"EL AMOR DE MI TIERRA", álbum que se editó en 1999, fresco y renovado. Uno de los temas que más gustó fue FRUTA FRESCAbajo los alegres y ardientes rayos del sol en alguna campiña del caribe.
LETRAS de "EL AMOR DE MI TIERRA"
En el nuevo trabajo de Carlos Vives podemos percibir como la música de su nativa Colombia muestra orgullosa su afinidad a la música del resto del Caribe. Como una fusión de muchas variantes y vertientes, incluso la cultura andina. Expresión de diversidad étnica. Vida y ritmo. Contundencia y corazón. Ternura de nostalgia interior y carnaval explosivo.
"El amor de mi tierra" es lo humano y lo geográfico. Un sonido familiar, alegre y rumbero; tanto los paisajes como algunas de las historias descritas por el artista, corresponden a toda una región surcada por el río Magdalena, que aunque olvidada y azotada por la violencia, conserva su corazón inocente, de hermosos valles y montañas que se entregan al Caribe y fluyen como afluentes vigorosos: la cumbia, el bullerengue, el berroche, el porro, el vallenato.
Por sus características reciben diferentes nombres, "pero para mí es un solo sentimiento, y sigue siendo música de acordeón", afirma Carlos Vives, al presentar este álbum cuyo productor ejecutivo ha sido Emilio Estefan Jr.
En este álbum, el segundo como artista de Virgin, se incluyen once canciones. Nueve de las cuales fueron escritas por Carlos Vives, con algunos de sus compañeros de La Provincia; Carlos no quiso que faltara el rescate de viejos y jóvenes compositores de la región como José Barros, nacido en El Banco, Magdalena autor de la también conocida "La Piragua", así como Martin Madera, nacido en Magangué, Bolivar, puerto sobre el río Magdalena, compositor de la canción "El amor de mi tierra", que da el nombre a este nuevo álbum.
El primer corte promocional es "FRUTA FRESCA", que como su nombre indica, es lo que este álbum representa para Carlos Vives: "no es música de concentrado, es de pura fruta fresca natural recién exprimida, sin sustancias artificiales".
"Fruta Fresca" canción alegre e ingeniosa, tiene muchos tambores y guitarras modernas, se percibe la influencia cubana y puertorriqueña, pero al mismo tiempo resulta muy representativa del caribe colombiano y de la cual Carlos Vives es el autor de su letra y música.
Muchas de las nuevas canciones se trabajaron en equipo, como "19 de Noviembre" que resultó del trabajo de Carlos con Emilio Estefan, Jr. y Angie Chirino; o "La Receta" una especie de fórmula vallenata para hacer merengues, escrita a dos manos por Carlos con el músico y productor colombiano Juan Vicente Zambrano.
De esta manera Carlos Vives y La Provincia dan un nuevo paso, y siguen siendo los mismos de aquella "Gota Fría". Trabajan juntos, viajan juntos y de repente en los hoteles, una noche cualquiera agarran la guitarra y una grabadora y en torno a una idea elaboran lo que pudiera ser el esqueleto de una nueva canción.
"Se hacen canciones en todas partes" dice Carlos Vives, pero por lo general, trabajamos con más confianza cuando estamos en Bogotá o en Santa Marta", donde por ejemplo junto con Andrés Castro, músico bogotano y guitarrista de La Provincia, Carlos escribió "La Mona", una mujer de rubio cabello que todos los domingos regresa a la playa de El Rodadero a "Pitán - Pitán", onomatopeya del golpe de tambor que incansablemente se toca en el estadio de la ciudad de Santa Marta. La canción está dedicada al equipo de fútbol local, equipo desde siempre en su corazón y a sus más fervientes seguidores; o "El cante", catálogo de canciones tradicionales, que invitan al recuerdo, al goce y a la rumba.
Fruto de su compromiso con un público, con una tradición que es muy suya y de su entorno, "El amor de mi tierra" es un regreso al valle, lugar que se fundó como hato de ganadero, lugar de haciendas donde se sembraban las frutas y el algodón, lugar también de gente humilde e ingeniosa. El vallenato, música que deriva su nombre de la región de Valle de upar, forma musical que amalgama varias culturas y deriva de una sola: la americana.
"Los que nacimos en este continente somos de todos los colores y sabores, aunque hablemos diferentes lenguas y bailemos diferentes ritmos, podemos aprender a conjugar y disfrutar de todas nuestras diferencias culturales y esto es un pensamiento y un sentimiento que habita en nuestra música" subraya Vives.
Para esta ocasión todos los integrantes de La Provincia viajaron a Miami para grabar en el estudio Crescent Moon, bajo la batuta del productor colombiano Juan Vicente Zambrano; una experiencia que Carlos Vives describe como "edificante, un lugar con una energía maravillosa que invitaba a la creatividad, y a una interacción que no se hizo esperar. Gloria Estefan y su Miami Sound Machine, John Secada, Roberto Blades, Angie y Olgui Chirino, Carlos Ponce y Shakira, en fin recuerdos inolvidables de todo el cariño que Emilio y su "Dream Team" pusieron en este proyecto".
La responsabilidad de los textos, en los mensajes, en las letras y en las historias, recae en su mayoría en el propio Carlos Vives, quien también se motiva en la necesidad de que se conozcan mejor las "tantas cosas maravillosas" de su gente.
"Esta es" dice: "una manera de llevar al mundo ese rincón nuestro, en un momento en que hay tantos problemas, violencia y falta de humildad. Es mi forma de llevar mi verdad a otras partes, con fuerza, con alegría, con dignidad, cumpliendo una función social, aparte de cualquier encasillamiento, porque esto es cultural y comercial a la vez. Es una expresión del alma".
Resumiendo, el artista sostiene que "El amor de mi tierra" como álbum es un producto refrescante y paso más hacia delante, una buena muestra de nuestra música local, porque tiene fuerza, porque es muy alegre e inocente, muy despreocupada, muy bonita, con espíritu muy positivo y bien hecha.
En este renglón, subraya los nombres de Emilio Estefan Jr. y Juan Vicente Zambrano. "Su ayuda más que valiosa fue maravillosa, y gracias a ellos muchos elementos se conjugaron para que musicalmente y en todos los demás aspectos, este disco se pudiera convertir en un éxito".
Manteniendo su identidad y caminando hacia lo que él llama "ese norte y ese corazón" al mismo ritmo de la gente que lo sigue, trabajando en familia, en este disco Carlos Vives vuelve a mostrarse con su pelo largo y con sus "mochos", los pantalones cortos rasgados que han sido su "marca registrada" en los mejores escenarios del mundo.