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September 8, 2007


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1. Venezuela: De la Revolución Bolivariana a la Emancipación Humana, de Diciembre de 2005.



2. Venezuela: La Revolución Bolivariana pasando el Rubicón” (co-autora: Jutta Schmitt) de Diciembre de 2006.



3. Venezuela: Revolución, Éxodo y Emancipación. Ensayos para la Práxis y Teoría Socialista, de Julio de 2007.

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EL FUTURO DEL MARXISMO EN LA ÉPOCA DE LA GLOBALIZACIÓN

El Nacimiento del Manifesto Comunista

Por: Franz J. T. Lee
(Versión revisada, octubre de 2007)
PANDEMONIUM ELECTRONIC PUBLICATIONS, MÉRIDA, VENEZUELA, OCTOBER, 2007.
http://www.oocities.org/stellairis/marxmanifesto.html


ENGLISH VERSION BELOW:




Capítulo Uno:
Socialismo Bolivariano: Perspectiva Histórica del Manifiesto Comunista Viviente (1)



El marxismo, al igual que la misma Revolución Bolivariana no cayó del cielo azul, como maná importado, sino es simplemente histórico, es un producto histórico del actual modo de producción y destrucción, o sea del capitalismo. El marxismo es su verdadera negación dialéctica, es una parte intrínseca de la propia historia natural y humana, y de la auto-defensa revolucionaria de los trabajadores.

Cualquier cosa histórica que se encuentre en proceso dialéctico y que sea contradictoria, en otras palabras, viva, nunca se puede volver obsoleta, nunca puede terminar en el basurero de la historia.

Así que, condenar al marxismo de forma miope y sin cerebro a la obsolescencia ideológica, significa primero un llamado a la barbarie y a la ciega destrucción por parte del capitalismo, luego la destrucción de la historia viviente y finalmente la execración global de la propia humanidad.

No es extraño que el estalinismo, el fascismo, el nazismo, el apartheid, el sionismo, el capitalismo, el imperialismo, el neo-liberalismo, la democracia burguesa y la jerarquía de la Iglesia sean todos anti-comunistas y anti-marxistas.

¿Deberíamos realmente sentir también su odio anti-trabajador? Por lo tanto, por todas esas razones, como libertadores, tenemos que tener mucho cuidado, tenemos que ser muy precisos en lo que decimos, lo que hacemos y lo que diseminamos a escala global.


Dentro de la actual discusión teórica de los futuros ‘militantes’ socialistas en Venezuela, referente a la fundación del nuevo PSUV venezolano, así como la necesaria reforma constitucional y especialmente a lo que debe ser la esencia política del socialismo bolivariano, es cada vez más pertinente formular nuestros proyectos gubernamentales, nuestras políticas y nuestros conceptos operacionales con mucho cuidado; es decir, con la incisión científica y la precisión filosófica necesarias.

Una práctica indiferente y repetitiva acompañada por una correspondiente ideología osificada aprendida al caletre, que generalmente utiliza ideas fijas obsoletas, absolutas y absolutistas basadas en antiguas creencias opresivas, heredadas de una época del pleistoceno donde reinaban las relaciones amo-esclavo, ciertamente pondrán en peligro al socialismo bolivariano en su lucha de vida o muerte contra el globofascismo metropolitano.

En el actual mundo apocalíptico de la globalización, en el cual el imperialismo corporativo metropolitano ya ha desarrollado y planificado el uso mortal de una tecnología oculta y de armas de destrucción masiva contra las fuerzas laborales obsoletas, somos muy pocos los capaces de reconocer el gran peligro en que se encuentra la humanidad actualmente.

Miles de millones de los ‘condenados de la tierra’ no tienen la más mínima idea sobre los proyectos de guerra del pasado como lo eran ‘Manhattan’, ‘Paper Clip’, ‘Philadelphia I y II’, ‘Phoenix I, II y III’, Mkultra, ‘Manchurian Candidate’, ‘Yellowcake’ o ‘Rainbow’.

Mucho menos sabemos sobre los correspondientes proyectos sucesores que son lógicamente más sofisticados aún.

Bienaventurada la ignorancia.

En cuanto a HAARP, el incidente de Roswell, los ‘círculos de trigo’ de Inglaterra, los ‘Extraterrestres del Pentágono’, los scramjet y los ovni que pasan por el Pico Bolívar casi mensualmente, los señores Murdoch, Cisneros & Co. nos dejan en el oscurantismo total.

Realmente, aquí en nuestro planeta tierra, en el tercer milenio, es bastante insuficiente y triste el verdadero nivel de ‘información’ y el grado de ‘educación’ sobre cualquier cosa del pasado, presente o futuro, que tiene que ver con la emancipación de las masas trabajadoras. En las escuelas y universidades, los temas referentes al socialismo, marxismo y la historia de las luchas de clases de todos los trabajadores, han sido expulsados de los procesos modernos de socialización.

En los principales medios masivos globales, la eterna avalancha de campañas de desinformación y las mega-mentiras sobre Venezuela, fabricadas deliberadamente, ya han alcanzado niveles patéticos y criminales.

La guerra de las ideas es feroz y no estamos suficientemente armados para la actual batalla que precede a las invasiones violentas.

Así que, es importante que volvamos a refrescar nuestra memoria transhistórica o por lo menos que pensemos, captemos y estudiemos por primera vez por nosotros mismos la praxis y teoría revolucionaria de libertadores del pasado como lo eran Simón Bolívar, José Martí, Patrice Lumumba, Walter Rodney y Ho Chi Minh.

Si estamos interesados en la realización del socialismo y la emancipación a escala mundial, entonces una conditio sine qua non es estudiar los actos y las ideas anti-capitalistas de los padres vivientes del socialismo científico y filosófico, Karl Marx y Friedrich Engels, especialmente su Manifiesto Comunista, que fue la primera teoría proletaria científica y filosófica de la globalización, su contradicción dialéctica inherente, su afirmación burguesa y su negación proletaria.

Claro, al contrario a Plato o Jesucristo, quienes vivieron milenios atrás, muchos pensamos que Marx y Engels, quienes en 1883 y 1897 todavía estaban vivos, son ‘obsoletos’, y que no se merecen los actuales titulares de las últimas noticias a nivel global. Esta fraseología ideológica está muy lejos de la verdad ardiente. El socialismo científico y filosófico marxista nunca era tan actual como hoy.

De hecho, en su discurso del 25 de agosto del 2007, cuando hablaba de la reforma constitucional, el Presidente Hugo Rafael Chávez Frías utilizo dos veces un concepto científico marxista central, que es la ‘práxis’ (el concepto original alemán utilizado por Marx). Sabemos que en su análisis social de clases, Aristóteles lo utilizó para diferenciar la ‘herramienta que habla’ del zoon politikon, del ciudadano de la polis. Sin embargo, en Venezuela la ‘práxis’ teórica marxista en lugar de la ‘práctica’ ideológica, gana cada vez más terreno.

Los académicos eruditos socialistas saben que el Manifiesto Comunista, redactado hace casi 160 años por Karl Marx y Friedrich Engels (en vísperas de las revoluciones europeas de 1848), es el documento político más poderoso jamás escrito y que sigue siendo uno de los panfletos más populares. De hecho, “según el Libro Guinness, el Manifiesto Comunista permanece en segundo lugar después de la biblia como libro más vendido de todos los tiempos. El año anterior, cuando en Gran Bretaña se produjo una nueva edición en miniatura, los publicadores quedaban sorprendidos ante el hecho de que se habían vendido más de 60 mil copias.”

Hoy por hoy, Karl Marx sigue en los titulares globales.

Por ejemplo, hace dos años, según el Sunday Times británico del 19 de junio de 2005, en un artículo titulado “Karl Marx lidera una encuesta de la BBC sobre filósofos”, que nos dice que incluso “Melvyn Bragg, el representante de ‘In Our Time’ (En Nuestro Tiempo) está confundido por el liderazgo de Marx. Dijo que votaría por Kant, un filósofo alemán del siglo 18, quien en la encuesta salió favorecido por A.C. Grayling, lector de filosofía en el Birkbeck College de la Universidad de Londres.”

Sí, Karl Marx ganó la encuesta de la Radio 4 de la BBC en el año 2005 como ‘filósofo más grande’. El Times confirmó esto mediante el siguiente titular: “Cual es su nombre, el genio número uno del mundo – Fue elegido el intelectual más grande, pero pocos saben quién es él.”

Esto es precisamente el problema.

La verdad sobre el marxismo está siendo borrada de la memoria de la humanidad revolucionaria por los amos corporativos del universo. No deberíamos tocar su melodía reaccionaria ideológica, jugar su juego asesino y no deberíamos participar en su práctica explotadora.

Esto es la razón del por qué el socialismo venezolano tiene que introducir el verdadero marxismo contemporáneo viviente y viceversa, empezando con el propio Manifiesto Comunista, lo cual nosotros introduciremos mediante una serie de artículos populares y simples, para enfatizar su actual relevancia para la Revolución Bolivariana.

Aferrados a la verdad histórica, tenemos que resaltar, que Marx no sólo era el ‘filósofo más grande’ o ‘genio número uno’, sino que junto a su camarada socialista Friedrich Engels, desarrolló la primera explicación científico-económica del funcionamiento de las leyes tendenciales del desarrollo del modo de producción capitalista. Formularon la primera teoría de la globalización. Entre otras cosas, en sus artículos en cuanto al lejano Oriente, Marx predijo la existencia de una especie de FMI o Banco Mundial. Cabe destacar que conjuntamente desarrollaron una práxis y teoría revolucionaria para el proletariado mundial, siendo estos los prerrequisitos para la introducción del socialismo científico y filosófico moderno.

El capitalismo se globalizó, pero no salió de los límites filosóficos del análisis marxista, por ejemplo aquellos mencionados en El Capital. El capitalismo tiene que trascender el rubicón del ‘socialismo o barbarie’ de Rosa Luxemburg para volverse obsoleto. Como lo explicó el filósofo Kant, las cosas se vuelven totalmente reconocibles y en este sentido el socialismo también se aproxima a su cima.

Así que, hay que hacerse la pregunta de cuál es el contexto histórico del Manifiesto Comunista, del espectro que espanta al capitalismo hasta el día de hoy. ¿Por qué tanto miedo del ‘castro-comunismo?

¿Por qué el capital internacional odia al Presidente Chávez con tanta abominación?

Desde la cuna hasta el féretro y en todos los centros de la educación oficial burgués-capitalista, el marxismo se convirtió en tabú, en casería de brujas y fue eliminado clandestinamente de las agendas de escuelas y universidades. Peor aún, todo un siglo de sangrientas ‘revoluciones socialistas’ contra la subyugación, hechas en nombre del ‘marxismo-leninismo’, fueron abortadas por el terror imperialista y Marx fue declarado obsoleto. Para colmo, muchos revolucionarios se tragaron todo este anti-marxismo con todo y anzuelo.

Solamente viendo quienes son los que odian al marxismo, es decir, identificando a aquellos quienes saquean al mundo, tiene que ser razón suficiente para que un proletario empiece a estudiar el marxismo y el socialismo. Sin embargo, no es sólo un asunto de agarrar un panfleto publicado por los millones en casi todos los idiomas del mundo y después dejarlo a un lado, porque la única cosa que se entiende es la frase introductoria: “Un espectro espanta a Europa – el espectro del comunismo”.

Los ‘gusanos’ reaccionarios de Miami inmediatamente lamentan el ‘castro-comunismo’; los ‘chavistas sin Chávez’ con boina roja de repente auto-niegan sus humildes raíces cristianas y temen que el Presidente Chávez definitivamente nacionalice su propiedad privada y sus cajas de whisky importado.

De tal manera, nunca nadie sabrá de lo que se trata el marxismo.

Antes de poder hablar de una posible obsolescencia y para entender y poder aplicar las armas transhistóricas práxicas y teóricas de la emancipación mundial proletaria marxista, primero hay que tomar en cuenta urgentemente ciertos factores científicos.

Hay que entender que los autores de este documento trascendental se volvieron ‘marxistas’ sólo alrededor de 1843, pocos años antes de las revoluciones de 1848. De hecho, Engels se volvió ‘marxista’ incluso antes del propio Marx. Esto indica que el salto cualitativo del socialismo utópico al socialismo científico ya estaba en el aire revolucionario europeo. Marx y Engels sólo eran secretarios activos del ‘espíritu del mundo’ proletario. En el Manifiesto Comunista formularon el abecedario transhistórico de las futuras luchas de clase socialistas, comunistas y emancipatorias a nivel global contra el capitalismo como modo de destrucción.

Sin embargo y esto vale especialmente para la actual Revolución Bolivariana, para poder entender este documento, que sólo fue superado por la Sagrada Biblia, en su totalidad son indispensables ciertos pasos, los cuales no podemos elaborar en un solo artículo. En futuras contribuciones continuaremos con esta importante tarea revolucionaria, tratando de mostrar su relevancia directa para la Revolución Bolivariana.

