Episodio
6: "LA BODA DE MI MEJOR ENEMIGO"
(Parte 2: “MARCHA NUPCIAL”)
APARICIÓN ESPECIAL DE:
HOWARD KEEL (CLAYTON)
SUSAN SARANDON
como MADELEINE
y
JESSICA LANGE
como BARBARA

Cliff y Beckie llegaron a casa cuando prácticamente ya había anochecido. Él llevaba a su hija de la mano y le hizo una señal para que se sentara con él en el sofá de la salita.
- ¿Tan grave es, papá? – preguntó ella, ansiosa de conocer la verdad. Él asintió.
- El médico de tu madre, el doctor Anderson, llevaba tratándola desde hacía meses, pero la enfermedad ha empeorado. Tu madre tiene un tumor en la garganta, y no puede operarse.
- Pero, si hacía varios meses que lo sabía, ¿por qué no nos lo dijo? Y sobre todo, ¿por qué no pueden someterla a algún tratamiento?
- No es tan fácil como parece, cariño. Tu madre prefirió continuar llevando una vida normal porque al principio sólo era un nódulo, una molestia en la garganta...
- Dios mío, ¿quieres decir que no se tomó en serio un tumor y que le dio más importancia su dichoso programa?
- No quiero más secretos entre nosotros. – dijo, asintiendo. -Tengo que decirte algo más, nena. Escúchame bien: deberás tenerlo presente a partir de ahora...siempre.

La limusina negra de Clayton atravesaba la ciudad, hacia la salida en dirección a la carretera de Braddock. En ella, Clayton y Madeleine tomaban una copa de champán después de haber asistido él a la votación del Consejo.
- Por lo que parece – dijo ella, rompiendo el hielo – habéis tenido algún tipo de problema...
- Tienes razón... – Clayton miró a su flamante esposa, con una sonrisa triste en su cara – Como en los viejos tiempos, el negocio familiar, el petróleo, nos ha enfrentado a todos. Pensé que Gary y James iban a pelearse allí mismo...
- James es el hijo mayor de J.R., si no me equivoco.. – recordó ella. – El hermano de John Ross y su socio en la nueva Ewing Oil. – La mujer demostró tener claro el árbol genealógico de su familia política...
- Estoy preocupado por la posibilidad de que se repitan las antiguas desavenencias familiares. Quizá deberíamos visitar a Steven en Southern Cross después de que se celebre la boda...
- Me parece una idea estupenda. Tengo un hijo y una nuera, y aún no les conozco...¿Tienen algún hijo?
- No, ya he perdido la esperanza de que me hagan abuelo...
- Pero tienes a los chicos...y a Lucy.
- Sí. Lucy... – El anciano retiró la mirada y volvió a oír las palabras de reproche que la chica le había dicho, unos minutos antes.
- Lo discutimos juntos hace días, cariño: era la mejor opción...ya lo sabes - Madeleine que no acababan de aceptarla en la familia, y se sirvió una nueva copa de champán...
Vanessa aparcó el deportivo de James en el garaje particular de este y ambos entraron en el apartamento. Allí les esperaba Cally. Ésta se levantó para darle un beso, preguntándole: “¿Tan mal ha ido?”
Se dejó caer sobre el sofá, y rozó la mano de su madre con la mano que tenía escayolada.
- Me alegro de que hayas podido venir, mamá.
Vanessa ya había cumplido los 65 años, pero su clase y su saber estar la rejuvenecían y ella misma procuraba que todo el mundo se sintiera a gusto en su compañía. Pelirroja, con el pelo largo y espeso, llevaba un sencillo vestido de un diseñador europeo. Vanessa sabía transmitir confianza a los demás.
- Cariño, sabías que cualquiera de los demás socios podía votar de forma diferente a la tuya...
- De hecho, los pozos de Southfork se van a cerrar, tal como yo quería. Bobby, Barbara, Lucy, Christopher y Ray han votado también a favor del cierre. Pero ha habido un enfrentamiento con Gary al final...
- ¿No habréis llegado a las manos? – él lo negó con la cabeza, aunque había faltado poco...
- Son tu familia, James. Desgraciadamente, no te queda nadie por mi parte o por la de rama Beaumont. Y ahora trabajas con tu hermano...
De repente, sonó el teléfono. James lo cogió, escuchó durante unos segundos, y dijo: “En media hora estoy allí.”
- ¿Quién era? – preguntó Cally.
- El detective que llevaba el caso de Michelle...Tienen nuevas pruebas, y quieren hablar conmigo.
Cally le miró asustada, y Vanessa se quedó sorprendida, pues hacía diez años que no oía ese nombre. ¿Podía tratarse de la misma Michelle?

