Principal - Robert D. Brinnsmead

El método histórico

(1983)

Introducción

El método histórico ilustrado

El método histórico y el evangelio

Notas y referencias

 

Introducción

El siglo diecinueve dio testimonio de lo que Alan Richardson ha llamado la "revolución en el pensamiento histórico".1 Por primera vez, la historia se volvió una ciencia disciplinada. Bajo el efecto de esta revolución en el pensamiento histórico, los eruditos cristianos empezaron a apreciar la importancia histórica del contenido de las Escrituras.

En años recientes se ha prestado gran atención a este elemento histórico de la fe bíblica. Como nunca antes, se reconoce ahora que el corazón de la fe bíblica son las actos salvadores de Dios en la historia.

En lugar de pensar que la revelación divina se media con propuestas teológicas abstractas, los cristianos eruditos entienden ahora que los acontecimientos históricos son las "cosas" a través de las cuales Dios se ha revelado a la humanidad.2

En el pasado la erudición cristiana, ya sea de católicos o protestantes, tenía la tendencia de deshistorizar la Biblia. La tarea de la teología era colocar las propuestas inspiradas ("pruebas de textos") en un sistema ordenado de teología. Con este acercamiento, la historia real que rodea el texto de la Escritura se trataba como una cáscara inútil que contenía el grano esencial de la verdad.

Estamos ahora dando testimonio de un método revolucionario en la lectura de la Biblia. Se llama el método histórico. Representa un adelanto sobre el método usado por los reformadores. Ellos usaron el método gramatical que significaba un gran adelanto sobre del método alegórico de los teólogos medievales. El método gramatical considera el idioma de la Biblia y se intenta adherir, tan estrechamente como posible, al significado puro y obvio del pasaje. También asume que este claro y obvio significado del pasaje podía aplicarse directamente a la vida del cristiano contemporáneo.

El método histórico es más sensible al hecho de que la Biblia se escribió en otra época y dentro de una cultura bastante diferente a la civilización occidental. Aquellos que siguen este método no asumen que los escritores de la Biblia compartieron preocupaciones idénticas a las nuestras. En lugar de preguntar: "¿Cuál es el significado claro y obvio que este pasaje tiene para mí?" el método histórico pregunta: "¿Qué significaron estas palabras a aquellos a quienes les fue dirigido primero?" Este método reconoce que la historia y la cultura detrás del texto determinan su significado real. El método histórico trata con gran seriedad las circunstancias históricas en las que el texto fue escrito.

El método histórico ha llevado a los eruditos e investigadores bíblicos a poner sus hipótesis dogmáticas de lado (por lo menos en una mucho mayor magnitud que antes) y reconstruir la historia cuidadosamente detrás del texto bíblico. Un asombroso progreso se ha hecho en este área. Se cree que ha habido más progreso en dicho conocimiento bíblico desde la Segunda Guerra Mundial que en todos los siglos anteriores de la historia cristiana.3

Bajo el uso del método histórico muchos textos probatorios favoritos que han sostenido varios sistemas teológicos, se han cuestionado. El método histórico es una ciencia bíblica objetiva que no respeta ninguna tradición religiosa ya sea católica o protestante. A menudo muestra que ambos lados de las grandes controversias religiosas han estado equivocadas, ya que cada uno se ha basado en el texto de la escritura desde su creación histórica original y le han dado significado para las preocupaciones controvertidas de hombre occidental.

Los cristianos están padeciendo por un serio retraso en el tiempo. Estamos intentando vivir en una era que ya no existe. La manera en que intentamos leer nuestras Biblias es tan pasada de moda como la sociedad que creía en una tierra plana. No corregiremos este problema meramente con más piedad u oración.

Desafortunadamente el hábito de orar antes de leer la Biblia a menudo funciona como un mecanismo por reforzar nuestros prejuicios religiosos. Generalmente progresaríamos más leyendo la Biblia, si pudiéramos desechar nuestros gafas religiosas y olvidarnos de nuestro compromiso con algún sistema teológico. Si simplemente leyéramos la Biblia con el sentido común que aplicamos en la lectura de cualquier otro libro de otra época de la historia, estaríamos asombrados por los numerosos descubrimientos -- sobre todo si fuéramos lo suficientemente intrépidos para dudar saludablemente respecto a nuestras propias tradiciones religiosas. Dios nunca condena al incrédulo honrado. Él sólo condena el ímprobo.