Para entender el socialismo científico y filosófico, es decir, el marxismo, y para comprender el por qué los partidos socialistas no se pueden implementar desde arriba mediante decretos o directivas, se necesita una ‘misión’ educativa bien organizada y planificada dentro del contexto de una revolución cultural más amplia. Por cierto, en la época de la globalización, sin una teoría y práxis socialista, sin raíces proletarias y sin un conocimiento profundo de las siguientes realidades históricas, juzgando sólo por su ignorancia, a cualquier venezolano le parecería ‘obsoleto’ el marxismo ya desde hace mucho tiempo:

a)    El fondo histórico del Manifiesto Comunista.
b)    El fermento intelectual en Europa alrededor de 1848.
c)    El desarrollo de la economía política nacional a la economía política internacional.
d)    El desarrollo de la filosofía idealista clásica alemana al materialismo mecánico burgués y al materialismo dialéctico histórico proletario internacional.
e)    Las relaciones amo, esclavo, laborales y alienadas en la sociedad capitalista industrial moderna.
f)    El nacimiento del marxismo como negación dentro de la revolución francesa e industrial en Europa y en otras partes.
g)    La esencia política práxico-teórica del Manifiesto Comunista y su relevancia para cualquier revolución anti-capitalista en Venezuela, América Latina o en otras partes.
h)    La dialéctica emancipatoria del siglo XXI entre el marxismo viviente y la Revolución Bolivariana, y en la batalla “socialismo o barbarie”.

Obviamente es imposible tratar todos esos temas extensamente en unos pocos comentarios, al contrario, esos merecen una serie de talleres, una intensa participación popular y un verdadero trabajo de campo; en realidad, como dijimos anteriormente, necesitamos urgentemente una ‘Misión Marx’ o mejor aún, una Universidad Socialista del Pueblo. Esta última ya existe en forma embriónica en Mérida.

En Venezuela, a través del último cuarto de siglo, como profesor de ciencias políticas y filosofía en la Universidad de los Andes, estuve enseñando precisamente lo antes mencionado. Muchos bolivarianos hoy en posiciones políticas estratégicas recibieron entrenamiento marxista en mis clases y seminarios de pre y postgrado, y también leyeron mis libros sobre los temas mencionados anteriormente. Sin embargo, hoy más que nunca es indispensable e inevitable un renacimiento del marxismo revolucionario crítico y constructivo dentro de la Revolución Bolivariana.

Actualmente, en nuestros círculos de estudio locales de los futuros militantes socialistas bolivarianos continua este entrenamiento práxico en las discusiones sobre la fundación de universidades socialistas del pueblo, de partidos políticos y el debate sobre la reforma constitucional, por ejemplo, el concepto marxista de la propiedad privada de los medios de producción, a diferencia de la propiedad de un simple producto del mercado como lo es un carro o un cepillo de dientes.

En futuros comentarios elaboraremos los temas más importantes relativos al Manifiesto Comunista y al socialismo bolivariano descritos anteriormente. En la lucha global contra el fascismo metropolitano moderno, ignorar las armas transhistóricas de la verdadera ciencia y filosofía marxista, significa simplemente orillarse en ‘aventuras’ temerarias, y programar desde el comienzo una serie de desastres genocidas y suicidas.

No podemos tolerar más caricaturas internacionales del marxismo como el estalinismo o el socialismo nacional, porque derramarían ríos de sangre inocente; por ejemplo, como pasó con la horrible agonía de millones de víctimas masacradas en la Segunda Guerra Mundial intra-imperialista, que fue un resultado directo de un capitalismo en sobre-producción y severa crisis económica, y no de la tan glorificada y noble democracia que luchaba contra el fascismo ‘nacional socialista’.



Capítulo Dos: Socialismo Bolivariano: El Nacimiento Histórico del Marxismo



Ante todo, algo didáctico. A cualquier acto social, teoría humana o evento natural de significado trascendental, hay que ubicarlo en su verdadero contexto transhistórico. Si es verdad, que Jesucristo vivió hace dos milenios en la historia humana, entonces también nació, como cualquiera de nosotros.

Es decir, nació en una época específica, donde les pudo hablar a los ‘filisteos’, a los ‘fariseos’ y a una ‘generación de víboras’ de su tiempo.  Definitivamente no pudo llamarlos ‘golpistas’, ‘escuálidos’ o ‘paramilitares de la CIA’. De manera similar, Marx y Engels nacieron en un tiempo y lugar específicos; no podían presentarles a los trabajadores, que participaron en las revoluciones europeas de 1848, un ‘Sermón de la Montaña’; igual en 1819, Simón Bolívar no podía dirigirse a un Congreso en Ciudad Bolívar sino en Angostura.


Además, hoy, en el año 2007, Chávez no tiene la posibilidad de discutir la reforma constitucional en Angostura. Todo esto también vale para el Manifiesto Comunista, para los conceptos y sus significados sociales. En otros lugares y tiempos, términos como ‘metafísica’, ‘práxis’, ‘ideología’, ‘democracia social’, ‘socialismo nacional’ o ‘revolución’ tienen un significado diferente, incluso tienen connotaciones contradictorias. Jesucristo y Carlos Marx pueden emitir la misma frase, pero con dos significados totalmente distintos. Así que, deberíamos tener mucho cuidado. Las palabras no son capaces de pensar por nosotros; somos nosotros mismos que tenemos que pensar a solas.

Por lo tanto, no pensamos en palabras o en una colección de frases, porque estas son solamente herramientas miserables. Como revolucionarios, como filósofos, reflexionamos, conceptualizamos y teorizamos nuestra realidad; en otras palabras, pensamos de, por y para nosotros mismos. Hasta ahora no hemos encontrado un sustituto creativo para el pensar y el pensamiento humano. Tenemos muchos perros de Pawlov, loros y zombis en la ‘oposición’ venezolana, pero entre nosotros mismos hay muy pocos pensadores práxicos y teóricos pensativos.

En un artículo anterior en Vheadline.com del 27 de agosto de 2007, prometíamos que ‘en futuros comentarios elaboraremos los importantes temas relativos al Manifiesto Comunista y el Socialismo Bolivariano como delineados anteriormente’.

Comprometidos con nuestra palabra revolucionaria, resaltaremos ahora la situación transhistórica en Europa a comienzos del siglo XIX, enfocando aquellos eventos, que tienen una relación directa con la Revolución Bolivariana en la actualidad.

Muchas tareas históricas de la Revolución Francesa, hasta el día de hoy, todavía están ausentes en Venezuela, especialmente en nuestra superestructura ‘ideológica’. También el proceso de la separación entre la iglesia y el Estado todavía es incompleto, incluso es una fuente de la contrarrevolución. Así que, comencemos con la ‘Sagrada Alianza’ en tiempos de las guerras napoleónicas en Europa.

Fue formada en 1815 por un grupo de ‘príncipes cristianos’ que gobernaban por gracia de Dios, es decir, por monarquías que fueron todas invitadas por el entonces Zar de Rusia, bajo los auspicios de Austria y Prusia. Como fue comentado en el Manifiesto Comunista, en entonces prácticamente todos los monarcas absolutistas de Europa pertenecieron a este ‘club sagrado’ feudal de la contrarrevolución, que fue dirigida contra la democracia burguesa, pero también contra los socialistas utópicos y los comunistas. Son obvios los paralelos de la actual ‘familia Bush’ globofascista y sus aliados en todas partes contra la Revolución Bolivariana; son épocas diferentes pero hay similitudes revolucionarias.

Inspirado por el famoso diplomático austriaco, el Conde de Metternich, ¿Qué fue lo que realmente pasó en el Congreso de Viena en 1814-15?

La respuesta es bien simple: era una ‘Lucha por Europa’, un intento contrarrevolucionario de restablecer el ‘viejo régimen’ feudal, aristocrático y clerical. Este tipo de conspiración nos amenaza a diario.

En realidad, se tenía que re-dibujar el mapa de Europa, que fue una pre-condición para la época del capitalismo monopolista, para la ‘Lucha por África’, pro-imperialista y capitalista (1884-85). No hay que quedarse atrás, hay que dar los datos sobre quién engañó a quien en Viena, quién robó qué y quién se llevó ‘la mayor parte del pastel’. En realidad, esto fue la preparación de la industrialización y hegemonía mundial de Gran Bretaña; todo terminó en una alianza de los ‘Estados Cristianos’, con la ‘Alianza Cuádruple’ (Rusia, Prusia, Austria y Gran Bretaña).

Aquí podemos ver el rol importante de la cristiandad en defensa del status quo de la clase dominante. Fue precisamente en la superestructura, a través de Hegel, Feuerbach y Marx, donde fueron necesarios el criticismo religioso y la crítica de la religión cristiana, para introducir una nueva ciencia y filosofía proletaria, una práxis y teoría terrenal, un Manifiesto Comunista. Esto se reflejó en la famosa canción de los trabajadores de los socialistas marxistas y no-marxistas, la ‘Internacional’:

“Ni en dioses, reyes ni tribunos,
está el supremo salvador.
Nosotros mismos realicemos
el esfuerzo redentor.

Para hacer que el tirano caiga
y el mundo siervo liberar,
soplemos la potente fragua
que el hombre libre ha de forjar.”

En este tiempo, una parte de una canción alemana muy popular, que se sigue cantando hoy día, ya expresó el latido del corazón revolucionario del Manifiesto Comunista, que es la tendencia filosófica hacia el materialismo dialéctico marxista, de la siguiente manera:

“Die irdische Trinität, Gott nachgeschaffen,
So wie der Mensch sich widerholt im Affen.” (Alemán)

“La Trinidad terrenal, imitando a Dios,
Justo como se repite el Hombre en el Simio.”

En una de sus recientes cadenas nacionales, el presidente Hugo Chávez reveló su opinión personal sobre la religión cristiana, como fue enseñada por la jerarquía de la iglesia, que apoya golpes militares contra su gobierno legítimo y democrático. Primero, reveló que no reza, segundo, que no cree en una estructura celestial encima de la tierra en el cielo, o en una estructura infernal bajo tierra. Dijo, que si esto hubiera sido la verdad, entonces ya desde hace mucho tiempo atrás, los astronautas y los trabajadores de los taladros de PDVSA ya los hubiesen descubierto. Finalmente, se refirió a la falacia religiosa, que después de la muerte, un día volveremos a ver a nuestros queridos familiares.

Sin embargo, en el espíritu del Sermón de la Montaña de Jesucristo, Chávez defendió al Socialismo Bolivariano, pero resaltó, que después de la muerte todos nos volveremos polvo cósmico.

En última instancia, esto es precisamente lo que el Manifiesto Comunista y la Internacional quisieron comunicar, que es una contribución social de la Revolución Francesa hacia el esclarecimiento y la conciencia humana, hacia el nacimiento del marxismo, del socialismo científico y filosófico.

Sin embargo, continuaremos ilustrando las principales características de la época revolucionaria del comunismo emergente, de la negación del capitalismo en Europa. Especialmente en Inglaterra, entre 1815 y 1830, las fuerzas de producción capitalistas emergentes destruyeron progresivamente la mayoría de los vestigios del modo de producción feudal absolutista, que introdujeron la ‘Revolución Industrial’. Inglaterra inmediatamente tomó el liderazgo y así emergieron nuevas ciudades de fábricas como lo era Manchester.

En la gloria del ‘buen capitalismo’ de Adam Smith, los manufactureros británicos fueron fascinados de la libertad para explotar a los trabajadores pobres, para la acumulación de capital generada por la Revolución Francesa. Por otro lado, como fue descrito en su trabajo, ‘La Condición de la Clase Trabajadora en Inglaterra en 1844’, Friedrich Engels describió la venidera miseria y pobreza de todos los futuros esclavos asalariados capitalistas, especialmente en el mundo colonial y en el futuro mundo neo-colonial.

La nueva burguesía liberal democrática emergente defendió la libertad con todo su poder, y para su propia clase, esto significaba ‘ libre competencia ‘, ‘ libre comercio ‘, en pocas palabras: laissez-faire, laissez passer (libertinaje en todo).

Alrededor de 1830, la Europa continental, principalmente Francia, Bélgica y partes de Alemania, todavía se encontraban en un letargo feudal, y eran básicamente rurales y agrícolas. En la siguiente década Europa comenzó progresivamente con el desarrollo de su propio sistema de fábricas, basado en las ‘casas de trabajo’ añejas, originalmente inventadas en Italia del Norte hace siglos. En el plano político, la lucha de poderes se reflejó en las ondas revolucionarias y rebeldes que sacudieron a Europa alrededor de 1830.

Para nosotros aquí en Venezuela es importante notar, que una revolución social no es un paseo de compras el sábado por la tarde, al contrario, es un proceso de décadas, violento y sangriento, es una gigantesca lucha de poderes, una lucha de clases. El Manifiesto Comunista nació como teoría de la lucha de clases proletaria dentro de esta grave lucha de clases continental. Actualmente la práxis y teoría emancipatoria de la Revolución Bolivariana también están naciendo en una situación global altamente contradictoria.

Incluso en Europa la Revolución Francesa tenía que emprender una batalla muy dura para conquistar el poder político burgués-capitalista. Su ‘oposición’ local y extranjera, los ‘soberanos sagrados’ europeos y su ‘think tank’, Metternich, no se dejaron impresionar en absoluto por las novedades revolucionarias que eran la libertad, la igualdad y la fraternidad; más bien prefirieron el escualidismo.

Al igual que la actual ‘oposición’ venezolana, resistieron con toda clase de poder estatal a su disposición; acusaron a los líderes burgueses de ser simpatizantes del ‘terrorista’ Robespierre o de ser ‘comunistas’. Es precisamente esto lo que está ocurriendo aquí en Venezuela con Presidente Chávez y nuestros bolivarianos.

