El Dresden era un barco de la North German Lloyd, especialmente diseñado para el transporte de inmigrantes que había sido contratado por el Gobierno Argentino de turno (presidencia de Juarez Celman – Quirno Costa, Ministro de Relaciones Exteriores) para hacer uso de sus servicios trayendo inmigrantes del norte de Europa (los más cotizados en esa época) con el objetivo de poblar al país (contar así con más mano de obra para el campo, que tanta falta hacía).
Basándonos en algunos relatos obtenidos, la despedida en el puerto de Queenstown fue grandielocuente. Cientos de personas se abarrotaban en las calles y en las casas de la rivera, agitando sus pañuelos, llenos de alegría y deseándoles buenos augurios para la travesía. A bordo, un brindis por demás entusiasta, era dado en honor a la República Argentina (La Tierra Prometida), y al Comisario del Departamento de Inmigración de Argentina, el Sr. Samuel Navarro, promotor, en parte, de este suceso. Desde el muelle, se podían escuchar los fuertes gritos de hurras de los inmigrantes.
Según una carta que enviara Mr. E. Buckley O'Meara, Agente de Propaganda Argentina en Dublin, al diario de la colectividad angloparlante The Standard, llamaba la atenciòn de los estancieros y comerciantes locales, anunciándoles que a bordo venían unas 250 familias irlandesas conformadas por la mejor clase de trabajadores, agricultores y artesanos.
Agrega también "Todos han sido elegidos con gran cuidado, teniendo en cuenta su caracter y cumpliendo con todos los requisitos para emigrar a la República. Para una colonia cada familia representaría una adquisición barata, a 100 libras esterlinas cada una."
