, salió el viejo patriarca, Clayton.

La mujer tenía poco más de cincuenta años, aunque aparentaba algunos menos. Vestida con un traje chaqueta escotado de falda no muy larga, y con el cabello recogido en un elegante peinado hacia atrás, la mujer saludó a la familia:
- Vosotros tenéis que ser esos adorables Ewing...Yo soy Madeleine. Me moría de ganas de conoceros...
Clayton se acercó a ella y la rodeó con el brazo derecho.
- Os presento a mi esposa, aunque creo que ya se ha presentado ella misma...
Bobby, Pam, Gary, Valene y Christopher pestañearon. Lucy sólo levantó una ceja.

En el Edificio Ewing, Sue Ellen discutía con John Ross por teléfono...
- Pero, cariño, recuerda lo que acordamos: la terapia con la doctora Wyler no era negociable. Si seguíamos adelante con esto, debías cumplir con tu parte del trato. Sí, ya sé que las clases te roban mucho tiempo, pero eso no es excusa...
En ese momento, entró James en el despacho, que había estado escuchando la conversación desde el pasillo...
Sue Ellen, al verle, decidió posponer aquella discusión:
- Te llamaré luego, cariño. - dicho esto, colgó, sintiéndose cohibida por la aparición de James. - La próxima vez, llama antes de entrar, ¿de acuerdo?
- La próxima vez, cierra bien la puerta. Se oía todo desde mi despacho. - Sue Ellen le miró fijamente, mientras él colocaba sobre su mesa el contrato del Ewing 1. - Léelo cuando puedas. Hay que cerrar el trato cuanto antes. A menos que quieras echarte atrás y cerrar la empresa...
- ¿Qué te hace pensar eso? - preguntó ella.
- Me ha parecido, por lo que he podido escuchar, que esta nueva Ewing Oil es una especie de juguete para mi hermano, a cambio de que se porte bien y no vuelva a hacer travesuras...
- John Ross debe seguir con su terapia aunque ya no tenga la necesidad de seguir...buscando la ayuda equivocada. Siempre tendrá ese punto débil si no lo asume...y actúa en consecuencia. - La mujer se sentó mientras James se daba la vuelta hacia ella.
- ¿Por qué tendría que seguir una terapia? ¿Acaso tú vas a las reuniones de Alcohólicos Anónimos?
Sue Ellen se levantó hasta que sus ojos estuvieron a la altura de los de James. Acto seguido le abofeteó.
- Nunca vuelvas a decirme algo así, bastardo - Sue Ellen tragó saliva mientras se dirigía a la puerta - Sólo el odio que sentía por tu padre me permitió dejar de beber. Quiero que mi hijo tenga una vida mucho mejor que la que he tenido yo...o la que has tenido tú.
James salió del despacho y entró en el suyo. Cuando nadie podía verle, se pasó la mano por la mejilla: Michelle era la única mujer que le había abofeteado en toda su vida...hasta ahora. Pero Sue Ellen le había herido también en su amor propio...

En uno de los apartamentos que los Ewing ponían a disposición de sus empleados más privilegiados, Alan Beam se servía una copa y encendía su pipa favorita...mientras releía el "Dallas Press". Un titular había llamado su atención: "Inminente desaparición del Grupo Ewing. ¿Quién se llevará la parte más grande del pastel?" Y más abajo: "La Ewing Oil renace de sus cenizas."
- No si yo puedo evitarlo. No voy a dejarte sin herencia, hijo mío. Aunque tu madre o tus tíos se empeñen en ello, vamos a conseguir lo que es nuestro por ley: la fortuna de los Ewing.
Alan se giró y cogió un retrato que había colocado en una mesilla: era Peter, el saludable hijo de Lucy...

Teresa había añadido dos cubiertos más a la mesa: Clayton y Madeleine se habían convertido en el tema de aquella noche. Ella hablaba sin parar: se habían casado una semana antes, y sólo hacía un mes que se conocían. Clayton la observaba con admiración, lo que no pasaba desapercibido a Bobby y Gary. Las mujeres se fijaban en su estilo y elegancia, a la vez que en su tono confiado y sus gestos cariñosos hacia Clayton. Después de la cena, se sirvieron una copa. Bobby informó a Clayton de la boda que iba a celebrarse la semana siguiente en el jardín de la mansión. Gary frunció el entrecejo, y Val le sujetó el brazo, intentando evitar discusiones.
- ¿Una boda en el jardín? Por Dios, ¿cómo podéis organizar una boda en el jardín teniendo una mansión tan impresionante como esta? Si parece sacada de uno de aquellos maravillosos seriales de los 80...Dejadme a mí y veréis cómo esa boda se convierte en el acontecimiento de la temporada en el Estado de Tejas...Ya me imagino los titulares de la prensa: "Dinastía tejana celebra una boda real..."
Bobby, Pam, Gary, Valene y Christopher pestañearon. Lucy sólo levantó una ceja. De nuevo.

Mientras eso ocurría en Southfork, Cliff Barnes y su hija Beckie llegaban a la mansión Wentworth en Antioch Drive, Dallas. Al ver el coche de Afton, se dieron cuenta de que la mujer ya había vuelto de dondequiera que hubiera estado, ya que no había acudido al estudio para grabar el programa...Cliff y Beckie entraron en la casa, y empezaron a llamarla, primero pausadamente, luego con cierto nerviosismo. La criada se había tomado la noche libre...
Al salir a la terraza, Cliff vio una mancha oscura en la piscina...Se acercó, y gritó una vez más el nombre de su mujer. Alarmado, Cliff identificó el rostro de Afton y se lanzó a la piscina, seguido de Beckie. Entre los dos, sacaron su cuerpo y lo colocaron en el suelo. Entonces, Beckie comenzó a practicarle la respiración artificial, pero Afton empezó a escupir agua, teñida de rojo...
Cliff se abrazó a ella, intentando reanimarla...
- Por favor, Afton, despierta... - suplicó, desesperadamente - Despierta, amor mío...
FIN DEL CUARTO CAPÍTULO
Actores invitados del Episodio 4:
KIMBERLY FOSTER (Sheree)
PETER KRAUSE (Joe)
SETH PETERSON (Bill)
Dedicamos este episodio a todas las películas clásicas que inspiraron las tramas de DALLAS, desde GIGANTE hasta ¡QUÉ BELLO ES VIVIR!.
EPISODIO 5: "LA BODA DE MI MEJOR ENEMIGO" (I):
"LOS PREPARATIVOS"