¡YO CREO EN TI, VENEZUELA!
Luis E. Rangel M.
Porque
Quinientos años de conquista no han logrado doblegar tu espíritu de libertad que como nuestro cóndor vuela alto, oculto y silencioso, esperando el momento adecuado para mostrar de nuevo su garra y majestuosidad.
...Como una madre amorosa y cándida acogiste en tu regazo, con igual cariño, al cansado peregrino sediento de esperanza que al furtivo ladrón de tus riquezas; sin esperar más nada a cambio que la satisfacción que da la prodigalidad.
...Haz parido el arquetipo del hombre del tercer milenio, al fundir al calor de tus entrañas la indocilidad del indio, la fortaleza del negro y la altivez del blanco.
...Los que han entregado la patria y sus riquezas nunca podrán arrebatarte el orgullo de un pueblo que lleva en sus venas la sangre de una raza acorralada para despojarla de la tierra que por derecho divino le pertenece y que por generosidad ha compartido.
...Aquellos que continuamente te depredan jamás podrán agotar tu verdadera riqueza que brota abundante e inagotable de tu corazón: ¡tu magnanimidad!
...Te consideran dormida y sólo velas. Te llaman tonta; pero tu sagacidad estriba en tu espera. Te ven inerte, mientras tu corazón palpita intensamente. Te suponen resignada, sin saber que tu entrega es sólo táctica. Te consideran perdida, mientras marchas segura hacia el norte que te señala la historia.
...Los que te repiten constantemente que eres incapaz de grandes logros, sólo temen despertar el gigante que duerme en ti esperando ese guía que pueda llevarte otra vez a la conquista de grandes y nobles ideales, como lo hiciste en el pasado.
...Quienes desde afuera tratan de imponerte una forma de vida que no se corresponde contigo, no pueden entender que no has nacido para seguir a otros, sino para indicar el camino que conduce hacia la creación de un nuevo modelo social.
...Creyendo en ti, creo en mí, en mi propia capacidad de construir el país que más nos conviene, sin directrices externas, sin modelos importados: ¡sólo con el ejemplo que nos dejó nuestro Libertador!
Enero de 1996