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REFLEXIONES
LA ALEGRÍA COMPARTIDA
>Dos hombres, ambos enfermos de gravedad, compartían el mismo cuarto semi privado del hospital. A uno de ellos se le permitía sentarse durante una hora en la tarde, para drenar el liquido de sus pulmones. Su cama estaba a lado de la ventana de la habitación. El otro tenia que permanecer acostado de espalda todo el tiempo. Conversaban incesantemente todo el día y todos los días, hablaban de sus esposas y familias, sus hogares, empleos, experiencias durante sus servicios militares y sitios visitados durante sus vacaciones. Todas las tardes cuando el compañero ubicado al lado de la ventana se sentaba, se pasaba el tiempo relatándole a su compañero de cuarto lo que veía por la ventana. Con el tiempo, el compañero acostado de espalda que no podía >asomarse por la ventana, se desvivía por esos periodos de una hora durante el cual se deleitaba con los relatos de las actividades y colores del mundo exterior. La ventana daba a un parque con un bello lago. Los patos y cisnes se deslizaban por el agua, mientras los niños jugaban con sus botecitos a la orilla del lago. Los enamorados se paseaban de la mano entre las flores multicolores en un paisaje con árboles majestuosos y en la distancia, una bella vista de la ciudad. A medida que el Señor cerca de la ventana describía todo esto con detalles exquisitos, su compañero cerraba los ojos e imaginaba un cuadro pintoresco. Una tarde le describió un desfile que pasaba por el hospital y aunque el no pudo escuchar la banda, lo pudo ver a >través del ojo de la mente mientras su compañero se lo describía. Pasaron los días y las semanas y una mañana, la enfermera al entrar para el aseo matutino, se encontró con el cuerpo sin vida del señor cerca de la ventana, quien había expirado tranquilamente, durante su sueno. Con mucha tristeza, aviso para que trasladaran el cuerpo. Al otro día el otro señor, con mucha tristeza pidió que lo trasladaran cerca de la ventana. A la enfermera le agrado hacer el cambio y luego de asegurarse de que estaba cómodo, lo dejo solo. El señor con mucho esfuerzo y dolor, se apoyo de un codo para poder mirar al mundo exterior por primera vez. Finalmente tendría la >alegría de verlo por sí mismo. Se esforzó para asomarse por la ventana y lo que vio fue la pared del edificio de al lado. Confundido y entristecido, le pregunto a la enfermera que seria lo que animo a su difunto compañero a describir tantas cosas maravillosas fuera de la ventana. La enfermera le respondió que el señor era ciego y no podía ni ver la pared de enfrente. Ella le dijo "Quizás solamente deseaba animarlo a usted".
Epilogo........... Existe una inmensa alegría en poder alegrar a otros a pesar de nuestra propia situación. La aflicción compartida disminuye la tristeza, pero cuando la alegría es compartida, se duplica.
Si deseas sentirte prospero, basta con contar aquello que posees y que no se puede comprar con el dinero.
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LA MAMA MAS MALA DEL MUNDO
"Yo tuve la mamá más mala del mundo"
Mientras que otros niños no tenían que desayunar, yo tenía que comer cereal, huevos y pan tostado. Cuando los demás tomaban refrescos gaseosos y dulces para el almuerzo, yo tenía que comer el emparedado que ella me preparo.
Mí madre siempre insistía en saber donde estábamos. Parecía que estábamos encarcelados. Tenía que saber quienes eran nuestros amigos y lo que estabamos haciendo, insistía en que sí decíamos que íbamos a tardar una hora, solamente nos tardáramos una hora.
Me da vergüenza admitirlo, pero hasta tuvo el descaro de romper la ley contra el trabajo de los niños menores. Ya que hizo que laváramos trastes, tendiéramos camas, barriéramos aprendiéramos a cocinar y muchas cosas igualmente crueles.
Creo que se quedaba despierta en la noche pensando en las cosas que podría obligarnos a hacer. Siempre insistía en que dijéramos la verdad y nada mas que la verdad.