El método histórico ilustrado

Varios ejemplos ilustran cómo el método histórico representa una diferencia significante en la manera en que interpretamos la Biblia.

1. "De manera que la ley ha sido nuestro tutor para llevarnos a Cristo, para que seamos justificados por la fe." (Gál. 3:24). Siguiendo el método gramatical de interpretación, los reformadores usaron esta escritura para apoyar el uso pedagógico o segundo uso de la ley. El significado claro y obvio de Gálatas 3:24 pareciera ser que la ley debe predicarse primeramente para prepararnos a escuchar el evangelio. Pero cuando usamos el método histórico de interpretación, este texto rinde el significado opuesto. 4

Primero, "la ley" en el contexto histórico de la controversia en Gálatas se refiere a la Toráh judía, la ley entera de Moisés, sin distinción entre las llamadas parte ceremonial y moral. Pablo no estaba discutiendo que los cristianos gentiles entonces, mucho menos ahora, necesitaban venir a Cristo por vía de la Toráh judía, ya que esa era la herejía de los cristianos judíos contra quien Pablo lanzó sus anatemas.

Debemos prestar atención al "nosotros" y al "usted" en Pablo. En la mayoría de los casos "nosotros" significa "nosotros los judíos" y "usted" significa "ustedes los gentiles". Pablo no insiste en cualquier uso pedagógico de la ley hoy. Gálatas 3:24 no debe interpretarse existencialmente sino históricamente. Pablo simplemente está hablando sobre la función de la ley en la historia de Israel desde Moisés hasta Cristo. El punto del apóstol es que la Toráh judía realizó la función temporal de proteger a Israel hasta la venida de Cristo (Gal. 3:29). Ahora que el Mesías ha llegado, la ley ha cumplido su función en la historia. La era de la ley ha sido reemplazada por la era del Espíritu (Gal. 3:25; 5:18). Sin embargo algunos cristianos que se protegen en la tradición de la Reforma, todavía están escribiendo libros que insisten en la predicación de la ley hoy como una preparación necesaria para el evangelio. Su gran prueba bíblica para esto es Gálatas 3:24. Sin embargo el método histórico aclara que Pablo escribió este pasaje precisamente para oponerse a la misma cosa que estos cristianos se disponen demostrar.

Pablo está en clara y firme oposición a la demanda luterana (reflejada también en las liturgias reformadas) que todo hombre debe subsistir a la limitación, la esclavitud, la maldición o a la predicación de la ley y debe ser guiado a la quiebra y desesperanza interna para poder ser preparado apropiadamente para la recepción de la gracia y de Dios. El apóstol llama a semejante metodología, ya sea continuada y practicada por parte de los judíos o gentiles, una distorsión del evangelio, una apostasía de Cristo, una caída en la gracia o más brevemente con un áspero término: "reprensible" (Gál. 2:11; 1:7; 5:4).

Quienquiera que hoy desee construir su exégesis o sermón exclusiva o principalmente según el modelo ley-evangelio, quienquiera que desee dirigir a sus hermanos al cielo por medio del miedo, quienquiera que desee proclamar la presencia de una autoaceptación explícita y rompa con esto último como requisito previo para la transición a una existencia auténtica, para tal persona el mismo juicio duro puede esperarse que le ocurra. En un audaz ensayo el luterano escandinavo K. Stendahl ha puesto exactamente el dedo en la llaga de esta paradoja: la petición de que cada hombre debe tener una conciencia aplastada por la ley antes de que esté maduro para la bendición de la gracia, resulta en caer en lo mismo "judaizante" que Pablo, por todos los medios, quiso prevenir. 5

2. Por siglos, los cristianos han discutido si romanos 7:14-25 describe la experiencia de una persona regenerada o no, o quizás la experiencia de un cristiano antes ser lleno del Espíritu Santo. Tal confusión es el resultado de intentar interpretar existencialmente esta escritura en vez de históricamente.

