Una
prueba viva de los efectos positivos de estos principios es la propia
Fronilde de
Bakhos, a quien en 1988 le fue practicada una mastectomía
lateral radical, luego de serle detectado un tumor maligno en el seno
izquierdo. "Físicamente estaba curada, pero no anímicamente. Por
insistencia de mi hija mayor, quien reside en Nueva York, me trasladé a
Estados Unidos después de seis meses de operada para asistir a las
reuniones de la sección latina de Share, programa de autoayuda para
mujeres con cáncer de seno y ovario. Me sentí tan bien en estos
encuentros, conociendo personas que habían pasado por lo mismo que yo,
que regresé con la
inquietud de trasladar esta experiencia a Venezuela.
Seguidamente, me acerqué
por una amiga a los talleres de apoyo psicoterapéutico dictados
por la doctora
Melet, y finalmente se concretó la idea de crear el grupo".
Las pacientes que se incorporen a las reuniones de Fundaseno también
pueden contar con la confidencialidad de su caso, como señala Bakhos.
"Muchas mujeres prefieren mantener su enfermedad en secreto para no
involucrar a su familia en su dolor. Nosotras sencillamente respetamos
esa decisión".
Hoy día, Bakhos anima a otras mujeres a, literalmente, meterle el pecho
a esta
dolencia femenina, aparte de motorizar las múltiples actividades
que lleva a cabo este grupo voluntario. Además de los talleres, la
fundación ofrece charlas en empresas y colegios como parte de su
programa de divulgación y prevención. En la actualidad, prepara para
octubre una campaña de difusión a propósito del "Mes
Internacional de la prevención del cáncer de seno",
en
la que los lazos
rosados
(símbolo internacional de la lucha contra este mal) recordarán públicamente
la necesidad de prevenir esta enfermedad de la cual nadie -ni mujer ni
hombre- es
ajeno.
|
Radiografía
del riesgo |
Las
posibilidades de curación del cáncer de mama tienen relación
directa con el tamaño de la enfermedad. Esto quiere decir que
mientras más pequeño sea un tumor, más factible
de controlar será y, por lo tanto, se reducirá la
necesidad de
recurrir a cirugías agresivas como la mastectomía
(extirpación del seno).
Después
del autoexamen de mamas, los controles médicos
periódicos a través de la mamografía (radiografía
especial de la |
mama)
se convierten en la herramienta
más fiable para detectar hasta los nódulos mamarios más
diminutos. Los especialistas aconsejan practicarla una primera
vez entre
los 35 y 40 años, de manera que sirva como base de
comparación para estudios posteriores. Luego, entre los 40 y
50, cada dos años, y después de los 50, cada doce meses.
La mamografía se realiza colocando el seno entre dos placas,
presionándolo suavemente para |
conseguir
una mejor imagen con el uso de rayos X. Muchas mujeres
sienten
temor hacia la incomodidad que produce la compresión de
los senos, pero "después de todo no es tan
terrible", como describe la psiquiatra Argelia Melet,
facilitadora de los
talleres de Fundaseno. Por medio de esta técnica se
logra detectar el cáncer cuando es muy pequeño, incluso dos años
antes de que el paciente o el médico pueda advertir algún
nódulo o endurecimiento. |
La experiencia
común fortalece a las mujeres de Fundaseno
|
Cáncer de
perfil |
Una de
cada diez mujeres desarrollará cáncer de seno en algún
momento de su vida, corroboran diversos estudios
internacionales. A medida que la mujer envejece, aumentan las
probabilidades de contraer este mal. Aun cuando resulta más
común después de los 40 años, existen casos de personas de
menor edad afectadas por estos tumores; incluso, se da el caso
en un número limitado de hombres. La gran mayoría de las
mujeres que contraen cáncer de mama no presentan ningún factor
de predisposición. Sin embargo, existen algunos antecedentes
que se asocian a un mayor riesgo: |
- Tener
algún familiar que haya padecido la enfermedad (la herencia
conforma de 5% a 10% de todos los casos).
-
Las menstruaciones hayan comenzado antes de los 10 años.
-
Tener algún familiar que haya padecido la enfermedad (la
herencia conforma de 5% a 10% de todos los casos).
-
Las menstruaciones hayan comenzado antes de los 10 años
-
La menopausia se presentó tardíamente. |
- No
haber tenido nunca hijos o haberlos concebido después de los 35
años.
-
Emplear excesivamente anticonceptivos hormonales (algunos
estudios sugieren la conexión entre el abuso de estrógenos y
un ligero aumento del riesgo a desarrollar este
tipo de cáncer).
-
Ciertas investigaciones plantean que las dietas ricas en grasas
de origen animal, así como también el exceso de alcohol,
cigarrillo y el sobrepeso podrían incrementar la incidencia después de la menopausia. |
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