Para cuando llegamos a la adolescencia ya fue más sabia, y nuestras vidas se hicieron más miserables. Nadie podía tocar el claxon para que saliéramos corriendo, nos avergonzaba hasta el extremo, obligando a nuestros amigos a llegar hasta la puerta para preguntar por nosotros." Nos hacia estudiar todas las tardes mientras nuestros amigos jugaban afuera, teníamos que asistir a misa los domingos y confesarnos cada viernes 1º de mes. Mi madre fue un completo fracaso, ninguno de nosotros ha sido arrestado. Cada uno de mis hermanos ha servido en una misión y también ha servido a su patria. Todos somos profesionistas Y ¿a quién debemos culpar de nuestro terrible futuro
.!Tienen razón ¡a nuestra MALA---MADRE.
Vean todo lo que nos hemos perdido. Nunca hemos podido participar en una demostración de actos violentos, manifestaciones, nunca hemos "saboreado" las drogas, nunca hemos pisado un reclusorio y miles de cosas más que hicieron nuestros amigos. Ello nos hizo convertirnos en adultos educados, honestos, respetados y queridos.
Usando esto como marco, estoy tratando de educar a mis hijos de la misma manera., y me siento llena de orgullo cuando mis hijos me dicen que soy mala.
Verán, DOY GRACIAS A DIOS POR HABERME DADO LA MAMÁ MAS MALA DEL MUNDO. ____________________________________________________________________________________________________
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Bástale a cada día su propio afán . ¿Porqué te angustia el mañana que quizás no vas a ver ? El ayer pasó el mañana no a llegado. Llena bien el hoy que tienes en tu mano aprovéchalo y piensa que hoy es el tiempo para amar para vencer y para reparar. ____________________________________________________________________________________________________
____________________________________________________________________________________________________ ACTITUD
"MIENTRAS MAS VIVO, MAS ME DOY CUENTA DEL IMPACTO QUE LA ACTITUD TIENE EN LA VIDA. LA ACTITUD, PARA MI, ES MAS IMPORTANTE QUE LOS HECHOS Y MAS IMPORTANTE QUE EL PASADO, QUE LA EDUCACION, QUE EL DINERO, QUE LAS CIRCUNSTANCIAS, QUE LOS FRACASOS, QUE EL ÉXITO, LO QUE OTROS PIENSAN, DICEN O HACEN. MAS IMPORTANTE QUE LA APARIENCIA, DONES O APTITUDES. PUEDO CREAR O ACABAR CON UNA ORGANIZACIÓN, UNA IGLESIA, UN HOGAR. LO MAS SORPRENDENTE ES QUE CADA DIA TENEMOS OPCIONES CON RESPECTO A LA ACTITUD QUE TOMAREMOS PARA ESE DÍA. NO PODEMOS CAMBIAR NUESTRO PASADO... NO PODEMOS CAMBIAR EL HECHO DE QUE CIERTAS PERSONAS ACTUEN DE CIERTA FORMA. NO PODEMOS CAMBIAR LO INEVITABLE. PERO HAY ALGO QUE SI PODEMOS MODIFICAR Y ESO ES NUESTRA ACTITUD ESTOY CONVENCIDO DE QUE LA VIDA ES UN 10% DE LO QUE ME OCURRE Y UN 90% DE COMO REACCIONO ANTE ELLO. AL CAMBIAR MI ACTITUD PUEDO TRANSFORMAR MI MEDIO AMBIENTE Y MI VIDA ENTERA." ____________________________________________________________________________________________________
¿QUÉ SÉ YO?
¿Qué sé yo por qué la gente es agresiva? ¿Por qué la gente es triste, por qué hay personas solitarias, por qué me hieren sin querer? ¿Qué se yo de las penas de quienes me rodean? ¿De las luchas interiores que otros sienten, de la razón porqué la gente no es abierta, de la causa de conductas infantiles, de por qué los humanos no se aman de la razón que haya odio en los corazones, de lo que cada ser tiene que luchar por subsistir? ¿Qué se yo de la gente que no sabe dar? ¿De por qué algunos no saben amar, de por qué las cosas materiales atraen tanto? Con razón o sin razón, ¿Quién soy yo para juzgar?
SI YO CAMBIARA
SI YO CAMBIARÁ MI MANERA DE PENSAR HACIA OTROS, ME SENTIRÍA MAS SERENO.
SI YO CAMBIARÁ MI MANERA DE ACTUAR ANTE LOS DEMÁS LOS HARÍA FELICES.
SI YO ACEPTARÁ A TODOS COMO SON, SUFRIRÍA MENOS.