Con todo su poder, las fuerzas contrarrevolucionarias lanzaron una galaxia de medidas opresivas, revelando las funciones básicas del futuro Estado: la censura, la vigilancia policial, los espías (Spitzel), los informantes. Todas esas cosas son actuales hasta el día de hoy, y todo esto ocurrió mientras Marx y Engels eran niños, jugando policía y ladrón.

¡Vaya, qué novedad tiene que ser el Manifiesto Comunista y el marxismo hoy en día!


Al igual que en la América Latina contemporánea, los espías, las leyes, los encarcelamientos y las ejecuciones atacaron a la vanguardia de la revolución burguesa democrática capitalista. Como reacción política contra el terror policial y del ejército, los demócratas burgueses radicales, los trabajadores y otros defensores de la revolución capitalista se unieron y se organizaron en sociedades secretas, como los Carbonari, los quemadores de carbón. En Alemania llegaron a existir las fraternidades, los ‘Burschenschaften’. En Francia se reemplazaron los 'Bourbon', quienes nunca aprendieron nada y quienes nunca olvidaron nada. El reaccionario Carlos X huyó y fue reemplazado por un ‘rey burgués’, por Louis Philippe de Orleáns.

Entre 1789 y 1848, la Revolución Francesa penetró todos los capilares y átomos de la Europa feudal, retó todos los modos de producción anteriores, luchó por la hegemonía total y por el poder global burgués democrático capitalista.

Para tumbar este poder hoy por hoy, tenemos que hacerlo mucho mejor.


Fue sólo después de la victoria contra la ‘Sagrada Alianza’ que llegó el turno de la burguesía francesa. Francois Guizot retrató el ‘espíritu’ de la nueva clase pudiente de banqueros, especuladores e industriales con el lema siguiente: ¡Enrichissez vous!

Esto no era ‘¡Conócete a ti mismo!’, sino ‘¡Enriquécete a ti mismo!’

Todo esto a los hombros de los demás, es decir, de los trabajadores que siempre tienen que hacer el trabajo sucio a sus amos capitalistas.

No hay que dejar que ocurra esta tendencia contrarrevolucionaria aquí en Venezuela.

En Sudáfrica, por ejemplo, la ‘subasta’ al imperialismo ocurrió dentro de una década y generó la existencia de una nueva clase media negra rica. Los millones de trabajadores pobres negros andan en la miseria de siempre.

Mucho antes del nacimiento del Manifiesto Comunista y antes de las revoluciones de 1848, los trabajadores europeos, explotados por el capitalismo emergente, se rebelaron y comenzaron a organizarse y defenderse como clase trabajadora paria. En Inglaterra, por ejemplo, después de las revueltas de 'Luddite' de 1811-12 y la demolición de las maquinarias de fábrica, los trabajadores británicos comenzaron a organizarse contra la vil explotación capitalista y a formar asociaciones independientes de trabajadores y sindicatos.

Desde el comienzo el capitalismo burgués-democrático no tenía piedad con los trabajadores que interfirieron en la acumulación de capital, riqueza, privilegios y poder. La Revolución Bolivariana experimentó estos violentos ataques despiadados en el año 2002 durante el golpe militar y el sabotaje petrolero. Ya en 1819 los trabajadores británicos tenían su ‘Caracazo’, la ‘Masacre de Peterloo”.

¿Qué fue lo que ocurrió?

En Manchester, durante una reunión de 60.000 trabajadores protestando, intervino brutalmente la policía y sofocó la rebelión. Percy B. Shelley comentó este evento de la manera siguiente:

“Rise, like lions after slumber,
In unvanquishable number,
Shake your chains to earth like dew
Which in sleep has fallen on you.
Ye are many, they are few!” (Original)

“Levántense, como los leones al despertarse,
Inconquistable en número,
Sacuden sus cadenas y láncenlas al piso como el rocío
Que se les cayó encima durmiendo.
¡Vosotros son muchos, ellos son pocos!”

No obstante, continuó la lucha de los trabajadores británicos; culminó en una frustrante ‘Acta de Reforma de 1832’ y en la ‘Carta del Pueblo” de 1838. Llegó a existir un movimiento laboral cartista, que en 1847 consistió en más de 40.000 miembros trabajadores. Esto ocurrió mientras Engels ya estaba redactando la primera versión del Manifiesto Comunista, luego revisada por Marx.

En el continente, en 1834, los tejedores de seda de Lyons, los canuts, se rebelaron y se lanzaron a las calles, seguidos por otras revueltas en otras ciudades. Todos los levantamientos de los trabajadores fueron brutalmente reprimidos. Especialmente cruel era la ‘Masacre de Paris Calle Transnonain’, perpetuada en la famosa ‘Canción de los Tejedores’:

“Mais quand notre règne arrive
Quand votre règne finira
Alors nous tisserons le linceul du vieux monde
Par on entend déjà la revolte qui gronde. –” (Original en Francés)

“Pero cuando llega nuestro reino
Cuando vuestro reino terminará
Entonces tejeremos la mortaja del viejo mundo
¡Escuchen! Como retumba la revuelta. –”

Todas esas realidades históricas han producido el socialismo científico y filosófico, el marxismo, y han creado el Manifiesto Comunista.

Como podemos ver, el marxismo no cayó del cielo azul, sino es una realidad transhistórica de la sociedad capitalista; es su negación dialéctica total.

En Alemania, que era la patria de Marx y Engels, donde uno hace la revolución primero en la cabeza, los tejedores silesianos lanzaron su famosa rebelión de 1844. Como en todas partes, el perro guardián del capitalismo, que son las autoridades del estado burgués, reaccionaró con la brutalidad autoritaria acostumbrada. Escuchemos la ‘Canción Alemana de los Tejedores’:

“Hier im Ort ist ein Gericht
Viel schlimmer als die Fehmen,*
Wo man nicht mehr ein Urteil spricht
das Leben schnell zu nehmen.”
(Original en Alemán)


“Aquí en este lugar hay una corte
Mucho peor que el juicio sumarísimo,
Donde ya no se necesita una sentencia
Para quitarle la vida a cualquiera”.


Esta revuelta de los tejedores se convirtió en un tema central de la famosa obra de Gerhard Hauptmann, Die Weber (Los Tejedores), 1892.

Concluimos esta exposición del contexto histórico del Manifiesto Comunista con el excelente poema de Heinrich Heine, quien nos brindó más detalles sobre esta escandalosa masacre:

“Im duestern Auge keine Träne,
Sie sitzen am Webstuhl und fletschen dieZähne:
(Des Leidens und Hungers ist genug);
‘Deutschland, wir weben dein Leichentuch,
Wir weben hinein den dreifachen Fluch --
> Wir weben, wir weben.’’ (Original)

“Sin una lágrima en sus ojos sombríos,
Sentados en el telar crujiendo los dientes:
(Ya basta el sufrimiento y el hambre);
‘Alemania, tejemos tu mortaja,
E inter tejemos en ella la triple maldición –
Tejemos, tejemos.’”

Para más información, véase el excelente trabajo de Dirk J. Struik, Birth of the Comunist Manifesto (Nacimiento del Manifiesto Comunista), International Publishers, New York, 1975.




Bapítulo: Tres: Socialismo Bolivariano: Unión, Unión, ¡Trabajadores del Mundo, Unios!  (3)


Aquí en Venezuela, antes de que enviemos a nuestros batallones intelectuales a buscar militantes socialistas, sería mejor que reflexionemos logísticamente sobre las barricadas ónticas, que nos inhiben en seguir ciertos procesos lógicos y complejos del pensamiento. Ya fueron el Manifiesto Comunista e incluso Napoleón, los que nos advirtieron sobre la infiltración de los ideólogos con sus prácticas contrarrevolucionarias de desestabilización.

Aquí continuaremos con la serie educativa de Vheadline.com referente a la relación trascendental entre el Manifiesto Comunista y el Socialismo Bolivariano.

De acuerdo con la teoría de la revolución permanente de León Trotski (que se basa dialécticamente en las teorías del Manifiesto Comunista), por medio del principio científico del desarrollo histórico igual, desigual y combinado, la Venezuela contemporánea se encuentra en la globalización; pero como resultado de los mecanismos coloniales y neo-coloniales, todavía le queda por completar ciertas tareas burgués-democráticas de la Revolución Francesa, por ejemplo, el desarrollo de una nueva lógica, ciencia y filosofía, el fomento de la industrialización, de la tecnología moderna y de la reforma agraria, y por último, completar la separación de la Iglesia medieval obsoleta y el Estado revolucionario moderno.

Por todas esas razones, es el Manifiesto Comunista, este producto histórico de la época de Simón Bolívar y Simón Rodríguez, de la época del desarrollo del socialismo utópico (no existente) al socialismo científico y filosófico terrenal, el que representa una conditio sine qua non urgente, una guía emancipatoria creativa, para los revolucionarios democráticos bolivarianos de Venezuela.

Si ignoramos los descubrimientos siempre verdes del Manifiesto Comunista y del Capital de Marx, entonces ciertamente será imposible que hagamos cualquier revolución social moderna.

Esto fue lo que quiso decir Lenin cuando dijo: sin teoría no hay revolución.

Esto no es una frase ideológica o un chiste comunista, sino es un asunto muy serio de vida o muerte!

Describir de una manera entendible el fermento intelectual en Europa, en vísperas de las revoluciones de 1848, resulta ser una tarea bien difícil.

Sin embargo, no tenemos alternativa, necesitamos urgentemente una revolución cultural, que profundice a la propia Revolución Bolivariana. Su esencia socialista necesita la educación y la participación popular, tanto como la formulación de una práxis científica y una teoría filosófica. Esto es una lección principal de la revolución global burgués-democrático-capitalista.

No cabe duda, que casi nadie de nosotros pertenece a los pocos ‘culturizados’ de la alta burguesía de Altamira de la Plaza Francia, que han recibido una ‘educación’ profunda, principalmente económica, humanística, histórica, filosófica, política y social en las universidades de la Sorbonne, de Francfort, Edinburgo, Oxford, Cambridge o Harvard. Sin embargo, son exactamente nuestra ‘ignorancia’, nuestro ‘retraso’ y nuestro ostracismo por esos importantes centros europeos, por la feroz adoctrinación y manipulación tecnológica de los medios masivos, como lo son CNN o RCTV, por su estilo de vida violento y explotador, los que nos han hecho inmunes a sus gérmenes cancerígenos e ideológicos del género específico de la vulgarización extrema, es decir de la alienación extrema.

A pesar de una severa adoctrinación religiosa y de un peligroso holocausto mental corporativo, es decir, de una ‘guerra de ideas’ del dominio de pleno espectro, que hace estragos en todas partes, los venezolanos todavía hemos preservado nuestra salud corporal y mental.

Esto lo hemos demostrado en abril y diciembre de 2002, barriendo un golpe militar bárbaro dentro de 47 horas y contrarrestando un gigantesco sabotaje petrolero, orquestado por Washington, dentro de dos meses.

Alrededor de 1848, los ideólogos democráticos del capitalismo emergente solían pensar de manera muy precisa; para confirmar esto, sólo hay que estudiar su dialéctica, su física y filosofía helio centristas, las obras principales de Galileo, Kepler, Kant o Hegel. Así que, los antagonistas revolucionarios de Marx y Engels, del proletariado y del comunismo, fueron despiadados en sus ataques; sus pensamientos y su crítica eran afiladas como hojillas.

Y aún, como lo verifican las encuestas de la BBC del siglo XXI, como filósofo, Marx les gana a todos, a pesar de que algunos ‘camaradas’ todavía sueñan con que Marx se ha vuelto obsoleto. Sugerimos que estos genios de Miami y sus ‘think tanks’ que rodean a Bush y compañía, en vez de formular proyectos para un ‘Nuevo Siglo Americano’, fuera mejor que nos escribieran el ‘Manifiesto Emancipatorio’ científico, filosófico y creativo del Tercer Milenio.

Ebrios del poder, los filósofos burgueses de la Ilustración dirigieron sus poderosas armas racionales hacia la ‘silla de la sabiduría’ medieval, hacia el ‘intellectus’ feudal, y a través de toda Francia rodaron las cabezas absolutistas, que habían gobernado por gracia de Dios, como paja seca e inútil en el aire ardiente del desierto abandonado por Dios.

Ojo Venezuela, esto es de lo que se trata la revolución social en el capitalismo.

Sin capturar el capitalismo por sus propias raíces violentas, por su radix político-económica, es decir, sin volverse radical, volverse marxista, no podemos liderar una revolución mundial socialista contemporánea hacía la emancipación humana global.

¿Por qué?

Bueno, como fue explicado en el Manifiesto Comunista, porque tenemos que agarrar la esencia de la liberación, para liberarnos de todo tipo de relaciones clasistas de la propiedad privada. No deberíamos mezclar las cosas. Tenemos que devolverles a sus dueños terrenales, los cuales en realidad son los trabajadores del mundo, todo aquello que son los medios de producción a nivel micro, meso y macro cósmico. Es más, hay que transformar estos en medios creativos, creadores y emancipatorios de la humanidad.

Por otro lado, antes del nacimiento de Marx y Engels, ya en 1808, el poeta, dramaturgo y filósofo alemán Johann Wolfgang von Goethe, en algunos de sus bien conocidos pasajes del ‘Faust’, predijo la degeneración progresiva de los ‘derechos humanos’ con el venidero avance sangriento de la bota militar capitalista globalizada:

“Leyes y derechos cambian a través de los tiempos,
Como una desgracia lenta y sin fin.
Cojean a través de las generaciones,
Y suavemente roban de lugar en lugar.

