La
distancia
Cuando
apasionadamente
no
medimos la distancia,
el
puño de la ignorancia
nos
golpea pecho y frente.
Nos
lanzamos desde un puente
sin
analizar su altura;
y
de aquella travesura
sólo
el recuento es posible
cuando
vemos el terrible
tamaño
de la fractura.
Muchas
veces no sabemos
distancia
exacta medir
al
acto de recibir
o
dar lo que no tenemos.
Otras
veces nos ponemos
molestos,
por la ignorancia
de
achacarle una arrogancia
indebida
a un superior;
incalificable
error
de
no medir la distancia.
Yo
he visto a mares llorar
a
una mujer que ha perdido
al
hombre que se le ha ido
para
nunca regresar.
Loca
ponerse a indagar
caminos
sin importancia
y
ya sin perseverancia
ni
fuerzas para vencer,
ciega,
quererse beber
en
un sorbo la distancia.