VENEZUELA NEWS BULLETIN
(VNB)
English & Spanish
PUBLICADO DESDE EL 12 DE ABRIL DE 2002.
September
8, 2007
EL FUTURO DEL MARXISMO EN LA ÉPOCA DE LA
GLOBALIZACIÓN
El Nacimiento del
Manifesto Comunista
Por: Franz J. T. Lee
(Versión revisada, octubre de 2007)
PANDEMONIUM ELECTRONIC PUBLICATIONS, MÉRIDA, VENEZUELA, OCTOBER, 2007.
http://www.oocities.org/stellairis/marxmanifesto.html
ENGLISH
VERSION BELOW:
Capítulo Uno: Socialismo
Bolivariano: Perspectiva
Histórica del Manifiesto Comunista Viviente (1)
El marxismo, al igual que la misma
Revolución Bolivariana no cayó del cielo azul, como maná importado,
sino es simplemente histórico, es un producto histórico del actual modo
de producción y destrucción, o sea del capitalismo. El marxismo es su
verdadera negación dialéctica, es una parte intrínseca de la propia
historia natural y humana, y de la auto-defensa revolucionaria de los
trabajadores.
Cualquier cosa histórica que se
encuentre en proceso dialéctico y que sea contradictoria, en otras
palabras, viva, nunca se puede volver obsoleta, nunca puede terminar en
el basurero de la historia.
Así que, condenar al marxismo de forma
miope y sin cerebro a la obsolescencia ideológica, significa primero un
llamado a la barbarie y a la ciega destrucción por parte del
capitalismo, luego la destrucción de la historia viviente y finalmente
la execración global de la propia humanidad.
No es extraño que el estalinismo, el
fascismo, el nazismo, el apartheid, el sionismo, el capitalismo, el
imperialismo, el neo-liberalismo, la democracia burguesa y la jerarquía
de la Iglesia sean todos anti-comunistas y anti-marxistas.
¿Deberíamos realmente sentir también su odio anti-trabajador? Por lo
tanto, por todas esas razones, como libertadores, tenemos que tener
mucho cuidado, tenemos que ser muy precisos en lo que decimos, lo que
hacemos y lo que diseminamos a escala global.
Dentro de la actual discusión teórica
de los futuros ‘militantes’ socialistas en Venezuela, referente a la
fundación del nuevo PSUV venezolano, así como la necesaria reforma
constitucional y especialmente a lo que debe ser la esencia política
del socialismo bolivariano, es cada vez más pertinente formular
nuestros proyectos gubernamentales, nuestras políticas y nuestros
conceptos operacionales con mucho cuidado; es decir, con la incisión
científica y la precisión filosófica necesarias.
Una práctica indiferente y repetitiva
acompañada por una correspondiente ideología osificada aprendida al
caletre, que generalmente utiliza ideas fijas obsoletas, absolutas y
absolutistas basadas en antiguas creencias opresivas, heredadas de una
época del pleistoceno donde reinaban las relaciones amo-esclavo,
ciertamente pondrán en peligro al socialismo bolivariano en su lucha de
vida o muerte contra el globofascismo metropolitano.
En el actual mundo apocalíptico de la
globalización, en el cual el imperialismo corporativo metropolitano ya
ha desarrollado y planificado el uso mortal de una tecnología oculta y
de armas de destrucción masiva contra las fuerzas laborales obsoletas,
somos muy pocos los capaces de reconocer el gran peligro en que se
encuentra la humanidad actualmente.
Miles de millones de los ‘condenados
de la tierra’ no tienen la más mínima idea sobre los proyectos de
guerra del pasado como lo eran ‘Manhattan’, ‘Paper Clip’, ‘Philadelphia
I y II’, ‘Phoenix I, II y III’, Mkultra, ‘Manchurian Candidate’,
‘Yellowcake’ o ‘Rainbow’.
Mucho menos sabemos sobre los
correspondientes proyectos sucesores que son lógicamente más
sofisticados aún.
Bienaventurada la ignorancia.
En cuanto a HAARP, el incidente de
Roswell, los ‘círculos de trigo’ de Inglaterra, los ‘Extraterrestres
del Pentágono’, los scramjet y los ovni que pasan por el Pico Bolívar
casi mensualmente, los señores Murdoch, Cisneros & Co. nos dejan en
el oscurantismo total.
Realmente, aquí en nuestro planeta
tierra, en el tercer milenio, es bastante insuficiente y triste el
verdadero nivel de ‘información’ y el grado de ‘educación’ sobre
cualquier cosa del pasado, presente o futuro, que tiene que ver con la
emancipación de las masas trabajadoras. En las escuelas y
universidades, los temas referentes al socialismo, marxismo y la
historia de las luchas de clases de todos los trabajadores, han sido
expulsados de los procesos modernos de socialización.
En los principales medios masivos
globales, la eterna avalancha de campañas de desinformación y las
mega-mentiras sobre Venezuela, fabricadas deliberadamente, ya han
alcanzado niveles patéticos y criminales.
La guerra de las ideas es feroz y no
estamos suficientemente armados para la actual batalla que precede a
las invasiones violentas.
Así que, es importante que volvamos a
refrescar nuestra memoria transhistórica o por lo menos que pensemos,
captemos y estudiemos por primera vez por nosotros mismos la praxis y
teoría revolucionaria de libertadores del pasado como lo eran Simón
Bolívar, José Martí, Patrice Lumumba, Walter Rodney y Ho Chi Minh.
Si estamos interesados en la
realización del socialismo y la emancipación a escala mundial, entonces
una conditio sine qua non es estudiar los actos y las ideas
anti-capitalistas de los padres vivientes del socialismo científico y
filosófico, Karl Marx y Friedrich Engels, especialmente su Manifiesto
Comunista, que fue la primera teoría proletaria científica y filosófica
de la globalización, su contradicción dialéctica inherente, su
afirmación burguesa y su negación proletaria.
Claro, al contrario a Plato o
Jesucristo, quienes vivieron milenios atrás, muchos pensamos que Marx y
Engels, quienes en 1883 y 1897 todavía estaban vivos, son ‘obsoletos’,
y que no se merecen los actuales titulares de las últimas noticias a
nivel global. Esta fraseología ideológica está muy lejos de la verdad
ardiente. El socialismo científico y filosófico marxista nunca era tan
actual como hoy.
De hecho, en su discurso del 25 de
agosto del 2007, cuando hablaba de la reforma constitucional, el
Presidente Hugo Rafael Chávez Frías utilizo dos veces un concepto
científico marxista central, que es la ‘práxis’ (el concepto original
alemán utilizado por Marx). Sabemos que en su análisis social de
clases, Aristóteles lo utilizó para diferenciar la ‘herramienta que
habla’ del zoon politikon, del ciudadano de la polis. Sin embargo, en
Venezuela la ‘práxis’ teórica marxista en lugar de la ‘práctica’
ideológica, gana cada vez más terreno.
Los académicos eruditos socialistas
saben que el Manifiesto Comunista, redactado hace casi 160 años por
Karl Marx y Friedrich Engels (en vísperas de las revoluciones europeas
de 1848), es el documento político más poderoso jamás escrito y que
sigue siendo uno de los panfletos más populares. De hecho, “según el
Libro Guinness, el Manifiesto Comunista permanece en segundo lugar
después de la biblia como libro más vendido de todos los tiempos. El
año anterior, cuando en Gran Bretaña se produjo una nueva edición en
miniatura, los publicadores quedaban sorprendidos ante el hecho de que
se habían vendido más de 60 mil copias.”
Hoy por hoy, Karl Marx sigue en los
titulares globales.
Por ejemplo, hace dos años, según el
Sunday Times británico del 19 de junio de 2005, en un artículo titulado
“Karl Marx lidera una encuesta de la BBC sobre filósofos”, que nos dice
que incluso “Melvyn Bragg, el representante de ‘In Our Time’ (En
Nuestro Tiempo) está confundido por el liderazgo de Marx. Dijo que
votaría por Kant, un filósofo alemán del siglo 18, quien en la encuesta
salió favorecido por A.C. Grayling, lector de filosofía en el Birkbeck
College de la Universidad de Londres.”
Sí, Karl Marx ganó la encuesta de la
Radio 4 de la BBC en el año 2005 como ‘filósofo más grande’. El Times
confirmó esto mediante el siguiente titular: “Cual es su nombre, el
genio número uno del mundo – Fue elegido el intelectual más grande,
pero pocos saben quién es él.”
Esto es precisamente el problema.
La verdad sobre el marxismo está
siendo borrada de la memoria de la humanidad revolucionaria por los
amos corporativos del universo. No deberíamos tocar su melodía
reaccionaria ideológica, jugar su juego asesino y no deberíamos
participar en su práctica explotadora.
Esto es la razón del por qué el
socialismo venezolano tiene que introducir el verdadero marxismo
contemporáneo viviente y viceversa, empezando con el propio Manifiesto
Comunista, lo cual nosotros introduciremos mediante una serie de
artículos populares y simples, para enfatizar su actual relevancia para
la Revolución Bolivariana.
Aferrados a la verdad histórica,
tenemos que resaltar, que Marx no sólo era el ‘filósofo más grande’ o
‘genio número uno’, sino que junto a su camarada socialista Friedrich
Engels, desarrolló la primera explicación científico-económica del
funcionamiento de las leyes tendenciales del desarrollo del modo de
producción capitalista. Formularon la primera teoría de la
globalización. Entre otras cosas, en sus artículos en cuanto al lejano
Oriente, Marx predijo la existencia de una especie de FMI o Banco
Mundial. Cabe destacar que conjuntamente desarrollaron una práxis y
teoría revolucionaria para el proletariado mundial, siendo estos los
prerrequisitos para la introducción del socialismo científico y
filosófico moderno.
El capitalismo se globalizó, pero no
salió de los límites filosóficos del análisis marxista, por ejemplo
aquellos mencionados en El Capital. El capitalismo tiene que trascender
el rubicón del ‘socialismo o barbarie’ de Rosa Luxemburg para volverse
obsoleto. Como lo explicó el filósofo Kant, las cosas se vuelven
totalmente reconocibles y en este sentido el socialismo también se
aproxima a su cima.
Así que, hay que hacerse la pregunta
de cuál es el contexto histórico del Manifiesto Comunista, del espectro
que espanta al capitalismo hasta el día de hoy. ¿Por qué tanto miedo
del ‘castro-comunismo?
¿Por qué el capital internacional odia
al Presidente Chávez con tanta abominación?
Desde la cuna hasta el féretro y en
todos los centros de la educación oficial burgués-capitalista, el
marxismo se convirtió en tabú, en casería de brujas y fue eliminado
clandestinamente de las agendas de escuelas y universidades. Peor aún,
todo un siglo de sangrientas ‘revoluciones socialistas’ contra la
subyugación, hechas en nombre del ‘marxismo-leninismo’, fueron
abortadas por el terror imperialista y Marx fue declarado obsoleto.
Para colmo, muchos revolucionarios se tragaron todo este anti-marxismo
con todo y anzuelo.
Solamente viendo quienes son los que
odian al marxismo, es decir, identificando a aquellos quienes saquean
al mundo, tiene que ser razón suficiente para que un proletario empiece
a estudiar el marxismo y el socialismo. Sin embargo, no es sólo un
asunto de agarrar un panfleto publicado por los millones en casi todos
los idiomas del mundo y después dejarlo a un lado, porque la única cosa
que se entiende es la frase introductoria: “Un espectro espanta a
Europa – el espectro del comunismo”.
Los ‘gusanos’ reaccionarios de Miami
inmediatamente lamentan el ‘castro-comunismo’; los ‘chavistas sin
Chávez’ con boina roja de repente auto-niegan sus humildes raíces
cristianas y temen que el Presidente Chávez definitivamente nacionalice
su propiedad privada y sus cajas de whisky importado.
De tal manera, nunca nadie sabrá de lo
que se trata el marxismo.
Antes de poder hablar de una posible
obsolescencia y para entender y poder aplicar las armas transhistóricas
práxicas y teóricas de la emancipación mundial proletaria marxista,
primero hay que tomar en cuenta urgentemente ciertos factores
científicos.
Hay que entender que los autores de
este documento trascendental se volvieron ‘marxistas’ sólo alrededor de
1843, pocos años antes de las revoluciones de 1848. De hecho, Engels se
volvió ‘marxista’ incluso antes del propio Marx. Esto indica que el
salto cualitativo del socialismo utópico al socialismo científico ya
estaba en el aire revolucionario europeo. Marx y Engels sólo eran
secretarios activos del ‘espíritu del mundo’ proletario. En el
Manifiesto Comunista formularon el abecedario transhistórico de las
futuras luchas de clase socialistas, comunistas y emancipatorias a
nivel global contra el capitalismo como modo de destrucción.
Sin embargo y esto vale especialmente
para la actual Revolución Bolivariana, para poder entender este
documento, que sólo fue superado por la Sagrada Biblia, en su totalidad
son indispensables ciertos pasos, los cuales no podemos elaborar en un
solo artículo. En futuras contribuciones continuaremos con esta
importante tarea revolucionaria, tratando de mostrar su relevancia
directa para la Revolución Bolivariana.
Para entender el socialismo científico
y filosófico, es decir, el marxismo, y para comprender el por qué los
partidos socialistas no se pueden implementar desde arriba mediante
decretos o directivas, se necesita una ‘misión’ educativa bien
organizada y planificada dentro del contexto de una revolución cultural
más amplia. Por cierto, en la época de la globalización, sin una teoría
y práxis socialista, sin raíces proletarias y sin un conocimiento
profundo de las siguientes realidades históricas, juzgando sólo por su
ignorancia, a cualquier venezolano le parecería ‘obsoleto’ el marxismo
ya desde hace mucho tiempo:
a) El fondo
histórico del
Manifiesto Comunista.
b) El fermento
intelectual en
Europa alrededor de 1848.
c) El desarrollo de
la economía
política nacional a la economía política internacional.
d) El desarrollo de
la filosofía
idealista clásica alemana al materialismo mecánico burgués y al
materialismo dialéctico histórico proletario internacional.
e) Las relaciones
amo, esclavo,
laborales y alienadas en la sociedad capitalista industrial moderna.
f) El nacimiento del
marxismo como
negación dentro de la revolución francesa e industrial en Europa y en
otras partes.
g) La esencia
política
práxico-teórica del Manifiesto Comunista y su relevancia para cualquier
revolución anti-capitalista en Venezuela, América Latina o en otras
partes.
h) La dialéctica
emancipatoria del
siglo XXI entre el marxismo viviente y la Revolución Bolivariana, y en
la batalla “socialismo o barbarie”.