Lo que era listo se convierte en estupidez,
Y el beneficio se vuelve condición.
Nieto infeliz, das lástima,
Nadie te ofrece tu derecho.”

(Todas las citas y traducciones son de: Dirk J. Struik, BIRTH OF THE COMMUNIST MANIFESTO (Nacimiento del Manifiesto Comunista),  International Publishers, New York, 1975.)

Sin embargo, en 1829, como lo comentábamos en un artículo anterior, en un tiempo, donde Marx (nacido en 1818) y Engels (1820) todavía jugaron policía y ladrón, pensadores franceses como Saint-Armand Bazard (un socialista utópico quien fundó una sociedad secreta) y Barthelemy-Prosper Enfantin (un teórico social, político y económico) fueron más enfáticos en cuanto a la venidera realidad capitalista. Criticaron y mencionaron lo que era su ‘evidente’ esencia laboral: la propiedad privada de los medios de producción.

Existen evidencias históricas que indican, que Simón Rodríguez, el maestro de Simón Bolívar, durante su visita a Europa, tenía contacto con tales sociedades secretas (socialistas utópicas). Esto significa que la resistencia bolivariana contra el colonialismo entró desde muy temprano, en contacto con las ideas socialistas utópicas no marxistas.

Como ya dijimos, el marxismo, socialismo o comunismo son productos históricos terrenales de la realidad revolucionaria del siglo XIX. El Manifiesto Comunista es un documento revolucionario que expresa la esencia emancipatoria de todas las rebeliones, revueltas y resistencias de la fuerza laboral explotada, desde la acumulación original del capital en Miletus, seis siglos antes del nacimiento de Jesucristo.

La dialéctica marxista nos enseñó, que una cosa es un huevo, otra cosa es un pollito, pero algo completamente diferente es una gallina, que vuelve a poner huevos frescos y fértiles. Las semillas social-cristianas o las plantas socialistas utópicas no son idénticas con las frutas tropicales frescas, exóticas, eróticas, científicas, filosóficas y socialistas. El capitalismo es un modo de producción global dominante, basado en la propiedad privada de los medios de producción; el socialismo es el otro lado de nuestro modo de producción moderno, es su opuesto exacto, es su negación contemporánea, es el marxismo.

Claro, uno es libre de modernizar el concepto ‘socialismo’, puede llenarlo con valores y principios cristianos, con una teología de liberación, todo esto es excelente. Sin embargo, esto no es socialismo científico y filosófico histórico, no es la contradicción entre el capital y el trabajo, entre la propiedad privada de los medios de producción y la ‘propiedad social o socializada’; esta última tiene que ver con la fuerza de trabajo físico y/o intelectual sin propiedad alguna, que se vende como intercambio desigual en el mercado laboral global al mejor postor o a precios del mercado legalmente regulados.

Con el debido respeto leal por todas las otras formas de liberación, por todos los esfuerzos heroicos de liberar a Venezuela, pero este tipo de socialismo ‘mezclado’ o confuso no es la negación del capitalismo venezolano o mundial, como lo fue expresado en el Manifiesto Comunista como ‘lucha de clases’. Si no tenemos mucho cuidado, entonces pronto el capitalismo, en traje de oveja, devorará todas nuestras verdaderas fuerzas socialistas bolivarianas.

Dos décadas antes, en 1829, los utópicos Bazard y Enfantin describieron la sociedad socialista como un espejismo, reflejando un futuro marxista:

“Si simpatizamos con la idea de que la explotación del hombre por el hombre tiene que desaparecer completamente; si es verdad que la humanidad se mueve hacia un estado de cosas donde todos los hombres, sin distinción de nacimiento, recibirán de la sociedad de acuerdo con sus méritos y serán remunerados de acuerdo con su trabajo; entonces es evidente que hay que cambiar la constitución de la propiedad.”

Una cosa es cierta, como fue explicado en el Manifiesto Comunista y en obras más tardes, una verdadera revolución social libera nuevas fuerzas productivas, que no son estranguladas por las obsoletas relaciones de propiedad. A pesar del sabotaje económico, es precisamente esto lo que está ocurriendo actualmente en Venezuela; la economía se está disparando gracias a los precios favorables del petróleo. Sin embargo, el fermento intelectual correspondiente todavía ruega por ver la luz, es decir, la ‘moral y luces’ socialista bolivariana.

A diferencia, entre 1789 y 1848, podíamos presenciar una verdadera ‘Era Pericleana’ en la Europa revolucionaria; un fermento intelectual rejuvenecedor, que probablemente más nunca iba a volver a amanecer en el ‘Viejo Mundo’. En la literatura, el arte, la música, la matemática, la ciencia, la filosofía e incluso la religión, en todas partes y de la noche a la mañana, brotaron como los hongos del suelo europeo frío, pálido y sombrío, los genios y los expertos. Se introdujo el capitalismo con pompa y gloria. Se afirmó en la clase alta y se negó en la clase baja. Atacó al socialismo y al comunismo.

En todas partes, el capitalismo liberal competitivo y la producción y reproducción burguesa iluminaron la era oscura europea. Mucho antes del nacimiento del marxismo, famosos historiadores franceses como Jacques Nicolas Augustin Thierry (1795-1856), Adolphe Thiers (1797-1877) y Francois Pierre Guillaume Guizot (1787-1874) ya interpretaron la historia como ‘una lucha de clases sociales’.

La historia, como una serie de ‘luchas de clases’ continua, estaba en el aire revolucionario, pero estos ‘vientos del cambio’ apenas tocan las costas tormentosas de la Venezuela moderna. Lo último de lo que los socialistas hablan aquí, es de la ‘lucha de clases’.

En el siglo XIX, mucho antes de Ernst Bloch o Ernesto Ché Guevara, cuando ya se vio confrontado con los revolucionarios burgueses, Friedrich Schiller (1759-1805), el poeta, filósofo, historiador y dramaturgo alemán, tenía que dirigirse al ‘hombre nuevo’, al homo faber de la manera siguiente:

“Alle Menschen werden Brüder!”
(¡Todos los hombres se convertirán en hermanos!)

Por supuesto, no quedó bien claro, si todos los ‘hombres’ también incluyeron a todas las mujeres, hermanas, gitanos o judíos. Como sabemos, porque tenemos que estudiarlos en la universidad, a través de toda Europa, Keats, Goethe, Heine, Shelley, Dickens y Balzac dramatizaron artísticamente el nuevo heroísmo burgués, la majestad épica y la grandeza revolucionaria. De manera similar, en los campos de la teoría social, fueron Voltaire, Rousseau, Bentham, Montesquieu, Owen, Smith, Ricardo, Maltus y muchos otros quienes formularon teorías del Estado, teorías políticas y económicas.

Por ejemplo, en su ‘Filosofía de la Historia’, Hegel, el maestro filósofo de Marx, diferenció el ‘trigo’ de la ‘paja’, e igual a Marx, como racista, llamó a una espada espada; y a un ‘negro’ ‘negro’ (este tema racista lo tratábamos en un comentario anterior en Vheadline.com).

Además, al igual que la mayoría de los intelectuales de su tiempo, Hegel celebró las victorias científicas y filosóficas de la Revolución Francesa burgués-democrático-capitalista de la manera siguiente:

“Era un brillo del sol espléndido, todos los seres humanos pensantes han participado en la celebración de esta época.”

Bueno, ‘todos los seres humanos pensantes’ todavía eran sólo europeos, eran burgueses, democráticos y revolucionarios.

Sin embargo, mucho antes de Marx y Engels, los socialistas utópicos y los comunistas comenzaron a criticar el ‘orden natural del capitalismo’; William Godwin (1756-1836), el padre del anarquismo, reclamó ‘justicia política’; consideró al nuevo Estado capitalista como la ‘raíz de todo mal’. Luego otro anarquista, Joseph Proudhon iba a identificar este mal como propiedad, como un total robo.

Antes, Gracchus Babeuf (1760-1797), fundador de la ‘conspiración de los iguales’, ya había introducido en la política ‘moderna’ globalizada la ‘teoría de la conspiración’, el ‘terrorismo’ y la ‘guerra de guerrillas’ clandestina.

En Italia, fue Philippe Buonarotti (1761-1837), quien introdujo la táctica de la conspiración francesa de Babeuf a los ‘Illuminati’. Los esfuerzos socialista-utópicos de Saint-Simon (1760-1825), Charles Fourier (1772-1837) y Robert Owen (1771-1850) son bien conocidos; influyeron radicalmente en las teorías socialistas expresadas en el Manifiesto Comunista.

Todos esos desarrollos transhistóricos, esfuerzos humanos y revolucionarios fueron hechos para evitar lo que se está perfilando hoy en el horizonte de la humanidad, una conflagración nuclear, planificada por una clase dominante metropolitana, hambrienta por el poder y megalómana.

Hoy, cuando el presidente Hugo Chávez trata de parar este colapso global apocalíptico en sus discursos transhistóricos, dirigidos a las gigantescas multitudes en las calles de Caracas y en otras partes del planeta, todavía se pueden escuchar, haciendo eco con sus poderosos toques, los tambores del Manifiesto Comunista de Marx y Engels y de los comuneros franceses, que tomaron por asalto el cielo: Unión, Unión, ¡Trabajadores del mundo, Unios!




Capítulo Cuatro:
Chávez: Hay que ser implacablemente crítico en la discusión y siempre leal en la acción


Cuatro años después de la muerte de Karl Marx, Friedrich Engels nos explicó, cómo su camarada, “el gran fundador del socialismo moderno, esbozó la nueva cosmovisión con la claridad y el poder expresivo de un genio”.

Démosle un breve vistazo al contenido del famoso Manifiesto Comunista. La primera parte dice así:

“La historia de toda sociedad que ha existido hasta ahora, es la historia de la lucha de clases”.

Por cierto, desde nuestro punto de vista que somos el Sur, esta afirmación es realmente bastante polémica. No deberíamos olvidar, que para Hegel, África no formó parte de la historia mundial; además, eran prácticamente imposibles las luchas de clase durante la época pre-colonial, en un mundo, donde no existió la acumulación primitiva de capital, y donde todavía no se habían construido sociedades esclavistas y feudales.

Nuestras regiones fueron incluso clasificadas como países ‘bárbaros’ o ‘semi-bárbaros’, pero esto no fue nada nuevo; los griegos antiguos también llamaron ‘bárbaros’ a sus vecinos ‘británicos’ y ‘alemanes’.

En el Manifiesto Comunista Marx y Engels escribieron:

“La burguesía somete el campo al imperio de la ciudad. Crea ciudades enormes, intensifica la población urbana en una fuerte proporción respecto a la campesina y arranca a una parte considerable de la gente del campo al cretinismo de la vida rural. Y del mismo modo que somete el campo a la ciudad, somete los pueblos bárbaros y semi-bárbaros a las naciones civilizadas, los pueblos campesinos a los pueblos burgueses, el Oriente al Occidente”.
(Véase: http://www.marxists.org/espanol/m-e/1840s/48-manif.htm)

Sin embargo, lo que aquí es relevante especialmente en el caso de Venezuela, es el hecho (ya verificado por la propia historia) que en el año 1848 ya casi todo el mundo estaba cantando la ‘Marseillaise’, estaba meciendo la tricolor burguesa y estaba marchando en la gran avenida del Champs-Elisée capitalista hacia el venidero nazismo y fascismo europeo. Fue precisamente esto lo que Marx y Engels describieron en el documento revolucionario práxico y teórico más poderoso jamás redactado. Advirtieron lo que Rosa Luxemburgo confirmó más tarde, que las opciones revolucionarias son o el comunismo o la barbarie.

Marx y Engels explicaron que la burguesía ha creado su propia negación, su propia no-burguesía, el proletariado. Esta negación dialéctica ‘revolucionaria’, el proletariado, es la única clase social que tiene la tarea ‘histórica’ de liberar a la humanidad, aniquilando la explotación económica y la dominación política del hombre por el hombre, mediante el fomento del desarrollo de la tecnología industrial moderna. Claro, según el marxismo, el proletariado, al igual que la burguesía, cambia permanentemente.

Desde un punto de vista contemporáneo, en un mundo corporativo que mal usó la tecnología sofisticada y la industrialización unilateral para desarrollar arsenales apocalípticos de una infinidad de armas de destrucción masiva, las masas trabajadoras inmediatamente tendrán que iniciar unos modos alternativos de auto-defensa poderosa e incipiente, e incluso armas creativas para una emancipación global. Esto vale incluso más para la Revolución Bolivariana, que tiene que radicalizarse urgentemente, cuando medimos los feroces ataques internos y externos contra Venezuela.

La Revolución Bolivariana se encuentra actualmente en serio peligro, ¡desde adentro!

En la sección segunda de su documento, Marx y Engels identificaron a los comunistas como la vanguardia proletaria, como el sector más firme, constante, avanzado y revolucionario de las clases trabajadoras. Luego Lenin describirá con más detalles científicos esta vanguardia comunista en su teoría revolucionaria de un nuevo tipo de partido político. Por cierto, esto toca a la actual construcción de un partido revolucionario venezolano, que tiene que ubicarse lógicamente en la cabeza de la transformación y revolución social.