Desde que ha sido aplicado el método histórico de interpretación a Romanos 7, la interpretación tradicional psicoautobiográfica está "ahora relegada al museo de los absurdos exegéticos".6 De la misma manera que el pasaje paralelo de Gálatas 3, Romanos 7 describe cómo funcionó la ley en la historia de Israel. El 'yo' de Romanos 7 así como el 'yo' de Gálatas 2:19, 20, es el "yo, el judío". El 'yo' es simbólico y se refiere a la historia de Israel bajo la ley. La misma ley que el judío alardeó, era la ley que demostró que era un pecador en solidaridad con Adán y la raza entera de pecadores gentiles.

3. Cuando Lutero se dio por vencido al tratar de encontrar un Dios bondadoso por su propia piedad y ascetismo, sólo encontró consuelo en la doctrina de Pablo de la justificación sólo por la fe, fuera de las obras de la ley (Rom. 3:28). Pero el método histórico nos advierte de tener cuidado para no leer la experiencia de Lutero como si fuera de Pablo. Pablo no recorrió la ruta de Lutero de darse por vencido en su habilidad de guardar la ley (vea Fil. 3:3-6). La doctrina del apóstol de la justificación a través de la fe, no fue el fruto de su propia batalla existencial con la conciencia introspectiva del hombre occidental. 7

Más bien fue el fruto de su lucha contra los cristianos judíos quienes se negaron a otorgar a los cristianos gentiles la igualdad que da la familia de Dios. Pablo comprendió lo que Dios estaba haciendo en la historia. Cuando el apóstol vio que Dios estaba vertiendo su Espíritu en aquellos que no prestaban atención a la Toráh judía, incluyendo a esos gentiles en la comunidad mesiánica, se convenció totalmente de que la observancia de la Toráh no tenía nada que ver con la justificación de Dios. La doctrina bíblica de la justificación a través de la fe ilustra que la verdad de la salvación por gracia, no se aprende sumergiéndonos en nuestro propia lucha existencial para estar bien con Dios. Es sabio ver cómo Dios bondadosamente trata a nuestro prójimo, sobre todo al que no tiene nuestras prácticas religiosas. Esto nos hace comprender que nuestras prácticas religiosas no tienen nada que ver con nuestra inclusión en la familia de Dios.

Siguiendo el método gramatical, Lutero utilizó la doctrina de justificación a través de la fe para encontrar a un Dios bondadoso. Sin embargo el método histórico nos muestra que Pablo usó la doctrina en su lucha por los derechos de los gentiles. En la Reforma, la justificación a través de la fe era una doctrina muy individualista. En el Nuevo Testamento es mucho más un evento social. Lejos de ser un estímulo al grosero individualismo o al egoísmo eclesiásticamente embellecido, la doctrina de Pablo es el repudio de ello.

La labor de Pablo puede verse como una lucha por la igualdad de todos los hombres.... No hay ninguna justificación personal por Dios sin justificación de los hermanos por Dios..

La justificación de Cristo es, por consiguiente, un acontecimiento que une a los hombres. Es un suceso social... No hay vida justificada sin comunidad....

Pablo lucha por la justicia establecida en Jesucristo, es una justicia que le da al gentil el mismo derecho de un niño de la casa de Dios.... La justificación en Cristo, así, no es un milagro individual que le sucede a esta u otra persona que la busca o la posee por sí misma.

Más bien la justificación por gracia es la unión de ambas personas, del cercano y el lejano, del bueno y el malo, del alto y el bajo. Es un suceso social. Nadie está unido a Cristo sino está unido a su prójimo.... Visto de esta manera la justificación es una fiesta pública que nadie puede aceptar o puede celebrar por sí mismo.8

4. Sorprendentemente, sólo hasta hace pocos años el método histórico se ha aplicado en serio al libro de Romanos. Desde Melanchton hasta hoy, el libro de los Romanos ha sido considerado como un tratado teológico con poca conexión con cualquier situación histórica entre los romanos cristianos.