SI YO ME ACEPTARÁ TAL CUAL SOY QUITÁNDOME MIS DEFECTOS ¡CUANTO MEJORARÍA MI HOGAR, MI AMBIENTE...!
SI YO COMPRENDIERÁ PLENAMENTE MIS ERRORES SERÍA HUMILDE.
SI YO DESEARÁ SIEMPRE EL BIENESTAR DE LOS DEMÁS SERÍA FELIZ.
SI YO ENCONTRARÁ LO POSITIVO EN TODOS, LA VIDA SERÍA DIGNA DE SER VIVIDA.
SI YO AMARÁ AL MUNDO... LO CAMBIARÍA.
SI YO ME DIERÁ CUENTA DE QUE AL LASTIMAR ¡EL PRIMER LASTIMADOSOY YO!
SI YO CRITICARÁ MENOS Y AMARÁ MÁS...
SI YO CAMBIARÁ... CAMBIARÍA AL MUNDO.
Un muchacho vivía solo con su padre. Ambos tenían una relación extraordinaria y muy especial. El joven pertenecía al equipo de fútbol americano de su colegio, pero usualmente no tenía la oportunidad de jugar, bueno casi nunca, sin embargo su padre permanecía siempre en las gradas haciéndole compañía.
El joven era el más bajo de la clase. Cuando comenzó la secundaria, insistió en participar en el equipo de fútbol del colegio, su padre siempre le daba orientación y le explicaba claramente que él no tenía que jugar fútbol si no lo deseaba en realidad... Pero el joven amaba el fútbol, no faltaba a una práctica ni a un juego, estaba decidido en dar lo mejor de sí, se sentía felizmente comprometido.
Durante su vida en secundaria, lo recordaron como el "calentador de banco", debido a que siempre permanecía sentado... Su padre, con su espíritu de luchador, siempre estaba en las gradas, dándole compañía, palabras de aliento y el mejor apoyo que hijo alguno podría esperar.
Cuando comenzó la Universidad, intento entrar al equipo de fútbol; todos estaban seguros que no lo lograría, pero a todos venció, entrando al equipo. El entrenador le dio la noticia, admitiendo que lo había aceptado además por como él demostraba entregar su corazón y su alma en cada una de las prácticas y al mismo tiempo le daba a los demás miembros del equipo el entusiasmo perfecto. La noticia llenó por completo su corazón, corrió al teléfono más cercano y llamó a su padre, quien compartió con él la emoción.
Le enviaba en todas las temporadas todas las entradas para que asistiera a los juegos de la Universidad. El joven atleta era muy insistente, nunca faltaría a una práctica ni a juego durante los 4 años de la Universidad, y nunca tuvo el chance de participar en algún juego.
Era el final de la temporada y justo unos minutos antes que comenzar el primer juego de las eliminatorias, el entrenador le entrego un telegrama. El joven lo tomó y luego de leerlo lo guardo en el silencio... Tragó muy fuerte y temblando le dijo al entrenador: "Mi padre murió esta mañana, ¿no hay problema de que falte al juego de hoy?" El entrenador le abrazó y le dijo: "Toma el resto de la semana libre, hijo. Y no se te ocurra venir el sábado".
Llegó el sábado, y el juego no estaba muy bien, en el tercer cuarto, cuando el equipo tenia 10 puntos de desventaja, el joven entró al vestuario y calladamente se colocó el uniforme y corrió hacia donde estaba el entrenador y su equipo, quienes estaban impresionados de ver a su luchador compañero de regreso. "Entrenador por favor, permítame jugar... Yo tengo que jugar hoy" imploró el joven.
El entrenador pretendía no escucharle, de ninguna manera él podía permitir que su peor jugador entrara en el cierre de las eliminatorias. Pero el joven insistió tanto, que finalmente el entrenador, sintiendo lástima, lo aceptó: "OK hijo, puedes entrar, el campo es todo tuyo".
Minutos después el entrenador, el equipo y el público, no podían creer lo que estaban viendo. El pequeño desconocido, que nunca había participado en un juego, estaba haciendo todo perfectamente brillante, nadie podía detenerlo en el campo, corría fácilmente como toda una estrella. Su equipo comenzó a ganar, hasta empatar el juego.