La tercera parte identifica principalmente a los ‘comunistas’ y al ‘partido comunista’, y Marx y Engels se distanciaron expresamente en su teoría de otros grupos socialistas utópicos y comunistas existentes de su época.

En la cuarta sección resaltaron la posición teórica de los comunistas en relación a otros grupos democráticos radicales o incluso gobiernos capitalistas. Claro, suponiendo que las conocemos, todas esas lecciones son significativas para la profundización de la Revolución Bolivariana. Según Marx y Engels, todos los comunistas tienen que adoptar una actitud política no sectaria, sin perder su identidad proletaria, tienen que aplaudir y apoyar a todas las tendencias verdaderamente democráticas. Esto es imperativo para la construcción del socialismo en Venezuela, y se expresa en la fórmula del presidente Chávez cuando dice que hay que ser implacablemente crítico en la discusión y siempre leal en la acción.

Es de interés notar, que en este entonces, vieron a Alemania como cuna de la revolución mundial proletaria, a raíz de su inminente revolución burgués-democrática tardía. Estaban convencidos de que la revolución alemana iba a dar un salto dialéctico hacia la ‘emancipación humana’ (Marx).

Finalmente, Marx y Engels declararon, que no tienen nada en común con ningún Illuminati, ni con ninguna ‘secta conspirativa’. Su toque de Diana era corto pero contundente: “¡Proletarios de todos los países, uníos!”

Fue en la Francia lejana, a mitades del siglo XIX y en medio de un capitalismo liberal competitivo, donde todo esto reflejó el ‘espíritu’ trabajador revolucionario de la época. Sin embargo, al igual que hoy, este ‘mejor de los tiempos’ tenía su lado ‘peor de los tiempos’ (Charles Dickens). Quiere decir, que esta época de luz también generó una época de contrarrevolución y de oscurantismo ‘democrático’.

Lo que necesitamos realmente aquí en Venezuela, es un fermento intelectual juvenil y revolucionario. Estamos en una época creativa, en tiempos de creación.

¡Nuestras voces deberían dar la vuelta al mundo y deberían contar en muchos lenguajes a los pueblos del mundo de nuestro nacimiento emancipatorio! Necesitamos los instrumentos, la tecnología, las páginas web y los programas de radio para diseminar nuestra verdad democrática, nuestro contra-ataque contra el imperio diabólico de Bush y Murdoch.

Desafortunadamente vivimos en un mundo donde reina el dinero. Sin esta ‘raíz de todo mal’, sin contar con los recursos financieros necesarios, ¡lamentablemente nuestra revolución pronto estará fuera del aire!

Por cierto, aparte de Marx y Engels, también existieron los socialistas utópicos cristianos, que tomaron las armas contra el moloch capitalista. Victor Prosper Considerant (1808-1893), un cristiano romántico, seguidor del gran pensador socialista utópico Charles Fourier, publicó como contra-ataque su ‘Manifiesto de la Democracia’, formulando su propio lema: “Nuestra causa es la causa de Dios y de la Humanidad; nuestra bandera la de la Justicia, la Paz Mundial y la Unión de los Pueblos”.

No obstante, lo que para nosotros es significativo, es el hecho de que Marx y Engels nunca negaron su compromiso revolucionario con los principales logros burgueses económicos, filosóficos, políticos y sociales de su época. Dentro de la nueva cosmovisión histórica y dialéctica materialista del comunismo humano, en su tesis de doctorado, Marx incluso dió su mérito científico a los filósofos materialistas antiguos tales como Demócrito y Epicuro.

El 5 de marzo de 1852 Marx escribió en una carta a Joseph Wedemeyer:

“En lo que me toca a mí, no puedo reclamar el honor de haber descubierto la existencia ni de las clases en la sociedad moderna ni de la lucha entre ellas. Fueron los historiadores burgueses los que, mucho antes de mí, han constatado el desarrollo histórico de esta lucha de clases, y los economistas burgueses su anatomía económica”.

Como ya lo expuso el Manifiesto Comunista, Marx comentó lo que descubrió:

1. Que la existencia de clases está vinculada a ciertas fases históricas del desarrollo de la producción;
2. que la lucha de clases necesariamente lleva a la dictadura del proletariado; y,
3. que esta misma dictadura solamente es transitoria, en el proceso revolucionario de la abolición de todas las clases sociales, y de la introducción final de una sociedad comunista sin clases.

Como en el caso específico del Presidente Chávez y de Venezuela, los ideólogos de la guerra de desinformación metropolitana diseminan masivamente toda una galaxia de mega-mentiras sobre el marxismo. En todas partes escuchamos, que Marx no se preocupó ni por el individuo ni por los sentimientos ni la espiritualidad humana; que era un ‘monstruo comunista’ de sangre fría, que no desarrolló ninguna psicología política y ni siquiera una teoría de la alienación humana.

Sí, camaradas, ¡ser sabio es una locura!

En cuanto a la concepción del ‘hombre’, del ‘ser humano’ y de la especie humana en su totalidad, especialmente del ‘proletario’, ¿cuál era el programa concreto de Marx?

Todos deberíamos saber, que su punto de partida es el ‘Bedürfnis’, la necesidad humana. La interpretación del ‘ser humano’ empieza con la necesidad humana. Cuatro años antes del Manifiesto Comunista, en sus ‘Manuscritos Económicos y Filosóficos de 1844’, Marx comentó lo siguiente:

“El hombre es inmediatamente ser natural. Como ser natural, y como ser natural vivo, está, de una parte dotado de fuerzas naturales, de fuerzas vitales, …; estas fuerzas existen en él como talentos y capacidades, como impulsos; de otra parte, como ser natural, corpóreo, sensible, objetivo es, como el animal y la planta, un ser paciente, condicionado y limitado; esto es, los objetos de sus impulsos existen fuera de él, en cuanto objetos independientes de él, pero estos objetos los son objetos de su necesidad, indispensables y esenciales para el ejercicio y afirmación de sus fuerzas esenciales”.
(http://www.marxists.org/espanol/m-e/1840s/manuscritos/man3.htm)

Así que, lo que Marx sugirió era, que dentro de la revolución socialista deberíamos desarrollar nuestras propias ‘fuerzas vitales’, es decir, nuestras fuerzas creativas; además, deberíamos desarrollar especialmente nuestras ‘fuerzas esenciales’, es decir, nuestras fuerzas humanas emancipatorias.

Finalmente y ya terminando con esta serie de cuatro artículos introductorios sobre el Manifiesto Comunista y su relevancia revolucionaria socialista para la Revolución Bolivariana en Venezuela y el mundo, permítanme citar extensivamente lo que escribí en el día del trabajador del año 2003:

“Un fantasma recorre el Cuarto Imperio – ¡el fantasma de Chávez!

Todos los poderes oligárquicos en Venezuela y en el exterior han formado una alianza fascista, neoliberal para practicarle un exorcismo a Venezuela y América Latina y sacarle este fantasma: La sagrada alianza de los Otto Reich y CAP, Aznar y Estanga, Ortega y Gaviria, de los Amigos de Venezuela y Enemigos del “castro-comunismo”. ¿Dónde está el “partido” dentro de la “oposición” el cual no haya denunciado a Chávez como un “dictador”, un “tirano”? ¿Dónde está aunque sea uno sólo de los jinetes antigubernamentales de la apocalipsis que no haya incurrido en un intento de asesinato de carácter del presidente?

Después de la brutal masacre de decenas de Bolivarianos entre el 11 y el 13 de Abril del año 2002, después de haber sobrevivido varios y tercos intentos de golpes de estado político-militares y económicos a los cuales ningún gobierno opresivo hubiera resistido jamás, Chávez ahora se ha convertido en el número uno en la lista negra de los mercenarios internacionales con sus escuadrones de la muerte globalizados. Con la constitución más democrática y humanista del mundo en mano, queda bien claro una cosa para la mayoría de los Venezolanos, para este 85% de los 24 millones de personas, quienes han vegetado en miseria y en pobreza crítica durante más que la mitad del siglo pasado: ¡¡No puede ser!! ¡¡Uh, Ah, Chávez no se va!! Con esto expresan, que su presidente tiene que permanecer en el cargo, que democrático y legítimamente ocupa, hasta el 2021 si fuese necesario”.






The Future of Marxism in Globalization

Birth of the Communist Manifesto

By: Franz J. T. Lee
(Revised English Version, October, 2007)




Chapter One: Bolivarian Socialism: Historical perspective of the living Communist Manifesto

Marxism, like the Bolivarian Revolution itself, did not fall like imported manna from the blue royal heavens, it is simply historical, a historical product of the current mode of production and destruction, of capitalism. It is its real dialectical negation, is an intrinsic part of natural and human history itself, of workers' revolutionary self-defense.

Anything historical, in dialectical process, which is contradictory, alive, can never become obsolete, can never land in the rubbish heap of history.

Hence, a brainless, myopic condemnation of Marxism to ideological obsolescence, at first, is calling for barbarism, for the blind destruction of capitalism, then of living history and finally for the global extirpation of mankind itself.

Is it not strange that Stalinism, Fascism, Nazism, Apartheid, Zionism, Capitalism, Imperialism, Neo-Liberalism, Bourgeois Democracy and the Church hierarchy are all anti-communist, anti-Marxist. Should we really follow their anti-workers hatred too? Thus, for all these reasons, as liberators, we have to be very careful, very precise in what we say, in what we do and in what we disseminate on a global scale.

Within the current theoretical discussion of the future socialist 'militantes' in Venezuela with reference to the foundation of a new 'United Socialist Party of Venezuela' (PSUV), also to a necessary constitutional reform and especially to what should be the political essence of Bolivarian Socialism, progressively it is becoming pertinent to formulate our governmental projects, policies and operational concepts very carefully; that is, with the necessary scientific incision and philosophic precision.

A lackadaisical repetitive practice accompanied by a corresponding ossified ideology, learned by rote, which generally uses obsolete, absolute and absolutist fixed ideas based on ancient oppressive beliefs, inherited from the Pleistocene epoch of master-slave relations, certainly will jeopardize Bolivarian socialism in its life and death struggle against metropolitan global fascism.

In the current apocalyptic world of globalization, in which metropolitan corporate imperialism has already developed and planned the use of mortal occult technology and deadly arms of mass destruction against obsolete labor forces, very few of us are really cognizant of the great danger in which humanity currently finds itself.

Billions of the 'the wretched of the earth' do not have the foggiest idea about past war-mongering projects like 'Manhattan', 'Paper-Clip', 'Philadelphia I and II', 'Phoenix I, II & III', 'Mkultra', the 'Manchurian Candidate', 'Yellowcake' or 'Rainbow.'

Even less we know about the corresponding logical sophisticated successor projects.

Ignorance is really bliss.

Concerning HAARP, the Roswell incident, the 'Crop Circles' of England, the 'Pentagon Aliens,' Scramjets and the UFOs that pass Pico Bolivar nearly monthly, Murdoch and Co., Cisneros and consorts leave us in total obscurantism.

Really, in the third millennium here on planet earth, the real level of 'information' and the true degree of 'education' about anything past, present or future that concerns the emancipation of the toiling masses is scanty, is woeful. About socialism, Marxism and the history of the class struggles of all working classes, in schools and universities, such themes have been expelled from modern socialization processes.

In the major global mass media, the eternal global avalanche of deliberately fabricated dis-information campaigns and of blatant big lies about Venezuela has already reached pathetic and criminal levels.

The war of ideas is fierce ... and we are not armed for the current ferocious battle, that precedes violent invasions.

Hence it is important to refresh our transhistoric memory again or at least for the very first time to think, to grasp, to study for ourselves the revolutionary praxis and theory of past liberators like Simon Bolivar, Jose Marti, Patrice Lumumba, Walter Rodney or Ho Chi Minh.

If we are interested in realizing socialism and emancipation on a world scale, a conditio sine qua non is to study the anti-capitalist acts and ideas of the living fathers of scientific and philosophic socialism, Karl Marx and Friedrich Engels, especially their 'Communist Manifesto', the first scientific and philosophic proletarian theory of globalization, its inherent dialectical contradiction, its bourgeois affirmation and its proletarian negation.

Of course, unlike Plato or Jesus Christ, who lived millennia ago, many of us think that Marx and Engels, who were still alive in 1883 and 1897, are 'obsolete' and that they do not merit the current headlines of global breaking news. This ideological phraseology is very far from the burning truth. Marxist scientific and philosophic socialism was never so up to date as today.

In fact, in his speech of August 25, 2007, concerning constitutional reform, twice President Hugo Rafael Chavez Frias scientifically used a central Marxist concept 'praxis' (the original German concept that Marx used). We know that in his social class analysis Aristotle used it to differentiate the 'speaking tool' from the 'zoon politikon', from the polis citizen. However, more and more, instead of ideological "practice," Marxist theoretical 'praxis' is gaining ground in Venezuela.

Erudite socialist scholars know that the 'Communist Manifesto,' written nearly 160 years ago by Karl Marx and Friedrich Engels (at the eve of the 1848 revolutions in Europe) is the most powerful political document ever written and it still remains one of the most popular pamphlets. In fact, "according to the Guinness Book of Records it remains second only to the Bible as the highest selling book ever. Last year when a new pocket sized edition was produced in Britain the publishers were amazed that over 60,000 copies were sold."

Nowadays Karl Marx still makes global headlines.

