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ANÁLISIS, COMENTARIO Y DEMÁS

 

Internacional

Repaso latinoamericano

¿Cómo andan las cosas en Brasil, Argentina, Venezuela,Chile y Colombia? Contrastes entre ataques a la propiedad privada, escándalos de corrupción y desplantes populistas. Es decir, casi lo mismo, a excepción de Colombia y la posibilidad de una reelección

COLOMBIA 

En unos días la Corte determinará si el actual presidente Álvaro Uribe podrá aspirar a la reelección. Este ha sido el debate político más fuerte en aquel país pues mientras para unos Uribe se lo merece por ser el mejor mandatario que ha tenido Colombia, para otros representa un peligroso antecedente ya que la última vez que se habló de reelección el país cayó en una dictadura. 

Sin embargo existe confianza en la credibilidad de la corte, "un antídoto contra las tentaciones autoritarias de los Fujimori y Chávez que pululan en el vecindario.", señala un artículo reciente aparecido en la revista SEMANA. Adicionalmente, la economía empieza a experimentar una recuperación, el país comienza poco a poco a despertarse de la pesadilla de los Pepes, los Extraditables y el narcotráfico y que dejó una negrísima reputación internacional. Bogotá, por ejemplo, es hoy una ciudad distinta, con un moderno sistema de transporte y un ranking descendente entre las ciudades más peligrosas del planeta. Por añadidura, la actividad cultural, que en la capital colombiana nunca bajó pese al clima de inseguridad, vuelve a retomar el ritmo que llegó a tener en los años cincuenta y sesenta. 

De aprobarse la iniciativa de reelección, Álvaro Uribe tendría prácticamente asegurado el triunfo pues de acuerdo al semanario, un 64 por ciento de los colombianos apoya la enmienda constitucional. Entre sus puntos a favor se encuentra un manejo de la economía más congruente y una política a la que se ha llamado "de suave dureza" hacia las FARC y el reciente conflicto fronterizo que existió con Venezuela. Uribe ha demostrado ser buen negociador. Además se le ve más decisión que a su antecesor Andrés Pastrana (quien, por cierto, vio derrumbarse las pláticas de paz con las FARC, y con ellas su popularidad) y de Ernesto Samper, de quien nunca se aclaró cuál había sido su relación con el Cártel de Cali y donde hubo varios actos de corrupción. 

Colombia fue de los pocos países latinoamericanos que apoyaron la invasión estadunidense a Irak sin que ello provocara fuertes protestas en las calles del país. Y como ocurrió con Honduras, que incluso mandó tropas, Washington ha incrementado sustancialmente la ayuda a ambos países; en el caso de Uribe, para reforzar la lucha contra el narcotráfico, se ha incrementado en un 17 por ciento desde el 2003. 

Otro aspecto que interesa al Departamento de Estado es que un nuevo mandato de Uribe mantendría "a raya" al gobierno vecino de Hugo Chávez, quien continúa con los preparativos para convertir a Venezuela en una dictadura. Lo que interesa a Washington hoy es aislar a Chávez y una manera de hacerla es evitando que en Colombia llegue otro "colega" que secunde a Chávez. Con Uribe Estados Unidos tiene en Colombia a un aliado seguro.

Dentro de unos días la Corte emitira su veredicto. 

BRASIL 

Al ganar las elecciones presidenciales por un margen amplio, Luiz Antonio da Silva Lula era visto como se veía a Vicente Fox en el 2000, esto es, como el hombre que barrería la corrupción y ordenaría la casa. La diferencia con el guanajuatense es que se esperaba que Lula también desatara una revolución izquierdista que incluyera el confiscar las propiedades de los ricos, terminar de aplicar la reforma agraria, enfrentarse al FMI y, en fin, ser la punta de lanza de un rebrote socialista en el cono sur. 

Al igual que Fox, a Lula se le considera un hombre honrado, bienintencionado y al cual el poder no ha evitado que deje atrás su lenguaje "populachero". Sólo que Lula mostró unas barajas distintas una vez que llegó al poder; refrendó el respeto constitucional a la propiedad privada, ofreció garantías a los inversionistas extranjeros, prometió una desregularización a la tramitería burocrática y, asombrosamente, logró la privatización en los fondos de pensiones, algo que en México se ve aún muy remoto. 

Obviamente algunos compañeros en el PT lo han considerado "traidor" y "renegado" cuando lo que Lula hizo fue adecuarse a la realidad. De haberse llevado a cabo toda la plataforma del PT, sin duda Brasil estaría hoy económicamente mucho peor. 

La jaqueca de Lula han sido sus colaboradores. Un secretario particular fue denunciado por ofrecer "untos" (sonbornos) a legisladores de otros partidos para que votaran a favor de las iniciativas de Lula y también se ha sabido de desfalcos y fraudes a empresas de gobierno, muchos de ellos maquinados cuando Lula no llevaba ni 15 días como presidente. El mandatario admitió su culpa, lloró de impotencia frente a las cámaras al brotar los escándalos, pidió perdón y prometió que "ningún responsable" se iría sin castigo. 

Recientemente Lula fue abucheado durante la Cumbre de Río que los globalifóbicos (ahora prefieren que se les diga "altermundistas") por gente que hasta hace poco lo ovacionaba con delirio. En tal sentido Lula ha probado que los caminos más coherentes no son los más populares. Hay quienes han sugerido que Lula correrá la misma suerte de Fernando Collor de Mello, quien también ganó la presidencia por alto margen y no pudo terminar su mandato ante la corrupción que brotaba por todos lados de su gobierno. Pero otros consideran que es más hábil y logrará sortear esta crisis de gabinete.

