COPLERO ESTUDIANTIL
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ESTUDIANTILES DE LA PÁGINA DE ABDUL.
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ÍNDICE
-
A SANTO TOMÁS DE AQUINO, PATRÓN DE LOS ESTUDIANTES
-
LAS BIENAVENTURANZAS DE LA E.S.O.
-
REDACCIONES DE CLASE EN LENGUAJE PASOTA ESTUDIANTIL
QUÉ ES UNA COPLA ESTUDIANTIL Y SU HISTORIA
Una
copla estudiantil es un texto del momento, marchoso, divertido, moderno...
Su
origen está en la Edad Media, una época en la que, entre otras cosas se fundan
las escuelas palatinas, catedralicias y monacales, primer escenario de la copla
estudiantil de entonces.
En
nuestros días, los alumnos de las escuelas, colegios e institutos muestran a
través de sus carpetas archivadoras, pupitres y cuadernos las coplas.
Allá
por los años cuarenta, se usaban palilleros con plumillas de corona, que se
mojaban en el tintero de loza o cristal, situado en un agujero del pupitre. En
las papelerías regalaban papel secante, a varios colores, con publicidad tan
encantadora como aquella copla que decía:
Ni lanza del Quijote,
ni la espada de Roldán
alcanzarán más victorias
Que la tinta Pelikán.
El
Imperio hacia Dios traía a las aulas la obligación diaria de arriar bandera,
cantar el himno nacional a brazo alzado y aprenderse de memoria coplas tan
paródicas como la siguiente:
España se nos moría
a golpes de hoz y
martillo,
pero Dios mandó a
salvarla
a Franco, nuestro
Caudillo.
En
aquellos tiempos en que a los niños malos se les castigaba en clase, de
rodillas, con brazos en cruz, un grueso libro en cada mano y garbanzo debajo de
las rodillas o se les mandaba escribir mil veces una frase e incluso
reiteradamente una lección completa o copiar entero el catecismo... y si eran
niños pequeños se les ponía orejas de burro o se les encerraba en el cuarto
oscuro de las ratas, no resulta extraño que en las excursiones se cantaran
coplas como estas:
¡Qué bonito es el
Colegio
visto desde un
aeroplano!
una bomba sobre el patio
y dejarlo todo llano.
Si
el colegio de religiosas de “pago”, las colegialas más pequeñas, con su baby
puesto, dominando sus lágrimas y entre “pucheros” mal contenidos, sacaban su
pañuelo y agitándolo detrás de los cristales del autocar, rompían a cantar la
conocida copla:
¡Ay! qué bue, qué buenas
son
las hermanas
Mercedarias,
¡ay! qué bue, qué buenas
son
que nos llevan de
excursión.
Pasaron
los cursos y ya no se llevaba el cabás, ni la cartera, sino la mochila a la
espalda. Y como, además de los libros de texto, alcanzaban mayor protagonismo
las explicaciones del profesor, comenzaron a usarse carpetas archivadoras de
apuntes. Cada alumno dejaba que sus compañeros le dedicaran coplas y lograba
juntar varias manuscritas curiosísimas.
Mientras
tanto se olvidó el monótono canto de la tabla de multiplicar y los pedagogos de
turno difundieron las Matemáticas de los conjuntos y los árboles de oraciones
de la Gramática Estructural. Entre todas estas novedades, también aterrizaron
los héroes de la época:
Si yo fuera “Superman”,
te llevaría volando,
pero como no lo soy,
joróbate y vete andando.
Los
pupitres de muchas aulas aparecen decorados con nombres, fechas que evocan
encuentros, fórmulas matemáticas, físicas o químicas como “chuleta” camuflada y
como estribillo de las coplas estudiantiles, a veces en pareados, nacen las
pintadas:
Principio del amor:
Todo cuerpo sumergido en
el amor,
experimenta un
atontamiento
que es directamente
proporcional
a la chifladura que se
adquiere
por la persona que se
quiere.
Si el amor es ciego,
¡viva la ONCE!
Estudiar es como el
tabaco,
perjudica seriamente la
salud.
Déjate de rubios
y dale más a los
estudios.
Si el amor es un
flechazo,
¡vivan los indios!
El enamorado no lo nota,
pero poco a poco se
vuelve idiota.
Amor sin corresponder,
problema sin responder.
Si estudiar es la luz de
la vida,
no estudies y ahorra
energía.
Estudias para vivir
y total te matas
estudiando.
El lema del estudiante:
“la chuleta por
delante”.
La
copla estudiantil surge en cualquier circunstancia.
Algunas
también tienen música, que sobre todo eran interpretadas por las tunas. Sin
embargo, muchísimas coplas estudiantiles no tienen música, se escribieron para leerlas
en silencio, en la “soledad sonora”, como la esencia de las coplas tienen su
propia música percibida especialmente por los poetas.
Ahora ves al índice y
lee las coplas.