Obviamente es imposible tratar todos
esos temas extensamente en unos pocos comentarios, al contrario, esos
merecen una serie de talleres, una intensa participación popular y un
verdadero trabajo de campo; en realidad, como dijimos anteriormente,
necesitamos urgentemente una ‘Misión Marx’ o mejor aún, una Universidad
Socialista del Pueblo. Esta última ya existe en forma embriónica en
Mérida.
En Venezuela, a través del último
cuarto de siglo, como profesor de ciencias políticas y filosofía en la
Universidad de los Andes, estuve enseñando precisamente lo antes
mencionado. Muchos bolivarianos hoy en posiciones políticas
estratégicas recibieron entrenamiento marxista en mis clases y
seminarios de pre y postgrado, y también leyeron mis libros sobre los
temas mencionados anteriormente. Sin embargo, hoy más que nunca es
indispensable e inevitable un renacimiento del marxismo revolucionario
crítico y constructivo dentro de la Revolución Bolivariana.
Actualmente, en nuestros círculos de
estudio locales de los futuros militantes socialistas bolivarianos
continua este entrenamiento práxico en las discusiones sobre la
fundación de universidades socialistas del pueblo, de partidos
políticos y el debate sobre la reforma constitucional, por ejemplo, el
concepto marxista de la propiedad privada de los medios de producción,
a diferencia de la propiedad de un simple producto del mercado como lo
es un carro o un cepillo de dientes.
En futuros comentarios elaboraremos
los temas más importantes relativos al Manifiesto Comunista y al
socialismo bolivariano descritos anteriormente. En la lucha global
contra el fascismo metropolitano moderno, ignorar las armas
transhistóricas de la verdadera ciencia y filosofía marxista, significa
simplemente orillarse en ‘aventuras’ temerarias, y programar desde el
comienzo una serie de desastres genocidas y suicidas.
No podemos tolerar más caricaturas
internacionales del marxismo como el estalinismo o el socialismo
nacional, porque derramarían ríos de sangre inocente; por ejemplo, como
pasó con la horrible agonía de millones de víctimas masacradas en la
Segunda Guerra Mundial intra-imperialista, que fue un resultado directo
de un capitalismo en sobre-producción y severa crisis económica, y no
de la tan glorificada y noble democracia que luchaba contra el fascismo
‘nacional socialista’.

Capítulo Dos:
Socialismo
Bolivariano: El Nacimiento
Histórico del Marxismo
Ante todo, algo didáctico. A cualquier
acto social, teoría humana o evento natural de significado
trascendental, hay que ubicarlo en su verdadero contexto
transhistórico. Si es verdad, que Jesucristo vivió hace dos milenios en
la historia humana, entonces también nació, como cualquiera de
nosotros.
Es decir, nació en una época específica, donde les pudo hablar a los
‘filisteos’, a los ‘fariseos’ y a una ‘generación de víboras’ de su
tiempo. Definitivamente no pudo llamarlos ‘golpistas’,
‘escuálidos’ o
‘paramilitares de la CIA’. De manera similar, Marx y Engels nacieron en
un tiempo y lugar específicos; no podían presentarles a los
trabajadores, que participaron en las revoluciones europeas de 1848, un
‘Sermón de la Montaña’; igual en 1819, Simón Bolívar no podía dirigirse
a un Congreso en Ciudad Bolívar sino en Angostura.
Además, hoy, en el año 2007, Chávez no
tiene la posibilidad de discutir la reforma constitucional en
Angostura. Todo esto también vale para el Manifiesto Comunista, para
los conceptos y sus significados sociales. En otros lugares y tiempos,
términos como ‘metafísica’, ‘práxis’, ‘ideología’, ‘democracia social’,
‘socialismo nacional’ o ‘revolución’ tienen un significado diferente,
incluso tienen connotaciones contradictorias. Jesucristo y Carlos Marx
pueden emitir la misma frase, pero con dos significados totalmente
distintos. Así que, deberíamos tener mucho cuidado. Las palabras no son
capaces de pensar por nosotros; somos nosotros mismos que tenemos que
pensar a solas.
Por lo tanto, no pensamos en palabras
o en una colección de frases, porque estas son solamente herramientas
miserables. Como revolucionarios, como filósofos, reflexionamos,
conceptualizamos y teorizamos nuestra realidad; en otras palabras,
pensamos de, por y para nosotros mismos. Hasta ahora no hemos
encontrado un sustituto creativo para el pensar y el pensamiento
humano. Tenemos muchos perros de Pawlov, loros y zombis en la
‘oposición’ venezolana, pero entre nosotros mismos hay muy pocos
pensadores práxicos y teóricos pensativos.
En un artículo anterior en
Vheadline.com del 27 de agosto de 2007, prometíamos que ‘en futuros
comentarios elaboraremos los importantes temas relativos al Manifiesto
Comunista y el Socialismo Bolivariano como delineados anteriormente’.
Comprometidos con nuestra palabra
revolucionaria, resaltaremos ahora la situación transhistórica en
Europa a comienzos del siglo XIX, enfocando aquellos eventos, que
tienen una relación directa con la Revolución Bolivariana en la
actualidad.
Muchas tareas históricas de la
Revolución Francesa, hasta el día de hoy, todavía están ausentes en
Venezuela, especialmente en nuestra superestructura ‘ideológica’.
También el proceso de la separación entre la iglesia y el Estado
todavía es incompleto, incluso es una fuente de la contrarrevolución.
Así que, comencemos con la ‘Sagrada Alianza’ en tiempos de las guerras
napoleónicas en Europa.
Fue formada en 1815 por un grupo de
‘príncipes cristianos’ que gobernaban por gracia de Dios, es decir, por
monarquías que fueron todas invitadas por el entonces Zar de Rusia,
bajo los auspicios de Austria y Prusia. Como fue comentado en el
Manifiesto Comunista, en entonces prácticamente todos los monarcas
absolutistas de Europa pertenecieron a este ‘club sagrado’ feudal de la
contrarrevolución, que fue dirigida contra la democracia burguesa, pero
también contra los socialistas utópicos y los comunistas. Son obvios
los paralelos de la actual ‘familia Bush’ globofascista y sus aliados
en todas partes contra la Revolución Bolivariana; son épocas diferentes
pero hay similitudes revolucionarias.
Inspirado por el famoso diplomático
austriaco, el Conde de Metternich, ¿Qué fue lo que realmente pasó en el
Congreso de Viena en 1814-15?
La respuesta es bien simple: era una
‘Lucha por Europa’, un intento contrarrevolucionario de restablecer el
‘viejo régimen’ feudal, aristocrático y clerical. Este tipo de
conspiración nos amenaza a diario.
En realidad, se tenía que re-dibujar
el mapa de Europa, que fue una pre-condición para la época del
capitalismo monopolista, para la ‘Lucha por África’, pro-imperialista y
capitalista (1884-85). No hay que quedarse atrás, hay que dar los datos
sobre quién engañó a quien en Viena, quién robó qué y quién se llevó
‘la mayor parte del pastel’. En realidad, esto fue la preparación de la
industrialización y hegemonía mundial de Gran Bretaña; todo terminó en
una alianza de los ‘Estados Cristianos’, con la ‘Alianza Cuádruple’
(Rusia, Prusia, Austria y Gran Bretaña).
Aquí podemos ver el rol importante de
la cristiandad en defensa del status quo de la clase dominante. Fue
precisamente en la superestructura, a través de Hegel, Feuerbach y
Marx, donde fueron necesarios el criticismo religioso y la crítica de
la religión cristiana, para introducir una nueva ciencia y filosofía
proletaria, una práxis y teoría terrenal, un Manifiesto Comunista. Esto
se reflejó en la famosa canción de los trabajadores de los socialistas
marxistas y no-marxistas, la ‘Internacional’:
“Ni en dioses, reyes ni tribunos,
está el supremo salvador.
Nosotros mismos realicemos
el esfuerzo redentor.
Para hacer que el tirano caiga
y el mundo siervo liberar,
soplemos la potente fragua
que el hombre libre ha de forjar.”
En este tiempo, una parte de una
canción alemana muy popular, que se sigue cantando hoy día, ya expresó
el latido del corazón revolucionario del Manifiesto Comunista, que es
la tendencia filosófica hacia el materialismo dialéctico marxista, de
la siguiente manera:
“Die irdische Trinität, Gott
nachgeschaffen,
So wie der Mensch sich widerholt im
Affen.” (Alemán)
“La Trinidad terrenal, imitando a Dios,
Justo como se repite el Hombre en el
Simio.”
En una de sus recientes cadenas
nacionales, el presidente Hugo Chávez reveló su opinión personal sobre
la religión cristiana, como fue enseñada por la jerarquía de la
iglesia, que apoya golpes militares contra su gobierno legítimo y
democrático. Primero, reveló que no reza, segundo, que no cree en una
estructura celestial encima de la tierra en el cielo, o en una
estructura infernal bajo tierra. Dijo, que si esto hubiera sido la
verdad, entonces ya desde hace mucho tiempo atrás, los astronautas y
los trabajadores de los taladros de PDVSA ya los hubiesen descubierto.
Finalmente, se refirió a la falacia religiosa, que después de la
muerte, un día volveremos a ver a nuestros queridos familiares.
Sin embargo, en el espíritu del Sermón
de la Montaña de Jesucristo, Chávez defendió al Socialismo Bolivariano,
pero resaltó, que después de la muerte todos nos volveremos polvo
cósmico.
En última instancia, esto es
precisamente lo que el Manifiesto Comunista y la Internacional
quisieron comunicar, que es una contribución social de la Revolución
Francesa hacia el esclarecimiento y la conciencia humana, hacia el
nacimiento del marxismo, del socialismo científico y filosófico.
Sin embargo, continuaremos ilustrando
las principales características de la época revolucionaria del
comunismo emergente, de la negación del capitalismo en Europa.
Especialmente en Inglaterra, entre 1815 y 1830, las fuerzas de
producción capitalistas emergentes destruyeron progresivamente la
mayoría de los vestigios del modo de producción feudal absolutista, que
introdujeron la ‘Revolución Industrial’. Inglaterra inmediatamente tomó
el liderazgo y así emergieron nuevas ciudades de fábricas como lo era
Manchester.
En la gloria del ‘buen capitalismo’ de
Adam Smith, los manufactureros británicos fueron fascinados de la
libertad para explotar a los trabajadores pobres, para la acumulación
de capital generada por la Revolución Francesa. Por otro lado, como fue
descrito en su trabajo, ‘La Condición de la Clase Trabajadora en
Inglaterra en 1844’, Friedrich Engels describió la venidera miseria y
pobreza de todos los futuros esclavos asalariados capitalistas,
especialmente en el mundo colonial y en el futuro mundo neo-colonial.
La nueva burguesía liberal democrática
emergente defendió la libertad con todo su poder, y para su propia
clase, esto significaba ‘ libre competencia ‘, ‘ libre comercio ‘, en
pocas palabras: laissez-faire, laissez passer (libertinaje en todo).
Alrededor de 1830, la Europa
continental, principalmente Francia, Bélgica y partes de Alemania,
todavía se encontraban en un letargo feudal, y eran básicamente rurales
y agrícolas. En la siguiente década Europa comenzó progresivamente con
el desarrollo de su propio sistema de fábricas, basado en las ‘casas de
trabajo’ añejas, originalmente inventadas en Italia del Norte hace
siglos. En el plano político, la lucha de poderes se reflejó en las
ondas revolucionarias y rebeldes que sacudieron a Europa alrededor de
1830.
Para nosotros aquí en Venezuela es
importante notar, que una revolución social no es un paseo de compras
el sábado por la tarde, al contrario, es un proceso de décadas,
violento y sangriento, es una gigantesca lucha de poderes, una lucha de
clases. El Manifiesto Comunista nació como teoría de la lucha de clases
proletaria dentro de esta grave lucha de clases continental.
Actualmente la práxis y teoría emancipatoria de la Revolución
Bolivariana también están naciendo en una situación global altamente
contradictoria.
Incluso en Europa la Revolución
Francesa tenía que emprender una batalla muy dura para conquistar el
poder político burgués-capitalista. Su ‘oposición’ local y extranjera,
los ‘soberanos sagrados’ europeos y su ‘think tank’, Metternich, no se
dejaron impresionar en absoluto por las novedades revolucionarias que
eran la libertad, la igualdad y la fraternidad; más bien prefirieron el
escualidismo.
Al igual que la actual ‘oposición’
venezolana, resistieron con toda clase de poder estatal a su
disposición; acusaron a los líderes burgueses de ser simpatizantes del
‘terrorista’ Robespierre o de ser ‘comunistas’. Es precisamente esto lo
que está ocurriendo aquí en Venezuela con Presidente Chávez y nuestros
bolivarianos.
Con todo su poder, las fuerzas
contrarrevolucionarias lanzaron una galaxia de medidas opresivas,
revelando las funciones básicas del futuro Estado: la censura, la
vigilancia policial, los espías (Spitzel), los informantes. Todas esas
cosas son actuales hasta el día de hoy, y todo esto ocurrió mientras
Marx y Engels eran niños, jugando policía y ladrón.
¡Vaya, qué novedad tiene que ser el Manifiesto Comunista y el marxismo
hoy en día!
