Sport Boys 1958:  Título con Marcos Calderón de DT

El equipo campeón 1958

Andrade, Ramos, Agurto, Boluarte, Vega, Bolívar,
Calenzani, Urdániga, Galeano, Farfán y Cárpena (arq.)

El certamen oficial del '58 significó para el Boys el realizar una de sus más brillantes campañas en la etapa profesional. Había armado un elenco en el que había una mezcla de veteranos que le ponían la cuota de experiencia, con un grupo de jóvenes que le daban la dinánica y potencia. El trabajo inicial que le impuso el rigor del entrenador Griego Dan Georgiades fue fundamental para darle mucho oxígeno a los jugadores porteños.

Luego llegaría Marcos Calderón para imponer su temperamento y capacidad y brindarle a la gran legión de seguidores ese brillante título. Hombres básicos en el ordenamiento técnico-táctico de ese elenco fueron el golero Fernando Cárpena, la veteranía de Diego Agurto como hombre fuerte de la zaga. Lo mismo se puede decir de Isaac Andrade, que ya se descollaba como marcador de punta y luego sería llamado a la Selección Nacional por Jorge Orth.

En ese elenco estaban el colombiano Severiano Ramos y el uruguayo Alberto Galeano mientras que en la delantera destacaban Alonso Urdaniga, Alberto Vega, un jugador de corte fino y el piurano Manuel Farfán. Durante 17 fechas los porteños no pudieron ser desplazados de la punta. En el torneo, jugado en dos ruedas más una liguilla final, totalizó 26 puntos.

El partido Final:

El grito de ¡Vamos Boys! se escuchaban fuertemente en el Estadio Nacional. El Campeonato del 58 fue conquistado por los rosados del Puerto 1-0 en el último minuto del encuentro final contra sus vecinos del Atlético Chalaco. El Chalaco era el rival tradicional del Boys y por primera y única vez en la historia, llegó al último encuentro con 25 puntos y los rosados con uno menos. Equivale decir que el empate le bastaba al equipo de "La Furia" para coronarse campeón. Y estuvo a punto de lograr ese objetivo...

El paraguayo Adolfo Riquelme había cerrado su arco y era el principal escollo para las intenciones ofensivas del ataque rosado. Remates con sello de gol salieron de los pies de Galeano, Urdániga y Farfán, pero el meta guaraní ratificó su enorme calidad atajando todas mientras los minutos transcurrían ajenos a todos. El primer tiempo terminó en blanco.

En el segundo tiempo parecía tener el mismo destino, pero faltando un minuto para el final, cuando los delanteros rosas se habían cansado de buscar las oportunidades de gol y el Chalaco había tomado la iniciativa, se produjo un contraataque mortífero con rechazo del marcador de punta izquierda Calenzani que tomó Urdániga y rápidamente cedió al colombiano Ramos que inteligentemente, de taco, puso al improvisado puntero derecho Teodoro Boluarte en posición de gol. Su remate, con alma corazón y vida, terminó meciendo las mallas del arco custodiado por Riquelme y motivando una explosión de júbilo entre los hinchas del Sport Boys.

Marcos Calderón, que se la jugó -por cábala- al ubicar al volante Boluarte en la punta derecha en lugar del titular Briceño, era el mortal más feliz de la vida al conquistar su primer título como entrenador. Cabe recordar que en el año 1951 Boluarte fué improvisado como puntero derecho -en lugar del titular Manuel María Drago- y rindió una buena actuación. Calderón, sin duda, se acordó de ello y lo convirtió en una especie de amuleto con el resultado positivo ya descrito: Esa tarde gloriosa el veterano Boluarte fué el autor de la conquista en el último minuto de juego del partido final.