Estimados compañeros de UL21:
A
través de estas líneas queremos presentarles a ustedes nuestra modesta aportación a la
lucha por la liberación nacional y social de la Patria Grande y de todos los pueblos del
mundo. Tal es la creación del sitio www.bolcheviques.org
llevada a cabo por un puñado de militantes imbuidos de ideales patrióticos y
revolucionarios como los que les animan a ustedes.
Aunque
desde la península Ibérica nos separa un gran océano no podemos dejar de sentir como
hermanos a todos los miembros de esa gran Nación balcanizada y esquilmada al antojo de
los capitalistas yanquis y sus cipayos. Como bien anticipó el libertador Bolívar Los
Estados Unidos parecen destinados por la providencia para plagar la América de miseria en
nombre de la Libertad.
Nos sentimos hermanos pero huyendo del paternalismo, de posturas neocolonialistas,
eurocéntricas o metropolitanas, y de grandezas imperiales ya pretéritas que tanto
sufrimiento irrogaron a los indígenas americanos.
Bien
expresó el Che su patriotismo: Me siento
patriota de América Latina, de cualquier país de América Latina, en el modo más
absoluto, y tal vez, si fuera necesario, estaría dispuesto a dar mi vida por la
liberación de cualquier país latinoamericano, sin pedir nada a nadie. De la misma manera que para Simón Bolívar, para
ustedes, camaradas de UL21, la Patria es la América y, al igual que el General San
Martín ustedes son del partido americano.
Además de solidarizarnos con su lucha, que es la nuestra también, queremos darles a conocer algo de nuestro pensamiento que como verán asume la aportación de los próceres americanos.
NUESTRO
PENSAMIENTO: EL OXÍMORON NACIONAL-COMUNISTA.
Nuestras fuentes ideológicas y referentes abarcan desde los
clásicos marxistas europeos (Marx, Lenin,
Stalin, Trotsky, Gramsci), los marxistas iberoamericanos (Mariátegui, Guevara, Castro,
Jorge Abelardo Ramos) y del tercer mundo en general (Mao, Ho Chi Minh), los llamados
nacional-bolcheviques (Radek, Liszt, Lenz, Niekisch, Strasser, Thiriart, Dugin, Luc Michel
), los representantes del socialismo no
marxista y autogestionario (Sorel, Bakunin, Prouhdon, Durruti, Pestaña), los
representantes del nacionalismo revolucionario (peronistas montoneros, bolivarianos,
sanmartinianos, artiguistas, martianos), los socialistas panárabes (nasseristas,
baasistas), los islamistas revolucionarios (Khomeini, Shariati), etc.
Damos a nuestro pensamiento el nombre de Nacional-Comunismo,
oxímoron que debe ser entendido como síntesis revolucionaria, acción sinérgica,
transversalidad y convergencia de extremos aparentemente irreconciliables (nacionalismo e
internacionalismo, tradición y revolución, valores materiales y espirituales). Decía Mariátegui: "Una revolución
continúa la tradición de un pueblo, en el sentido de que es una energía creadora de
cosas e ideales que incorpora definitivamente a esa tradición enriqueciéndola y
acrecentándola..." Y para el Che : Si el comunismo pasa por alto
los hechos de consciencia, podrá ser un método de reparto, pero no es ya una moral
revolucionaria".
Para
el filósofo Heráclito de Éfeso todo fluye (panta rhei), el logos es la lucha de los
opuestos. En efecto, el devenir revolucionario está lleno de contradicciones y paradojas
que demuestran su carácter proteico. Así mientras Lenin afirma que sin
teoría revolucionaria no hay movimiento revolucionario
el Comandante Guevara le corrige declarando que "La
revolución puede hacerse si se interpreta correctamente la realidad histórica y se
utilizan correctamente las fuerzas que intervienen en ella, aun sin conocer la
teoría". El
internacionalismo proletario que profesan los marxistas con su proletarios
del mundo, uníos , no es óbice
para que Lenin proclame "Haced
de la causa de la nación la causa del pueblo y la causa del pueblo será la causa de la
nación" o para que autores como Mariátegui o Gramsci identifiquen lo
nacional con lo popular. En palabras del intelectual peruano: El socialismo no es, en ningún país del
mundo, un movimiento antinacional. Puede parecerlo, tal vez, en los imperios. En
Inglaterra, Francia, en Estados Unidos, los revolucionarios denuncian y combaten el
imperialismo de sus propios pueblos. Pero la función de la idea socialista cambia en los
pueblos política y económicamente coloniales. En esos pueblos, el socialismo adquiere...
sin renegar absolutamente de ninguno de sus principios, una actitud nacionalista... las
reinvindicaciones de independencia reciben su impulso y su energía de la masa
popular" ("Peruanicemos al Perú").