En el hospital, Afton pedía disculpas a su marido.
- Perdona que sea tan débil, Cliff, pero no me creí capaz de superar los efectos secundarios del tratamiento...
- No sirve de nada hablar sobre ello. Tienes que decidir qué vas a hacer ahora. – Afton tragó saliva y miró hacia la puerta. Beckie estaba en la sala de espera, con Pam. – No creo que te sirva de ayuda, cariño, pero ayer le conté a Beckie lo de la neurofibromatosis. Y reaccionó como una persona adulta. De hecho, había asumido que era ella quien tenía alguna enfermedad mucho más grave, y casi se sintió aliviada...
- Hemos hecho un buen trabajo con ella...
- Mejor de lo que piensas. No llegó a pasar nada entre Beckie y aquel aprovechado de la emisora, me lo dijo ella misma. Es una gran persona, y sólo tú tienes el mérito.
Afton sonrió y dijo con su apagada voz: “Te quiero”.
(Fundido en negro) 
Aquella noche, en Southfork, Bobby y Pam comentaban alarmados la reunión.
- Muy inteligente, por su parte, esperar a que yo saliera de la sala con Barbara, para empezar a discutir...Cuando ellos bajaron, Gary y James estuvieron a punto de llegar a las manos en el vestíbulo del edificio. Parece una pesadilla, todo vuelve a empezar...Sólo faltaba allí J.R., provocándonos a todos...
- No saques las cosas de quicio, Gary está resentido con James y Lucy está celosa de la mujer que se acaba de casar con el marido de su abuela. Lo único que temo es que pueda afectar a la boda...
- ¿Qué quieres decir? Gary me dijo que aprovecharían el fin de semana para visitar a los gemelos...
- Hace un rato, Gary me pidió que les volviera a incluir en la lista de invitados, a él y Valene. Y prometió que no habría ningún problema.
- Esto no me gusta...¿Por qué todas las bodas que se celebran en Southfork están a punto de acabar en desastre?
- Seguro que será una boda de ensueño. Una pareja perfecta como James y Cally, con un niño cada uno, y una fortuna propia, se merece una boda como Dios manda...
Antes de que Pam se metiera en la cama, sonó su teléfono móvil, que había dejado encendido en la mesita de noche. Era su hermano. Unos segundos después, colgó, después de decir: “De acuerdo”.
Bobby la miró con curiosidad, y ella se estiró a su lado, vestida sólo con un camisón de color rosa...
- Era Cliff, quiere que nos veamos mañana para desayunar. Se trata de Afton...Bobby, no puede ser, otra vez no...
- Tranquila, nena – dijo acariciándola su hermoso cabello castaño. – Ahora duerme. Mañana será otro día...
A la mañana siguiente, Cally se hacía las últimas pruebas para el vestido de novia, acompañada de su amiga Lucy. Estaban en el apartamento de Cally. James había acudido a la consulta del médico para una última revisión de la muñeca antes de la boda.
- Te veo muy preocupada para irte a casar mañana con tu hombre ideal, cariño – dijo Lucy, deseosa de saber qué era lo que preocupaba a su amiga. – El parte meteorológico no anuncia tormenta, esta vez...
Cally sonrió – Me conoces muy bien, Lucy. Durante mucho tiempo, has sido mi único lazo con los Ewing de Southfork, y una persona en la que puedo confiar. Me guardaste el secreto de que la pequeña Ellie era hija de J.R. mientras quise mantenerlo así, y, sin tu apoyo moral, nunca habría expuesto mis cuadros ni mis fotografías...
- Vaya, vaya...Esto parece un preámbulo de los nervios pre-boda. Cuidado con eso, nena. – añadió, mientras le hacía un gesto a la modista para que terminase con el vestido y las dejase solas. – Cally, me pasa contigo lo mismo que me pasaba con Pamela y, sobre todo, con Sue Ellen: soy incapaz de entender por qué queréis volver a casaros con un Ewing, después de experiencias tan... – Lucy no quiso ofender a su amiga - “...peculiares.”

- Quiero a James, desde que le conocí, se convirtió en mi mejor amigo, y me apoyó al cien por cien cuando su padre me dejó en la calle, y embarazada, además. Hace un año que dura mi relación con James, y sé que no es perfecto: le falta madurez, y siempre ha tenido que luchar con el recuerdo de su padre. En todos los lugares a los que va, ser un Ewing le abre muchas puertas, y no ser un Beaumont. Pero luego empiezan a compararlo con su padre, y él no es un hombre sin escrúpulos como J.R. Es un padre estupendo para Jimmy y Ellie, y trabajar con su hermano también le ayudará a madurar.
- Tienes razón, Cally. – dijo Lucy, ensimismada. – Creo que, en el fondo, sólo quiero que estés segura: no quiero que sufras, como me ha pasado a mí...Quizá soy yo la que esté más preocupada por otro tema, por mi nueva “abuelita”: Madeleine. No puedo evitar pensar que está continuamente fingiendo, esforzándose por ser algo que no es. Te garantizo una cosa: si esa mujer quiere aprovecharse de Clayton y de la fortuna de los Ewing, seré yo quien lo descubra...
Cally sonrió con picardía, al ver que esa había sido la gran preocupación de Lucy durante los últimos días...y no aquel misterioso abogado que trabajaba para su padre Gary.