Al igual que en la América Latina
contemporánea, los espías, las leyes, los encarcelamientos y las
ejecuciones atacaron a la vanguardia de la revolución burguesa
democrática capitalista. Como reacción política contra el terror
policial y del ejército, los demócratas burgueses radicales, los
trabajadores y otros defensores de la revolución capitalista se unieron
y se organizaron en sociedades secretas, como los Carbonari, los
quemadores de carbón. En Alemania llegaron a existir las fraternidades,
los ‘Burschenschaften’. En Francia se reemplazaron los 'Bourbon',
quienes nunca aprendieron nada y quienes nunca olvidaron nada. El
reaccionario Carlos X huyó y fue reemplazado por un ‘rey burgués’, por
Louis Philippe de Orleáns.
Entre 1789 y 1848, la Revolución
Francesa penetró todos los capilares y átomos de la Europa feudal, retó
todos los modos de producción anteriores, luchó por la hegemonía total
y por el poder global burgués democrático capitalista.
Para tumbar este poder hoy por hoy, tenemos que hacerlo mucho mejor.
Fue sólo después de la victoria contra
la ‘Sagrada Alianza’ que llegó el turno de la burguesía francesa.
Francois Guizot retrató el ‘espíritu’ de la nueva clase pudiente de
banqueros, especuladores e industriales con el lema siguiente:
¡Enrichissez vous!
Esto no era ‘¡Conócete a ti mismo!’,
sino ‘¡Enriquécete a ti mismo!’
Todo esto a los hombros de los demás,
es decir, de los trabajadores que siempre tienen que hacer el trabajo
sucio a sus amos capitalistas.
No hay que dejar que ocurra esta
tendencia contrarrevolucionaria aquí en Venezuela.
En Sudáfrica, por ejemplo, la
‘subasta’ al imperialismo ocurrió dentro de una década y generó la
existencia de una nueva clase media negra rica. Los millones de
trabajadores pobres negros andan en la miseria de siempre.
Mucho antes del nacimiento del
Manifiesto Comunista y antes de las revoluciones de 1848, los
trabajadores europeos, explotados por el capitalismo emergente, se
rebelaron y comenzaron a organizarse y defenderse como clase
trabajadora paria. En Inglaterra, por ejemplo, después de las revueltas
de 'Luddite' de 1811-12 y la demolición de las maquinarias de fábrica,
los trabajadores británicos comenzaron a organizarse contra la vil
explotación capitalista y a formar asociaciones independientes de
trabajadores y sindicatos.
Desde el comienzo el capitalismo
burgués-democrático no tenía piedad con los trabajadores que
interfirieron en la acumulación de capital, riqueza, privilegios y
poder. La Revolución Bolivariana experimentó estos violentos ataques
despiadados en el año 2002 durante el golpe militar y el sabotaje
petrolero. Ya en 1819 los trabajadores británicos tenían su ‘Caracazo’,
la ‘Masacre de Peterloo”.
¿Qué fue lo que ocurrió?
En Manchester, durante una reunión de
60.000 trabajadores protestando, intervino brutalmente la policía y
sofocó la rebelión. Percy B. Shelley comentó este evento de la manera
siguiente:
“Rise, like lions after slumber,
In unvanquishable number,
Shake your chains to earth like dew
Which in sleep has fallen on you.
Ye are many, they are few!” (Original)
“Levántense, como los leones al
despertarse,
Inconquistable en número,
Sacuden sus cadenas y láncenlas al
piso como el rocío
Que se les cayó encima durmiendo.
¡Vosotros son muchos, ellos son pocos!”
No obstante, continuó la lucha de los
trabajadores británicos; culminó en una frustrante ‘Acta de Reforma de
1832’ y en la ‘Carta del Pueblo” de 1838. Llegó a existir un movimiento
laboral cartista, que en 1847 consistió en más de 40.000 miembros
trabajadores. Esto ocurrió mientras Engels ya estaba redactando la
primera versión del Manifiesto Comunista, luego revisada por Marx.
En el continente, en 1834, los
tejedores de seda de Lyons, los canuts, se rebelaron y se lanzaron a
las calles, seguidos por otras revueltas en otras ciudades. Todos los
levantamientos de los trabajadores fueron brutalmente reprimidos.
Especialmente cruel era la ‘Masacre de Paris Calle Transnonain’,
perpetuada en la famosa ‘Canción de los Tejedores’:
“Mais quand notre règne arrive
Quand votre règne finira
Alors nous tisserons le linceul du
vieux monde
Par on entend déjà la revolte qui
gronde. –” (Original en Francés)
“Pero cuando llega nuestro reino
Cuando vuestro reino terminará
Entonces tejeremos la mortaja del
viejo mundo
¡Escuchen! Como retumba la revuelta. –”
Todas esas realidades históricas han
producido el socialismo científico y filosófico, el marxismo, y han
creado el Manifiesto Comunista.
Como podemos ver, el marxismo no cayó
del cielo azul, sino es una realidad transhistórica de la sociedad
capitalista; es su negación dialéctica total.
En Alemania, que era la patria de Marx
y Engels, donde uno hace la revolución primero en la cabeza, los
tejedores silesianos lanzaron su famosa rebelión de 1844. Como en todas
partes, el perro guardián del capitalismo, que son las autoridades del
estado burgués, reaccionaró con la brutalidad autoritaria acostumbrada.
Escuchemos la ‘Canción Alemana de los Tejedores’:
“Hier im Ort ist ein Gericht
Viel schlimmer als die Fehmen,*
Wo man nicht mehr ein Urteil spricht
das Leben schnell zu nehmen.”
(Original en Alemán)
“Aquí en este lugar hay una corte
Mucho peor que el juicio sumarísimo,
Donde ya no se necesita una sentencia
Para quitarle la vida a cualquiera”.
Esta revuelta de los tejedores se
convirtió en un tema central de la famosa obra de Gerhard Hauptmann,
Die Weber (Los Tejedores), 1892.
Concluimos esta exposición del
contexto histórico del Manifiesto Comunista con el excelente poema de
Heinrich Heine, quien nos brindó más detalles sobre esta escandalosa
masacre:
“Im duestern Auge keine Träne,
Sie sitzen am Webstuhl und fletschen
dieZähne:
(Des Leidens und Hungers ist genug);
‘Deutschland, wir weben dein
Leichentuch,
Wir weben hinein den dreifachen Fluch
--
>
Wir weben, wir weben.’’ (Original)
“Sin una lágrima en sus ojos sombríos,
Sentados en el telar crujiendo los
dientes:
(Ya basta el sufrimiento y el hambre);
‘Alemania, tejemos tu mortaja,
E inter tejemos en ella la triple
maldición –
Tejemos, tejemos.’”
Para más información, véase el excelente trabajo de Dirk J. Struik,
Birth of the Comunist Manifesto (Nacimiento del Manifiesto Comunista),
International Publishers, New York, 1975.

Bapítulo:
Tres: Socialismo
Bolivariano: Unión, Unión, ¡Trabajadores del Mundo, Unios! (3)
Aquí en Venezuela,
antes de que enviemos a nuestros batallones intelectuales a buscar
militantes socialistas, sería mejor que reflexionemos logísticamente
sobre las barricadas ónticas, que nos inhiben en seguir ciertos
procesos lógicos y complejos del pensamiento. Ya fueron el Manifiesto
Comunista e incluso Napoleón, los que nos advirtieron sobre la
infiltración de los ideólogos con sus prácticas contrarrevolucionarias
de desestabilización.
Aquí continuaremos
con la serie educativa de Vheadline.com referente a la relación
trascendental entre el Manifiesto Comunista y el Socialismo Bolivariano.
De acuerdo con la
teoría de la revolución permanente de León Trotski (que se basa
dialécticamente en las teorías del Manifiesto Comunista), por medio del
principio científico del desarrollo histórico igual, desigual y
combinado, la Venezuela contemporánea se encuentra en la globalización;
pero como resultado de los mecanismos coloniales y neo-coloniales,
todavía le queda por completar ciertas tareas burgués-democráticas de
la Revolución Francesa, por ejemplo, el desarrollo de una nueva lógica,
ciencia y filosofía, el fomento de la industrialización, de la
tecnología moderna y de la reforma agraria, y por último, completar la
separación de la Iglesia medieval obsoleta y el Estado revolucionario
moderno.
Por todas esas
razones, es el Manifiesto Comunista, este producto histórico de la
época de Simón Bolívar y Simón Rodríguez, de la época del desarrollo
del socialismo utópico (no existente) al socialismo científico y
filosófico terrenal, el que representa una conditio sine qua non
urgente, una guía emancipatoria creativa, para los revolucionarios
democráticos bolivarianos de Venezuela.
Si ignoramos los
descubrimientos siempre verdes del Manifiesto Comunista y del Capital
de Marx, entonces ciertamente será imposible que hagamos cualquier
revolución social moderna.
Esto fue lo que
quiso decir Lenin cuando dijo: sin teoría no hay revolución.
Esto no es una
frase ideológica o un chiste comunista, sino es un asunto muy serio de
vida o muerte!
Describir de una
manera entendible el fermento intelectual en Europa, en vísperas de las
revoluciones de 1848, resulta ser una tarea bien difícil.
Sin embargo, no
tenemos alternativa, necesitamos urgentemente una revolución cultural,
que profundice a la propia Revolución Bolivariana. Su esencia
socialista necesita la educación y la participación popular, tanto como
la formulación de una práxis científica y una teoría filosófica. Esto
es una lección principal de la revolución global
burgués-democrático-capitalista.
No cabe duda, que
casi nadie de nosotros pertenece a los pocos ‘culturizados’ de la alta
burguesía de Altamira de la Plaza Francia, que han recibido una
‘educación’ profunda, principalmente económica, humanística, histórica,
filosófica, política y social en las universidades de la Sorbonne, de
Francfort, Edinburgo, Oxford, Cambridge o Harvard. Sin embargo, son
exactamente nuestra ‘ignorancia’, nuestro ‘retraso’ y nuestro
ostracismo por esos importantes centros europeos, por la feroz
adoctrinación y manipulación tecnológica de los medios masivos, como lo
son CNN o RCTV, por su estilo de vida violento y explotador, los que
nos han hecho inmunes a sus gérmenes cancerígenos e ideológicos del
género específico de la vulgarización extrema, es decir de la
alienación extrema.
A pesar de una
severa adoctrinación religiosa y de un peligroso holocausto mental
corporativo, es decir, de una ‘guerra de ideas’ del dominio de pleno
espectro, que hace estragos en todas partes, los venezolanos todavía
hemos preservado nuestra salud corporal y mental.
Esto lo hemos
demostrado en abril y diciembre de 2002, barriendo un golpe militar
bárbaro dentro de 47 horas y contrarrestando un gigantesco sabotaje
petrolero, orquestado por Washington, dentro de dos meses.
Alrededor de 1848,
los ideólogos democráticos del capitalismo emergente solían pensar de
manera muy precisa; para confirmar esto, sólo hay que estudiar su
dialéctica, su física y filosofía helio centristas, las obras
principales de Galileo, Kepler, Kant o Hegel. Así que, los antagonistas
revolucionarios de Marx y Engels, del proletariado y del comunismo,
fueron despiadados en sus ataques; sus pensamientos y su crítica eran
afiladas como hojillas.
Y aún, como lo
verifican las encuestas de la BBC del siglo XXI, como filósofo, Marx
les gana a todos, a pesar de que algunos ‘camaradas’ todavía sueñan con
que Marx se ha vuelto obsoleto. Sugerimos que estos genios de Miami y
sus ‘think tanks’ que rodean a Bush y compañía, en vez de formular
proyectos para un ‘Nuevo Siglo Americano’, fuera mejor que nos
escribieran el ‘Manifiesto Emancipatorio’ científico, filosófico y
creativo del Tercer Milenio.
Ebrios del poder,
los filósofos burgueses de la Ilustración dirigieron sus poderosas
armas racionales hacia la ‘silla de la sabiduría’ medieval, hacia el
‘intellectus’ feudal, y a través de toda Francia rodaron las cabezas
absolutistas, que habían gobernado por gracia de Dios, como paja seca e
inútil en el aire ardiente del desierto abandonado por Dios.
Ojo Venezuela,
esto es de lo que se trata la revolución social en el capitalismo.
Sin capturar el
capitalismo por sus propias raíces violentas, por su radix
político-económica, es decir, sin volverse radical, volverse marxista,
no podemos liderar una revolución mundial socialista contemporánea
hacía la emancipación humana global.
¿Por qué?
Bueno, como fue
explicado en el Manifiesto Comunista, porque tenemos que agarrar la
esencia de la liberación, para liberarnos de todo tipo de relaciones
clasistas de la propiedad privada. No deberíamos mezclar las cosas.
Tenemos que devolverles a sus dueños terrenales, los cuales en realidad
son los trabajadores del mundo, todo aquello que son los medios de
producción a nivel micro, meso y macro cósmico. Es más, hay que
transformar estos en medios creativos, creadores y emancipatorios de la
humanidad.
Por otro lado,
antes del nacimiento de Marx y Engels, ya en 1808, el poeta, dramaturgo
y filósofo alemán Johann Wolfgang von Goethe, en algunos de sus bien
conocidos pasajes del ‘Faust’, predijo la degeneración progresiva de
los ‘derechos humanos’ con el venidero avance sangriento de la bota
militar capitalista globalizada:
“Leyes y derechos
cambian a través de los tiempos,
Como una desgracia
lenta y sin fin.
Cojean a través de
las generaciones,
Y suavemente roban
de lugar en lugar.
Lo que era listo
se convierte en estupidez,
Y el beneficio se
vuelve condición.
Nieto infeliz, das
lástima,
Nadie te ofrece tu
derecho.”
(Todas las citas y
traducciones son de: Dirk J. Struik, BIRTH OF THE COMMUNIST MANIFESTO
(Nacimiento del Manifiesto Comunista), International Publishers,
New
York, 1975.)