En los últimos segundos de cierre el muchacho interceptó un pase y corrió todo el campo hasta ganar con un touch down. La gente que estaba en las gradas gritaba emocionada, y su equipo lo llevaba cargado por todo el campo. Finalmente cuando todo terminó, el entrenador notó que el joven estaba sentado calladamente y solo en una esquina; se acercó y le dijo: "Muchacho no puedo creerlo, ¡estuviste fantástico! Dime, ¿cómo lo lograste?".
El joven miró al entrenador y le dijo: "Usted sabe que mi padre murió pero, ¿sabía que mi padre era ciego?" El joven hizo una pausa y trato de sonreír... "Mi padre asistía a todos mis juegos, pero hoy era la primera vez que él podría verme jugar... y yo quise mostrarle que sí podía hacerlo".
Se dice que hace tiempo, en un pequeño y extraño pueblo, había una casa abandonada. Cierto día un perrito, buscando refugio del sol, logró meterse en un agujero de una de las puertas de dicha casa. El perrito subió lentamente las viejas escaleras de madera. Al terminar de subir las escaleras se topo con una puerta semi-abierta; lentamente se adentró en el cuarto. Para su sorpresa, se dio cuenta de que dentro de ese cuarto habían 1000 perritos más, observándolo tan fijamente como el los observaba a ellos. El perrito comenzó a mover la cola y a levantar sus orejas poco a poco. Los 1000 perritos hicieron lo mismo.
Posteriormente sonrió y le ladró alegremente a uno de ellos. El perrito se quedó sorprendido al ver que los 1000 perritos también sonreían y ladraban alegremente con él. Cuando el perrito salió del cuarto se quedó pensando para sí mismo: "Qué lugar tan agradable, ¡voy a venir más seguido a visitarlo!".
Tiempo después, otro perrito callejero entró al mismo sitio y se encontró en el mismo cuarto. Pero a diferencia del primero, este perrito al ver a los otros 1000 perritos del cuarto se sintió amenazado, ya que lo estaban viendo de una manera agresiva. Posteriormente empezó a gruñir, obviamente vio cómo los 1000 perritos le gruñían a él. Comenzó a ladrarles ferozmente y los otros 1000 perritos le ladraron también a él. Cuando este perrito salió del cuarto pensó: "Qué lugar tan horrible es éste, ¡nunca más volveré a entrar allí!".
En el frente de dicha casa se encontraba un viejo letrero que decía..."La casa de los 1000 espejos".
Nota: Varias veces habrán escuchado que "todos los rostros del mundo son espejos".
Muchas veces tenemos miedo, miedo de lo que podríamos no ser capaces de hacer, miedo de lo que podrían pensar si lo intentamos. Dejamos que nuestros temores se apoderen de nuestras esperanzas. Decimos que no cuando queremos decir que sí. Nos callamos cuando queremos gritar. Y gritamos con todos cuando deberíamos cerrar la boca… ¿Por qué? Después de todo sólo vivimos una vez. No hay tiempo de tener miedo. Entonces, ¡basta! Haz algo que nunca hiciste… Atrévete. Olvídate que te están mirando. Intenta la jugada imposible. Corre el riesgo. No te preocupes por ser aceptado. No te conformes con ser uno más. Nadie te ata. Nadie te obliga. Sé tú mismo. No tienes nada que perder y todo, todo, todo por ganar. Muchas veces creemos en el destino. Rezamos. Esperamos que las cosas pasen y nos olvidamos de lo más importante: Creer en nosotros mismos. Nos conformamos en vez de arriesgarnos. Sin pensar que cada día que pasa nunca volverá. Nada está escrito. Nada está hecho. Ni siquiera lo imposible. Todo depende de nuestra voluntad. De esa fuerza que nos sale de adentro. De decir "sí puedo" a cada desafío. Tenemos el poder. Cuando estamos decididos, cuando estamos convencidos, cuando de verdad queremos algo no hay obstáculo capaz de imponerse. Si queremos podemos llegar alto, hacer lo que sea... Sólo hay que proponérselo. Si sueñas con ser el mejor del mundo. Si sueñas con los aplausos. Si sueñas con ganar campeonatos… ¡¡Despiértate!! Dentro de ti hay 206 huesos y más de 700 músculos esperando. Sólo falta tu decisión. Tus ganas de jugar como nunca. Enfréntate a tu destino. No seas sólo un espectador. Pide la pelota y créete su dueño. Ataca. Exígete más y más. Vive sin domingos. Corre cada día un poco más lejos. Salta cada día un poco más alto. Conviértete en tu propio ídolo. Súmate a dar vuelta al marcador. Cuando no esperes nada de los demás. Cuando sientas que cada tanto depende de ti, se fortalecerá tu espíritu. Y poco a poco, las voces se convertirán en ovación, tus respiros se llenarán de logros… Y tu vida de sentido. Están los que usan siempre la misma ropa, los que llevan amuletos, los que hacen promesas, los que imploran mirando al cielo, los que creen en supersticiones… Y están los que siguen corriendo cuando le tiemblan las piernas. Los que siguen jugando cuando se les acaba el aire. Los que siguen luchando cuando todo parece perdido.