Sin embargo la esperanza de los brasileños en Lula no ha caído como se hubiera esperado: las clase alta y la clase baja aún lo respaldan aunque las clase media empieza a verlo con desconfianza, y en la primera el apoyo es aún mayor, seguramente porque fue ahí donde nació quien por muchos años fue obrero metalúrgico que apenas y ganaba un salario mínimo. 

CHILE 

Aunque hoy es el país con mejor nivel de vida en América Latina y con perspectivas aún mejores para el futuro (se estima que, de preservar su economía como hasta hoy, para el 2015 tocará a las puertas del Primer Mundo), la reciente memoria chilena aún causa controversias. Las heridas no cierran. Quizá ésta sea la única traba que impide un paso más rápido hacia el desarrollo del único país en el área que, hasta hoy, no ha renegado de su "neoliberalismo". 

Y lo que para muchos es un factor de estabilidad, para otros lo es una traba. Por supuesto que se trata de Augusto Pinochet, quien ha logrado evadir procesos de extradición, el presentarse ante tribunales internacionales acusado de violar los derechos humanos y hasta los escándalos de enriquecimiento ilícito de sus familiares cercanos. "Se le adjetivó de todo, de carnicero, dictador y represor, pero no de deshonesto. Ahora se ha caído el telón y con él los pretextos para justificar más su brutalidad", dijo un analista chileno. 

Sin embargo también persiste la sombra del allendismo. Un libro escrito por Víctor Farías señalaba que el presidente tenía tendencias fascistas y que incluso había sugerido la esterilización de "seres indeseables" para que no se reprodujeran. El libro mostraba "insospechadas coincidencias" entre Allende y Arnulfo Arias, quien llegó tres veces a la presidencia de Panamá (con posterior derrocamiento) y quien proponía esterilizar a los negros panameños. 

Otro libro reciente apunta que Allende no fue asesinado por los asesores cubanos que se encontraban en La Moneda, quienes cumplían órdenes de Fidel Castro para evitar que lo detuvieran y delatara los lazos del allendismo con La Habana. En su lugar sostienen que Allende se encerró en su despacho y se dio un tiro. Como sea, la posibilidad que hubiera sido ejecutado por los golpistas quedó descartada desde hace buen rato. 

Pese a que desde que regresó la democracia, Chile ha tenido gobiernos de centro-izquierda, éstos han mantenido el esquema financiero heredado del pinochetismo y que desde 1987 empezó a fortalecer a la economía chilena. El temor es que el equilibrio se rompa, sobre todo cuando el actual presidente Ricardo Lagos ha sugerido una mayor intervención del Estado en la economía "para subsanar algunos desajustes" no sin antes asegurar que "el camino llevado hasta hoy sin duda es el correcto". 

De cualquier manera, la población nacida después de 1973 expresa poca relación con el allendismo y de Pinochet sólo recuerda sus últimos coletazos. Es una generación que no siente tanta deuda con el pasado reciente como la tienen sus padres y que inclusive han comenzado a ver a los países vecinos como "parientes pobres". Sin embargo esa herida deberá restañarse. De otro modo el desarrollo económico chileno, un ejemplo para América latina, no estará completo. 

VENEZUELA 

No obstante que en todos sus discursos utiliza retórica socialista, desenterró palabras de jerigonza marxista como "proletariado", "plusvalía" y, claro, "burguesía", Hugo Chávez asegura que Venezuela no va hacia el socialismo. Es esta una muestra de su desprecio hacia la verdad pues todos sus actos van en sentido contrario; cada día, y poco a poco "para que no se sienta", Venezuela se está convirtiendo en un país socialista. 

Un hecho innegable de ello es una iniciativa aprobada recientemente por el Congreso y el Senado --cuyo sometimiento y adulación hacia Chávez ruborizarían al PRI-- la cual estipula que todas aquellas "tierras ociosas" propiedad de los particulares "podrían" ser consideradas "de interés público" y expropiadas, como parte de una reforma agraria disfrazada. Esto quiere decir que si alguien posee un terreno al cual no se tenga planeado construir el Estado venezolano tendría facultades de arrebatarlo mediante una indemnización determinada por los jueces, también incondicionales de Chávez. 

Naturalmente que la "Ley", como todas aquellas de tintes socialistoides, es ambigua en muchos puntos pues no especifica lo que se entiende por "tierra productiva" pues incluso insinúa que podría aplicarse aun si ya existen construcciones dentro del perímetro. 

A principios de los setenta el dictador peruano Juan Velasco emitió una ley parecida la cual luego utilizó como pretexto para expropiar periódicos, canales de radio, televisión y aun revistas pues esos terrenos "no estaban produciendo" nada "de interés público", o lo que es lo mismo, que no estuvieran de acuerdo con el general-autócrata. 

La prensa venezolana independiente, que en conjunto vende tres veces más ejemplares que la servil prensa chavista, sabe que la iniciativa va con dedicatoria pues el presidente considera tener "cuentas pendientes" con los periódicos y los canales de TV a los que considera "agentes imperialistas". "La diferencia es que la tradición democrática venezolana es mucho más antigua que las desfasadas ideas del presidente Chavéz", señaló una reciente editorial de El Universal, de Caracas, el principal periódico opositor. "Y esta tradición incluye la libre expresión. No podrán acallarnos".