Continuando con
más ejemplos, Marx y Engels estimaban insoslayable una primera etapa burguesa anterior a
la revolución proletaria, así como que sería el propio sistema capitalista el que
destrozado por sus contradicciones internas acabara destruyéndose dando paso al
socialismo, como transición hacia el comunismo y la sociedad sin clases . También los
fundadores del socialismo llamado "científico" expulsaban a los pueblos
latinoamericanos de la historia, así como tildaban de "residuos" destinados al
"basurero de la historia", nada menos que a los pueblos eslavos del sur europeo.
Marx y Engels juzgaron a los americanos del sur como desprovistos de potencia histórica,
perezosos e ineptos para ingresar por sí mismos en el camino de la civilización, salvo
con la ayuda de los enérgicos yanquis.
Contra esta opinión los bolcheviques demostraron que un país feudal y atrasado como la Rusia zarista podía pasar directamente del imperialismo a una revolución proletaria. Más tarde Mao lideró una revolución en la que el papel dirigente no lo ostentaba el proletariado sino los campesinos evidenciando que no era justo el papel secundario al que los anteriores marxistas habían relegado a esta clase, subordinándola a la obrera a la que consideraban como la más revolucionaria. El propio comandante Guevara hace notar en su tratado La Guerra de Guerrillas que en Iberoamérica el terreno de la lucha armada debe ser fundamentalmente el campo, y que la revolución debe ir acompañada de una Reforma Agraria, otorgando un papel primordial al campesino y considerando al guerrillero un reformador social.
Por ello y aunque
el marxismo es una de nuestras fuentes ideológicas (no la única), lo anteriormente
consignado nos hace huir de toda interpretación dogmática del marxismo. Como bien
señaló el bolchevique León Trotsky al llegar al México del general Cárdenas:
"Cuando Lenin y yo combatimos juntos durante la revolución, jamás creímos que el
resto del mundo seguiría la vía rusa, porque Rusia posee características nacionales e
históricas extremadamente pronunciadas y fuertes. Los demás países también poseen
características profundamente diferentes y peculiaridades nacionales acendradas; cada
país tiene que encontrar un camino diferente (...). Lenin decía que no se les puede
imponer caminos rusos a los demás países. En la medicina existen charlatanes que recetan
los mismos medicamentos para todas las enfermedades. Los políticos marxistas no
pertenecemos a esa escuela de la medicina" Abundando en la misma idea Jorge
Abelardo Ramos recuerda que No somos coloniales pura y exclusivamente por la
subordinación económica. Somos coloniales también porque hemos asumido las doctrinas
revolucionarias bajo la forma de otra dependencia. Asimismo, decía Mariátegui: "El marxismo, donde se ha
mostrado revolucionario -vale decir donde ha sido marxismo- no ha obedecido nunca a un
determinismo pasivo y rígido", "El marxismo en cada país, en cada pueblo,
opera y acciona sobre el medio...". Y
el Che por su parte: "... el marxismo es solamente una guía para la acción.
Se han descubierto grandes verdades fundamentales, y partir de ellas, utilizando el
materialismo dialéctico como arma, se va interpretando la realidad en cada lugar del
mundo. Por eso ninguna construcción será igual; todas tendrán características
peculiares, propias de su formación".
En lo atinente a la dicotomía
nacionalismo-internacionalismo, somos de la opinión de que no existe tal sino que,
siguiendo a Mao, se da una identidad entre la lucha nacional y la lucha de clases por lo
que el patriotismo no empece el internacionalismo proletario ni la solidaridad con la
lucha de otros pueblos, con lo que se deshace la aporía. Nos declaramos radicales en lo
nacional y en lo social y a este respecto traemos una sentencia de José Martí: "A
la raíz va el hombre verdadero. Radical no es más que eso: el que va a las raíces. No
se llame radical quien no vea las cosas en su fondo. Ni hombre, quien no ayude a la
seguridad y dicha de los demás hombres. Porque como bien dijo el guerrillero heroico en su
alocución al primer congreso latinoamericano de juventudes: La "moderación" es otra de las
palabras que les gusta usar a los agentes de la colonia. Son moderados, todos los que
tienen miedo o todos los que piensan traicionar de alguna forma (
) El pueblo no es
de ninguna manera moderado.