Como si cada vez fuera la última, convencidos de que la vida misma es un desafío. Sufren pero no se quejan, porque saben que el dolor pasa, el sudor se seca, el cansancio termina. Pero hay algo que nunca desaparecerá: la satisfacción de haberlo logrado. En sus cuerpos corre la misma sangre, lo que los hace diferentes es su espíritu. La determinación de alcanzar la cima. Una cima a la que no se llega superando a los demás… Sino superándose a uno mismo.
Después de esperar tanto, un día como cualquier otro decidí triunfar… Decidí no esperar a las oportunidades sino yo mismo buscarlas. Decidí ver cada problema como la oportunidad de encontrar una solución. Decidí ver cada desierto como la oportunidad de encontrar un oasis. Decidí ver en cada noche un misterio sin resolver. Decidí ver cada día como una nueva oportunidad de ser feliz… Aquel día descubrí que mi único rival no eran más que mis propias debilidades, y que es la única y mejor forma de superarnos. Aquel día dejé de temer a perder y empecé a temer no ganar; descubrí que no era yo el mejor y quizás nunca lo fui, me dejó de importar quién ganara o perdiera, ahora me importa simplemente saberme mejor que ayer. Aprendí que lo difícil no es llegar a la cima, si no jamás dejar de subir. Aprendí que el mejor triunfo que puedo tener, es tener el derecho de llamar a alguien "AMIGO". Aprendí a ver en cada amigo a mi mejor rival, pero principalmente a ver en cada rival la oportunidad de hacer un un nuevo amigo. Descubrí que el amor es más que un simple estado de enamoramiento, el amor es una filosofía de la vida". Aquel día deje de ser un reflejo de mis escasos triunfos pasados y empecé a ser mi propia tenue luz de este presente. Aprendí que de nada sirve ser luz si no vas a iluminar el camino de los demás. Aquel día decidí cambiar tantas cosas, aquel día aprendí que los sueños son solamente para hacerse realidad, desde aquel día ya no duermo para descansar, ahora simplemente duermo para soñar.
Cuando yo era chico me encantaban los circos, y lo que más me gustaba de los circos eran los animales. Me llamaba la atención el elefante. Durante la función, la enorme bestia hacía despliegue de peso, tamaño y fuerza descomunal... pero después de su actuación y hasta un rato antes de volver al escenario, el elefante quedaba sujeto solamente por una cadena que aprisionaba una de sus patas a una pequeña estaca clavada en el suelo.
Sin embargo, la estaca era sólo un minúsculo pedazo de madera apenas enterrado unos centímetros en la tierra. Y aunque la cadena era gruesa y poderosa, me parecía obvio que ese animal capaz de arrancar un árbol de tajo con su propia fuerza, podría, con facilidad, arrancar la estaca y huir.
El misterio es evidente: ¿qué lo mantiene entonces? ¿por qué no huye? Cuando tenía cinco o seis años, pregunté a algún maestro, a mi padre o a algún tío por el misterio del elefante. Alguno de ellos me explicó que el elefante no se escapaba porque estaba amaestrado.
Hice entonces la pregunta obvia: Si está amaestrado, porque lo encadenan? No recuerdo haber recibido ninguna respuesta coherente.
Con el tiempo me olvidé del misterio del elefante y la estaca... y sólo lo recordaba cuando me encontraba con otros que también se habían hecho la misma pregunta. Hace algunos años descubrí que por suerte para mí alguien había sido lo bastante sabio como para encontrar la respuesta: "El elefante del circo no escapa porque ha estado atado a una estaca parecida desde que era muy pequeño".
