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Poesía mística de Jacint Verdaguer
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"Navidad y Jacint Verdaguer |
en el centenario de su traspaso"
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Llorenç Vidal
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Jacinto Verdaguer
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Aunque pueda parecer extraño a las gentes de hoy, Jacint Verdaguer fue el poeta por antonomasia de mi adolescencia y de mi despertar poético. No el Verdaguer de los grandes poemas épicos, de "L'Atlàntida", del "Canigó" o de la "Oda a Barcelona", sino el Mossèn Cinto de los bellísimos "Idil.lis i cants místics" y de la más sencilla poesía lírica y de inspiración religiosa y popular, en la que, en un aparente tono menor, encarna lo más depurado y sutil de la "Renaixença".Por esto, en este año centenario de su muerte y coincidiendo con las celebraciones navideñas, no puedo menos que recordar y rendir mi tributo al universal poeta de Folgueroles y de la Plana de Vic, aunque sea sólo con un breve repaso de algunos de sus poemas dedicados a "Jesús Infant".La más conocida de estas composiciones es tal vez "Lo noi de la mare", perteneciente a su "Col.lecció de càntics religiosos" y en la que encontramos los bellísimos endecasílabos
Otro momento de máxima dulzura navideña la encontramos en "La Rosa de Jericó", donde después de glosar el misterio de la Anunciación y de la Encarnación, exclama:
Y en "Espines", en la que María, entre caricias y mimos a su hijo recién nacido, desgrana en profética visión la pasión y muerte, hasta la premonición de una estática, dolorosa y patética piedad a los pies de la cruz:
Retazos de afinidad y de su íntima y personal experiencia espiritual encontramos también en otros muchos poemas, como, por ejemplo, en "Rosalia" o en "El violí de Sant Francesc", donde, en este último, la escena mística se desarrolla sobre el decorado navideño
Y es que Verdaguer había intuido, a su manera, el sentido espiritual del misterio de Belén, misterio que, en su significación profunda, un siglo después ha expresado el poeta Eulogio Díaz del Corral en su composición "Limpia mis ojos, Señor" cuando dice:
Jacint Verdaguer, 1845-1902, un místico entre los místicos, en el que -con resonancias lejanas de Ramon Llull y de Juan de la Cruz- el alma del poeta, en su "Roser de tot l'any", se introyecta y se proyecta en los elevados versos de "L'he trobada en aqueix Cor", una de las máximas sublimaciones del amor humano en lo divino:
2002: Primer centenario del traspaso del poeta Jacint Verdaguer, un solitario de la poesía y un coloso de las literaturas hispánicas.
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Llorenç Vidal
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(Última Hora, Palma de Mallorca, 21 de diciembre de 2002)
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