TEMA: NUEVAS REALIDADES EMPRESARIALES
Perspectivas de la Gerencia en el
Contexto de la Globalización
Hoy en día nos desenvolvemos dentro de un nuevo
Siglo XXI, donde se manifiestan grandes transformaciones
en muchas disciplinas que requieren ser tomadas en cuenta
a fin de enfrentar las repercusiones de la Globalización,
especialmente en lo concerniente a lo económico,
tecnológico, social, cultural. Actualmente, impera
el paradigma del mercado libre, se habla del estado anímico
de "los mercados", nuevo sujeto sin cara, constructor
o destructor de economías, estados y sociedades.
Las grandes empresas globales, sin duda, planifican sus
acciones. Los gobiernos puede decirse que aún hacen
planificación financiera (con énfasis en cómo
endeudarse y pagar los servicios de la deuda). ¿Pero
qué pasa con la planificación de la economía
real, de las ciudades, de las regiones, del bienestar social?
La globalización, es decir, la disolución
de la entidad nacional de empresas y clases, de mercados
y sociedades, entidad superada por la apertura a procesos
y poderes de ámbito mundial, parece poner en cuestión,
entre otras cosas, la posibilidad de pensar y planificar
acciones para determinar soberanamente el futuro de un país
o de una organización. Sin duda es válido
decir que ha caducado aquella planificación, que
más que alta política parecía centrada
en ejercicios de cúpulas tecnocráticas, muchas
veces volcados en documentos-plan que no siempre se concretaban
en decisiones efectivas. Pero se abre, en cambio, la posibilidad
de una concertación de acciones de múltiples
actores, públicos, sociales y privados, en una dirección
acordada como proyecto compartido de país, de región,
de ciudad, de entidad, etc. En otras palabras, la posibilidad
de hacer Política, es decir de acordar un interés
común que articule la diversidad de intereses superando
los marcos de suma-cero y generar un poder colectivo capaz
de cabalgar el mecanismo ciego de mercado.
De algún modo, la metodología denominada
"planificación estratégica" ha tendido
un puente entre aquel pasado y un nuevo estilo de hacer
política. Pero ninguna metodología asegura
la substancia de los resultados ni el surgimiento de nuevos
sujetos colectivos. Desde luego, la gerencia no puede ignorar
esta realidad, sobretodo, cuando se nota y se siente como
caen rápidamente todo tipo de muros y barreras entre
las naciones al mismo tiempo que se amplía la brecha
en el nivel de desarrollo humano al que acceden los distintos
pueblos y en donde Venezuela, no puede esto ignorarse, más
en su presente, que es crítico en lo político,
cultural y social.
Para la Lic. María Inés Castillo de la Universidad
de Carabobo, participante del Programa de Postgrado de Calidad
y Productividad, no cabe la menor duda, que el mundo se
ve invadido por formas de producción y consumo, manifestándose
una preocupación por el deterioro incontenible de
los recursos naturales, el avance de la pobreza, la penetración
cada vez más dinámica de la Globalización
que engloba un proceso de creciente internacionalización
del capital financiero, industrial y comercial, nuevas relaciones
políticas internacionales y el surgimiento de nuevos
procesos productivos, distributivos y de consumo deslocalizados
geográficamente, una expansión y un uso intensivo
de la tecnología sin precedentes.
Es por ello, que la gerencia, (la gerencia moderna), debe
considerar en este presente, la identidad cultural de los
diversos pueblos que en la actualidad se va homogenizando
o generalizando según ciertas pautas comunes en marcha
hacia una cultura estandarizada. Sin duda alguna, este proceso
es propiciado por los poderes generadores de nuevas necesidades
de consumo, que manejan a su vez los medios de comunicación
social y la producción ofrecida.
No se puede ignorar la nueva escena sociocultural que se
presenta ante nuestros ojos en este siglo, dentro de la
cual desfilan ciertos procesos reveladores del cambio, como
ser una creciente pérdida de peso de las instituciones
públicas en beneficio de los conglomerados empresariales
de alcance transnacional, la reformulación de los
patrones de asentamiento y convivencia urbanos, la reelaboración
de lo propio, debido al predominio de los bienes y mensajes
procedentes de una economía y una cultura globalizadas
sobre los generados en la ciudad y la nación a las
cuales se pertenece, la consiguiente redefinición
del sentido de pertenencia e identidad de los pueblos y
el pasaje del ciudadano como representante de una opinión
pública y como consumidor interesado en disfrutar
de una cierta calidad de vida, de aquí entonces,
de que cabe cuestionarnos acerca del impacto negativo que
éstos provocan sobre diversas realidades culturales
de los pueblos, en particular sobre sus respectivas identidades,
aceptando como un hecho ineludible la marcha hacia la aldea
global, como paradigma de constitución del mundo
con miras a la homogenización del planeta en lo político,
lo económico y social.
No hay que olvidarse, que la globalización es fundamentalmente
un suceso social, una forma distinta de establecer las relaciones
entre las personas y una manera distinta de organización
del trabajo. Sin embargo, es también una cuestión
cultural, dado que hoy las distintas identidades de los
pueblos son interdependientes, y unas se enriquecen culturalmente
con las otras mediante el intercambio de experiencias. Lo
cierto, es que la gerencia debe tener presente, que hoy
en día, las empresas ya no se encierran tan solo
en sus estrategias de producción, importación
o exportación, sino que diversifican su acción
re-exportando a otros países los productos que importan,
o exportando su producción nacional aunque sea en
pequeña escala en un proceso inicial de globalización.
Por tanto, la gerencia debe considerar, que el proceso de
globalización plantea la oportunidad de mejorar las
condiciones de acceso a los mercados que anteriormente se
hallaban fragmentados; es decir, que los flujos de información,
tecnología y capital han sido los que han incrementado
su movilidad y por consiguiente constituyen los mercados
donde más han mejorado las condiciones de acceso
para economías con menor capacidad relativa de generación
interna.
Es necesario que la gerencia tome en cuenta, de que el
sector empresarial tiene la oportunidad de adoptar y desarrollar
una filosofía de la calidad en función de
mejorar y diversificar los procesos productivos o de servicios
según sea el caso, para abarcar nuevos mercados internacionales
y lograr un posicionamiento competitivo y estratégico.
Por último, no hay que descuidar el hecho, de que
la globalización económica está redefiniendo
los procesos de manufactura al localizar las fábricas
en diferentes partes del mundo, abriendo las oportunidades
pero también significando amenazas para las Pymes
(Pequeñas y Medianas Empresas), las cuales además
de verse presionadas a cambiar sus paradigmas gerenciales
requieren diseñar nuevos mecanismos de interrelación
con el entorno.
Es importante señalar para finalizar, que ninguna
organización puede evolucionar por encima de las
personas que trabajan en ella. Si los líderes empresariales
aspiran a que sus organizaciones se adapten a los cambios
exitosamente, es necesario que cada uno de los miembros
de la estructura informal tome conciencia de realizar eficientemente
un aprendizaje personal que le permita percibir el cambio
tal y como está ocurriendo.
INFOGRAFÍA
ESTRATEGIAS PARA SOBREVIVIR EN EL NUEVO ENTORNO LABORAL
http://www.elexito.com/articulo_detalle.asp?idTema=854&idzona=8&idHome=8
LA CRISIS Y EL ESPIRITU EMPRESARIAL
http://www.icesi.edu.co/~cdee/innovando/anteriores/20/editorial.htm