Cerré los ojos y me imaginé al pequeño recién nacido sujeto a la estaca. Estoy seguro de que en aquel momento el elefantito empujó, tiró y sudó tratando de soltarse. Y a pesar de todo su esfuerzo no pudo. La estaca era ciertamente muy fuerte para él. Juraría que se durmió agotado y que al día siguiente volvía a probar, y también al otro y al que seguía… hasta que un día, un terrible día para su historia, el animal aceptó su impotencia y se resignó a su destino. Este elefante enorme y poderoso no escapa porque CREE QUE NO PUEDE.
Él tiene registro y recuerdo de su impotencia, de aquella impotencia que se siente poco después de nacer. Y lo peor es que jamás se ha vuelto a cuestionar seriamente ese registro. Jamás… Jamás… intentó poner a prueba su fuerza otra vez…
Cada uno de nosotros somos un poco como ese elefante: vamos por el mundo atados a cientos de estacas que nos restan libertad. Vivimos creyendo que un montón de cosas "no podemos hacer" simplemente porque alguna vez probamos y no pudimos. Grabamos en nuestro recuerdo "no puedo… no puedo y nunca podré", perdiendo una de las mayores bendiciones con que puede contar un ser humano: la fe.
La única manera de saber, es intentar de nuevo poniendo en el intento TODO NUESTRO CORAZON y todo nuestro esfuerzo como si todo dependiera de nosotros, pero al mismo tiempo, confiando totalmente en Dios como si todo dependiera de Él.
De la Furia y la Tristeza
En un reino encantado donde los hombres nunca pueden llegar, o quizás donde los hombres transitan eternamente sin darse cuenta ...
En un reino mágico, donde las cosas no tangibles se vuelven concretas ...
Había una vez ... Un estanque maravilloso. Era una laguna de agua cristalina y pura donde nadaban peces de todos los colores existentes y donde todas la tonalidades del verde se reflejaban permanentemente ...
Hasta ese estanque mágico y transparente se acercaron a bañarse haciéndose compañia mutua, la tristeza y la furia.
Las dos se quitaron sus vestimentas, y desnudas las dos entraron al estanque.
La furia, apurada (como siempre esta la furia), urgida - sin saber por qué se baño rápidamente y mas rápidamente salió del agua ... Pero la furia es ciega, o por lo menos, no distingue claramente la realidad, asi que, desnuda y apurada, se puso, al salir, la primera ropa que encontró ...
Y sucedió que esa ropa no era la suya, sino de la tristeza ...
Y así vestida de tristeza, la furia se fue. Muy calma, y muy serena, dispuesta como siempre, a quedarse en el lugar donde está, la tristeza terminó su baño y sin ningún apuro (o mejor dicho sin conciencia del paso del tiempo), con pereza y lentamente salió del estanque.
En la orilla se encontró con que su ropa ya no estaba.
Como todos sabemos, si hay algo que a la tristeza no le gusta es quedar al desnudo, asi que se puso la única ropa que había junto al estanque, la ropa de la furia.
