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LOS
RADIOAFICIONADOS.
Los
radioaficionados son personas a quienes les interesa el estudio profundo y
metódico de la radio y la experimentación
con las ondas hertzianas, a través de la operación personal de
estaciones radioeléctricas y sin fines de lucro. Solicitan y presentan exámenes de peritaje ante las autoridades
correspondientes de su país. En caso de ser aprobados, obtienen una licencia
que les permite operar radiotransmisores en determinadas modalidades de comunicación y bandas y limitadas potencias, usando un indicativo asignado por las autoridades. Están
integrados en grupos nacionales y regionales, y prestan regularmente servicios
de ayuda a la sociedad en casos de emergencia.
Deben tener su propia tarjeta QSL y un libro de Guardia o registro de
sus comunicaciones.
En
México, la Secretaría de Comunicaciones y Transportes establece la normatividad
que regula la radio afición. Otorga
licencias tipos o categorías que se denominan , estableciendo para cada una de
ellas limitaciones en cuanto a modalidades, potencia y bandas en las que se
pueden operar los transmisores. Por ejemplo en Categoría Restringida no se
puede transmitir en HF –“ondas cortas”-, y no se emite en CW, por lo que si se
presenta examen para esta categoría el El Código
Morse. no es tema del examen.
También, en nuestro país, el
principal organismo para radioaficionados es la FMRE AC., Federación Mexicana
de Radio Experimentadores, Asociación Civil.
Tiene su sede en la capital del país y delegaciones en cada una de las
entidades federativas.
El autor de este texto,
radioaficionado XE2ITX en la Convención Nacional de la FMRE en Colima, Col., octubre de 2006.
A
nivel mundial, los radioaficionados se
agrupan en la Unión Internacional de Radioaficionados, IARU, fundada en
1925. La IARU tiene un representante
fijo ante la UIT, Unión internacional de Telecomunicaciones. El servicio de
radioaficionados es el único representado directa y oficialmente ante la UIT.
La IARU reconoce a la FMRE como único organismo que representa la radio afición
mexicana.
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Existe una extensa bibliografía para radioaficionados,
desde aspirantes hasta expertos.
Un punto a observar es el
interés de los radioaficionados por difundir su afición. Por ejemplo, en la red
mundial existen numerosas páginas sobre esta actividad, presentadas por
sociedades nacionales, regionales, locales y una abrumadora cantidad producto
de iniciativas personales. Es difícil encontrar otra afición o “hobby” de la
que se encuentre tanto material en Internet.
Manejo de la estación.
Los radioaficionados han conseguido 38
bandas o segmentos de la radio para su uso, aunque algunas bandas son compartidas con otros servicios de
telecomunicaciones por ejemplo la banda de 160 metros.
Los radioaficionados no pueden emitir
indiscriminadamente en cualquier sitio de las bandas que les tiene para sus servicio, sino que en cada banda han
sido asignados segmentos para las distintas modalidades de comunicación que
ellos emplean.
Suelen usar diversos códigos,
principalmente el El Código Q. y también
en sus comunicaciones en fonía el
Código de la ICAO.,
cuando las condiciones de propagación no se encuentran óptimas, o tienen
dificultades para comunicarse. Conscientes de su responsabilidad y de los
problemas técnicos que pueden provocar a terceros, y no necesariamente a sólo
otros aficionados, deben operar sus equipos con cuidado y observación
continua. Conocen bien las leyes y
reglamentos que por el bien de la comunidad, y las tratan de respetar. Existe
una serie de principios aceptados por los caballeros del cuadrante, llamada
“Código del radioaficionado”, redactada por Paul M. Segal para los
radioaficionados:
1.
El radioaficionado es un caballero... nunca,
sabiendo, utiliza el éter para su propia diversión en forma tal que
moleste a los demás. Coopera por el bien público con las autoridades
constituidas.
2.
El radioaficionado es leal... debe poder desarrollar su afición sirviendo a las
entidades que lo agrupan y les ofrece su lealtad incondicional.
3.
El radioaficionado es progresista... procura mantener su estación y equipo de
acuerdo con los progresos de la ciencia, manipulándolos con regularidad y
eficiencia.
4.
El radioaficionado es cordial... amable y paciente cuando es necesario, presta
siempre su consejo y ayuda al principiante y cuida de no molestar a ningún
oyente de radiodifusión.
5.
El radioaficionado es disciplinado... la radio es su pasatiempo y no permite
que ella le distraiga de sus ocupaciones y deberes contraídos, ya sea en su
hogar, en su trabajo, en sus estudios o en la comunicación.
