Galería de estilos 1

 

Buenos Aires colonial, poscolonial y neocolonial

Hacia 1880, Buenos Aires cambiaba su imagen de "gran aldea" al de gran ciudad. Eso implicó también el cambiar el estilo arquitectónico de las obras, tanto públicas como privadas. Fue debido a ese enorme cambio en la ciudad que hoy pueden encontrarse muy pocos ejemplos de la arquitectura colonial. Y la mayoría de los ejemplos de aquella arquitectura colonial son muy próximos a la revolución urbanística de los ochenta.

Las características centrales del estilo colonial son la sencillez de la construcción y de la imagen general de las obras, con paredes anchas de ladrillos revocados y blanqueados a la cal. En el estilo colonial "puro" es habitual el uso de tejas en techos de pendiente suave. La ornamentación se concentra en las aberturas (tanto puertas como ventanas, con trabajos de herrería en sus rejas). La carpintería se destacaba sólo en las puertas.

En Buenos Aires, el estilo colonial dominó en las construcciones de los siglos XVII y XVIII. Hacia 1810 termina el periodo colonial, comenzando el poscolonial, con influencia italianizante, que se evidencia en el remplazo de los techos de tejas por las terrazas y la aparición de los balcones, tradición que hasta hoy se mantiene, incluso en las más modernas torres de viviendas. Las "casas mínimas" (casas de frente de 3,33 metros) aparecen con la abolición de la esclavitud ya que para los amos de los esclavos fue obligatorio entregarles vivienda. Vale la pena visitar el Pasaje San Lorenzo para ubicar una de las pocas casas en pie que fuera cedida a un negro liberto, siendo el lote más estrecho de la ciudad, con sólo 2,17 de frente.

Aquí hay algunos ejemplos de arquitectura colonial, poscolonial y neocolonial en edificios públicos y privados que contrastan con lo ornamentados y barrocos de otros estilos coloniales de ciudades como Lima, Cuzco o México.

   

La iglesia de San Ignacio, en Defensa y Alsina (Manzana de las Luces), es la más antigua de las que se conserva en la ciudad. En 1686, con el producido de los primeros hornos de ladrillos de Buenos Aires, comenzaron a levantarse la torre sur y los muros del frente de la iglesia, que ya existía, construida sobre muros de adobe. Desde 1712 comenzó a edificarse la iglesia actual, que conserva aquella torre sur y muro frontal originales y se inauguró en 1722. La fachada es colonial con influencia del barroco bávaro. Se completó, a mediados del siglo XIX, agregándole la torre norte, similar a la sur. El altar mayor es el original del siglo XVII.

 

   

La Procuradoría Jesuítica fue construida entre 1730 y 1780 y se encuentra también en la Manzana de las Luces. El conjunto está definido por un gran patio central, limitado en uno de sus lados por el muro de San Ignacio, y bordeado por galerías con arcos de medio punto, sobre pilares de mampostería, que se caracterizan por sus techos de bóvedas de ladrillos, de cañón corrido y de crucería. Ya en el siglo XIX y funcionando en el edificio la Universidad de Buenos Aires (desde su creación en 1821), se rediseñó la fachada en estilo neoclásico. Desde aquí se accede a la antigua red de túneles coloniales, que pueden visitarse.

 

   
El edificio original del Cabildo fue demolido en las primeras décadas del siglo XVIII y lo reemplazó un edificio de dos plantas, proyectado por el Hermano Jesuita Andrés Blanqui, cuya construcción se terminó en 1751. Desde 1812 en adelante sufrió modificaciones y cambios de uso, que culminaron en 1879 con la remodelación proyectada por Pedro Benoit para adaptar al Cabildo como sede de los Tribunales de Justicia. El edificio quedó sustancialmente modificado, con el techado de los patios internos, el agregado de un cuerpo a la torre y la italianización de la fachada. En 1889, se demolieron tres arcos del sector norte para dar lugar a la apertura de la Avenida de Mayo. Luego se cambió el aspecto italianizante por el afrancesado. En 1931, la apertura de la Diagonal Sur suprimió tres arcos del sector sur, reemplazados por una esquina en ochava. Para entonces, la torre ya había sido demolida, por problemas estructurales. Fue restaurado en 1940 por el Arquitecto Mario Buschiazzo. Sobre la base de fuentes documentales gráficas y escritas, sondeos y cateos en obra, Buschiazzo retrotrajo al Cabildo al aspecto que ofrecía en la época colonial, reconstruyendo la torre, recuperando los tejados a dos aguas, rehaciendo carpinterías y herrería según los referentes de fines del siglo XVIII.  

   
De austera arquitectura, testimonio del estilo colonial virreinal, la Santa Casa de Ejercicios Espirituales fue habilitada -sin concluir- en 1799. Sufrió numerosas modificaciones y ampliaciones a lo largo del tiempo. De la Casa primitiva se conserva el primer claustro con la capilla y la habitación donde murió la Beata que la fundara. El conjunto está integrado por tres claustros y seis patios, con celdas para las religiosas y para los ejercitantes, dos capillas públicas y una privada. Independencia esquina Salta.  

   
La casa "Altos de Elorriaga", en la esquina de Defensa y Alsina, data de 1820. La casa - es una de las pocas esquinas sin ochava que aún perduran en Buenos Aires - fue una de las primeras de altos que tuvo la ciudad en el período poscolonial. Como era usual en la época, la planta baja se destinó a comercio, mientras la alta, a residencia familiar. Las habitaciones rodeaban grandes patios interiores. Desde el mirador se podía contemplar el río. La fachada es lisa y encalada, con balcones enrejados en el primer piso.  

   
La actual casa Mitre fue alquilada por el ex Presidente Bartolomé Mitre en 1860, hasta que le fuera regalada por el pueblo porteño en 1868, al término de su presidencia. De la casa del siglo XVIII se conservan elementos originales en los muros, carpinterías, herrajes y rejas de la fachada. La vivienda está estructurada en torno a tres patios bordeados por galerías a las cuales abrían las distintas habitaciones. No se tiene la fecha exacta de construcción pero sí se sabe que fue en el siglo XVIII. Está ubicada en San Martín 336.  

   
En 1927, el escritor Ricardo Rojas, encargó el proyecto de esta casa al arquitecto Angel Guido. Es un ejemplo de arquitectura neocolonial, dispuesta en una sola planta en torno de un gran patio central, al cual abren las habitaciones principales. La fachada, inspirada en la de la Casa Histórica de Tucumán, posee un importante portón de dos hojas-tablero de madera, enmarcado por sendas columnas salomónicas. Charcas 2837.  

   
                       

 

Actualización al: 23/12/02

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