Sin embargo, en
1829, como lo comentábamos en un artículo anterior, en un tiempo, donde
Marx (nacido en 1818) y Engels (1820) todavía jugaron policía y ladrón,
pensadores franceses como Saint-Armand Bazard (un socialista utópico
quien fundó una sociedad secreta) y Barthelemy-Prosper Enfantin (un
teórico social, político y económico) fueron más enfáticos en cuanto a
la venidera realidad capitalista. Criticaron y mencionaron lo que era
su ‘evidente’ esencia laboral: la propiedad privada de los medios de
producción.
Existen evidencias
históricas que indican, que Simón Rodríguez, el maestro de Simón
Bolívar, durante su visita a Europa, tenía contacto con tales
sociedades secretas (socialistas utópicas). Esto significa que la
resistencia bolivariana contra el colonialismo entró desde muy
temprano, en contacto con las ideas socialistas utópicas no marxistas.
Como ya dijimos,
el marxismo, socialismo o comunismo son productos históricos terrenales
de la realidad revolucionaria del siglo XIX. El Manifiesto Comunista es
un documento revolucionario que expresa la esencia emancipatoria de
todas las rebeliones, revueltas y resistencias de la fuerza laboral
explotada, desde la acumulación original del capital en Miletus, seis
siglos antes del nacimiento de Jesucristo.
La dialéctica
marxista nos enseñó, que una cosa es un huevo, otra cosa es un pollito,
pero algo completamente diferente es una gallina, que vuelve a poner
huevos frescos y fértiles. Las semillas social-cristianas o las plantas
socialistas utópicas no son idénticas con las frutas tropicales
frescas, exóticas, eróticas, científicas, filosóficas y socialistas. El
capitalismo es un modo de producción global dominante, basado en la
propiedad privada de los medios de producción; el socialismo es el otro
lado de nuestro modo de producción moderno, es su opuesto exacto, es su
negación contemporánea, es el marxismo.
Claro, uno es
libre de modernizar el concepto ‘socialismo’, puede llenarlo con
valores y principios cristianos, con una teología de liberación, todo
esto es excelente. Sin embargo, esto no es socialismo científico y
filosófico histórico, no es la contradicción entre el capital y el
trabajo, entre la propiedad privada de los medios de producción y la
‘propiedad social o socializada’; esta última tiene que ver con la
fuerza de trabajo físico y/o intelectual sin propiedad alguna, que se
vende como intercambio desigual en el mercado laboral global al mejor
postor o a precios del mercado legalmente regulados.
Con el debido
respeto leal por todas las otras formas de liberación, por todos los
esfuerzos heroicos de liberar a Venezuela, pero este tipo de socialismo
‘mezclado’ o confuso no es la negación del capitalismo venezolano o
mundial, como lo fue expresado en el Manifiesto Comunista como ‘lucha
de clases’. Si no tenemos mucho cuidado, entonces pronto el
capitalismo, en traje de oveja, devorará todas nuestras verdaderas
fuerzas socialistas bolivarianas.
Dos décadas antes,
en 1829, los utópicos Bazard y Enfantin describieron la sociedad
socialista como un espejismo, reflejando un futuro marxista:
“Si simpatizamos
con la idea de que la explotación del hombre por el hombre tiene que
desaparecer completamente; si es verdad que la humanidad se mueve hacia
un estado de cosas donde todos los hombres, sin distinción de
nacimiento, recibirán de la sociedad de acuerdo con sus méritos y serán
remunerados de acuerdo con su trabajo; entonces es evidente que hay que
cambiar la constitución de la propiedad.”
Una cosa es
cierta, como fue explicado en el Manifiesto Comunista y en obras más
tardes, una verdadera revolución social libera nuevas fuerzas
productivas, que no son estranguladas por las obsoletas relaciones de
propiedad. A pesar del sabotaje económico, es precisamente esto lo que
está ocurriendo actualmente en Venezuela; la economía se está
disparando gracias a los precios favorables del petróleo. Sin embargo,
el fermento intelectual correspondiente todavía ruega por ver la luz,
es decir, la ‘moral y luces’ socialista bolivariana.
A diferencia,
entre 1789 y 1848, podíamos presenciar una verdadera ‘Era Pericleana’
en la Europa revolucionaria; un fermento intelectual rejuvenecedor, que
probablemente más nunca iba a volver a amanecer en el ‘Viejo Mundo’. En
la literatura, el arte, la música, la matemática, la ciencia, la
filosofía e incluso la religión, en todas partes y de la noche a la
mañana, brotaron como los hongos del suelo europeo frío, pálido y
sombrío, los genios y los expertos. Se introdujo el capitalismo con
pompa y gloria. Se afirmó en la clase alta y se negó en la clase baja.
Atacó al socialismo y al comunismo.
En todas partes,
el capitalismo liberal competitivo y la producción y reproducción
burguesa iluminaron la era oscura europea. Mucho antes del nacimiento
del marxismo, famosos historiadores franceses como Jacques Nicolas
Augustin Thierry (1795-1856), Adolphe Thiers (1797-1877) y Francois
Pierre Guillaume Guizot (1787-1874) ya interpretaron la historia como
‘una lucha de clases sociales’.
La historia, como
una serie de ‘luchas de clases’ continua, estaba en el aire
revolucionario, pero estos ‘vientos del cambio’ apenas tocan las costas
tormentosas de la Venezuela moderna. Lo último de lo que los
socialistas hablan aquí, es de la ‘lucha de clases’.
En el siglo XIX,
mucho antes de Ernst Bloch o Ernesto Ché Guevara, cuando ya se vio
confrontado con los revolucionarios burgueses, Friedrich Schiller
(1759-1805), el poeta, filósofo, historiador y dramaturgo alemán, tenía
que dirigirse al ‘hombre nuevo’, al homo faber de la manera siguiente:
“Alle Menschen
werden Brüder!”
(¡Todos los
hombres se convertirán en hermanos!)
Por supuesto, no
quedó bien claro, si todos los ‘hombres’ también incluyeron a todas las
mujeres, hermanas, gitanos o judíos. Como sabemos, porque tenemos que
estudiarlos en la universidad, a través de toda Europa, Keats, Goethe,
Heine, Shelley, Dickens y Balzac dramatizaron artísticamente el nuevo
heroísmo burgués, la majestad épica y la grandeza revolucionaria. De
manera similar, en los campos de la teoría social, fueron Voltaire,
Rousseau, Bentham, Montesquieu, Owen, Smith, Ricardo, Maltus y muchos
otros quienes formularon teorías del Estado, teorías políticas y
económicas.
Por ejemplo, en su
‘Filosofía de la Historia’, Hegel, el maestro filósofo de Marx,
diferenció el ‘trigo’ de la ‘paja’, e igual a Marx, como racista, llamó
a una espada espada; y a un ‘negro’ ‘negro’ (este tema racista lo
tratábamos en un comentario anterior en Vheadline.com).
Además, al igual
que la mayoría de los intelectuales de su tiempo, Hegel celebró las
victorias científicas y filosóficas de la Revolución Francesa
burgués-democrático-capitalista de la manera siguiente:
“Era un brillo del
sol espléndido, todos los seres humanos pensantes han participado en la
celebración de esta época.”
Bueno, ‘todos los
seres humanos pensantes’ todavía eran sólo europeos, eran burgueses,
democráticos y revolucionarios.
Sin embargo, mucho
antes de Marx y Engels, los socialistas utópicos y los comunistas
comenzaron a criticar el ‘orden natural del capitalismo’; William
Godwin (1756-1836), el padre del anarquismo, reclamó ‘justicia
política’; consideró al nuevo Estado capitalista como la ‘raíz de todo
mal’. Luego otro anarquista, Joseph Proudhon iba a identificar este mal
como propiedad, como un total robo.
Antes, Gracchus
Babeuf (1760-1797), fundador de la ‘conspiración de los iguales’, ya
había introducido en la política ‘moderna’ globalizada la ‘teoría de la
conspiración’, el ‘terrorismo’ y la ‘guerra de guerrillas’ clandestina.
En Italia, fue
Philippe Buonarotti (1761-1837), quien introdujo la táctica de la
conspiración francesa de Babeuf a los ‘Illuminati’. Los esfuerzos
socialista-utópicos de Saint-Simon (1760-1825), Charles Fourier
(1772-1837) y Robert Owen (1771-1850) son bien conocidos; influyeron
radicalmente en las teorías socialistas expresadas en el Manifiesto
Comunista.
Todos esos
desarrollos transhistóricos, esfuerzos humanos y revolucionarios fueron
hechos para evitar lo que se está perfilando hoy en el horizonte de la
humanidad, una conflagración nuclear, planificada por una clase
dominante metropolitana, hambrienta por el poder y megalómana.
Hoy, cuando el
presidente Hugo Chávez trata de parar este colapso global apocalíptico
en sus discursos transhistóricos, dirigidos a las gigantescas
multitudes en las calles de Caracas y en otras partes del planeta,
todavía se pueden escuchar, haciendo eco con sus poderosos toques, los
tambores del Manifiesto Comunista de Marx y Engels y de los comuneros
franceses, que tomaron por asalto el cielo: Unión, Unión, ¡Trabajadores
del mundo, Unios!
Capítulo Cuatro: Chávez: Hay que ser implacablemente
crítico en la discusión y siempre leal en la acción
Cuatro
años después de la muerte de Karl Marx, Friedrich Engels nos explicó,
cómo su camarada, “el gran fundador del socialismo moderno, esbozó la
nueva cosmovisión con la claridad y el poder expresivo de un genio”.
Démosle un breve vistazo al contenido
del famoso Manifiesto Comunista. La primera parte dice así:
“La historia de toda sociedad que ha
existido hasta ahora, es la historia de la lucha de clases”.
Por cierto, desde nuestro punto de
vista que somos el Sur, esta
afirmación es realmente bastante polémica. No deberíamos olvidar, que
para Hegel, África no formó parte de la historia mundial; además, eran
prácticamente imposibles las luchas de clase durante la época
pre-colonial, en un mundo, donde no existió la acumulación primitiva de
capital, y donde todavía no se habían construido sociedades esclavistas
y feudales.
Nuestras regiones fueron incluso
clasificadas como países ‘bárbaros’ o
‘semi-bárbaros’, pero esto no fue nada nuevo; los griegos antiguos
también llamaron ‘bárbaros’ a sus vecinos ‘británicos’ y ‘alemanes’.
En el Manifiesto Comunista Marx y
Engels escribieron:
“La burguesía somete el campo al
imperio de la ciudad. Crea ciudades
enormes, intensifica la población urbana en una fuerte proporción
respecto a la campesina y arranca a una parte considerable de la gente
del campo al cretinismo de la vida rural. Y del mismo modo que somete
el campo a la ciudad, somete los pueblos bárbaros y semi-bárbaros a las
naciones civilizadas, los pueblos campesinos a los pueblos burgueses,
el Oriente al Occidente”.
(Véase:
http://www.marxists.org/espanol/m-e/1840s/48-manif.htm)
Sin embargo, lo que aquí es relevante
especialmente en el caso de
Venezuela, es el hecho (ya verificado por la propia historia) que en el
año 1848 ya casi todo el mundo estaba cantando la ‘Marseillaise’,
estaba meciendo la tricolor burguesa y estaba marchando en la gran
avenida del Champs-Elisée capitalista hacia el venidero nazismo y
fascismo europeo. Fue precisamente esto lo que Marx y Engels
describieron en el documento revolucionario práxico y teórico más
poderoso jamás redactado. Advirtieron lo que Rosa Luxemburgo confirmó
más tarde, que las opciones revolucionarias son o el comunismo o la
barbarie.
Marx y Engels explicaron que la
burguesía ha creado su propia negación,
su propia no-burguesía, el proletariado. Esta negación dialéctica
‘revolucionaria’, el proletariado, es la única clase social que tiene
la tarea ‘histórica’ de liberar a la humanidad, aniquilando la
explotación económica y la dominación política del hombre por el
hombre, mediante el fomento del desarrollo de la tecnología industrial
moderna. Claro, según el marxismo, el proletariado, al igual que la
burguesía, cambia permanentemente.
Desde un punto de vista
contemporáneo, en un mundo corporativo que mal
usó la tecnología sofisticada y la industrialización unilateral para
desarrollar arsenales apocalípticos de una infinidad de armas de
destrucción masiva, las masas trabajadoras inmediatamente tendrán que
iniciar unos modos alternativos de auto-defensa poderosa e incipiente,
e incluso armas creativas para una emancipación global. Esto vale
incluso más para la Revolución Bolivariana, que tiene que radicalizarse
urgentemente, cuando medimos los feroces ataques internos y externos
contra Venezuela.
La Revolución Bolivariana se
encuentra actualmente en serio peligro, ¡desde adentro!
En la sección segunda de su
documento, Marx y Engels identificaron a
los comunistas como la vanguardia proletaria, como el sector más firme,
constante, avanzado y revolucionario de las clases trabajadoras. Luego
Lenin describirá con más detalles científicos esta vanguardia comunista
en su teoría revolucionaria de un nuevo tipo de partido político. Por
cierto, esto toca a la actual construcción de un partido revolucionario
venezolano, que tiene que ubicarse lógicamente en la cabeza de la
transformación y revolución social.
La tercera parte identifica
principalmente a los ‘comunistas’ y al
‘partido comunista’, y Marx y Engels se distanciaron expresamente en su
teoría de otros grupos socialistas utópicos y comunistas existentes de
su época.
En la cuarta sección resaltaron la
posición teórica de los comunistas
en relación a otros grupos democráticos radicales o incluso gobiernos
capitalistas. Claro, suponiendo que las conocemos, todas esas lecciones
son significativas para la profundización de la Revolución Bolivariana.
Según Marx y Engels, todos los comunistas tienen que adoptar una
actitud política no sectaria, sin perder su identidad proletaria,
tienen que aplaudir y apoyar a todas las tendencias verdaderamente
democráticas. Esto es imperativo para la construcción del socialismo en
Venezuela, y se expresa en la fórmula del presidente Chávez cuando dice
que hay que ser implacablemente crítico en la discusión y siempre leal
en la acción.