For example, two years ago, according to the British 'Sunday Times' of June 19, 2005, in an article "Karl Marx takes lead in BBC poll of philosophers," reporting about a philosophic poll, we learn that :even "Melvyn Bragg, presenter of 'In Our Time,' is puzzled by Marx� lead. He said he would vote for Kant, an 18th-century German who is championed in the poll by A C Grayling, reader in philosophy at Birkbeck College, University of London."

Yes, Karl Marx won BBC Radio 4�s poll of 2005 as the �greatest philosopher." The 'Times' confirmed this, with the following headline: "Wotsisname, the world�s No 1 genius -- He has been voted the greatest intellectual, but few know who he is."

This is precisely the problem.

The truth about Marxism is being wiped out of the memory of revolutionary humanity by the corporate masters of the universe. We should not play their reactionary ideological tune, their murderous game, we should not participate in their exploitative practice.

This is why Venezuelan socialism has to be introduced to real living contemporary Marxism, and vice versa, starting with the 'Communist Manifesto' itself, which we will introduce in a series of simple popular articles, to underline its current relevance for the Bolivarian Revolution.

True to historic truth, we emphasize that Marx was not only the "greatest philosopher" or "No 1 genius," together with his socialist comrade Friedrich Engels, they developed the first scientific economic explanation of the operation of the tendential developmental laws of the mode of production of capitalism. They formulated the first theory of globalization. Among other things, in his articles concerning the Far East, Marx foresaw the coming into being of a type of International Monetary Fund or World Bank. Above all, together they developed revolutionary praxis and theory for the world proletariat, which are prerequisites for the introduction of modern scientific and philosophic socialism.

Capitalism has globalized itself, but it has not left the philosophic limits of Marxist analysis, for example, those described in Capital, it has to transcend the "Socialism or Barbarism" Rubicon of Rosa Luxemburg in order to become obsolete. As the philosopher Kant explained, things are becoming fully recognizable, in this sense, socialism is approximating its heyday too.

Hence, what is the historical context of the Communist Manifesto, of the specter that haunts capitalism to this very day? Why the fear about Castro-Communism?

Why does international capital hate President Chavez with such international abomination?

From the cradle to the grave, all over in centers of official, bourgeois, capitalist education, Marxism became a taboo, was witch-hunted, was surreptitiously eliminated from the curricula of the schools and universities. What is worse, a century of bloody "socialist revolutions" against subjugation, made in the name of "Marxism-Leninism," were prematurely aborted by imperialist terror and Marx was declared obsolete. To crown it all, many revolutionaries swallowed all this anti-Marxism hook and sinker.

Merely seeing who all hate Marxism, that is, identifying the very same ones who plunder the world, is enough reason for a proletarian to begin studies in Marxism, in socialism. However, it is not a matter of just picking up a pamphlet, published in millions and millions of copies, in nearly all the major languages of the world, and then to cast it aside, because the only understandable thing is the opening sentence: "A specter is haunting Europe -- the specter of Communism."

The Miami reactionary 'gusanos' (anti-socialist worms in 'exile') immediately would lament 'Castro-communism'; the red 'Chavistas without Chavez' suddenly would begin to self deny their humble original Christian roots, and would fear that President Chavez will definitely nationalize their private property, their boxes filled with imported whiskey.

As such, nobody will ever know what Marxism is all about.

Before we could talk about a possible obsolescence, to understand and apply the transhistoric praxical and theoretical weapons of Marxist proletarian world emancipation, at first, certain factors have to be taken into urgent scientific consideration.

We have to understand that the authors of this transcendental document only became "Marxists" around 1843, only a few years before the 1848 revolutions. In fact, Engels became a "Marxist" even before Marx himself. This indicates that the qualitative leap from utopian to scientific socialism was already in the revolutionary air of revolutionary Europe. Marx and Engels were just active secretaries of the proletarian "world spirit." In the 'Communist Manifesto,' they were formulating the transhistoric abc of future global socialist, communist and emancipatory workers struggles against capitalism as a mode of destruction. .

However, especially for the current Bolivarian Revolution, to fully understand this document, which is surpassed only by the "Holy Bible" certain educational steps, which we cannot elaborate in a single article are indispensable. In future contributions, directly reflecting their relevance for the Bolivarian Revolution, we will continue with this important revolutionary task.

To understand scientific and philosophic socialism, that is, Marxism, to comprehend why socialist parties cannot be introduced from above, by decree or directive, necessitates a well organized and planned educational 'mission,' within the context of a wider cultural revolution. Surely, in the epoch of globalization, without socialist praxis and theory, without proletarian grassroots and without a thorough knowledge of the following historic realities, out of ignorance, to anybody in Venezuela Marxism would appear as being 'obsolete' since ages already:

a) The historical background of the Communist Manifesto.

b) The intellectual ferment in Europe around 1848.

c) The development from national to international political economy.

d) The development from German classical idealist philosophy to bourgeois mechanical materialism, to international proletarian historical, dialectical materialism.

e) The master, slave, labor and alienation relations in modern capitalist industrial society.

f) The birth of Marxism as negation within the French and Industrial Revolutions in Europe and elsewhere.

g) The political praxical-theoretical essence of the Communist Manifesto and its relevance for any anti-capitalist revolution in Venezuela, Latin America or anywhere else.

h) In the 21st Century the emancipatory dialectics between living Marxism and the Bolivarian Revolution, in the battle 'socialism or barbarism.'

Obviously all these we cannot treat extensively in a few commentaries, on the contrary they merit a series of workshops and intensive popular participation and real field work; in reality, as stated before, we urgently need a "Mission Marx," better even, a Socialist People's University. The latter in embryo already exists in Merida.

In Venezuela, over the last quarter of a century, as political science and philosophy professor of the University of The Andes, I was teaching precisely the above. Many leading Bolivarians in strategic political positions have received Marxist training in my graduate and post-graduate lectures, classes and seminars, have also read my books on the above topics. However, more than ever, within the Bolivarian Revolution a critical, constructive renaissance of revolutionary Marxism is indispensable, is inevitable.

Currently, in our local study circles of the future Bolivarian socialist 'militantes' this praxical training continues in the discussions of the foundation of people's socialist universities, political parties and the debate on constitutional reform, for example, the Marxist concept of private property of the means of production, as differentiated from simple wares on the market, like a car or toothbrush.

In future commentaries we will elaborate the important themes with reference to the Communist Manifesto and Bolivarian socialism as delineated above. In the global struggle against metropolitan modern fascism to ignore the transhistoric arms of real Marxist science and true philosophy, is simply bordering on reckless "adventures," is to program a series of genocidal and suicidal disasters right from the very start.

More international caricatures of Marxism, like those of Stalinism or National Socialism, we cannot tolerate, they would shed rivers of international innocent blood; for example, like the horrible agony of the massacred scores of millions of victims of the heinous intra-imperialist Second World War, a direct result of an over-productive capitalism in severe economic crisis, and not of the so much glorified, noble Democracy fighting 'national socialist' fascism.





Chapter Two: Venezuela's Bolivarian Socialism: The Historic Birth of Marxism

Any social act, human theory or natural event of transcendental significance has to be placed in its real transhistoric context. If two millennia ago, Jesus Christ really had lived in human history, then, like any one of us, he was born in a specific age, where he could address the 'philistines,' 'pharisees' and the "generation of vipers' of his time.

Definitely he could not call them 'golpistas,' 'escualidos' or 'CIA paramilitary troops.'

Similarly, Marx and Engels were born in a specific time and place, could not present a 'Sermon on the Mount' to the workers who participated in the 1848 revolutions in Europe; also, in 1819 Simon Bolivar could not have addressed a congress in Ciudad Bolivar, but in Angostura.

Furthermore, in 2007, Chavez has no possibility to discuss constitutional reform in Angostura. All this also applies to the Communist Manifesto, to concepts and their social meanings. In other places and times, terms like 'metaphysics,' 'speculation,' 'praxis,' 'ideology,' 'social democracy,' 'national socialism' or 'revolution' have different meaning, even contradictory connotations. Jesus Christ and Karl Marx could utter the sane sentence and mean two things totally distinct. Hence we should be very careful. Words do not, cannot think for us; thinking we have to do all for ourselves.

Thus, we do not think in words, in a collection of letters or phrases, they are just miserable tools. As revolutionaries, as philosophers, we reflect, conceptualize and theorize our reality; in other words, we think of, by and for ourselves. Till now we have not found a creative substitute for human thinking and thought. We have many Pavlov dogs, parrots and zombies in the Venezuelan 'opposition,' but, alas, among ourselves we have very few praxical thinkers and thoughtful theoreticians.

In a previous VHeadline article of August 27, 2007, we promised that "in future commentaries we will elaborate the important themes with reference to the Communist Manifesto and Bolivarian socialism as delineated above."

Keeping our revolutionary word, we will now spotlight the transhistorical situation in Europe at the beginning of the 19th century, by focusing on events that have a direct relation to the Bolivarian Revolution today.

Many historic tasks of the French Revolution are till this day still outstanding in Venezuela, especially in our "ideological" superstructure. Also the process of separating the Church and State is still incomplete, it even is a source of counter-revolution. Hence, let us begin with the "Holy Alliance" at the time of the Napoleonic wars in Europe.

It was formed in 1815, by a group of 'Christian princes' ruling by gottesgnadentum, that is, by monarchies by the grace of God, all invited by the then Czar of Russia, under the auspices of Austria and Prussia. As stated in the Communist Manifesto, then, practically all absolutist monarchs of Europe joined this counter-revolutionary feudal "Holy Club," that was aimed against bourgeois democracy, but also against utopian socialists and communists. The parallel to the current global, fascist 'Bush Family' and its allies everywhere against the Bolivarian Revolution is obvious: different ages but revolutionary similarities.

Inspired by the famous Austrian diplomat, Count von Metternich, what really happened at the Congress of Vienna, 1814-15?

In reality, the map of Europe had to be redrawn, a precondition for the epoch of monopoly capitalism, for the pro-imperialist, capitalist "Scramble For Africa" (1884-85). We need not tarry, giving data, who cheated who in Vienna, who robbed what and who got the 'lion's share.' In reality, it was the preparation for British industrialization and world hegemony; It all ended up with an alliance of "Christian States," with the "Quadruple Alliance" (Russia, Prussia, Austria and Great Britain).

Here we can see the important role of Christianity in defense of the ruling class status quo. Precisely in the superstructure, across Hegel, Feuerbach and Marx, religious criticism and critique of Christian religion were necessary to introduce a new proletarian science and philosophy, an earthly praxis and theory, a Communist Manifesto. This reflected itself in the famous workers' song of Marxist and non-Marxist socialists, the 'Internationale':

"No savior from on high delivers No trust we have in prince or peer Our own right hand the chains must shiver Chains of hatred, greed and fear. Ere the thieves will out with their booty And to all give a happier lot. Each at his forge must do his duty And strike the iron while its hot."

The Spanish version:

"Ni en dioses, reyes ni tribunos, está el supremo salvador. Nosotros mismos realicemos el esfuerzo redentor.

Para hacer que el tirano caiga y el mundo siervo liberar, soplemos la potente fragua que el hombre libre ha de forjar."

At that time, part of a very popular German song, still sung today, already expressed the revolutionary heart-beat of the Communist Manifesto, namely, the philosophic trend towards Marxist dialectical materialism as follows:

"Die irdische Trinität, Gott nachgeschaffen, So wie der Mensch sich widerholt im Affen." (The Trinity on earth, God imitated, just as man in monkey is recreated.)

In one of his latest addresses to the nation, President Hugo Rafael Chavez Frias revealed his personal opinion about Christian religion, as taught by the Church hierarchy which supports military coups against his democratic, legitimate government. Firstly, he revealed that he does not pray, secondly, that he does not believe in a heavenly structure above the earth in the sky, or in a hellish structure below the ground. He said, if this would have been true, then long ago already the astronauts and the drilling workers of PDVSA would have discovered them. Finally, he referred to the religious fallacy that after death one day we will see our beloved family members again.

However, in the spirit of Jesus Christ's sermon on the mount, he defended Bolivarian socialism but underlined that after death all of us will return to dust, to cosmic dust.

In the last analysis, this is precisely what the Communist Manifesto and the Internationale desired to convey, and which is a social contribution of the French Revolution towards human enlightenment and consciousness, towards the birth of Marxism, of scientific and philosophic socialism.

However, let us continue to illustrate the main traits of the revolutionary epoch of upsurging communism, of the negation of capitalism in Europe. Especially in England, between 1815 and 1830, the onslaught of upcoming capitalist forces of production progressively destroyed most of the vestiges of feudal, absolutist modes of production and ushered in the 'Industrial Revolution.' Immediately England took the lead, new factory towns like Manchester emerged.

In the glory of Adam Smith's 'good capitalism' the British manufacturers were fascinated by the Liberte to exploit poor workers, for the accumulation of capital generated by the French Revolution. On the other hand, as described in his work, 'The Condition of the Working Class in England in 1844,' Friedrich Engels described the coming misery and poverty of all future capitalist wage slaves, especially in the colonial and future neocolonial world.

The new upcoming liberal-democratic bourgeoisie defended 'liberte' with all its might, for its own class this meant 'free competition,' 'free trade,' in few words: laissez-faire, laissez passer.

Around 1830, continental Europe, mainly France, Belgium and parts of Germany, was still in feudal slumber, was basically rural and agricultural. In the following decade progressively it began to develop its own factory system, based on the age-old "working houses," originally invented in northern Italy centuries before.