Pero esta aproximación tradicional a los Romanos está siendo ahora desafiada.9 La utilización del método histórico ha llevado a los estudiosos a lograr un adelanto significativo en la reconstrucción de la situación histórica del primeros cristianos romanos. El libro entero de Romanos ha revivido con nuevo significado para los cristianos de hoy porque podemos entender lo que significó para los primeros cristianos que vivieron en Roma. Tendremos que dejar esto para una futura discusión en una próxima edición de Veredicto.

5. En el pasado, diversos grupos cristianos han recurrido a las epístolas Paulinas (Timoteo y Tito) en apoyo de una forma de gobierno episcopal o presbiteriana. En alguna ocasión esta controversia llevó a la guerra civil y religiosa en Inglaterra y Escocia. Pero cuando interpretamos Timoteo y Tito según el método histórico, no hay ninguna prueba de que a Pablo le importó si debía haber particularmente tres órdenes de ministerio o dos, o incluso una. Él se preocupaba por mantener un nivel respetable para el ministerio, no con presentar dogmas sobre las órdenes religiosas en la iglesia.

El método histórico resuelve muchos problemas contenciosos que han puesto a cristianos contra cristianos. A menudo ambos lados, antiguos contendientes, han mostrado estar luchando por problemas inexistentes en lo que al Nuevo Testamento se refiere. Todos somos demasiado propensos a utilizar la escritura para el servicio de nuestras propias inquietudes religiosas. Buscamos pruebas en las escrituras para sostener nuestros prejuicios teológicos. Pero necesitamos hacer un consciente esfuerzo para ir a la escritura y preguntarnos: "Dadas las circunstancias históricas y la cultura en que este pasaje fue escrito, ¿Cuál sería el claro y obvio significado para aquellos a quienes les fue dirigido?" Si fuéramos lo bastante valerosos para hacer esto, habría muchos rostros avergonzados por todos lados. Vez tras vez hemos sido culpables de pasar la escritura por el filtro de nuestras tradiciones dogmáticas. Una cruel y objetiva honestidad puede causarnos tanto trauma como los "preciosos" edificios teológicos que empiezan a derrumbarse a nuestro alrededor. ¡Pero decidámonos a tratar fielmente las escrituras aún y cuando nos maten, ¡Que ciertamente lo harán! (vea Gál. 2:19, 20).

El método histórico y el evangelio

La fe bíblica está arraigada en la historia. La Biblia es el registro de los hechos salvadores de Dios en la historia. En el Antiguo Testamento el Éxodo fue el gran acontecimiento que se impregnó a sí mismo en cada rasgo de la religión de Israel. Si los autores del Antiguo Testamento escribieron sobre el pasado (creación) o el futuro (los últimos días), lo vieron todo en términos de lo que Dios había hecho en el Éxodo. El Éxodo determinó su visión de todo. La religión de Israel y su existencia ética fueron estructuradas e influenciadas por lo que Dios hizo al liberar a su pueblo de Egipto. Toda actividad de Israel fue diseñada para recordar y celebrar el acto salvador de Dios.

El Antiguo Testamento promete que en los últimos tiempos Dios recapitularía y consumaría sus actos de salvación en un nuevo y glorioso drama de éxodo. El Nuevo Testamento anuncia que Dios ha cumplido esta promesa del Antiguo Testamento en la historia de Jesús de Nazaret. El evangelio o buenas noticias no son noticias sobre algún acontecimiento existencial o místico en mi corazón. No es algún sistema teológico que uno debe creer para ser salvo. Es sobre un acontecimiento histórico único, donde el Dios de los últimos tiempos ha cumplido su acto de salvación para todo el que cree.

El alcance total de la historia de la salvación debe verse orientada y magnificada en la muerte y resurrección de Cristo. Este es el enfoque de todo el Nuevo Testamento y nunca se aleja de él. La existencia ética y religiosa del cristiano esta estructurada y teñida por el nuevo éxodo. Toda actividad de la comunidad cristiana debe conmemorar y celebrar el acto salvador de Dios en Cristo.

