El sistema es muy
complejo, porque siguen otros factores que solamente la experiencia los
detecta y puede prevenirse de los malos efectos que pueden ocasionar y
cambio desprogramado de los puertos de transbordo, puertos secos y
púertos de salida intercontinental.
La naturaleza también
tiene mucho que ver en estos modelos evolutivos de transporte
internacional, comenzemos con lo más simple del principio de Arquímedes
sobre la flotabilidad de los metales pesados, ya que en el transporte
marítimo se debe de tener un estrícto control sobre los niveles de
flotamiento de las naves ya que en diferentes puntos del planeta son muy
variables los factores de salinidad, dureza del agua, temperatura,
latitud, profundidad y su situación física desde una tormenta extrema
hasta aguas pacíficas óptimamente aptas para la navegación, pero sin
olvidarse de los peligros que presentan las tormentas, huracanes, tifones,
tsunamis y olas gigantes, neblinas. Un mal cálculo del nivel de
flotamiento o un cambios brusco de la temperatura y/o salinidad del agua y
hasta un derrumbe de tierra que altere el zócalo continental que pueda
modificar las corrientes y la ruta marítima acostumbrada puede poner es
un serio riesgo a la nave y su tripulación.
Otro problema muy
conocido y de moda son los asaltos y robos sistemáticos que se presentan
en ciertas temporadas de alto tráfico de mercancías, acordémonos que la
piratería no solamente se encuentra en el mar, sinó ya está en los
puertos y/o zonas de actividad logística.
Una guerra estallada
también puede comprometer estos movimientos comerciales de estación, las
naves pueden ser capturadas y/o siniestradas. Las navieras suben sus
tarifas por el alto costo del riesgo por guerra sobre la mercancía, la
misma nave y la de su tripulación. Acuérdense que un buque petrolero en
una guerra es un blanco estratégico. Una táctica de guerra muy conocida
es el bloquearle y/o inutilizarle el sistema logístico de abastecimiento
del enemigo.
Siguiendo con el tema,
a todo esto se le suman las necesidades urgentes que se desatan por Modas
Comerciales surgientes por las nuevas tendencias internacionales. Estas
Modas o temporadas comerciales que a veces "estallan" de manera
que aumenta la demanda de productos con valor agregado logístico y con
sistemas de manejo y/o manipuleo rápido de cargas, tanto es así que se
acumulan las cargas hasta abarrotar la capacidad de los buques, sus
dueños para no perder ésta oportunidad comercial actúan
mercantilistamente llenan sus barcos hasta su máxima capacidad de carga
recomendable o óptima, tanto que así, un mal cálculo o cambio
inesperado pueda comprometer a la nave. Aún así llenos, éstos llegan a
lanzar ofertas de ocasión para quedarse con la carga para poder asegurar
otro viaje, abandonándola en el puerto para que la siguiente nave de su
grupo se la lleve. Las conferencias hacen con frecuencia esta jugada,
malográndo así proyecto urgentes de importación y/o exportación.
Muchos importadores y
exportadores no se dán cuenta de éstps fenómenos invisibles del
comercio exterior que son factores que pueden influenciar mucho en nuestro
negocio.
Porqué si aún
sabiendo que en cierta época de año existe una temporadas de huracanes.
La lógica indica en no traer y llevar carga desde o hasta aquella zona o
pasar por allí.
Pero aún así hay
muchos empresarios que no conocen o conociendo aún se arriesgan en enviar
su carga. Pero si consiguen fletar su carga no se dán cuenta que el flete
les será más caro, ya que la nave bordeará la zona afectada y cobrará
el costo de la ruta de emergencia, otras naves se verán atrapadas por el
huracán y se verán en serios problemas de riesgo y hasta tendrán que
eliminar o arrojar carga al mar para preparar una estabilidad de la nave
que pueda resistir el vendabal.
Entonces a nuestra
carga le saldrá demasiado caro su correspondiente flete, le saldrá muy
riesgozo, tendrá un viaje muy lento, podrá ser usada como carga para la
avería gruesa. O en el mejor de los casos será transbordada en algún
puerto que haya dado un abrigo de emergencia a la nave.
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