Es de interés notar, que en este
entonces, vieron a Alemania como cuna
de la revolución mundial proletaria, a raíz de su inminente revolución
burgués-democrática tardía. Estaban convencidos de que la revolución
alemana iba a dar un salto dialéctico hacia la ‘emancipación humana’
(Marx).
Finalmente, Marx y Engels declararon,
que no tienen nada en común con
ningún Illuminati, ni con ninguna ‘secta conspirativa’. Su toque de
Diana era corto pero contundente: “¡Proletarios de todos los países,
uníos!”
Fue en la Francia lejana, a mitades
del siglo XIX y en medio de un
capitalismo liberal competitivo, donde todo esto reflejó el ‘espíritu’
trabajador revolucionario de la época. Sin embargo, al igual que hoy,
este ‘mejor de los tiempos’ tenía su lado ‘peor de los tiempos’
(Charles Dickens). Quiere decir, que esta época de luz también generó
una época de contrarrevolución y de oscurantismo ‘democrático’.
Lo que necesitamos realmente aquí en
Venezuela, es un fermento
intelectual juvenil y revolucionario. Estamos en una época creativa, en
tiempos de creación.
¡Nuestras voces deberían dar la
vuelta al mundo y deberían contar en
muchos lenguajes a los pueblos del mundo de nuestro nacimiento
emancipatorio! Necesitamos los instrumentos, la tecnología, las páginas
web y los programas de radio para diseminar nuestra verdad democrática,
nuestro contra-ataque contra el imperio diabólico de Bush y Murdoch.
Desafortunadamente vivimos en un
mundo donde reina el dinero. Sin esta
‘raíz de todo mal’, sin contar con los recursos financieros necesarios,
¡lamentablemente nuestra revolución pronto estará fuera del aire!
Por cierto, aparte de Marx y Engels,
también existieron los socialistas
utópicos cristianos, que tomaron las armas contra el moloch
capitalista. Victor Prosper Considerant (1808-1893), un cristiano
romántico, seguidor del gran pensador socialista utópico Charles
Fourier, publicó como contra-ataque su ‘Manifiesto de la Democracia’,
formulando su propio lema: “Nuestra causa es la causa de Dios y de la
Humanidad; nuestra bandera la de la Justicia, la Paz Mundial y la Unión
de los Pueblos”.
No obstante, lo que para nosotros es
significativo, es el hecho de que
Marx y Engels nunca negaron su compromiso revolucionario con los
principales logros burgueses económicos, filosóficos, políticos y
sociales de su época. Dentro de la nueva cosmovisión histórica y
dialéctica materialista del comunismo humano, en su tesis de doctorado,
Marx incluso dió su mérito científico a los filósofos materialistas
antiguos tales como Demócrito y Epicuro.
El 5 de marzo de 1852 Marx escribió
en una carta a Joseph Wedemeyer:
“En lo que me toca a mí, no puedo
reclamar el honor de haber
descubierto la existencia ni de las clases en la sociedad moderna ni de
la lucha entre ellas. Fueron los historiadores burgueses los que, mucho
antes de mí, han constatado el desarrollo histórico de esta lucha de
clases, y los economistas burgueses su anatomía económica”.
Como ya lo expuso el Manifiesto
Comunista, Marx comentó lo que descubrió:
1. Que la existencia de clases está
vinculada a ciertas fases históricas del desarrollo de la producción;
2. que la lucha de clases
necesariamente lleva a la dictadura del proletariado; y,
3. que esta misma dictadura solamente
es transitoria, en el proceso
revolucionario de la abolición de todas las clases sociales, y de la
introducción final de una sociedad comunista sin clases.
Como en el caso específico del
Presidente Chávez y de Venezuela, los
ideólogos de la guerra de desinformación metropolitana diseminan
masivamente toda una galaxia de mega-mentiras sobre el marxismo. En
todas partes escuchamos, que Marx no se preocupó ni por el individuo ni
por los sentimientos ni la espiritualidad humana; que era un ‘monstruo
comunista’ de sangre fría, que no desarrolló ninguna psicología
política y ni siquiera una teoría de la alienación humana.
Sí, camaradas, ¡ser sabio es una
locura!
En cuanto a la concepción del
‘hombre’, del ‘ser humano’ y de la
especie humana en su totalidad, especialmente del ‘proletario’, ¿cuál
era el programa concreto de Marx?
Todos deberíamos saber, que su punto
de partida es el ‘Bedürfnis’, la
necesidad humana. La interpretación del ‘ser humano’ empieza con la
necesidad humana. Cuatro años antes del Manifiesto Comunista, en sus
‘Manuscritos Económicos y Filosóficos de 1844’, Marx comentó lo
siguiente:
“El hombre es inmediatamente ser
natural. Como ser natural, y como ser
natural vivo, está, de una parte dotado de fuerzas naturales, de
fuerzas vitales, …; estas fuerzas existen en él como talentos y
capacidades, como impulsos; de otra parte, como ser natural, corpóreo,
sensible, objetivo es, como el animal y la planta, un ser paciente,
condicionado y limitado; esto es, los objetos de sus impulsos existen
fuera de él, en cuanto objetos independientes de él, pero estos objetos
los son objetos de su necesidad, indispensables y esenciales para el
ejercicio y afirmación de sus fuerzas esenciales”.
(http://www.marxists.org/espanol/m-e/1840s/manuscritos/man3.htm)
Así que, lo que Marx sugirió era, que
dentro de la revolución
socialista deberíamos desarrollar nuestras propias ‘fuerzas vitales’,
es decir, nuestras fuerzas creativas; además, deberíamos desarrollar
especialmente nuestras ‘fuerzas esenciales’, es decir, nuestras fuerzas
humanas emancipatorias.
Finalmente y ya terminando con esta
serie de cuatro artículos
introductorios sobre el Manifiesto Comunista y su relevancia
revolucionaria socialista para la Revolución Bolivariana en Venezuela y
el mundo, permítanme citar extensivamente lo que escribí en el día del
trabajador del año 2003:
“Un fantasma recorre el Cuarto
Imperio – ¡el fantasma de Chávez!
Todos los poderes oligárquicos en
Venezuela y en el exterior han
formado una alianza fascista, neoliberal para practicarle un exorcismo
a Venezuela y América Latina y sacarle este fantasma: La sagrada
alianza de los Otto Reich y CAP, Aznar y Estanga, Ortega y Gaviria, de
los Amigos de Venezuela y Enemigos del “castro-comunismo”. ¿Dónde está
el “partido” dentro de la “oposición” el cual no haya denunciado a
Chávez como un “dictador”, un “tirano”? ¿Dónde está aunque sea uno sólo
de los jinetes antigubernamentales de la apocalipsis que no haya
incurrido en un intento de asesinato de carácter del presidente?
Después de la brutal masacre de
decenas de Bolivarianos entre el 11 y
el 13 de Abril del año 2002, después de haber sobrevivido varios y
tercos intentos de golpes de estado político-militares y económicos a
los cuales ningún gobierno opresivo hubiera resistido jamás, Chávez
ahora se ha convertido en el número uno en la lista negra de los
mercenarios internacionales con sus escuadrones de la muerte
globalizados. Con la constitución más democrática y humanista del mundo
en mano, queda bien claro una cosa para la mayoría de los Venezolanos,
para este 85% de los 24 millones de personas, quienes han vegetado en
miseria y en pobreza crítica durante más que la mitad del siglo pasado:
¡¡No puede ser!! ¡¡Uh, Ah, Chávez no se va!! Con esto expresan, que su
presidente tiene que permanecer en el cargo, que democrático y
legítimamente ocupa, hasta el 2021 si fuese necesario”.
The Future of Marxism in Globalization
Birth of the Communist Manifesto
By: Franz J. T. Lee
(Revised English Version, October, 2007)
Chapter One: Bolivarian Socialism:
Historical
perspective of the living Communist Manifesto
Marxism, like the
Bolivarian Revolution itself, did not
fall like imported manna from the blue royal heavens, it is simply
historical, a historical product of the current mode of production and
destruction, of capitalism. It is its real dialectical negation, is an
intrinsic part of natural and human history itself, of workers'
revolutionary self-defense.
Anything
historical, in dialectical process, which is contradictory, alive, can
never become obsolete, can never land in the rubbish heap of history.
Hence,
a
brainless, myopic condemnation of Marxism to ideological obsolescence,
at first, is calling for barbarism, for the blind destruction of
capitalism, then of living history and finally for the global
extirpation of mankind itself.
Is
it not
strange that Stalinism, Fascism, Nazism, Apartheid, Zionism,
Capitalism, Imperialism, Neo-Liberalism, Bourgeois Democracy and the
Church hierarchy are all anti-communist, anti-Marxist. Should we really
follow their anti-workers hatred too? Thus, for all these reasons, as
liberators, we have to be very careful, very precise in what we say, in
what we do and in what we disseminate on a global scale.
Within
the current theoretical discussion of the future socialist 'militantes'
in Venezuela with reference to the foundation of a new 'United
Socialist Party of Venezuela' (PSUV), also to a necessary
constitutional reform and especially to what should be the political
essence of Bolivarian Socialism, progressively it is becoming pertinent
to formulate our governmental projects, policies and operational
concepts very carefully; that is, with the necessary scientific
incision and philosophic precision.
A
lackadaisical
repetitive practice accompanied by a corresponding ossified ideology,
learned by rote, which generally uses obsolete, absolute and absolutist
fixed ideas based on ancient oppressive beliefs, inherited from the
Pleistocene epoch of master-slave relations, certainly will jeopardize
Bolivarian socialism in its life and death struggle against
metropolitan global fascism.
In
the current
apocalyptic world of globalization, in which metropolitan corporate
imperialism has already developed and planned the use of mortal occult
technology and deadly arms of mass destruction against obsolete labor
forces, very few of us are really cognizant of the great danger in
which humanity currently finds itself.
Billions
of
the 'the wretched of the earth' do not have the foggiest idea about
past war-mongering projects like 'Manhattan', 'Paper-Clip',
'Philadelphia I and II', 'Phoenix I, II & III', 'Mkultra', the
'Manchurian Candidate', 'Yellowcake' or 'Rainbow.'
Even less we know about the corresponding logical
sophisticated successor projects.
Ignorance is really bliss.
Concerning
HAARP,
the Roswell incident, the 'Crop Circles' of England, the 'Pentagon
Aliens,' Scramjets and the UFOs that pass Pico Bolivar nearly monthly,
Murdoch and Co., Cisneros and consorts leave us in total obscurantism.
Really,
in the
third millennium here on planet earth, the real level of 'information'
and the true degree of 'education' about anything past, present or
future that concerns the emancipation of the toiling masses is scanty,
is woeful. About socialism, Marxism and the history of the class
struggles of all working classes, in schools and universities, such
themes have been expelled from modern socialization processes.
In
the major
global mass media, the eternal global avalanche of deliberately
fabricated dis-information campaigns and of blatant big lies about
Venezuela has already reached pathetic and criminal levels.
The war of ideas is fierce ... and we are not armed
for the current ferocious battle, that precedes violent invasions.
Hence
it is
important to refresh our transhistoric memory again or at least for the
very first time to think, to grasp, to study for ourselves the
revolutionary praxis and theory of past liberators like Simon Bolivar,
Jose Marti, Patrice Lumumba, Walter Rodney or Ho Chi Minh.
If
we are interested in realizing socialism and emancipation on a world
scale, a conditio sine qua non
is to study the anti-capitalist acts and ideas of the living fathers of
scientific and philosophic socialism, Karl Marx and Friedrich Engels,
especially their 'Communist Manifesto', the first scientific and
philosophic proletarian theory of globalization, its inherent
dialectical contradiction, its bourgeois affirmation and its
proletarian negation.
Of
course, unlike
Plato or Jesus Christ, who lived millennia ago, many of us think that
Marx and Engels, who were still alive in 1883 and 1897, are 'obsolete'
and that they do not merit the current headlines of
global breaking news. This ideological phraseology is very far from the
burning truth. Marxist scientific and philosophic socialism was never
so up to date as today.
In
fact, in his
speech of August 25, 2007, concerning constitutional reform, twice
President Hugo Rafael Chavez Frias scientifically used a central
Marxist concept 'praxis' (the original German concept that Marx
used).
We know that in his social class analysis Aristotle used it to
differentiate the 'speaking tool' from the 'zoon politikon', from the
polis citizen. However, more and more, instead of ideological
"practice," Marxist theoretical 'praxis' is gaining ground in
Venezuela.
Erudite
socialist scholars know that the 'Communist Manifesto,' written nearly
160 years ago by Karl Marx and Friedrich Engels (at the eve of the
1848 revolutions in Europe)
is the most powerful political document ever written and it still
remains one of the most popular pamphlets. In fact, "according to the
Guinness Book of Records it remains second only to the Bible as the
highest selling book ever. Last
year when a new pocket sized edition was produced in Britain the
publishers were amazed that over 60,000 copies were sold."
Nowadays Karl Marx still makes global headlines.
For
example, two
years ago, according to the British 'Sunday Times' of June 19, 2005, in
an article "Karl Marx takes lead in BBC poll of philosophers,"
reporting about a philosophic poll, we learn that :even "Melvyn Bragg,
presenter of 'In Our Time,' is puzzled by Marx� lead. He said he would
vote for Kant, an 18th-century German who is championed in the poll by A
C Grayling, reader in philosophy at Birkbeck College, University of
London."
Yes,
Karl Marx won BBC Radio 4�s poll of 2005 as the �greatest philosopher."
The 'Times' confirmed this, with the following headline: "Wotsisname,
the world�s No 1 genius -- He has been voted the greatest intellectual,
but few know who he is."
This is precisely the problem.
The
truth about
Marxism is being wiped out of the memory of revolutionary humanity by
the corporate masters of the universe. We should not play their
reactionary ideological tune, their murderous game, we should not
participate in their exploitative practice.