No es suficiente afirmar que la Biblia es veraz. Muchos herejes lo hacen. Necesitamos afirmar que la verdad de la Biblia es el evangelio sobre la historia salvadora de Jesús de Nazaret. La idea de una "Biblia pura" donde se trata a la Escritura como si fuera una variedad de verdades infalibles para ser creídas de la misma manera, no sólo enublece el gran acontecimiento del evangelio, sino que promueve disputas inútiles causando división entre los creyentes. No todas las partes de la Biblia tienen el mismo valor. La Biblia no contiene muchas verdades sino una sola Verdad. Cada parte de la Biblia vale sólo en virtud de como se sitúe con respecto al evangelio.

No hay ninguna necesidad de temer a que el método histórico, que destruye nuestras ilusiones religiosas, nos deje sin seguridad real. Más bien, nos permite que removamos las adiciones religiosas y las controversias inútiles que han casi borrado el genuino tesoro contenido en la Biblia. Ese tesoro viene a nosotros en la forma de una historia sobre Dios que viene a esta tierra en la persona de Jesús de Nazaret. El método histórico reconoce que los autores del Nuevo Testamento leyeron la Biblia entera y vivieron su vida entera en base a esa historia. Es más, el Nuevo Testamento proclama que sólo la fe en el Hombre de esta historia hace a una persona ser cristiana.

Quienquiera que impida cualquier derecho cristiano de semejantes creyentes, camina contrariamente al evangelio de Cristo.

Notas y referencias

A menos que otra cosa se indique, las citas de la Escritura son de la Nueva Versión Internacional (Reina Valera Actualizada para la traducción).

1. Vea Alan Richardson, The Bible in the Age of Science (Philadelphia: Westminster Press, 1961), pp. 32-51.

2. Ibid., pp. 122-41; G. Ernest Wright, God Who Acts (London: SCM Press, 1952); Oscar Cullmann, Salvation in History (New York: Harper & Row, Publishers, 1967); Oscar Cullmann, Christ and Time: The Primitive Christian Conception of Time and History, rev. ed.

(Philadelphia: Westminster Press, 1964); Will Herberg, Faith Enacted as History: Essays in

Biblical Theology (Philadelphia: Westminster Press, 1976); Wolfhart Pannenberg, ed., Revelation as History (London: Macmillan Co., 1968).

3. "Desde la Segunda Guerra Mundial, los estudiosos bíblicos han aprendido más sobre el desarrollo de la antigua cristiandad y la formación del Nuevo Testamento que todo lo aprendido en los precedentes diecinueve siglos" (Karl P. Donfried, La Palabra Dinámica,: Revelaciones del Nuevo Testamento para los cristianos contemporáneos [San Francisco: Harper & Row, Publishers, 1981], pág. 1).

4. Vea Krister Stendahl, Paul among Jews and Gentiles and Other Essays (Philadelphia: Fortress Press, 1976), pp. 86-7.

5. Markus Barth, "Jews and Gentiles: The Social Character of Justification in Paul," Journal of Ecumenical Studies 5, no. 2 (Spring 1968): 256.

6. F. F. Bruce, Paul: Apostle of the Heart Set Free (Grand Rapids: Wm. B. Eerdmans Publishing Co., 1977), p. 197n.

7. Vea Stendahl, Paul among Jews and Gentiles, pp. 78-96.

8. Barth, "Jews and Gentiles," pp. 241, 245, 251, 252, 255, 259, 263.,

9. Vea Karl P. Donfried, ed., The Romans Debate (Minneapolis: Augsburg Publishing House, 1977); Paul S. Minear, The Obedience of Faith: The Purposes of Paul in the Epistle to the Romans (Naperville, Ill.: Alec R. Allenson, 1971); J. Christiaan Beker, Paul the Apostle: The Triumph of God in Life and Thought (Edinburgh: T. & T. Clark, 1980), pp. 59-93.

 

Para cualquier información, por favor escriba a:

Verdict, R.D.Brinsmead,                                     Verdict

Duranbah Road,                                                    por Robert D. Brinsmead

Duranbah NSW,

2487 Australia.