For us in Venezuela, it is important to note that a social revolution is not a single Sunday afternoon window-shopping spree, it takes decades, is violent, is bloody, is a gigantic power struggle, is class struggle. Within this heavy continental class struggle the theory of proletarian class struggle, the Communist Manifesto was born. Currently, the emancipatory praxis and theory of the Bolivarian Revolution are also being born in a most contradictory global situation.

Even in Europe the French Revolution had to display a very tough battle to conquer bourgeois, capitalist, political power. Its local and foreign 'opposition,' the European 'Holy Sovereigns' and their 'think tank' Metternich were not impressed at all by the revolutionary novelties; by liberty, equality and fraternity; they preferred 'escualite.'

Like the current Venezuelan 'opposition,' they resisted with all sorts of State Power at their disposal; they accused the bourgeois leaders of being followers of 'terrorists,' of Robespierre, of being "communists" -- sans-culottes.

Precisely this is happening here in Venezuela to Chavez and the Bolivarians.

With all might the counter-revolutionary forces launched a galaxy of oppressive measures, unraveling basic functions of the future State: censorship, police surveillance, Spitzel, mouchards. All these things are still brand new today, and all this happened while Marx and Engels were still small boys, playing 'cops and crooks.' Hence, what a novelty must be the Communist Manifesto, Marxism today.

Just like in contemporary Latin America, spies, laws, imprisonment and executions attacked the vanguard of the bourgeois, democratic, capitalist revolution.

As political reaction against police and army terror, radical bourgeois democrats, workers and laborers and other defendants of the capitalist revolution united and organized themselves in secret societies, like the Carbonari, the coal-burners. In Germany, burschenschaften, fraternities came into existence. In France, the Bourbons, who never learned anything, and who never forgot anything, were replaced. The reactionary Charles X fled, and he was replaced by a 'bourgeois king,' by Louis Philippe of Orleans.

Between 1789 and 1848, the French Revolution was penetrating all the capillaries and atoms of feudal Europe, it challenged all previous modes of production, it struggled for total hegemony, for bourgeois, democratic, capitalist, global power. To topple it today, we have to do it much better.

Only after the victory against the 'Holy Alliance,' the wealthy French bourgeoisie could take over. Francois Guizot portrayed the 'esprit' of the new wealthy class of bankers, speculators and industrialists with the following slogan: Enrichissez vous! This was not "Know Thyself!," but "Enrich Thyself!"

All this at the cost of others, of laborers and workers, who always have to pull the chestnuts out of the fire for their capitalist masters.

This counter-revolutionary trend should not happen here in Venezuela.

In South Africa the 'sell-out' to imperialism happened within a decade and generated the coming into existence of a new rich black middle class. The millions of poor black workers are as miserable as ever.

Long before the birth of the Communist Manifesto, before the 1848 revolutions, the European workers, exploited by upsurging capitalism, revolted and began to organize and defend themselves as a pariah working class. In England, for example, after the Luddite revolts of 1811-12 and the smashing of factory machines, the British workers began to organize themselves against vile capitalist exploitation and to form independent workers' associations and trade unions.

From the onset bourgeois democratic capitalism had no mercy with laborers who interfered in the accumulation of capital, wealth, privileges and power. The Bolivarian Revolution experienced these violent merciless attacks in 2002 during the military coup and oil sabotage campaigns. Already in 1819 the British workers had their 'Caracazo,' the 'Massacre of Peterloo.'

What happened?

In Manchester, during a meeting of 60 000 protesting workers, police brutally intervened and suffocated the rebellion. Percy B. Shelley portrayed this event as follows:

"Rise, like lions after slumber, In unvanquishable number, Shake your chains to earth like dew Which in sleep has fallen on you. Ye are many, they are few!"

("Mask Of Anarchy")

Nevertheless, the British workers' struggle continued; it culminated in a frustrating 'Reform Act of 1832' and in the 'People's Charter' of 1838. A Chartist labor movement came into existence, which had a membership of over 40 000 workers in 1847. This happened while Engels was already writing the first version of the Communist Manifesto, revised by Marx.

On the continent, in 1834, the silk weavers of Lyons, the canuts, rebelled and took to the streets, followed by revolts in other cities. All workers' uprisings were brutally suppressed. Especially cruel was the "Massacre of Paris Rue Transnonain," perpetuated in the famous "Song Of The Weavers":

"Mais quand notre règne arrive Quand votre règne finira Alors nous tisserons le linceul du vieux monde Par on entend déjà la revolte qui gronde. --"

"When our reign arrives When your reign shall end Then we shall weave the shroud of the old world For hear! revolt is rumbling -- "

All these historic realities have produced scientific and philosophic socialism, Marxism, have created the Communist Manifesto.

As we can see, Marxism did not fall from the blue heavens, it is a transhistoric reality of capitalist society, it is its total dialectical negation.

In Germany, in the homeland of Marx and Engels, where one first, makes the revolution in the head, the Silesian Weavers launched their famous rebellion in 1844. Like everywhere, the watch-dog of capitalism, the bourgeois State authorities reacted with the usual authoritarian brutality. Let's listen to the German "Weaver's Song":

"Hier im Ort ist ein Gericht Viel schlimmer als die Fehmen,* Wo man nicht mehr ein Urteil spricht das Leben schnell zu nehmen."

"In this place there is a court Much worse than all the Fehmen Where no one needs a court and judge To quickly kill a person."

* medieval kangaroo courts.

This weavers' revolt became the central topic of Gerhard Hauptmann's famous play: Die Weber (1892).

Let's conclude this exposition of the historic context of the 'Communist Manifesto' with the excellent poem of Heinrich Heine, who gave us further details about this scandalous massacre:

"Im duestern Auge keine Träne, Sie sitzen am Webstuhl und fletschen dieZähne: (Des Leidens und Hungers ist genug); 'Deutschland, wir weben dein Leichentuch, Wir weben hinein den dreifachen Fluch -- Wir weben, wir weben.'"

"Without a tear in their grim eyes, They sit at the loom, the rage of despair on their faces: We have suffered and hunger'd long enough; 'Old Germany, we are weaving a shroud for thee And weaving it with a triple curse. We are weaving, weaving.'"

For further information, see the excellent work, Dirk J. Struik, BIRTH OF THE COMMUNIST MANIFESTO, International Publishers, New York, 1975.




Chapter Three: Venezuela's Bolivarian Socialism: Union,

Here in Venezuela, before we send out our intellectual reconnaissance battalions to search for socialist militants let's ponder logistically about the ontic barricades which are hindering us to follow certain complex, logical thought processes. Already the Communist Manifesto, even Napoleon, had warned us about the infiltrating ideologues and their counter-revolutionary practices of destabilization.

Here we will continue the VHeadline.com educational series concerning the transcendental relation between the Communist Manifesto and Bolivarian socialism.

In accordance with the theory of permanent revolution of Leon Trotsky, (which dialectically is based on the theories of the Communist Manifesto) by means of the scientific principle of equal, unequal and combined historical developments, contemporary Venezuela finds itself in Globalization, but as a result of colonial and neocolonial mechanisms, it still has to complete certain French revolutionary, bourgeois democratic tasks, for example, to develop a new logic, science and philosophy, to foster industrialization, modern technology and agrarian reform, and to complete the separation of medieval, obsolete Church and modern revolutionary State. For all these reasons, the Communist Manifesto, which is a historical product of the epoch of Simon Bolivar and Simon Rodriguez, of the development from nowhere existent, utopian to real, earthly scientific and philosophic socialism, is an urgent conditio sine qua non, as creative emancipatory guideline for Venezuelan, Bolivarian, democratic revolutionaries.

This is what Lenin meant by stating: Without theory, no revolution.

This is not an ideological phrase, a communist joke, it is a very serious matter of life and death!

In an easily understandable manner it is very difficult to describe the intellectual ferment in Europe in the wake of the 1848 revolutions.

However, we have no alternative, we need an urgent cultural revolution, that must deepen the very Bolivarian Revolution itself. Its socialist core necessitates popular education, participation and formulation of a scientific praxis and philosophic theory. This is a prime lesson of the very bourgeois, democratic, capitalist, global revolution.

Beyond any doubt nearly all of us do not belong to the 'cultured few,' to the haute bourgeoisie of Altamira or Plaza Francia, who have received a thorough, fundamental economic, humanistic, historic, philosophic, political and social 'education' in the Sorbonne, Frankfurt, Edinburgh, Oxford, Cambridge or Harvard. However, exactly our 'ignorance,' our 'backwardness,' our ostracism from the flesh pots of Europe, from fierce technological manipulation and indoctrination of global mass media, like CNN or RCTV, from its violent, exploitative life style, has made us immune to its cancerous, ideological germs of the specific genre: haute vulgarization, that is, haute alienation. In spite of severe religious indoctrination and a dangerous corporate mental holocaust, namely, the 'war of ideas' or full spectrum dominance, by and large, we in Venezuela still have preserved our bodily health and mental sanity.

This we demonstrated in April and December, 2002, by foiling a barbarian military coup within 47 hours, and by countering a gigantic oil sabotage, orchestrated by Washington D.C. within two months.

Around 1848, the democratic ideologues of upsurging capitalism were thinking very precisely, to confirm this, we just need to study their dialectics and heliocentrist physics and philosophy, the major works of Galileo, Kepler, Kant or Hegel. Thus, the revolutionary antagonists of Marx and Engels, of the proletariat, of communism, were merciless in their attacks, their thoughts and critique were sharp as razor blades.

Yet, as BBC polls of the 21st century verify, as philosopher, Marx beats them all, and some 'comrades' even daydream that Marx has become obsolete. We should suggest that these Miami geniuses or genii, that the 'think tanks' around Bush & Co. instead of formulating projects for a "New American Century,' should write for us the scientific, philosophic and creative 'Emancipatory Manifesto' of the third millennium.

Power-drunk the bourgeois philosophers of the Enlightenment aimed their mighty rational weapons at the medieval 'seat of knowledge,' at the feudal 'intellectus,' and all over France, the absolutist heads, who were ruling by the grace of God, were rolling like useless, dry bushes in the scorching god forlorn desert air.

Venezuela, this is what social revolution in capitalism is all about.

Without grasping capitalism at its very violent roots, at its politico-economic radix, that is, without becoming radical, becoming Marxist, we cannot lead a contemporary socialist world revolution to global human emancipation.

Why?

As described in the Communist Manifesto, because we have to tackle the gist of liberation, to get rid of all genres of private property class relations. We should not mix up things, we have to return all the micro-, meso- and macrocosmic means of production to their earthly owners, to the workers of the world. We have to transform them into creative, creating, emancipatory means of humanity.

On the other hand, before the birth of Marx and Engels, already in 1808, the German poet, dramatist and philosopher Johann Wolfgang von Goethe, in some well known passages of his 'Faust,' has predicted the progressive degeneration of 'human rights' in the coming bloody forward march of globalized capitalist army boots:

"Laws and rights move through the ages Like an unending slow disgrace. They hobble through the generations, And softly steal from place to place.
What clever was grows into nonsense And benefice becomes a plight. Unlucky grandson, you be pitied, Nobody offers you your right."
(All Quotations and translations are taken from: Dirk J. Struik, BIRTH OF THE COMMUNIST MANIFESTO, International Publishers, New York, 1975. )

However, in 1829, as stated in a previous article, at a time when Marx (born 1818) and Engels (1820) were still playing 'cops and crooks,' French thinkers like Saint-Armand Bazard (a utopian socialist who founded a secret society) and Barthelemy-Prosper Enfantin (a social, political, and economic theorist) were more emphatic about coming capitalist reality, they criticized and mentioned it's "evident" labor core: private property of the means of production.

We have historical evidence that indicates that Simon Rodriguez, the teacher of Simon Bolivar, when he was visiting Europe, had contact with such secret (utopian socialist) societies. This means that Bolivarian resistance against colonialism very early came into contact with non-Marxist utopian socialist ideas.

As stated before, Marxism, socialism or communism are earthly historical products of 19th century revolutionary reality. The Communist Manifesto is a revolutionary document that expresses the emancipatory core of all the rebellions, revolts and resistance of exploited labor forces, ever since the original accumulation of capital in Miletus, six centuries before the birth of Jesus Christ.

Marxist dialectics has taught us that one thing is an egg, another thing is a chicken, but something completely different is a hen which again can lay fresh, fertile eggs. Christian socialist seeds or utopian socialist plants are not identical with delicious, fresh, scientific, philosophic, socialist, exotic and erotic tropical fruits. Capitalism is a dominant mode of global production, is based on private property of the means of production; of our modern mode of production, socialism is its other side, is its exact opposite, is its contemporary negation, is Marxism.

Of course, one is free to modernize the concept 'socialism,' could fill it with Christian values and principles, with a theology of liberation, all this is excellent. However, this is not historical, scientific and philosophic socialism, is not the contradiction between Capital and Labor, between private property ownership of the means of production and "social or socialized property"; the latter concerns property-less physical and/or intellectual labor forces, to be sold as unequal exchange on the global labor market to the highest bidder or at legally regulated market prices.

With due loyal respect for all other forms of liberation, for all heroic endeavors to free Venezuela, this kind of 'mixed' or mixed-up socialism is not the negation of Venezuelan or world capitalism, as expressed in the Communist Manifesto as 'class struggle'. If we are not very careful, capitalism in white sheep clothing may soon devour all our true Bolivarian socialist forces.