6.
El radioaficionado es patriota... sus conocimientos y su estación están siempre
listos para servir a su país y a la comunidad que lo rodea.
Un
radioaficionado –nuestro amigo Joaquín Solana, XE1YJS- manejando su estación.
Son de gran interés para los radioaficionados
concursos y la obtención de diplomas que se otorgan por
reunir QSL de cierto número de países o tipo de estaciones,
actividad que muchas veces se encuentra abierta para los
radioescuchas también. Igualmente, causan revuelo en el
ambiente las expediciones a islas desde donde habitualmente
no emiten radioaficionados, expediciones que requieren de
permisos especiales, sus gastos son soportados por los mismos emisoristas,
y que todo mundo trata de contactar.
Estación y modalidades.
Una persona que no tiene mayores conocimientos sobre
la labor de un radioaficionado, se imagina a este operando a un pesado radio
conectado a una enorme antena, su equipo con solo cinco o seis “botones” y dos
“palanquitas”, un micrófono más audífonos enormes y posiblemente manipulando
un “telégrafo”. Si bien esto es hasta cierto punto, por que existen
radioaficionados que tienen solo ese equipo, o menos, y aunque eso es suficiente para el inicio en la afición, normalmente un radioaficionado va enriqueciendo poco a poco su estación, con los más diversos accesorios como
amplificadores, filtros, decodificadores, etc. En los últimos años han
incrementado el uso de equipos móviles –de bolsillo inclusive-, y de
computadoras para la diversificación de las modalidades de comunicación.
Ejemplos de transceptor y antena de radioaficionado.
Las principales modalidades de
comunicación son las siguientes:
FONÍA.
Comunicación por medio de lenguaje hablado.
CW.
Telegrafía.
RTTY.
Radioteletipo.
SSTV.
Transmisión de imágenes en barrido lento.
LOS
MODOS DIGITALES. AMTOR, CLOVER, PACKET, PACTOR, etc.
Comúnmente los
radioaficionados contactan unos con otros directamente, a través de
comunicación “normal” o sea directamente por reflexión ionosférica. Pero también pueden establecer
comunicación, además de otras, por las
siguientes vías, en frecuencias por encima de las ondas cortas:
Dispersión Meteórica. Meteor Scatter. Se
produce por la entrada de meteoros en la atmósfera, una señal de la banda de
dos metros, por ejemplo, puede reflejarse a cientos de kilómetros de altura y
puede llegar hasta mil kilómetros, cuando normalmente no llega más allá de los
150 kms. Los contactos pueden durar desde algunos segundos hasta minuto y
fracción, esporádicamente, y hasta varios minutos durante lluvias meteóricas
predecibles en las que hasta se citan previamente para contactar algunas
emisoras.
EME, Earth-Moon-Earth,
rebote lunar. Cuando
la luna es visible desde dos puntos de la Tierra, dos estaciones pueden intentar –y a veces lo logran-, comunicarse haciendo rebotar sus emisiones
en la Luna. Es complicado realizar esta
proeza técnica, porque se requieren antenas altamente direccionales, la Luna
cuya superficie no es lisa ni uniforme se mueve rápidamente –excepto cuando
está en su elevación máxima en el plano celeste- y la señal regresa muy
débil, acompañada de ruidos
galácticos . Las frecuencias asignadas
para EME son 144.050 y 432.050 MHz. y 1.296.000 GHz.
Programa para trabajar el rebote lunar..
Comunicación vía satélite. Consiste en “subir” una
señal al satélite, desde donde otra estación la “baja”. Los segmentos más
accesibles determinados para esta comunicación son de 29350 a 29550 KHz. en las
ondas cortas, 145.800 a 146.000 MHz. en la banda de 2 metros en VHF y 435.000 a 438.000 Mhz. en la banda de 70 cms
en UHF, aunque hay segmentos tan altos como en 24 GHz.
Aunque usted no lo crea: junto a la caja de cigarrillos, un satélite para radioaficionados al que le falta la envoltura de celdas solares y antenas - sí, puede caber en su mano-, el satélite en òrbita, una estación móvil de radioaficionado y un EA3BB ajustando una antena para una longitud de onda de 23 cm.
Imagen de SSTV y
diploma obtenido en concurso de RTTY, cortesía de XE1YJS.
Reproducciones de
algunas QSL de radioaficionados.
Mira algunos videos sobre radioaficionados: