Pocos animales evocan tanto temor como el tigre. Durante siglos su conducta ha inspirado toda clase de leyendas, y la ocasional inclusión del hombre en su dieta alimentaria ha intensificado en gran medida el temor hacia este animal. Si un tigre despedaza a un hombre se acostumbra a este alimento y se convierte en un "devorador de hombres".
Los tigres son los félidos vivientes más grandes. Los tigres siberianos constituyen la subespecie más grande y robusta; el récord lo ostenta hasta el momento un macho que pesó 384 Kg.
No les gusta el calor, el bochorno y el sol sobre la cabeza. En cuanto puede, busca un surco de agua y bebe durante horas.
No viven en hábitats abiertos ya que suele cazar al acecho. Permanece casi invisible entre las altas hierbas y se mueve sin emitir apenas un solo rumor. Suelen vivir en solitario o como mucho en pareja macho-hembra.
En un estudio realizado en el Parque Nacional Royal Chitawan, en el sur de Nepal, en el que se utilizaron técnicas de detección por radio se descubrió que tanto machos como hembras ocupaban zonas que no se superponían con las de otros animales de su mismo sexo. Las zonas de las hembras medían aproximadamente 20 Km2 y las del los machos medían entre 60 y 100 Km2. Las zonas de los machos abarcaban varias zonas de las hembras. De vez en cuando, un animal atravesaba una zona perteneciente a otro animal pero sin quedarse mucho tiempo.
Los tigres emplean diversos métodos para mantener derechos exclusivos sobre la zona en que viven. La orina sirve para regar árboles, matorrales y rocas a lo largo de las sendas. Arañar los árboles también sirve como señal. Estas señales visuales y químicas dan una extensa información a los animales vecinos, que probablemente llegan a conocerse unos a otros por el olor. Los machos pueden enterarse de la condició reproductiva de las hembras, y los animales intrusos son informados de la presencia del residente, reduciendo con este sistema la posibilidad de herirse. Hay que tener en cuenta que el tigre vive en solitario y por lo tanto necesita tener buena salud para obtener alimento.
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