This
is why
Venezuelan socialism has to be introduced to real living contemporary
Marxism, and vice versa, starting with the 'Communist Manifesto'
itself, which we will introduce in a series of simple popular articles,
to underline its current relevance for the Bolivarian Revolution.
True
to historic
truth, we emphasize that Marx was not only the "greatest philosopher"
or "No 1 genius," together with his socialist comrade Friedrich Engels,
they developed the first scientific economic explanation of the
operation of the tendential developmental laws of the mode of
production of capitalism. They formulated the first theory of
globalization. Among other things, in his articles concerning the Far
East, Marx foresaw the coming into being of a type of International
Monetary Fund or World Bank. Above all, together they developed
revolutionary praxis and theory for the world proletariat, which are
prerequisites for the introduction of modern scientific and philosophic
socialism.
Capitalism
has
globalized itself, but it has not left the philosophic limits of
Marxist analysis, for example, those described in Capital, it has to
transcend the "Socialism or Barbarism" Rubicon of Rosa Luxemburg in
order to become obsolete. As the philosopher Kant explained, things are
becoming fully recognizable, in this sense, socialism is approximating
its heyday too.
Hence,
what is
the historical context of the Communist Manifesto, of the specter that
haunts capitalism to this very day? Why the fear about
Castro-Communism?
Why does international capital hate President
Chavez with such international abomination?
From
the cradle
to the grave, all over in centers of official, bourgeois, capitalist
education, Marxism became a taboo, was witch-hunted, was
surreptitiously eliminated from the curricula of the schools and
universities. What is worse, a century of bloody "socialist
revolutions" against subjugation, made in the name of
"Marxism-Leninism," were prematurely aborted by imperialist terror and
Marx was declared obsolete. To crown it all, many revolutionaries
swallowed all this anti-Marxism hook and sinker.
Merely
seeing who
all hate Marxism, that is, identifying the very same ones who plunder
the world, is enough reason for a proletarian to begin studies in
Marxism, in socialism. However, it is not a matter of just picking up a
pamphlet, published in millions and millions of copies, in nearly all
the major languages of the world, and then to cast it aside, because
the only understandable thing is the opening sentence: "A specter is
haunting Europe -- the specter of Communism."
The
Miami reactionary 'gusanos' (anti-socialist worms in 'exile')
immediately would lament 'Castro-communism'; the red 'Chavistas without
Chavez' suddenly would begin to self deny their humble original
Christian roots, and would fear that President Chavez will definitely
nationalize their private property, their boxes filled with imported
whiskey.
As such, nobody will ever know what Marxism is all
about.
Before
we
could talk about a possible obsolescence, to understand and apply the
transhistoric praxical and theoretical weapons of Marxist proletarian
world emancipation, at first, certain factors have to be taken into
urgent scientific consideration.
We
have to
understand that the authors of this transcendental document only became
"Marxists" around 1843, only a few years before the 1848 revolutions.
In fact, Engels became a "Marxist" even before Marx himself. This
indicates that the qualitative leap from utopian to scientific
socialism was already in the revolutionary air of revolutionary Europe.
Marx and Engels were just active secretaries of the proletarian "world
spirit." In the 'Communist Manifesto,' they were formulating the
transhistoric abc of future global socialist, communist and
emancipatory workers struggles against capitalism as a mode of
destruction. .
However,
especially for the current Bolivarian Revolution, to fully understand
this document, which is surpassed only by the "Holy Bible" certain
educational steps, which we cannot elaborate in a single article are
indispensable. In future contributions, directly reflecting their
relevance for the Bolivarian Revolution, we will continue with this
important revolutionary task.
To
understand
scientific and philosophic socialism, that is, Marxism, to comprehend
why socialist parties cannot be introduced from above, by decree or
directive, necessitates a well organized and planned educational
'mission,' within the context of a wider cultural revolution. Surely,
in the epoch of globalization, without socialist praxis and theory,
without proletarian grassroots and without a thorough knowledge of the
following historic realities, out of ignorance, to anybody in Venezuela
Marxism would appear as being 'obsolete' since ages already:
a) The historical background of the
Communist Manifesto.
b) The intellectual ferment in Europe
around 1848.
c) The development from national to
international political economy.
d) The
development from German classical idealist philosophy to bourgeois
mechanical materialism, to international proletarian historical,
dialectical materialism.
e) The master, slave, labor and
alienation relations in modern capitalist industrial society.
f) The birth of Marxism as negation
within the French and Industrial Revolutions in Europe and elsewhere.
g) The political
praxical-theoretical essence of the Communist Manifesto and its
relevance for any anti-capitalist revolution in Venezuela, Latin
America or anywhere else.
h) In the 21st
Century the emancipatory dialectics between living Marxism and the
Bolivarian Revolution, in the battle 'socialism or barbarism.'
Obviously all these we cannot treat extensively in
a few commentaries,
on the contrary they merit a series of workshops and intensive popular
participation and real field work; in reality, as stated before, we
urgently need a "Mission Marx," better even, a Socialist People's
University. The latter in embryo already exists in Merida.
In
Venezuela,
over the last quarter of a century, as political science and philosophy
professor of the University of The Andes, I was teaching precisely the
above. Many leading Bolivarians in strategic political positions have
received Marxist training in my graduate and post-graduate lectures,
classes and seminars, have also read my books on the above topics.
However, more than ever, within the Bolivarian Revolution a critical,
constructive renaissance of revolutionary Marxism is indispensable, is
inevitable.
Currently,
in
our local study circles of the future Bolivarian socialist 'militantes'
this praxical training continues in the discussions of the foundation
of people's socialist universities, political parties and the debate on
constitutional reform, for example, the Marxist concept of private
property of the means of production, as differentiated from simple
wares on the market, like a car or toothbrush.
In
future
commentaries we will elaborate the important themes with reference to
the Communist Manifesto and Bolivarian socialism as delineated above.
In the global struggle against metropolitan modern fascism to ignore
the transhistoric arms of real Marxist science and true philosophy, is
simply bordering on reckless "adventures," is to program a series of
genocidal and suicidal disasters right from the very start.
More
international caricatures of Marxism, like those of Stalinism or
National Socialism, we cannot tolerate, they would shed rivers of
international innocent blood; for example, like the horrible agony of
the massacred scores of millions of victims of the heinous
intra-imperialist Second World War, a direct result of an
over-productive capitalism in severe economic crisis, and not of the so
much glorified, noble Democracy fighting 'national socialist' fascism.
Chapter Two:
Venezuela's Bolivarian Socialism: The Historic Birth of Marxism
Any
social act, human theory or natural event of transcendental
significance has to be placed in its real transhistoric context. If two
millennia ago, Jesus
Christ
really had lived in human history, then, like any one of us, he was
born in a specific age, where he could address the 'philistines,'
'pharisees' and the "generation of vipers' of his time.
Definitely he could not call them 'golpistas,'
'escualidos' or 'CIA paramilitary troops.'
Similarly,
Marx
and Engels were born in a specific time and place, could not present a
'Sermon on the Mount' to the workers who participated in the 1848
revolutions in Europe; also, in 1819 Simon Bolivar could not have
addressed a congress in Ciudad Bolivar, but in Angostura.
Furthermore,
in 2007, Chavez has no possibility to discuss constitutional reform in
Angostura. All this also applies to the
Communist Manifesto,
to concepts and their social meanings. In other places and times, terms
like 'metaphysics,' 'speculation,' 'praxis,' 'ideology,' 'social
democracy,' 'national socialism' or 'revolution' have different
meaning, even contradictory connotations. Jesus Christ and Karl Marx
could utter the sane sentence and mean two things totally distinct.
Hence we should be very careful. Words do not, cannot think for us;
thinking we have to do all for ourselves.
Thus,
we do not
think in words, in a collection of letters or phrases, they are just
miserable tools. As revolutionaries, as philosophers, we reflect,
conceptualize and theorize our reality; in other words, we think of, by
and for ourselves. Till now we have not found a creative substitute for
human thinking and thought. We have many Pavlov dogs, parrots and
zombies in the Venezuelan 'opposition,' but, alas, among ourselves we
have very few praxical thinkers and thoughtful theoreticians.
In a previous VHeadline article of August 27, 2007,
we promised that "in
future commentaries we will elaborate the important themes with
reference to the Communist Manifesto and Bolivarian socialism as
delineated above."
Keeping our
revolutionary word, we will now spotlight the transhistorical situation
in Europe at the beginning of the 19th century, by focusing on events
that have a direct relation to the
Bolivarian Revolution today.
Many
historic
tasks of the French Revolution are till this day still outstanding in
Venezuela, especially in our "ideological" superstructure. Also the
process of separating the Church and State is still incomplete, it even
is a source of counter-revolution. Hence, let us begin with the "Holy
Alliance" at the time of the Napoleonic wars in Europe.
It
was formed in 1815, by a group of 'Christian princes' ruling by gottesgnadentum,
that is, by monarchies by the grace of God, all invited by the then
Czar of Russia, under the auspices of Austria and Prussia. As stated in
the Communist Manifesto, then, practically all absolutist monarchs of
Europe joined this counter-revolutionary feudal "Holy Club," that was
aimed against bourgeois democracy, but also against utopian socialists
and communists. The parallel to the current global, fascist 'Bush
Family' and its allies everywhere against the Bolivarian Revolution is
obvious: different ages but revolutionary similarities.
Inspired by the famous Austrian diplomat, Count von
Metternich, what really happened at the Congress of Vienna, 1814-15?
- The answer is
very simple: it was an anti-liberal-capitalist 'Scramble For Europe,' a
counter-revolutionary attempt to restore the clerical, aristocratic,
feudal 'ancien regime.' This type of conspiracy threatens us everyday.
In
reality, the
map of Europe had to be redrawn, a precondition for the epoch of
monopoly capitalism, for the pro-imperialist, capitalist "Scramble
For Africa" (1884-85).
We need not tarry, giving data, who cheated who in Vienna, who robbed
what and who got the 'lion's share.' In reality, it was the preparation
for British industrialization and world hegemony; It all ended up with
an alliance of "Christian States," with the "Quadruple Alliance" (Russia,
Prussia, Austria and Great Britain).
Here
we can see
the important role of Christianity in defense of the ruling class
status quo. Precisely in the superstructure, across Hegel, Feuerbach
and Marx, religious criticism and critique of Christian religion were
necessary to introduce a new proletarian science and philosophy, an
earthly praxis and theory, a Communist Manifesto. This reflected itself
in the famous workers' song of Marxist and non-Marxist socialists, the
'Internationale':
"No savior from
on high delivers No trust we have in prince or peer Our own right hand
the chains must shiver Chains of hatred, greed and fear. Ere the
thieves will out with their booty And to all give a happier lot. Each
at his forge must do his duty And strike the iron while its hot."
The Spanish version:
"Ni en dioses,
reyes ni tribunos, está el supremo salvador. Nosotros mismos realicemos
el esfuerzo redentor.
Para hacer que
el tirano caiga y el mundo siervo liberar, soplemos la potente fragua
que el hombre libre ha de forjar."
At
that time,
part of a very popular German song, still sung today, already expressed
the revolutionary heart-beat of the Communist Manifesto, namely, the
philosophic trend towards Marxist dialectical materialism as follows:
"Die irdische
Trinität, Gott nachgeschaffen, So wie der Mensch sich widerholt im
Affen." (The Trinity on earth, God imitated, just as man in monkey is
recreated.)
In
one of his
latest addresses to the nation, President Hugo Rafael Chavez Frias
revealed his personal opinion about Christian religion, as taught by
the Church hierarchy which supports military coups against his
democratic, legitimate government. Firstly, he revealed that he does
not pray, secondly, that he does not believe in a heavenly structure
above the earth in the sky, or in a hellish structure below the ground.
He said, if this would have been true, then long ago already the
astronauts and the drilling workers of PDVSA would have discovered
them. Finally, he referred to the religious fallacy that after death
one day we will see our beloved family members again.
However,
in the spirit of Jesus Christ's sermon on the mount, he defended
Bolivarian socialism but underlined that after death all of us will
return to dust, to cosmic dust.
In the last
analysis, this is precisely what the Communist Manifesto and the
Internationale desired to convey, and which is a social contribution of
the
French Revolution towards human enlightenment and consciousness,
towards the birth of Marxism, of scientific and philosophic socialism.
However,
let us
continue to illustrate the main traits of the revolutionary epoch of
upsurging communism, of the negation of capitalism in Europe.
Especially in England, between 1815 and 1830, the onslaught of upcoming
capitalist forces of production progressively destroyed most of the
vestiges of feudal, absolutist modes of production and ushered in the 'Industrial
Revolution.' Immediately England took the lead, new factory towns
like Manchester emerged.
In
the glory of
Adam Smith's 'good capitalism' the British manufacturers were
fascinated by the Liberte to exploit poor workers, for the accumulation
of capital generated by the French Revolution. On the other hand, as
described in his work, 'The Condition of the Working Class in England
in 1844,' Friedrich
Engels
described the coming misery and poverty of all future capitalist wage
slaves, especially in the colonial and future neocolonial world.
The
new upcoming liberal-democratic bourgeoisie defended 'liberte' with all
its might, for its own class this meant 'free competition,' 'free
trade,' in few words: laissez-faire, laissez passer.
Around
1830,
continental Europe, mainly France, Belgium and parts of Germany, was
still in feudal slumber, was basically rural and agricultural. In the
following decade progressively it began to develop its own factory
system, based on the age-old "working houses," originally invented in
northern Italy centuries before.
- On the political
plane, the power struggle was reflected in the revolutionary and
rebellious waves that shook Europe around 1830.
For
us in
Venezuela, it is important to note that a social revolution is not a
single Sunday afternoon window-shopping spree, it takes decades, is
violent, is bloody, is a gigantic power struggle, is class struggle.