Al mismo tiempo, en la mansión Southfork, Barbara relataba a la familia sus últimas vivencias en Houston...
- Oh, Dios mío... – dijo riendo – No podía creer que aquel hombre me quisiera vender un edificio de apartamentos ruinosos...Pero mejor cambiemos de tema: ¿habías estado antes en Tejas, Madeleine?
- No, de hecho no. – sonrió abiertamente, mirándole a los ojos – pasé una temporada en Los Angeles y luego, fui un par de veces a esquiar a Aspen...
- Qué interesante... – dijo ella mientras se servía una tónica. – Yo prefiero la equitación. Bobby y yo nos asociamos hace unos años en un negocio de cría de caballos...
- Pensaba que el socio de Bobby era Ray... – añadió Lucy, ansiosa por ver su reacción...
Barbara sentía cariño por Lucy, pero no era su Ewing favorita. Dio un sorbo a su bebida. “Al principio sí, pero luego Ray dejó el negocio...”
- Cuando se casó con Donna por segunda vez... – Lucy tendía a ser sarcástica siempre que se aburría.
Barbara apuró su copa y Pam intervino para suavizar la tensión. Ray y Barbara habían mantenido una aventura justo antes de la reconciliación de él con Donna. El tema era tabú, pero todos estaban al tanto de ello. Excepto la recién llegada Madeleine, claro.
Clayton se levantó e invitó a su esposa a acompañarle al porche, mientras esperaban que llegara la hora de la cena.
- Qué sorpresa ¿verdad, Barbara? – comentó Pam, señalando con la vista al exterior.
- Y que lo digas, querida. Es curioso, esta mujer me resulta muy familiar. Me recuerda a una amiga que tuve una temporada que pasé trabajando en un bufete de Los Angeles, se llamaba Reggie, Reggie Love. Nos hicimos famosas en las noches de Hollywood...cuando aún pensaba que el mundo se iba a acabar mañana...
- ¿A qué se dedicaba Madeleine en Suiza? – preguntó por fin Lucy, después de pasar varios días meditando cómo preguntarlo...
- Creo que mencionó que era la directora del hotel donde se encontraba Clayton pasando sus vacaciones... – comentó Bobby.
- Fue un flechazo: al cabo de un mes, ya estaban casados. – Pam miró con ternura a Bobby. – Esas cosas pasan, a veces...
- Pues yo no he tenido tanta suerte... – dijo Barbara, sirviéndose otra tónica.
- Ni yo... – dijo Lucy, con un punto de amargura...
- Vamos a ver, chicas, quiero que mañana sea un día muy feliz para los novios – afirmó Pam - y para todos los invitados también, así que salgamos fuera y reunámonos con Clayton y Madeleine...
A la mañana siguiente, Pam salió temprano de Southfork, acompañada de Bobby, que le dejó en la mansión Wentworth.
- Hola, Cliff. ¿Cómo está Afton? Me dijiste que era urgente...
- Afton está arriba, con Beckie. Tengo que hablar contigo...yo...- empezó a balbucear Cliff.
Pam se abrazó a su hermano, mientras intentaba ayudarle a terminar lo que quería decirle...
- ¿Afton está muy grave? No era una afonía ni un constipado, ni resbaló en la piscina ¿verdad? – los ojos de Pam empezaron a humedecerse. Él negó con la cabeza. – Dime lo que váis a hacer...
- Pammy, Afton nos necesitará mucho en los próximos meses: le diagnosticaron un nódulo en la garganta hace tiempo y no quiso seguir tratamiento. Y ahora...ahora tiene un tumor y el médico dice...
- ¿Cuánto tiempo le da? – susurró Pam.
- Seis meses, quizá menos...- Cliff rompió a llorar con desconsuelo. Un par de minutos después, se separó de Pam y le comunicó sus planes. – Hemos decidido no asistir a la boda de James. Mañana mismo vamos a pasar una temporada con la madre de Afton en Biloxi, los tres juntos. Ya he pedido una excedencia en el Banco, y quiero que me prometas que, si algo nos ocurriera a cualquiera de los dos, cuidarías de Beckie...
Pamela abrazó a su hermano igual que lo hacía cuando eran pequeños: por debajo de los brazos y muy, muy fuerte...
Continúa