El Pecado
Original es el desvío del hombre que no escuchó lo propuesto por el
Creador y generó su propio propósito.
No
existe la dualidad del bien y del mal, sólo hay un camino: el de lo
correcto. Fuera de ello, está la muerte y
disolución.
La
realización insuperable del trabajo que nos corresponde (ser Vida
Inteligente Participante) , traerá como consecuencia goce y plenitud, la
satisfacción de lo logrado. Trabajo que es único y común a todos, y al
mismo tiempo individual: cada uno es responsable de sí mismo.
Es el hombre
quien debe mirar a Dios y reconocerlo como Padre, realizando el
Propósito Divino.
Somos
criaturas y como tales, debemos integrarnos en lo creado, y nuestra
existencia se transformará en Vida.
Comamos esta
vez del Árbol de la Vida...
'Cuídate de los falsos
profetas,
cuídate de las
tentaciones,
pero mucho más, cuídate de tí
mismo'