Navidad...
Simbolismos
en el Jubileo
2006
La Navidad
es el "Cumpleaños de Jesús"... y la esencia de la Navidad,
es que Jesús no quiere ahora descansar en un pesebre, sino en tu corazón,
desde la Eucaristía... ¡y esto es realmente real!... verdad de vida
(Juan 6:53).
Las Velas de Adviento:
Son 4, una para cada domingo. Tres son de color "morado", no
alegres, sino de penitencia... y nos indican que tenemos que "limpiar
nuestra alma" durante el Adviento, con el arrepentimiento y una
buena confesión, porque Jesús no puede estar en un alma sucia por el
pecado. La Cuarta es "rosa", alegre, del último domingo, con
Jesús llenándote de su amor.
Santa Claus o Papá
Noel: Muchas leyendas... pero es el mismo de Daniel 7: Un
anciano bonachón con cabellos blancos de eternidad, envuelto en
rojo de amor... ¡es Papá Dios!, que viene trayendo regalos: Nuestros
ojos, manos, corazón, el aire, las rosas, el sol... y el mejor regalo
que nos quiere dar es ¡a Jesús en nuestro corazón!. Tu y yo tenemos
que parecernos a "nuestro Padre", ser generosos, llenar de
regalos a familiares, vecinos, amigos... sobre todo tratar de darles a
Cristo con amor, ¡como nuestro Papá Dios! (Dan.7:9-10).
Las Luces:
Jesús es "la luz del mundo"... tantas y de tantos colores,
son el símbolo del Espíritu Santo de amores, ¡el de las 7 lámparas
del Apocalipsis!... y son tantísimas, grandes y pequeñitas, porque son
también símbolos de ti y de mi, de cada cristiano, que también somos
"la luz del mundo", ¡como Cristo! (Juan 8:12, Apoc.1:13,
Mat.5: 14).
Los Villancicos: Parrandas,
posadas... son para felicitar a los papás del Niño, a San José y la
Virgen, como hacemos en cada nacimiento... y para glorificar el mismo Niño
Dios, hecho casi nada por nuestro amor.
El Arbol: Cuando
nace un niño, alguien importante es la madre, a quien le llevamos ramos
de rosas para felicitarla... pero aquí se trata de la Madre de Dios...
así es que no le damos solo un "ramo", sino "un árbol
completo", bien adornado... y puesto en el centro de nuestro hogar
para decirle a María, "si cuando nació tu Hijo no tuviste sitio
en la posada, ¡ven ahora a mi casa!"... y millones de cristianos
le ofrecemos a la Virgen María nuestra casa hoy día.
Pesebre:
El más importante... Jesús en un pesebre, con la Virgen y San José.
La Navidad es una "fiesta familiar".
Entusiasmo:
Es la característica de la Navidad. "En theus" quiere decir
"en Dios"... cuando se está "en Dios", por fuerza,
hay "entusiasmo", alegría, esperanza, ilusión, sueños
lindos de amores... ¡de mil colores!...
Un pensamiento:
Mientras haya un niño con hambre, o un pobre que no tenga pan, podremos
tener fiestas, ¡pero no tendremos Navidad!.
La Navidad Diaria:
Jesús ahora nos espera cada día en la Eucaristía... y esto no es símbolo,
¡es realmente real!... nuestra Navidad de cada día... saturarnos a
diario de entusiasmo, de su amor, gozo paz... ¡y darlo a los demás!...
En Belén, Dios se hizo un niño,
no podía hablar, lo tenían que limpiar... ¡un niño, pero era Dios!...
ahora en la Eucaristía se hace más humilde todavía, ¡solo vino y
pan!... ¡pero es Dios!, exactamente el mismo de Belén... para lo mismo,
para llenarnos de su amor... es la ¡locura del amor de Dios! de
1Cor.1:25... ¡y su flaqueza!, añade el mismo verso, ¡más poderosa
que el mundo entero!... Jesús está enamorado de ti. Te espera hecho
pan y vino cada día. Déjate querer. Ve a recibirlo a diario en la
Eucaristía.
La tradición de
poner el Belén en el mundo se remonta al año 1223, en
una Navidad de la villa italiana de Grecio. En esta localidad, San
Francisco de Asís reunió a los vecinos de Grecio para celebrar la misa
de medianoche. En derredor de un pesebre, con la figura del Niño Jesús,
moldeado por las manos de San Francisco, se cantaron alabanzas al
Misterio del Nacimiento; en el momento más solemne de la misa, aquella
figura inmóvil adquirió vida, sonrió y extendendió sus brazos hacia
el Santo de Asís. El milagro se había producido ante la vista de todos,
y desde entonces la fama de los "Nacimientos" y su costumbre
se extendió por todo el mundo.
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