Cuentan que desde entonces, muchas veces uno se encuentra con la furia, ciega, cruel, terrible y enfadada, pero si nos damos el tiempo de mirar bien, encontramos que esa furia que vemos, es solo un disfraz, y que detrás de disfraz de la furia en realidad ... esta escondida la tristeza. ___________________________________________________________-
El día que mi Maria José nació, en verdad no sentí gran alegría porque la decepción que sentía parecía ser más grande que el gran acontecimiento que representa tener un hijo. Yo quería un varón. A los dos días de haber nacido, fui a buscar a mis dos mujeres, una lucia pálida y la otra radiante y dormilona. En pocos meses me deje cautivar por la sonrisa de Maria José y por el negro de su mirada fija y penetrante, fue entonces cuando empecé a amarla con locura, su carita, su sonrisa y su mirada no se apartaban ni un instante de mi pensamiento todo se lo quería comprar, la miraba en cada niño o niña, hacia planes, todo seria para mi Maria José. Este relato era contado a menudo por Randolf, el padre de Maria José: Yo también sentía gran afecto por la niña que era la razón más grande para vivir de Randolf, según decía el mismo. Una tarde estaba mi familia y la de Randolf haciendo un picnic a la orilla de una laguna cerca de casa y la niña entabla una conversación con su papá, todos escuchábamos. -Papi, cuando cumpla quince años, ¿Cuál Sera mi regalo?. -Pero mi amor si apenas tienes diez añitos, ¿No te parece que falta mucho para esa fecha?. -Bueno papi, tu siempre dices que el tiempo pasa volando, aunque yo nunca lo he visto por aquí. La conversación se extendía y todos participamos de ella. Al caer el sol regresamos a nuestras casas. Una mañana me encontré con Randolf enfrente del colegio donde estudiaba su hija quien ya tenia catorce años. El hombre se veía muy contento y la sonrisa no se apartaba de su rostro. Con gran orgullo me mostró el registro de calificaciones de Maria José, eran notas impresionantes, ninguna bajaba de veinte puntos y los estímulos que les habían escrito sus profesores eran realmente conmovedores, felicite al dichoso padre y le invite a un café. Maria José ocupaba todo el espacio en casa, en la mente y en el corazón de la familia, especialmente el de su padre. Fue un domingo muy temprano cuando nos dirigíamos a misa, cuando Maria José tropezó con algo, eso creímos todos, y dio un traspié, su papá la agarra de inmediato para que no cayera. Ya instalados en nuestros asientos, vimos como Maria José fue cayendo lentamente sobre el banco y casi perdió el conocimiento. La tome en brazos mientras su padre, buscaba un taxi y la llevamos al hospital. Allí permaneció por diez días y fue entonces cuando le informaron que su hija padecía de una grave enfermedad que afectaba seriamente su corazón, pero no era algo definitivo, que debía practicarle otras pruebas para llegar a un diagnostico firme. Los días iban transcurriendo, Randolf renuncio a su trabajo para dedicarse al cuidado de María José, su madre quería hacerlo pero decidieron que ella trabajaría, pues sus ingresos eran superiores a los de él. Una mañana Randolf se encontraba al lado de su hija cuando ella le pregunta: -¿Voy a morir, no es cierto?. Te lo dijeron los médicos. -No mi amor, no vas a morir, Dios que es tan grande, no permitiría que pierda lo que más he amado en el mundo respondió el padre. -¿Van a algún lugar?. ¿Pueden ver desde lo alto a las personas queridas?.Sabes si pueden volver. -Bueno hija, respondió, en verdad nadie ha regresado de allá a contar algo sobre eso, pero si yo muriera, note dejaría sola. Estando en el mas allá buscaría la manera de comunicarme contigo, en ultima instancia utilizaría el viento para venir a verte. -¿Al viento?. Replico Maria José. ¿Y como lo harías?. -No tengo la menor idea hija, solo sé que si algún DIA muero, sentirás que estoy contigo cuando un suave viento roce tu cara y una brisa fresca bese tus mejillas. Ese mismo DIA por la tarde, llamaron a Randolf, el asunto era grave, su hija estaba muriendo, necesitaban un corazón pues el de ella no resistiría sino unos quince o veinte días más. ¡Un corazón!. ¿Dónde hallo un corazón?. Lo vendían en la farmacia acaso, en el supermercado, o en una de esas grandes tiendas que propagandean por radio y televisión. ¡Un corazón!. ¿Dónde?. Ese mismo mes, Maria José cumpliría sus quince años. Fue el viernes por la tarde cuando consiguieron un donante, las cosas iban a cambiar. El domingo por la tarde, ya Maria José estaba operada. Todo salió como los medicos lo habían planeado. ¡Éxito total!. Sin embargo, Randolf no había vuelto por el hospital y Maria José lo extrañaba muchísimo. Su mamá le decía que ya que todo estaba bien y que será el papá quien trabajaría para sostener la familia, Maria José permaneció en el hospital por quince días mas, los médicos no habían querido dejarla ir hasta que su corazón estuviera firme y fuerte y así lo hicieron. Al llegar a casa todos se sentaron en un enorme sofá y su mamá con los ojos llenos de lagrimas le entrego una carta de su padre. Maria José, mi gran amor: "Al momento de leer mi carta, debes tener quince años y un corazón fuerte latiendo en tu pecho, esa fue la promesa de los médicos que te operaron. No puedes imaginarte ni remotamente cuanto lamento no poder estar a tu lado en este instante. Cuando supe que ibas a morir sentí que yo también moriría contigo, y me preguntaba que podía hacer?... después de tanto pensar y sentir mil cosas dentro de mi, decidí finalmente que la mejor manera de hacer algo por ti era darle respuesta a una pregunta que me hiciste cuando tenias diez años y a la cual no respondí. Decidí hacerte el regalo más hermoso que nadie jamás ha hecho. Te regalo mi vida entera, sin condición alguna para que hagas con ella lo que creas que es mejor, sintiendo muchas cosas bellas y sabiendo que en el mundo lo más importante es que quieras vivir, ¡Vive hija!. Te amo!!!!... También quiero que sepas que hoy, mañana y siempre estaré a tu lado, siempre. Te Amo y siempre Te Amaré, porque eres lo más grande y hermoso que Dios me ha dado... siempre estaré contigo, siempre TE AMARÉ... Maria José lloro todo el día y toda la noche. Al día siguiente, fue al cementerio y se sentó sobre la tumba de su papá, lloro como nadie lo ha hecho y susurro: -Papi ahora puedo comprender cuanto me amabas, yo también te amo aunque nunca te lo dije. Por eso también comprendo la importancia de decir "TE AMO". Y te pido perdón por haber guardado silencio"... en ese instante las copas de los árboles se movieron suavemente y cayeron algunas flores. Sintió María José que un suave viento rozó su cara y una brisa fresca beso sus mejillas. Alzo la mirada al cielo sintiendo una paz inmensa y dio gracias a Dios por eso. Se levanto y camino a casa con la alegría de saber que lleva en su corazón "el amor más grande del mundo"...
EN VIDA HERMANO, EN VIDA
SI QUIERES HACER FELIZ A AQUEL A QUIEN AMAS, DISELO HOY, NO ESPERES A MAÑANA, EN VIDA, HERMANO, EN VIDA...
SI DESEAS DAR UNA FLOR NO LA MANDES A SU TUMBA HOY CON AMOR DEBES DARLA, EN VIDA HERMANO, EN VIDA...
SI DESEAS MOSTRAR TU AMOR A QUIEN COMPARTE TU CASA, AL AMIGO, CERCA O LEJOS, EN VIDA, HERMANO, EN VIDA...
NO ESPERES QUE MUERAN TUS AMIGOS PARA AMARLOS, Y HACERLES SENTIR TU AFECTO, EN VIDA, HERMANO, EN VIDA...
TU SERÁS MUY FELIZ SI ENSEÑAS A SER FELICES, A TODOS LOS QUE CONOZCAS, EN VIDA, HERMANO, EN VIDA...
NO VISITES PANTEONES NI LLENES TUMBAS DE FLORES, LLENA DE AMOR CORAZONES, EN VIDA , HERMANO, EN VIDA...
EN VIDA, HERMANO, EN VIDA.
Hace ya un tiempo, un hombre castigó a su pequeña > niña de 3 años por > desperdiciar un rollo de papel de envoltura dorado, > el dinero era escaso en > esos días por lo que explotó en furia cuando vio a > la niña tratando de > envolver una caja para ponerla debajo del árbol de > navidad. Mas, sin > embargo la niña le llevó el regalo a su padre la > siguiente mañana y dijo: > > " Esto es para ti, Papito ". > > El se sintió avergonzado de su reacción de furia, > pero, éste volvió a > explotar cuando vio que la caja estaba vacía. > Le volvió a gritar diciendo: > > " Que no sabes que cuando das un regalo a alguien se > supone que debe haber > algo adentro? > > > " La pequeñita voltió hacia arriba con lagrimas en > los ojos y dijo: > > "Oh, Papito, no esta vacía, yo soplé besos adentro > de la caja, Todos para > ti, Papi. " > > El padre se sintió morir; puso sus brazos alrededor > de su niña y le suplicó > que lo perdonara. > > Se ha dicho que el hombre guarda esa caja dorada > cerca de su cama por años > y siempre que se sentía derrumbado, > tomaba de la caja un beso imaginario y recordaba > el amor que su niña > había puesto ahí. > > En una forma muy sensible, cada uno de nosotros > humanos hemos recibido un > recipiente dorado, lleno de amor incondicional y > besos de nuestros hijos, > amigos, familia o de Dios. Nadie podría tener una > propiedad o posesión mas Ø hermosa que esta. Ø |
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