Testimonio del Gral. James T Hill al senado norteamericano
Con relación al primer contexto, el Comandante Hill aseveró que “Grupos
terroristas del Medio Oriente como el Hamas, Hizballah y Islamiyya al Gammat tienen redes
y estructuras de soporte en toda la región. Estas células que extienden desde América
del Sur y a través de América del Centro y el Caribe, no solamente consisten en personal
de logística y de apoyo, sino también en terroristas que han participado en
ataques en el Medio Oriente.
Partidarios islámicos radicales se han reunido por largo tiempo en áreas como la región
de tres fronteras entre Paraguay, Brasil y Argentina, conocida por sus profundos lazos con
un amplio rango de actividades criminales transnacionales. De igual manera, seguimos
preocupados por las posibles actividades de grupos radiales islámicos en la isla de
Margarita en Venezuela y en Maicao, Colombia. Estimados precisos sobre la cantidad de
dinero desviada desde la región hacia los grupos radicales islámicos es difícil de
determinar debido a la naturaleza ilícita de la actividad, sin embargo, las figuras
posiblemente se encuentran entre los cientos de millones de dólares anuales”.
“El narcoterrorismo es más penetrante en Colombia donde los ciudadanos sufren
diariamente de asesinatos, bombardeos, secuestros y criminalidad. Sin embargo, el
narcoterrorismo se está expandiendo rápidamente por toda la región. Los grupos
narcoterroristas esta involucrados en secuestros en Panamá, Venezuela, Ecuador y Paraguay.
Ellos pasan por contrabando armas y drogas a Brasil, Suriname, Guyana, México y
Perú y están haciendo su entrada a Bolivia y utilizando las mismas rutas e
infraestructuras para las traficar drogas, armas, personas ilegales y otras actividades
ilícitas. Los narcoterroristas están muy bien financiados por su complicidad en cada
aspecto del cultivo y producción de la droga, secuestro y extorsión. Estos grupos
terroristas envueltos en la droga con sus nombres ideológicamente llamativos – las
Fuerzas Revolucionarias Armadas de Colombia o FARC, el Ejército de Liberación Nacional o
ELN y las Fuerzas de Defensa Unidas o AUC- atacan directamente la autoridad legítima del
Gobierno Colombiano. La ideología no continúa siendo la fuerza que una vez fue para
estas organizaciones. Hoy en día, están motivadas por el dinero, y el poder y se
protegen y mantienen a sí mismos por medio del tráfico de droga y el terror.
El arresto el año pasado en Houston, Texas de un operativo de la AUC que estaba
organizando un intercambio de drogas por armas con un valor de $25 millones de dólares
indicación de la relación simbiótica entre los terroristas, drogas y traficantes de
armas. El resurgimiento de Sendero Luminoso en Perú esta siendo alimentado por su
complicidad con el comercio de la droga”.