La Internet se ha convertido en un extenso mercado para mercancías y servicios globales. Para que el comercio electrónico prospere, usted tiene que sentirse seguro de transmitir por la Internet datos con respecto a tarjetas de crédito u otra información financiera. Dado que la información que va por la Red pasa realmente por muchas computadoras durante todo su transcurso, existe la posibilidad de que alguien robe la información confidencial. Los piratas o hackers irrumpen para robar datos almacenados. Nadie sabe con qué frecuencia realmente sucede esto.
¿Cómo podrá esto afectarle? Digamos que usted desea comprar alguna mercancía de una tienda en línea. Si suministra su número de tarjeta de crédito, ¿cómo sabe usted que su información irá con toda seguridad desde su computadora hasta su destino final? Con el grandioso potencial para realizar negocios en línea, se pierde mucho tiempo y dinero tratando de realizar transacciones seguras en la Internet.
Para ello se emplea una tecnología llamada codificación. El software de codificación actúa como una caja decodificadora en su televisión. Mezcla los datos con un código secreto, de manera que nadie lo entienda mientras se está transmitiendo. Cuando los datos llegan a su destino, el mismo software decodifica la información. Pero los códigos pueden ser violados por personas que burlan los sistemas de seguridad de computadoras.
Los hackers de la Internet tienen como un pasatiempo entrar ilegalmente a computadoras ¿Debería usted preocuparse por eso? Si usted tiene acceso a la Internet a través de una cuenta telefónica, las oportunidades de que alguien irrumpa en su computadora son remotas. Los objetivos reales de la mayoría de los intrusos son llegar hasta las computadoras del gobierno y las empresariales. Ellos protegen sus sistemas construyendo algo llamado cortafuego o firewall, una capa extra de seguridad ubicada entre sus computadoras internas y la Internet.
La mayor seguridad es el sentido común. En estos días cualquiera podría poner una tienda en línea con apariencia profesional, así que asegúrese de que usted está tratando con compañías de renombre. ¿Cómo saberlo?. Las respuestas a estas preguntas le darán una pista:
¿Es este el sitio de un minorista establecido? ¿Tiene el sitio una dirección física, no sólo un apartado postal? ¿Tienen establecida una política de reembolso? Todas las transacciones financieras deberían ser seguras. Muchas tiendas en línea tienen lo que se conoce como una página confiada. En el sitio debería haber un aviso colocado para ese efecto. Alternativamente, en la parte de abajo, la barra de estado, de su explorador Web verá un icono pequeño, generalmente la figura de un candado. Cuando el candado esté cerrado, indica que el sitio está utilizando la tecnología de seguridad.
Si siente que es incómodo enviar información delicada, muchos sitios proporcionan un número telefónico para que usted llame y pueda dar su número de tarjeta de crédito, aunque no hay garantía de que sea seguro. Según la alianza nacional de consumidores, la mayoría de fraudes en la Internet implicaban el envío de cheques o giros postales a los comerciantes. La organización recomienda que paguen con tarjeta de crédito, porque los cargos se pueden verificar.
Los riesgos implicados en las negociaciones de la Internet no son mayores que los que afrontamos en cualquier otro campo en el que realizamos negocios. Aunque actualmente realizar negocios en la Internet es relativamente seguro, hay muchas compañías que continuamente están trabajando para desarrollar y mejorar la tecnología requerida para hacer que la Web sea segura.
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