Within this heavy continental class struggle the theory of proletarian
class struggle, the Communist Manifesto was born. Currently, the
emancipatory praxis and theory of the Bolivarian Revolution are also
being born in a most contradictory global situation.
Even
in Europe
the French Revolution had to display a very tough battle to conquer
bourgeois, capitalist, political power. Its local and foreign
'opposition,' the European 'Holy Sovereigns' and their 'think tank'
Metternich were not impressed at all by the revolutionary novelties; by
liberty, equality and fraternity; they preferred 'escualite.'
Like
the current Venezuelan 'opposition,' they resisted with all sorts of
State Power at their disposal; they accused the bourgeois leaders of
being followers of 'terrorists,' of Robespierre, of being "communists"
-- sans-culottes.
Precisely this is happening here in
Venezuela to Chavez and the Bolivarians.
With
all might
the counter-revolutionary forces launched a galaxy of oppressive
measures, unraveling basic functions of the future State: censorship,
police surveillance, Spitzel, mouchards. All these things are still
brand new today, and all this happened while Marx and Engels were still
small boys, playing 'cops and crooks.' Hence, what a novelty must be
the Communist Manifesto, Marxism today.
Just
like in contemporary Latin America, spies, laws, imprisonment and
executions attacked the vanguard of the bourgeois, democratic,
capitalist revolution.
As
political
reaction against police and army terror, radical bourgeois democrats,
workers and laborers and other defendants of the capitalist revolution
united and organized themselves in secret societies, like the
Carbonari, the coal-burners. In Germany, burschenschaften,
fraternities came into existence. In France, the Bourbons, who never
learned anything, and who never forgot anything, were replaced. The
reactionary Charles X fled, and he was replaced by a 'bourgeois king,'
by Louis Philippe of Orleans.
Between 1789 and
1848, the French Revolution was penetrating all the capillaries and
atoms of feudal Europe, it challenged all previous modes of production,
it struggled for total hegemony, for bourgeois, democratic, capitalist,
global power. To topple it today, we have to do it much better.
Only
after the victory against the 'Holy Alliance,' the wealthy French
bourgeoisie could take over. Francois
Guizot portrayed the 'esprit' of the new wealthy class of bankers,
speculators and industrialists with the following slogan: Enrichissez
vous! This was not "Know Thyself!," but "Enrich Thyself!"
All
this at the cost of others, of laborers and workers, who always have to
pull the chestnuts out of the fire for their capitalist masters.
This counter-revolutionary trend
should not happen here in Venezuela.
In
South Africa
the 'sell-out' to imperialism happened within a decade and generated
the coming into existence of a new rich black middle class. The
millions of poor black workers are as miserable as ever.
Long
before the
birth of the Communist Manifesto, before the 1848 revolutions, the
European workers, exploited by upsurging capitalism, revolted and began
to organize and defend themselves as a pariah working class. In
England, for example, after the Luddite revolts of 1811-12 and the
smashing of factory machines, the British workers began to organize
themselves against vile capitalist exploitation and to form independent
workers' associations and trade unions.
From
the onset
bourgeois democratic capitalism had no mercy with laborers who
interfered in the accumulation of capital, wealth, privileges and
power. The Bolivarian Revolution experienced these violent merciless
attacks in 2002 during the military coup and oil sabotage campaigns.
Already in 1819 the British workers had their 'Caracazo,' the 'Massacre
of Peterloo.'
What happened?
In Manchester,
during a meeting of 60 000 protesting workers, police brutally
intervened and suffocated the rebellion. Percy B. Shelley portrayed
this event as follows:
"Rise, like lions
after slumber, In unvanquishable number, Shake your chains to earth
like dew Which in sleep has fallen on you. Ye are many, they are few!"
("Mask Of
Anarchy")
Nevertheless,
the
British workers' struggle continued; it culminated in a frustrating
'Reform Act of 1832' and in the 'People's Charter' of 1838. A Chartist
labor movement came into existence, which had a membership of over 40
000 workers in 1847. This happened while Engels was already writing the
first version of the Communist Manifesto, revised by Marx.
On
the continent, in 1834, the silk weavers of Lyons, the canuts, rebelled
and took to the streets, followed by revolts in other cities. All
workers' uprisings were brutally suppressed. Especially cruel was the
"Massacre of Paris Rue Transnonain," perpetuated in the famous "Song Of
The Weavers":
"Mais quand
notre règne arrive Quand votre règne finira Alors nous tisserons le
linceul du vieux monde Par on entend déjà la revolte qui gronde. --"
"When our
reign arrives When your reign shall end Then we shall weave the shroud
of the old world For hear! revolt is rumbling -- "
All these historic realities have produced
scientific and philosophic socialism, Marxism, have created the
Communist Manifesto.
As we
can see, Marxism did not fall from the blue heavens, it is a
transhistoric reality of capitalist society, it is its total
dialectical negation.
In
Germany, in
the homeland of Marx and Engels, where one first, makes the revolution
in the head, the Silesian Weavers launched their famous rebellion in
1844. Like everywhere, the watch-dog of capitalism, the bourgeois State
authorities reacted with the usual authoritarian brutality. Let's listen to the German "Weaver's Song":
"Hier im Ort ist ein Gericht Viel
schlimmer als die Fehmen,* Wo man nicht mehr ein Urteil spricht das
Leben schnell zu nehmen."
"In this place there is a court Much
worse than all the Fehmen Where no one needs a court and judge To
quickly kill a person."
* medieval kangaroo courts.
This weavers' revolt became the central topic of
Gerhard Hauptmann's famous play: Die Weber (1892).
Let's
conclude
this exposition of the historic context of the 'Communist Manifesto'
with the excellent poem of Heinrich Heine, who gave us further details
about this scandalous massacre:
"Im
duestern
Auge keine Träne, Sie sitzen am Webstuhl und fletschen dieZähne: (Des
Leidens und Hungers ist genug); 'Deutschland, wir weben dein
Leichentuch, Wir weben hinein den dreifachen Fluch -- Wir weben, wir
weben.'"
"Without a
tear in their grim eyes, They sit at the loom, the rage of despair on
their faces: We have suffered and hunger'd long enough; 'Old Germany,
we are weaving a shroud for thee And weaving it with a triple curse. We
are weaving, weaving.'"
For further information, see
the excellent work, Dirk
J. Struik, BIRTH OF THE COMMUNIST MANIFESTO, International
Publishers, New York, 1975.
Chapter
Three: Venezuela's Bolivarian Socialism:
Union,
Here
in Venezuela, before we send out our intellectual reconnaissance
battalions to search for socialist militants let's ponder logistically
about the ontic barricades which are hindering us to follow certain
complex, logical thought processes. Already the Communist Manifesto,
even Napoleon, had warned us about the infiltrating ideologues and
their counter-revolutionary practices of destabilization.
Here
we will continue the VHeadline.com educational series concerning the
transcendental relation between the Communist Manifesto and Bolivarian
socialism.
In
accordance with the theory of permanent revolution of Leon Trotsky, (which
dialectically is based on the theories of the Communist Manifesto)
by means of the scientific principle of equal, unequal and combined
historical developments, contemporary Venezuela finds itself in
Globalization, but as a result of colonial and neocolonial mechanisms,
it still has to complete certain French revolutionary, bourgeois
democratic tasks, for example, to develop a new logic, science and
philosophy, to foster industrialization, modern technology and agrarian
reform, and to complete the separation of medieval, obsolete Church and
modern revolutionary State. For all these reasons, the Communist
Manifesto, which is a historical product of the epoch of Simon Bolivar
and Simon Rodriguez, of the development from nowhere existent, utopian
to real, earthly scientific and philosophic socialism, is an urgent conditio
sine qua non, as creative emancipatory guideline for Venezuelan,
Bolivarian, democratic revolutionaries.
- If we would
ignore the evergreen discoveries of the Communist Manifesto and of
Marx' Capital, then certainly It will be impossible for us to make any
modern social revolution.
This is what Lenin meant by stating: Without
theory, no revolution.
This is not an ideological phrase, a communist joke, it is a
very serious matter of life and death!
In an
easily understandable manner it is very difficult to describe the
intellectual ferment in Europe in the wake of the 1848 revolutions.
However,
we
have no alternative, we need an urgent cultural revolution, that must
deepen the very Bolivarian Revolution itself. Its socialist core
necessitates popular education, participation and formulation of a
scientific praxis and philosophic theory. This is a prime lesson of the
very bourgeois, democratic, capitalist, global revolution.
Beyond
any doubt
nearly all of us do not belong to the 'cultured few,' to the haute
bourgeoisie of Altamira or Plaza Francia, who have received a thorough,
fundamental economic, humanistic, historic, philosophic, political and
social 'education' in the Sorbonne, Frankfurt, Edinburgh, Oxford,
Cambridge or Harvard. However, exactly our 'ignorance,' our
'backwardness,' our ostracism from the flesh pots of Europe, from
fierce technological manipulation and indoctrination of global mass
media, like CNN or RCTV, from its violent, exploitative life style, has
made us immune to its cancerous, ideological germs of the specific
genre: haute vulgarization, that is, haute alienation. In spite of
severe religious indoctrination and a dangerous corporate mental
holocaust, namely, the 'war of ideas' or full spectrum dominance, by
and large, we in Venezuela still have preserved our bodily health and
mental sanity.
This
we demonstrated in April and December, 2002, by foiling a barbarian
military coup within 47 hours, and by countering a gigantic oil
sabotage, orchestrated by Washington D.C. within two months.
Around 1848, the
democratic ideologues of upsurging capitalism were thinking very
precisely, to confirm this, we just need to study their dialectics and
heliocentrist physics and philosophy, the major works of Galileo,
Kepler, Kant or Hegel. Thus, the revolutionary antagonists of Marx and
Engels, of the proletariat, of communism, were merciless in their
attacks, their thoughts and critique were sharp as razor blades.
Yet,
as BBC polls
of the 21st century verify, as philosopher, Marx beats them all, and
some 'comrades' even daydream that Marx has become obsolete. We should
suggest that these Miami geniuses or genii, that the 'think tanks'
around Bush & Co. instead of formulating projects for a "New
American Century,' should write for us the scientific, philosophic and
creative 'Emancipatory Manifesto' of the third millennium.
Power-drunk
the bourgeois philosophers of the Enlightenment aimed their mighty
rational weapons at the medieval 'seat of knowledge,' at the feudal
'intellectus,' and all over France, the absolutist heads, who were
ruling by the grace of God, were rolling like useless, dry bushes in
the scorching god forlorn desert air.
Venezuela, this is what social revolution in
capitalism is all about.
Without
grasping
capitalism at its very violent roots, at its politico-economic radix,
that is, without becoming radical, becoming Marxist, we cannot lead a
contemporary socialist world revolution to global human emancipation.
Why?
As
described in
the Communist Manifesto, because we have to tackle the gist of
liberation, to get rid of all genres of private property class
relations. We should not mix up things, we have to return all the
micro-, meso- and macrocosmic means of production to their earthly
owners, to the workers of the world. We have to transform them into
creative, creating, emancipatory means of humanity.
On the
other
hand, before the birth of Marx and Engels, already in 1808, the German
poet, dramatist and philosopher Johann Wolfgang von Goethe, in some
well known passages of his 'Faust,' has predicted the progressive
degeneration of 'human rights' in the coming bloody forward march of
globalized capitalist army boots:
"Laws
and rights move through the ages Like an unending slow disgrace. They
hobble through the generations, And softly steal from place to place.
What
clever was grows into nonsense And benefice becomes a plight. Unlucky
grandson, you be pitied, Nobody offers you your right."
(All
Quotations and translations are taken from: Dirk J. Struik, BIRTH OF
THE COMMUNIST MANIFESTO, International Publishers, New York, 1975. )
However,
in 1829,
as stated in a previous article, at a time when Marx (born 1818) and
Engels (1820) were still playing 'cops and crooks,' French thinkers
like Saint-Armand Bazard (a utopian socialist who founded a secret
society) and Barthelemy-Prosper Enfantin (a social, political,
and economic theorist)
were more emphatic about coming capitalist reality, they criticized and
mentioned it's "evident" labor core: private property of the means of
production.
We
have historical evidence that indicates that Simon Rodriguez, the
teacher of Simon Bolivar, when he was visiting Europe, had contact with
such secret (utopian socialist) societies. This means that
Bolivarian resistance against colonialism very early came into contact
with non-Marxist utopian socialist ideas.
As
stated before,
Marxism, socialism or communism are earthly historical products of 19th
century revolutionary reality. The Communist Manifesto is a
revolutionary document that expresses the emancipatory core of all the
rebellions, revolts and resistance of exploited labor forces, ever
since the original accumulation of capital in Miletus, six centuries
before the birth of Jesus Christ.
Marxist
dialectics has taught us that one thing is an egg, another thing is a
chicken, but something completely different is a hen which again can
lay fresh, fertile eggs. Christian socialist seeds or utopian socialist
plants are not identical with delicious, fresh, scientific,
philosophic, socialist, exotic and erotic tropical fruits. Capitalism
is a dominant mode of global production, is based on private property
of the means of production; of our modern mode of production, socialism
is its other side, is its exact opposite, is its contemporary negation,
is Marxism.
Of
course, one is
free to modernize the concept 'socialism,' could fill it with Christian
values and principles, with a theology of liberation, all this is
excellent. However, this is not historical, scientific and philosophic
socialism, is not the contradiction between Capital and Labor, between
private property ownership of the means of production and "social or
socialized property"; the latter concerns property-less physical and/or
intellectual labor forces, to be sold as unequal exchange on the global
labor market to the highest bidder or at legally regulated market
prices.
With
due loyal
respect for all other forms of liberation, for all heroic endeavors to
free Venezuela, this kind of 'mixed' or mixed-up socialism is not the
negation of Venezuelan or world capitalism, as expressed in the
Communist Manifesto as 'class struggle'. If we are not very careful,
capitalism in white sheep clothing may soon devour all our true
Bolivarian socialist forces.
