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ANÁLISIS, COMENTARIO Y DEMÁS

 

Y Demás/Remembranzas

 

El Tetagate en el Superbowl XXXVIII

FEBRERO, 2006. Todavía no sabemos certeramente si se trató de una estrategia publicitaria o si en realidad fue el accidente más comentado del Superbowl XXXVIII; si Janet Jackson y Justin Timberlake pensaron en lo primero, el plan les falló terriblemente, y si fue lo segundo tampoco les ha servido de mucho para elevar sus carreras, algo en lo que, sobre todo a la hermana de Michael, se le han invertido millones de dólares de su disquera sin que se vean resultados palpables.

Reparemos los hechos: durante el medio tiempo de aquel Supertazón, Jackson y Timberlake habían sido anunciados como la presentación estelar. Todo el aparato fue preparado por MTV, a la cual la NFL había contratado debido a los altos niveles de tele audiencia, sobre todo por The Osbournes, por entonces el programa más candente del rating. Todo parecía ir bien: la Jackson presentaba sus (ya un tanto desgastadas) coreografías, Timberlake algunos pasos practicados desde sus días en Backstreet Boys, millones de espectadores por todo el mundo...

Y de repente ¡pum! Timberlake arrancó una aporte de la indumentaria de Janet y dejó al descubierto buena parte de su seno derecho aunque no el pezón, que se encontraba tapado por uno de esos artilugios que suelen colocarse las cabareteras.

La mayoría de los presentes en el estadio y que vieron la escena a través de una pantalla gigante, no detectaron el incidente en su momento; de hecho los dos artistas continuaron su presentación si bien Janet se notaba nerviosa. No fue hasta que los espectadores llegaron a sus casas en que se enteraron del escándalo, muchos habían creído que era parte del show.

El resultado final del partido pasó a segunda nota en lose encabezados del día siguiente. El nombre de Janet Jackson se convirtió en uno de los más tecleados en el buscador google y, por ignota razón, Virgin Records anunciaba que el primer sencillo de la cantante se había “filtrado” al Internet por lo que “con urgencia” envió copias a las estaciones de radio para que lo programaran, todo esto al tiempo que Timberlake daba tantas entrevistas en esos días como nunca antes en su vida. Columnistas que no suelen ocuparse mucho de deportes pronto llamaron al escándalo el boobgate o el tetagate, como se le conoció en el mundo hispanohablante. También hubo invitaciones para ambos por parte de Leno, Letterman, Winfrey y quién sabe quién más.

Efectivamente, el disco de Janet Jackson tuvo un leve repunte en ventas e incluso entró al Top 100 del Billboard, pero a los pocos días cayó hasta la ignominia en popularidad. Mientras tanto, Ttimberlake lanzaba un disco “serio” que hizo mucho menos mella en las listas que el álbum de Jackson. Total, que eso que en Estados Unidos llaman hype a partir del Tetagate no tuvo las repercusiones comerciales esperadas, si es que la exposición del seno derecho de Janet estuvo planeado. Pero había otra poderosa razón: su disco era malísimo, una opaca joya de mediocridad. Sin embargo los publicistas de la cantante no ven retorcido su brazo: hace seis meses resucitaron el rumor aquel de que había procreado una niña (hoy adolescente) con un cantante efímero de los años 80.

Pero donde sí hubo repercusiones fue en lo legal. La Comisión Federal de Comunicaciones multó a la NFL por la escena “indecente”, la cual aseguró que “nunca más” volvería a contratar a MTV para que organizara un show de medio tiempo. También hubo demandas judiciales; un televidente exigió el pago de 30 millones de dólares como compensación por el “dramático trauma” sufrido a raíz del Tetagate, y que le habría costado varias pesadillas; una mujer entabló una demanda pues alegaba que su hija hacía experimentado un “shock emocional” y por ello todas las noches se orinaba en la cama. Por supuesto que tales demandas –por lo demás ridículas.. no prosperaron.

Todo ello significa que los Tazones ya no son transmitidos “en vivo” pues desde el año anterior la señal es recibida en los hogares con una diferencia de 30 a 40 segundos, tiempo suficiente para que, en caso de otro incidente, desde el tablero de control se suprima la imagen comprometedora. Tal exigencia aplicará a las tres televisoras que transmitirán el Superbowl 40.

El show de este año corresponderá a los Rolling Stones, quienes hoy no espantan ni a los monjes dominicos, además que la verdad a nadie interesa ver más allá del rostro de los sempiternos Keith Richards, Mick Jagger o Charlie Watts. Con Janet, aunque su talento vaya en picada, nadie negará que se trata de un forro.

¿Y respecto al juego? Pittsburgh. Creo que ya les toca de nuevo.