El Cosmos tuvo y tiene su nacimiento por la unión del espacio y del tiempo en un solo cuerpo o elemento.
Por tanto en un principio existió solamente espacio y tiempo por separado, y nada más.
Al unirse el espacio y el tiempo cada uno de ellos aportó sus propiedades y característica a esta unión naciendo por tanto un nuevo elementos con las propiedades de ambos. Este elemento nuevo es la energía.
La energía por tanto es un compuesto de espacio y tiempo conteniendo sus propiedades, es decir, el tiempo le da su capacidad de movimiento rectilíneo, de paso continuado, de permutación constante entre sus puntos y el espacio le concede el sitio o lugar adecuado para realizar este movimiento.
La energía creada tiene por tanto la característica de movimiento que le da el tiempo y esta se distribuye por todo el espacio y en todas las direcciones, y tiende siempre a moverse en forma rectilínea.
Las líneas de energía se equilibran a sí mismas en el Universo en todas sus direcciones paralelas puesto que cuando existe una línea de energía en un sentido siempre y sobre la misma también existe otra línea en el sentido contrario.
Sin embargo existe una dirección en la cual la energía no se equilibra o anula a sí misma y es la dirección concéntrica sobre cualquier punto. Esto ocurre porque sobre cualquier punto del espacio las líneas de energía que se acercan en forma radial hacia él no están libres y separadas unas de otras, sino que al ir ocupando cada vez menos espacio se van sumando u uniendo progresivamente y componiendo un conjunto que toma autonomía propia como punto energético en el espacio.
Así pues, en el Cosmos la energía resultante se anula en todas sus direcciones menos en la dirección concéntrica y todas las líneas de energía que se dirigen hacia cada punto se entrelazan y suman formando puntos autónomos de energía.
Estos puntos de energía que llenan todo el espacio son los puntos primarios de energía resultante o actuante por todo el Cosmos y a las líneas concéntricas que los componen les llamamos líneas gravitatorias o GRAVEDAD.
Pues bien, estos puntos energéticos debido a sus propiedades de atracción mutua son los que posteriormente se unirán para formar otras unidades energéticas y másicas mayores como son los átomos, estrellas, etc.
---Abajo ponemos dos dibujos esquemáticos de las dos coordenadas matemáticas que dan lugar a la ordenación de la materia en unidades exponenciales a través de la Cuarta dimensión.