Two decades before, in 1829, like a fata morgana
reflecting a coming Marxist future, the utopians Bazard and Enfantin
described socialist society:
"If
sympathy proclaims that the exploitation of man by man must disappear
completely; if it is true that mankind is moving toward a state of
things in which all men, without distinction of birth, will receive
from society according to their merits and be remunerated according to
their work; then it is evident that the constitution of property must
be changed." (See: The Birth of the
Communist Manifesto, Australian Marxist Review, No. 39, February 1998)
One
thing is
sure, as explained in the Communist Manifesto and in later works, a
real social revolution liberates new productive forces, which are not
strangled by obsolete property relations. In spite of the economic
sabotage, precisely this is currently happening in Venezuela, the
economy is sky-rocketing, thanks to favorable oil prices. However, the
corresponding intellectual ferment still begs to see the light, that
is, the Bolivarian socialist 'moral y luces.'
Differently,
between 1789 and 1848, we could witness a real 'Periclean Age' in
revolutionary Europe; a rejuvenating intellectual ferment which
probably would never ever dawn in the "Old World" again. In literature,
arts, music, mathematics, science, philosophy and even religion, all
over, overnight, genii, geniuses, and even expert jenny-asses, were
sprouting like mushrooms out of the cold, pale, somber European soil.
With pomp and glory, capitalism was ushered in. With high class it
affirmed itself, with low class, it negated itself, attacked socialism
and communism.
All
over
liberal, competitive capitalism, bourgeois production and reproduction
lit up Dark Age Europe. Long before the birth of Marxism, famous French
historians like Jacques Nicolas Augustin Thierry (1795-1856), Adolphe
Thiers (1797-1877) and François Pierre Guillaume Guizot (1787-1874)
already interpreted history as 'a struggle of social classes.'
History,
as continued "class struggles" was in the revolutionary air, but this
'wind of change' is barely touching the stormy coasts of modern
Venezuela. The last thing that socialists talk about here is 'class
struggle.'
In the
19th
century, long before Ernst Bloch or Ernesto Che Guevara, already
confronted by the militant bourgeois revolutionaries, Friedrich
Schiller (1759 � 1805), the German poet, philosopher, historian and
dramatist had to address the 'New Man,' the homo faber, as
follows:
"Alle Menschen werden Brueder!" (All Men Will Be
Brothers!)
Of
course, it was
not quite clear whether all 'men' included all women, sisters, gypsies
or Jews. As we know, because we have to study them at university level,
all over Europe Keats, Goethe, Heine, Shelley, Dickens and Balzac
dramatized artistically the new bourgeois heroism, epic majesty and
revolutionary grandeur. Similarly, in the fields of social theory,
Voltaire, Rousseau, Bentham, Montesquieu, Owen, Smith, Ricardo, Malthus
and many others formulated theories of the State, political and
economic theories.
For
example,
in his "Philosophy of History," Hegel, the philosophic tutor of Marx,
differentiated the "wheat" from the "straw," like Marx, as racist, he
called a spade a spade; a 'nigger' a 'nigger' (we dealt with this
racist issue in a previous VHeadline commentary).
Furthermore,
like most intellectuals of his time, Hegel celebrated the scientific
and philosophic victories of the bourgeois, democratic, capitalist
French Revolution as follows:
"It was a splendid sunshine, all thinking human
beings have participated in celebrating this epoch."
Well, "all thinking human beings" were still
European, were bourgeois, democratic and revolutionary.
However,
long
before Marx and Engels, utopian socialists and communists began to
criticize the "natural order of capitalism"; William Godwin (1756
-1836) , the father of anarchism, demandded "political justice"; he
considered the new capitalist state as the "root of all evil." Later
another anarchist Joseph Proudhon would identify this evil as property,
as plain robbery.
Earlier, Gracchus
Babeuf (1760-1797), founder of the "Conspiracy Of The Equals," had
already introduced 'conspiracy theory,' 'terrorism,' clandestine
'guerrilla warfare' into 'modern' globalized politics.
In
Italy,
Philippe Buonarotti (1761-1837) introduced French Babouvist conspiracy
tactics to the "Illuminati." The utopian socialist efforts of
Saint-Simon (1760-1825), Charles Fourier (1772-1837) and Robert Owen
(1771-1850) are well-known; they radically influenced the socialist
theories expressed in the "Communist Manifesto."
All
these transhistoric developments, human endeavors and revolutionary
efforts were made to avoid what is taking shape today, a nuclear
conflagration of mankind, planned by a metropolitan power hungry
megalomaniac ruling class.
Today still,
trying to stop this apocalyptic global crash, in the fiery
transhistoric speeches of President Hugo Chavez, addressing huge crowds
in the streets of Caracas and elsewhere on the globe, the socialist war
drums of the Communist Manifesto of Marx and Engels, of the French
communards that stormed the heavens, can be heard reverberating with
powerful staccatos across the globe: Union,
Union, Workers of the World, Unite!
Chapter Four: Venezuela's
Bolivarian Revolution currently in serious danger ... from within!
Four
years after the death of Karl Marx, Friedrich Engels explained to us
how his comrade, "the great founder of modern socialism, has sketched
the new world outlook with the clarity and expressive power of genius."
(See:
Friedrich Engels, Preface to 'The Condition of the Working Class in
England' , 1887 Edition)
Let us look very briefly at the contents of the famous
Communist Manifesto:
Certainly,
from our point of view, from the
South, the above statement seems to be very very polemical indeed. We
should not forget that already for Hegel Africa did not form part of
world history, of world 'civilization'; furthermore, it was well-nigh
impossible to launch class struggles in pre-colonial ancient epochs, in
a world where primitive accumulation of capital did not yet exist and
where slave and feudal societies could not be constructed as yet.
Our
regions were even classified as "barbarian"
or 'semi-barbarian' countries, but this was nothing new; the ancient
Greeks also had called their 'uncivilized' northern 'British' and
'German' neighbors "barbarians."
In the Manifesto, Marx and Engels wrote:
"The
bourgeoisie has subjected the country to the rule of the towns. It has
created enormous cities, has greatly increased the urban population as
compared with the rural, and has thus rescued a considerable part of
the population from the idiocy of rural life. Just as it has made the
country dependent on the towns, so it has made barbarian and
semi-barbarian countries dependent on the civilized ones, nations of
peasants on nations of bourgeois, the East on the West."
However,
what is relevant here, especially for us in Venezuela and elsewhere, is
the fact (already verified by history itself)
that by 1848 nearly the whole world was already dancing around the
French May pole, was singing the 'La Marseillaise,' was swinging the
bourgeois tricolore and was marching down the global capitalist
Champs Elysees towards coming European Nazism and fascism. Precisely
this Marx and Engels were describing in the most powerful praxical and
theoretical revolutionary document ever written. Later confirmed by
Rosa Luxemburg, they warned that the revolutionary choice is communism
or barbarism.
Marx
and Engels explained that the
bourgeoisie has created its own negation, its own non-bourgeoisie, the
proletariat. This 'revolutionary' dialectical negation, the
proletariat, is the only social class which has the 'historic' task to
liberate mankind by annihilating the economic exploitation and
political domination of man by man, by means of furthering the
development of modern industrial technology. Of course, according to
Marxism, like the bourgeoisie, the proletariat changes permanently.
Seen
from a contemporary point of view, in a
corporate world that has misused sophisticated technology and
unilateral industrialization to develop apocalyptic arsenals of lethal,
fatal and mortal weapons of mass destruction, the working peoples
immediately will have to initiate powerful, alternative, incipient
modes of self-defense, even invincible creative weapons of global
emancipation. Measured by the rising internal and external ferocious
attacks against Venezuela, this is even more valid for the Bolivarian
revolution which has to radicalize itself urgently.
Currently the Bolivarian Revolution is in serious danger,
from within!
In
the second section of their historic
document, Marx and Engels identified the 'communists' as the
proletarian vanguard, as the most resolute, constant, advanced,
revolutionary sector of the working classes. Later this communist
vanguard will be described in more scientific detail by Lenin in his
revolutionary theory of a new type of political party. Surely, this
concerns the current construction of a revolutionary socialist party in
Venezuela which logically has to place itself at the head of social
transformation and revolution.
The third part mainly identifies
the 'Communists,' the 'Communist Party,' but Marx and Engels also
differentiated themselves from other existing utopian socialist and
communist groups.
In
the fourth section, they highlighted the
theoretical position of communists in relation to other radical
democratic groups or even to capitalist governments. Of course,
provided that we know them, all these lessons are significant for the
deepening of the Bolivarian revolution. According to Marx and Engels,
without losing their proletarian identity, all communists have to adopt
a non-sectarian political attitude, have to welcome and support all
genuine democratic tendencies. In the construction of socialism in
Venezuela, the above is imperative.
As
a matter of interest, at that time, they saw
Germany as the cradle of proletarian world revolution, because of its
belated, impending bourgeois-democratic revolution. They were convinced
that the German revolution could take a dialectical leap straight
towards 'human emancipation' (Marx).
Finally, Marx and Engels declared,
that they have nothing in common with any Illuminati, with any
'conspiracy sect.' Their clarion call was short and sweet:
"Proletarians of All Countries, Unite!"
In
faraway France, in the middle of the 19th
century, in liberal, competitive capitalism, all this was reflecting
the revolutionary workers' 'spirit' of the time. However, like today,
this 'best of times' had its 'worst of times' (Charles Dickens);
this age of light also generated an epoch of counter-revolution. of
"democratic" obscurantism.
We really need revolutionary, juvenile, intellectual ferment
in Venezuela. It is a creative epoch, a time of creation.
Our
voices should go around the world, should
tell the world in many tongues about our emancipatory naissance! We
need the instruments, the technology, the websites and the radio
programs to launch our democratic truth, our counter-attack against the
diabolical Empire of Bush and Murdoch!
- Unfortunately, we live in a world where money
makes the world go round. Without this root of all evil, soon the whole
revolution will be off air, will be without any air!
Surely,
apart from Marx and Engels, Christian
utopian socialists also took up arms against the capitalist Moloch.
Victor Prosper Considerant (1808-1893), a Romantic Christian
follower of the great utopian socialist thinker Charles Fourier, in
counter-attack, published his own 'Manifesto of Democracy,' voicing his
own slogan: "Our cause
is the cause of God and of Humanity; our Banner that of Justice, of
World Peace and of the Association of Peoples."
Nonetheless,
what is significant for us is that
Marx and Engels never denied their revolutionary indebtedness to the
major bourgeois economic, philosophical, political and social
achievements of their epoch. In his doctoral dissertation, Marx even
gave ancient materialist philosophers like Democritus and Epicurus
their scientific merit and credit within the new historical,
materialist dialectical world outlook of human communism.
On March 5, 1852, Marx wrote to Joseph Wedemeyer:
"As
far as I am concerned, I cannot claim the honor of having discovered
the existence either of classes in modern society or the struggle
between them. Bourgeois historians a long time before me have
established the historical development of this class struggle, and
bourgeois economists its economic anatomy."
As already expounded in the Communist Manifesto, Marx stated
what he discovered:
(1) That the existence of classes is bound to definite historical
phases of the development of production;
(2) That the class struggle necessarily leads to the dictatorship
of the proletariat; and,
(3) That this dictatorship itself is only
transitory, in the revolutionary process of abolishing all social
classes, and of eventually establishing a classless, communist society.
Like
in the case of President Chavez and of
Venezuela, till today massively the ideologues of the metropolitan
disinformation wars disseminate a galaxy of big lies about Marxism. All
over we hear that Marx did not care about the individual, about human
feelings and spirituality, that he was a cold-blooded 'communist
monster' and has not developed any political psychology, not even a
theory of human alienation.
Yes, comrades, it is folly to be wise!
Concerning Marx' conception of
'man' of the 'human being' and of the human species in totality,
especially of the 'proletarian,' what is his concrete program?
We
all should know that his point of departure
is 'Beduerfnis,' want, human need. The interpretation of the whole
'human being' begins with human need.
Four years before writing the Communist Manifesto, in his
'Economic and Philosophic Manuscripts of 1844,' Marx stated:
"Man
is first of all a natural being. As a natural being and a living
natural being, he is endowed on the one hand with natural powers, vital
powers ... these powers exist in him as aptitudes, instincts. On the
other hand, as an objective, natural, physical, sensitive being, he is
a suffering, dependent and limited being ... that is, the objects of
his instincts exist outside him, independent of him, but are the
objects of his need, indispensable and essential for the realization
and confirmation of his substantial powers."
Hence, Marx suggested that within
the socialist revolution we should develop our own 'vital powers,' that
is, our creative powers; furthermore, we should especially develop our
'substantial powers,' that is, our emancipatory human powers.
Finally,
now terminating this series of four
introductory articles about the Communist Manifesto and its
revolutionary socialist relevance for the Bolivarian Revolution in
Venezuela and the world, allow me to quote extensively what I wrote on
Labor Day 2003: "A specter is haunting the Fourth Reich ... the specter
of Chavez!
All
the oligarchic powers in Venezuela and
abroad have entered into a fascist, neo-liberal alliance to exorcise
this specter: Otto Reich and CAP, Aznar and Estanga, Ortega and
Gaviria, 'Friends of Venezuela' and Enemies of 'Castro-Communism.'
Where is the "party" in the 'opposition' that did not decry Chavez as a
'dictator,' as a 'tyrant'? Where is the anti-governmental 'stormtrooper
of the apocalypse' that did not try to assassinate his character?
After
the brutal massacre of dozens of
Bolivarians, especially between April 11 and 13, 2002, after various
serious attempts of political and economic coups, that normally no
oppressive government ever would have survived, now Chavez is No.1 on
the hit list of the mercenary 'Death Squads.'
With the most democratic
constitution that the world ever has seen in the hand, for the majority
of Venezuelans, for 85% of 24 million people, who have been languishing
in critical misery and poverty over the last half-a-century, two things
remain very clearly:
No puede ser! Uh, Ah, Chavez no se va! Their
President must remain in power, if necessary, till 2021."