Otros textos de Nacional

El pejesalinista Manuel Camacho

Casi en el bolsillo

El terremoto de 1985

Papá Gobierno sigue siendo un gordito

10 argumentos y un no, gracias

Elecciones 2006, aparten de mi este cáliz

La lección de la Sub 17

Archivo

   

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

f

a

s

e

n

l

i

n

e

a.

c

o

m

ANÁLISIS, COMENTARIO Y DEMÁS

 

Nacional

Dinosaurios al ataque

Conforme se acercan las elecciones presidenciales los políticos del Jurásico buscan acomodo entre los tres principales partidos. ¿Se acude a ellos por su "experiencia" o, simplemente, porque no hay otro lugar en donde ubicarlos?

ENERO, 2006. Las bromas y los chascarrillos en torno a ellos abundan, pero eso no parece importarles mucho e, incluso, han aprendido a aceptarse como dinosaurios, esto es, personajes que comenzaron a actuar en la política desde los años sesenta, tomaron puestos importantes las dos décadas siguientes y hoy, cuando la mayoría de sus contemporáneos ya está pensionada, ellos se resisten al retiro y, muchas veces, sus partidos políticos también se rehúsan a dejarlos ir.

La mayoría de estos personajes del pleistosceno político comenzaron en el PRI, algo perfectamente explicable si asumimos que hace 40 años quien no iniciara su carrera ahí estaba condenado, como diría el fallecido Carlos Hank González, a vivir en el error puesto que comenzarla en otra organización política encerraba una mera labor quijotesca donde el máximo honor lo representaba una diputación o una senaduría; las gubernaturas, secretarías y la misma presidencia eran territorio exclusivamente priísta.

A diferencia de los otros dinosaurios, que no supieron adaptarse el entorno y terminaron extinguiéndose, los dinosaurios mexicanos han probado una resistencia asombrosa. Lo mismo han aguantado el posterior descrédito de los sexenios en los cuales trabajaron, que las intrigas y los vaivenes que han aniquilado la carrera de muchos colegas suyos. En tal sentido cuentan con la surrealista particularidad que les brinda la política nacional, esto es, la barnizada de "respetabilidad" que les da el tiempo pese a sus pifias cometidas en sus puestos o, peor aún, su participación en actos sospechosos de corrupción.

Uno de los dinosaurios que parecían extintos del mapa es David Ibarra Muñoz, quien fuera secretario de Hacienda durante el sexenio de José López Portillo y uno de los principales autores, pero cómo no, de la instrumentación del Impuesto al Valor Agregado, en 1980. Es un keynesiano radical y un un convencido de que la pobreza es producto de lo que los ricos le quitan a los pobres, tanto así que durante su gestión la SHCP instrumentó el Impuesto Sobre Automóviles Nuevos (ISAN), totalmente ilegal por aplicarse sobre otro impuesto, el IVA.

Pues bien, después de un prolongado hiatus, Ibarra Muñoz está de vuelta, pero no en el PRI, sino en el PRD, donde trabaja como asesor financiero.

La llegada de los dinosaurios al PRD también es explicable, por supuesto, pues las posiciones más importantes dentro de ese partido están en poder de ex priístas, incluido, claro, Andrés López Obrador, quien durante el echeverrismo fue importante dirigente tricolor en Tabasco. Otro aspecto a notar es que la línea ideológica del PRD tiene más coincidencias con el PRI de los setenta que con el PRI "neoliberal" de Salinas y Zedillo.

Pero los dinosaurios son mayoría abrumadora dentro del PRI. Una de las posibles razones sería su "disciplina partidista" o las "convicciones", por más volátiles que éstas sean en ese partido.

De hecho el PRI se enorgullece de contar con esa añeja variedad, según palabras del senador Eduardo Andrade: "Son políticos veteranos que hah aportado y aún pueden aportar mucho al partido". Lo curioso es que Andrade --hermano del "promotor" Sergio Andrade y quien se retiró como comentarista televisivo de futbol en 1975-- no se autoconsidere en esa categoría pues también ya lleva sus años encima.

Roberto Madrazo, que también podría catalogarse como semi dinosaurio, ha incluido en su equipo de campaña a verdaderos dinos de la política, desde el ex dirigente cenecista Víctor Hugo Olivares, Carlos Alberto Biebrich, (ex gobernador de Sonora quien cayó de la gracia ehcverrista a los pocos meses de haber asumido y fue obligado a renunciar) y, sin duda el más veterano, Mario Moya Palencia, a quien los grupos defensores de los Derechos Humanos acusan por su presunta participación en el "Halconazo" de 1971, cuando era secretario de Gobernación. De hecho, una consulta rápida al equipo de campaña de Madrazo lanza una interrogante inevitable: ¿que acaso ese partido no fue capaz de producir nuevos políticos desde 1988?

El dinosauriato en el PAN no es tan abundante como en el PRD y el PRI y ello se debe a que, apenas en los 80, los militantes de ese partido llegaron a las esferas de poder apenas a fines de los 80. Quizá el veterano más visible que tiene el PAN es Luis H. Alvarez, quien actualmente ocupa la semifantasmal Comisión para la Paz en Chiapas.

La importancia y "sabiduría" que Andrade otorga a los dinosaurios se pondrá a prueba de aquí a los comicios de julio, en la que para buena parte de ellos será la última elección presidencial, luego de tantas pruebas que han resistido con tal de no extinguirse y, así, quedar fuera de la comilona presupuestal.