Otro aspecto que
puede resultar paradójico y suscitar dudas es que un colectivo que invoca el nombre de
los bolcheviques y se declara nacional-comunista, simpatice con los islamistas, los mismos
que, verbigracia, infligieron una humillante derrota al glorioso ejército rojo en
Afganistán. Ya se ha dicho que la realidad está en continúa transformación y los
enemigos de antaño pueden ser amigos hogaño. Quién sabe si en la actualidad la
vanguardia revolucionaria contra el imperialismo no corresponderá a los pueblos
islámicos, a menudo reputados como bárbaros, fanáticos y atrasados. Hoy en día cuando
el mundo vive la agresión imperialista del yanqui-sionismo contra Irak, Palestina y
Afganistán, resultan sumamente evocadoras estas célebres palabras del Che en su mensaje
a los pueblos a través de la Tricontinental: El odio como factor de lucha; el
odio intransigente al enemigo, que impulsa más allá de las limitaciones naturales del
ser humano y lo convierte en una efectiva, violenta, selectiva y fría máquina de matar.
Nuestros soldados tienen que ser así; un pueblo sin odio no puede triunfar sobre un
enemigo brutal. Hay que llevar la guerra hasta donde el enemigo la lleve: a su
casa, a sus lugares de diversión; hacerla total. Hay que impedirle tener un minuto de
tranquilidad, un minuto de sosiego fuera de sus cuarteles, y aun dentro de los mismos:
atacarlo dondequiera que se encuentre; hacerlo sentir una fiera acosada por cada lugar que
transite. Entonces su moral irá decayendo. Se hará más bestial todavía, pero se
notarán los signos del decaimiento que asoma.
Los estrategas
yanquis saben que tienen en el mundo islámico un temible enemigo al que si no destruyen, acabará por destruir la tiranía
con la que el Tío Sam sojuzga a los pueblos del mundo porque como afirma Clausewitz:
la guerra es la continuación de la política por otros medios. Mientras el
único arma de los guerrilleros islámicos es convertirse ellos mismos en bombas, cobran
vigor las declaraciones del comandante Guevara al saber que la Unión Soviética de
Jrushev había decidido unilateralmente, sin consultar al pueblo de Cuba, retirar los
misiles nucleares de la isla: Es el ejemplo escalofriante de un
pueblo que está dispuesto a inmolarse atómicamente para que sus cenizas sirvan de
cimiento a sociedades nuevas y que cuando se hace, sin consultarlo, un pacto por el cual
se retiran los cohetes atómicos, no suspira de alivio, no da gracias por la tregua; salta
a la palestra para dar su voz propia y única, su posición combatiente, propia y única,
y más lejos, su decisión de lucha aunque fuera solo.
Hacemos nuestras las palabras del comandante Hugo Chávez quien, en referencia a las raíces que sustentan la revolución bolivariana, declara: Las corrientes filosóficas e ideológicas que alimentan y enriquecen ese árbol de las tres raíces son: el cristianismo del Jesús de los pobres, el nacionalismo revolucionario tercermundista y el marxismo latinoamericano. Al respecto comenta Chávez: ...Tengo grandes elementos protestatarios, de justicia social, contra la dominación, ¿eso es marxismo? Bueno. Como decía Fidel en Cuba, si eso lo llaman bolivarismo, estoy de acuerdo. Si lo llaman marxismo, estoy de acuerdo; cristianismo, estoy de acuerdo. Lo importante es estar allí, en medio de la lucha, si es marxismo o no es marxismo, no es lo que más me inquieta. Lo que si me inquieta es que esa apreciación de la realidad, esos mecanismos de analizar realidades para inyectarlos a un proceso de transformación, estén ajustados a eso, que no sean utopía pura ni el Quijote contra los molinos de viento, sino que tengan fundamentos objetivos, de análisis. Yo no niego el marxismo. Y comparto grandes teorías de las que conozco, y agrega, ...cualquiera que conozca el marxismo y compare mi discurso con mi acción, encontrará elementos del marxismo: lo dialéctico por ejemplo. Ahora no soy antimarxista porque nunca caí en ese juego de que el marxismo es el diablo, de que los comunistas o marxistas son enemigos de la democracia... yo más bien he dicho que soy amigo de los marxistas. Este proyecto no es marxista, pero incorpora elementos del marxismo.
En definitiva y
para no ser prolijos en la disertación sobre nuestro pensamiento, recordamos a José
Carlos Mariátegui: No queremos, ciertamente, que el socialismo sea en
América calco y copia. Debe ser creación heroica. Tenemos que dar vida, con nuestra
propia realidad, en nuestro propio lenguaje, al socialismo indoamericano. He aqui una
misión digna de una generación nueva. Corresponde a los nuevos bolcheviques
solventar los problemas que acuciaron a los experimentos del socialismo real: el
burocratismo, el dogmatismo, la potenciación de estímulos morales y no sólo materiales
para mejorar la productividad, la explotación del hombre por el Estado, etc.
¡PATRIA O MUERTE!
¡IBEROAMÉRICA UNIDA Y JUSTA O MUERTE!
¡VIVA EL SOCIALISMO NACIONAL!