Cárcavas serenas
Esconden la locura
Cenizas vuelan
Y forman sutilezas

Mar azul se llena
De sombras
Y enmudece
Las estrellas brillan solas
Y calman la marea
MAREA
oesía
P



Atrás Satanás
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FélixAlejos©2004
Producciones Vacuas©2004

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Freud
Tu piel es como nieve
cálida como géiser.
Tu sonrisa, cálida y efímera.

Las formas de tu cuerpo,
bocetos de deseo.
Tu pasión telúrica derrumba
mi perspectiva, de tenerte como talismán de la ilusión,
a poseerte vertiginosamente.

¡Quítame la ilusión!

¡Sumérgeme en el cúmulo del deseo carnal!

Fusionemos el clímax
en una serpiente bicéfala,
que nos aprisione con sendos músculos;
y haga decirnos la verdad:
este mundo es perpetuo con el deseo
e inútil sin la pasión.

Tu cuerpo es inmenso y voluptuoso,
porque es cuerpo de mujer.
Tu aroma es elixir fresco,
porque es aroma de mujer.

Déjame escalar el risco
y gritar el evento.
Permíteme catar los sabores de tus labios,
y unirme con ellos a ti.

Quiero caminar los senderos sinuosos,
de tu cuerpo de mujer.
Quiero embrujarme con la lujuria y el placer,
del tabú de tu cuerpo de mujer.
¡No desperdiciemos ni un segundo en reclamar el cielo y el infierno!
TU CUERPO DE MUJER
Sigmund Freud
Timothy Leary
EN LAS ACERAS
Si prescindo de las aves
y del cielo en el que vuelan,
dibujando atavíos
y delineando madreperlas.

Si pierdo de vista
a los troncos de cerca
y a sus maderas añejas,
que guardan celosas
la vida entera.

Si no veo las nubes
caer en neblina
sobre la señera ciudad
arropándola trémula,
serenando su mar.

Si no jadeo al unísono
con lagartos fríos,
que se posan quietos
sobre rocas de fuego.

Si abordo la velocidad
detrás del volante,
pierdo la vida
que se dibuja lenta
en las aceras.
LUCEROS
Noche atorrante
Con tus mensajes ceceantes
Clamas mi nombre
Huyen las sombras
Hacia la tumba
Se clavan mórbidas
En la penumbra

Cielo de ébano
Claro e infinito
De ti se prenden
Luceros dormidos
Que bañan cual leche
De rebaños místicos
Del cosmos silente
Hacia todos los vivos

A lo no
A los sí
A ti
A mí
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EPITAFIO
21 veces he sufrido con la salutación.
He sido un pensador.
Fui amante pero no amado,
fui mutilado pero no mutilé;
he sido un pecador.

Muchas mis ilusiones
Y allí quedaron... ilusas.
Mucha tentación
Y allí quedó mi libido... ilesa.

Traté de transmutarme a este mundo;
Y fracasé.
Alguien escuchó mi gemido;
Y se hizo la sorda.
Me comí un fricasé.

Se me congelaron las lágrimas
En el páramo de la indiferencia.
Aluciné con la aurora boreal
Y no paré de soñar.

No soporté el desdén y la conjetura,
Siempre he sido de alma pura.
El repudio se paga con el precio de la sonrisa
Y la sabiduría con el de la locura.

Siempre confié de más
Y siempre me execraron más;
Hasta que al fin decidí morir.
SE QUEDA EN MÍ
Hoy he pasado por Sanare
Las alegrías se asomaban
Mezcladas con la ironía
Al sol le tapaban los cúmulos
Que la luna impetuosa le mandaba
Los recuerdos flotaban
Y las lágrimas,
Cual guácharos inquietos
Por la entrada de la gentil noche,
Se rehusaron a salir.
La gallarda naturaleza me susurraba
Me decía al oído
Que tu presencia quedó allí
Y que yo debía escribir esto
Para que pidieras asilo en los cielos;
El convencional, el luterano... el ignorado
Ya tu sonrisa se me pierde
En el sublime monte larense
Se queda clavada en los cardones surrealistas
Que se entremezclan con los bucares longevos
Se queda clavada en mi corazón mísero
Se queda en mí.
Parque Nacional Henry Pittier, Venezuela. Uno de los lugares con mayor diversidad biológica endémica en el mundo.
Relato Efímero
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