Two decades before, in 1829, like a fata morgana reflecting a coming Marxist future, the utopians Bazard and Enfantin described socialist society:

"If sympathy proclaims that the exploitation of man by man must disappear completely; if it is true that mankind is moving toward a state of things in which all men, without distinction of birth, will receive from society according to their merits and be remunerated according to their work; then it is evident that the constitution of property must be changed." (See: The Birth of the Communist Manifesto, Australian Marxist Review, No. 39, February 1998)

One thing is sure, as explained in the Communist Manifesto and in later works, a real social revolution liberates new productive forces, which are not strangled by obsolete property relations. In spite of the economic sabotage, precisely this is currently happening in Venezuela, the economy is sky-rocketing, thanks to favorable oil prices. However, the corresponding intellectual ferment still begs to see the light, that is, the Bolivarian socialist 'moral y luces.'

Differently, between 1789 and 1848, we could witness a real 'Periclean Age' in revolutionary Europe; a rejuvenating intellectual ferment which probably would never ever dawn in the "Old World" again. In literature, arts, music, mathematics, science, philosophy and even religion, all over, overnight, genii, geniuses, and even expert jenny-asses, were sprouting like mushrooms out of the cold, pale, somber European soil. With pomp and glory, capitalism was ushered in. With high class it affirmed itself, with low class, it negated itself, attacked socialism and communism.

All over liberal, competitive capitalism, bourgeois production and reproduction lit up Dark Age Europe. Long before the birth of Marxism, famous French historians like Jacques Nicolas Augustin Thierry (1795-1856), Adolphe Thiers (1797-1877) and François Pierre Guillaume Guizot (1787-1874) already interpreted history as 'a struggle of social classes.'

History, as continued "class struggles" was in the revolutionary air, but this 'wind of change' is barely touching the stormy coasts of modern Venezuela. The last thing that socialists talk about here is 'class struggle.'

In the 19th century, long before Ernst Bloch or Ernesto Che Guevara, already confronted by the militant bourgeois revolutionaries, Friedrich Schiller (1759 � 1805), the German poet, philosopher, historian and dramatist had to address the 'New Man,' the homo faber, as follows:

"Alle Menschen werden Brueder!" (All Men Will Be Brothers!)

Of course, it was not quite clear whether all 'men' included all women, sisters, gypsies or Jews. As we know, because we have to study them at university level, all over Europe Keats, Goethe, Heine, Shelley, Dickens and Balzac dramatized artistically the new bourgeois heroism, epic majesty and revolutionary grandeur. Similarly, in the fields of social theory, Voltaire, Rousseau, Bentham, Montesquieu, Owen, Smith, Ricardo, Malthus and many others formulated theories of the State, political and economic theories.

For example, in his "Philosophy of History," Hegel, the philosophic tutor of Marx, differentiated the "wheat" from the "straw," like Marx, as racist, he called a spade a spade; a 'nigger' a 'nigger' (we dealt with this racist issue in a previous VHeadline commentary).

Furthermore, like most intellectuals of his time, Hegel celebrated the scientific and philosophic victories of the bourgeois, democratic, capitalist French Revolution as follows:

"It was a splendid sunshine, all thinking human beings have participated in celebrating this epoch."

Well, "all thinking human beings" were still European, were bourgeois, democratic and revolutionary.

However, long before Marx and Engels, utopian socialists and communists began to criticize the "natural order of capitalism"; William Godwin (1756 -1836) , the father of anarchism, demandded "political justice"; he considered the new capitalist state as the "root of all evil." Later another anarchist Joseph Proudhon would identify this evil as property, as plain robbery.

Earlier, Gracchus Babeuf (1760-1797), founder of the "Conspiracy Of The Equals," had already introduced 'conspiracy theory,' 'terrorism,' clandestine 'guerrilla warfare' into 'modern' globalized politics.

In Italy, Philippe Buonarotti (1761-1837) introduced French Babouvist conspiracy tactics to the "Illuminati." The utopian socialist efforts of Saint-Simon (1760-1825), Charles Fourier (1772-1837) and Robert Owen (1771-1850) are well-known; they radically influenced the socialist theories expressed in the "Communist Manifesto."

All these transhistoric developments, human endeavors and revolutionary efforts were made to avoid what is taking shape today, a nuclear conflagration of mankind, planned by a metropolitan power hungry megalomaniac ruling class.

Today still, trying to stop this apocalyptic global crash, in the fiery transhistoric speeches of President Hugo Chavez, addressing huge crowds in the streets of Caracas and elsewhere on the globe, the socialist war drums of the Communist Manifesto of Marx and Engels, of the French communards that stormed the heavens, can be heard reverberating with powerful staccatos across the globe: Union, Union, Workers of the World, Unite!

Chapter Four: Venezuela's Bolivarian Revolution currently in serious danger ... from within!

Four years after the death of Karl Marx, Friedrich Engels explained to us how his comrade, "the great founder of modern socialism, has sketched the new world outlook with the clarity and expressive power of genius." (See: Friedrich Engels, Preface to 'The Condition of the Working Class in England' , 1887 Edition)

Let us look very briefly at the contents of the famous Communist Manifesto:

Certainly, from our point of view, from the South, the above statement seems to be very very polemical indeed. We should not forget that already for Hegel Africa did not form part of world history, of world 'civilization'; furthermore, it was well-nigh impossible to launch class struggles in pre-colonial ancient epochs, in a world where primitive accumulation of capital did not yet exist and where slave and feudal societies could not be constructed as yet.

Our regions were even classified as "barbarian" or 'semi-barbarian' countries, but this was nothing new; the ancient Greeks also had called their 'uncivilized' northern 'British' and 'German' neighbors "barbarians."

In the Manifesto, Marx and Engels wrote:

"The bourgeoisie has subjected the country to the rule of the towns. It has created enormous cities, has greatly increased the urban population as compared with the rural, and has thus rescued a considerable part of the population from the idiocy of rural life. Just as it has made the country dependent on the towns, so it has made barbarian and semi-barbarian countries dependent on the civilized ones, nations of peasants on nations of bourgeois, the East on the West."

However, what is relevant here, especially for us in Venezuela and elsewhere, is the fact (already verified by history itself) that by 1848 nearly the whole world was already dancing around the French May pole, was singing the 'La Marseillaise,' was swinging the bourgeois tricolore and was marching down the global capitalist Champs Elysees towards coming European Nazism and fascism. Precisely this Marx and Engels were describing in the most powerful praxical and theoretical revolutionary document ever written. Later confirmed by Rosa Luxemburg, they warned that the revolutionary choice is communism or barbarism.

Marx and Engels explained that the bourgeoisie has created its own negation, its own non-bourgeoisie, the proletariat. This 'revolutionary' dialectical negation, the proletariat, is the only social class which has the 'historic' task to liberate mankind by annihilating the economic exploitation and political domination of man by man, by means of furthering the development of modern industrial technology. Of course, according to Marxism, like the bourgeoisie, the proletariat changes permanently.

Seen from a contemporary point of view, in a corporate world that has misused sophisticated technology and unilateral industrialization to develop apocalyptic arsenals of lethal, fatal and mortal weapons of mass destruction, the working peoples immediately will have to initiate powerful, alternative, incipient modes of self-defense, even invincible creative weapons of global emancipation. Measured by the rising internal and external ferocious attacks against Venezuela, this is even more valid for the Bolivarian revolution which has to radicalize itself urgently.

Currently the Bolivarian Revolution is in serious danger, from within!

In the second section of their historic document, Marx and Engels identified the 'communists' as the proletarian vanguard, as the most resolute, constant, advanced, revolutionary sector of the working classes. Later this communist vanguard will be described in more scientific detail by Lenin in his revolutionary theory of a new type of political party. Surely, this concerns the current construction of a revolutionary socialist party in Venezuela which logically has to place itself at the head of social transformation and revolution.

The third part mainly identifies the 'Communists,' the 'Communist Party,' but Marx and Engels also differentiated themselves from other existing utopian socialist and communist groups.

In the fourth section, they highlighted the theoretical position of communists in relation to other radical democratic groups or even to capitalist governments. Of course, provided that we know them, all these lessons are significant for the deepening of the Bolivarian revolution. According to Marx and Engels, without losing their proletarian identity, all communists have to adopt a non-sectarian political attitude, have to welcome and support all genuine democratic tendencies. In the construction of socialism in Venezuela, the above is imperative.

As a matter of interest, at that time, they saw Germany as the cradle of proletarian world revolution, because of its belated, impending bourgeois-democratic revolution. They were convinced that the German revolution could take a dialectical leap straight towards 'human emancipation' (Marx).

Finally, Marx and Engels declared, that they have nothing in common with any Illuminati, with any 'conspiracy sect.' Their clarion call was short and sweet: "Proletarians of All Countries, Unite!"

In faraway France, in the middle of the 19th century, in liberal, competitive capitalism, all this was reflecting the revolutionary workers' 'spirit' of the time. However, like today, this 'best of times' had its 'worst of times' (Charles Dickens); this age of light also generated an epoch of counter-revolution. of "democratic" obscurantism.

We really need revolutionary, juvenile, intellectual ferment in Venezuela. It is a creative epoch, a time of creation.

Our voices should go around the world, should tell the world in many tongues about our emancipatory naissance! We need the instruments, the technology, the websites and the radio programs to launch our democratic truth, our counter-attack against the diabolical Empire of Bush and Murdoch!

Surely, apart from Marx and Engels, Christian utopian socialists also took up arms against the capitalist Moloch. Victor Prosper Considerant (1808-1893), a Romantic Christian follower of the great utopian socialist thinker Charles Fourier, in counter-attack, published his own 'Manifesto of Democracy,' voicing his own slogan: "Our cause is the cause of God and of Humanity; our Banner that of Justice, of World Peace and of the Association of Peoples."

Nonetheless, what is significant for us is that Marx and Engels never denied their revolutionary indebtedness to the major bourgeois economic, philosophical, political and social achievements of their epoch. In his doctoral dissertation, Marx even gave ancient materialist philosophers like Democritus and Epicurus their scientific merit and credit within the new historical, materialist dialectical world outlook of human communism.

On March 5, 1852, Marx wrote to Joseph Wedemeyer:

"As far as I am concerned, I cannot claim the honor of having discovered the existence either of classes in modern society or the struggle between them. Bourgeois historians a long time before me have established the historical development of this class struggle, and bourgeois economists its economic anatomy."

As already expounded in the Communist Manifesto, Marx stated what he discovered:

(1) That the existence of classes is bound to definite historical phases of the development of production;

(2) That the class struggle necessarily leads to the dictatorship of the proletariat; and,

(3) That this dictatorship itself is only transitory, in the revolutionary process of abolishing all social classes, and of eventually establishing a classless, communist society.

Like in the case of President Chavez and of Venezuela, till today massively the ideologues of the metropolitan disinformation wars disseminate a galaxy of big lies about Marxism. All over we hear that Marx did not care about the individual, about human feelings and spirituality, that he was a cold-blooded 'communist monster' and has not developed any political psychology, not even a theory of human alienation.

Yes, comrades, it is folly to be wise!

Concerning Marx' conception of 'man' of the 'human being' and of the human species in totality, especially of the 'proletarian,' what is his concrete program?

We all should know that his point of departure is 'Beduerfnis,' want, human need. The interpretation of the whole 'human being' begins with human need.

Four years before writing the Communist Manifesto, in his 'Economic and Philosophic Manuscripts of 1844,' Marx stated:

"Man is first of all a natural being. As a natural being and a living natural being, he is endowed on the one hand with natural powers, vital powers ... these powers exist in him as aptitudes, instincts. On the other hand, as an objective, natural, physical, sensitive being, he is a suffering, dependent and limited being ... that is, the objects of his instincts exist outside him, independent of him, but are the objects of his need, indispensable and essential for the realization and confirmation of his substantial powers."

Hence, Marx suggested that within the socialist revolution we should develop our own 'vital powers,' that is, our creative powers; furthermore, we should especially develop our 'substantial powers,' that is, our emancipatory human powers.

Finally, now terminating this series of four introductory articles about the Communist Manifesto and its revolutionary socialist relevance for the Bolivarian Revolution in Venezuela and the world, allow me to quote extensively what I wrote on Labor Day 2003: "A specter is haunting the Fourth Reich ... the specter of Chavez!

All the oligarchic powers in Venezuela and abroad have entered into a fascist, neo-liberal alliance to exorcise this specter: Otto Reich and CAP, Aznar and Estanga, Ortega and Gaviria, 'Friends of Venezuela' and Enemies of 'Castro-Communism.' Where is the "party" in the 'opposition' that did not decry Chavez as a 'dictator,' as a 'tyrant'? Where is the anti-governmental 'stormtrooper of the apocalypse' that did not try to assassinate his character?

After the brutal massacre of dozens of Bolivarians, especially between April 11 and 13, 2002, after various serious attempts of political and economic coups, that normally no oppressive government ever would have survived, now Chavez is No.1 on the hit list of the mercenary 'Death Squads.'

With the most democratic constitution that the world ever has seen in the hand, for the majority of Venezuelans, for 85% of 24 million people, who have been languishing in critical misery and poverty over the last half-a-century, two things remain very clearly:

No puede ser! Uh, Ah, Chavez no se va! Their President must remain in power, if necessary, till 2021."