Mis Premios

Creo que yo estoy más cerca del verso que de la melodía, pero   lo que si  tengo claro, es  que lo dejo todo en cada Tango, como tiene que ser, con todo mi corazón y coraje, porque yo quiero a la gente, claro está.

Así fue transcurriendo la vida, he cantado con muchas orquestas, cuartetos, tríos y también con un organista, Fernando Palazzo, un músico con letra mayor, un amigo y compañero entrañable.

Aprendí cosas lindas de él, que muy difícil puedan borrarse de mi corazón. También me acuerdo de mi paso por la orquesta de Osvaldo Ferri. Una noche, después de ganar un concurso en la confitería Siglo XX, un primo que cantaba con la orquesta de Alfredo de Angelis, me dijo que fuera hasta San Sussi, otra confitería de la avenida Corrientes, porque buscaban un cantor.

Así fue, me tomó una prueba con el Tango "Tengo miedo", estuve dos años largos con él y vino la televisión y mi primera grabación. Reinaldo Yiso, director de Magenta Discos me dio la oportunidad y grabé un disco con cuatro canciones"La luz de un fósforo", "El último acto", "No habrá un final" y "Carillón de la Merced", con arreglos y dirección del maestro Víctor Graña.

Así empezó mi vida a tomar rumbo duro, pero lindo a la vez, hice muchas salidas por todo el país; Córdoba, Rosario; Salta, Tucumán, Buenos Aires, La radio, Televisión, y otra vez Perú, Méjico, Colombia, Paraguay, Uruguay, vuelta a Buenos Aires y de nuevo a luchar y a luchar, pero contento y con todo el amor de mi vida, dándolo todo por la gala.

Así volví a Chile y metí un pelotazo muy grande con el tema " Balada para un loco" de Piazzola Ferrer.

Así fui recorriendo mundo, llegué a Venezuela y fue todo sobre ruedas, allí me instalé, y doce años de lucha, pero todo muy lindo, gente guapa, los quise y me han querido.

Hoy tengo más de quince años en España y siento lindas vibraciones, por lo que he grabado mi último CD con todo el amor he puesto mi corazón en colaboración de un montón de gente, que les enseñé a quererme porque les quiero, a luchar por lo que lucho y a soñar por lo que sueño.

Y ahora, que me has abierto las puertas de tu casa, yo quiero llenarte el corazón con este ramillete de Tangos de ayer, de hoy y de siempre...

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