Volviendo a casa
Tipo de Mensaje: Bíblico

Propósito: Exhortar a la congregación a volver a una vida plena en Cristo.

Texto: San Lucas 15:11-24

Contexto: Jesús camino de Jerusalén, respondiendo a escribas y fariseos quienes lo critícan por dirigirse a publicanos y pecadores.

Proposición: Dios tiene siempre los brazos abiertos para recibir a los hijos que arrepentidos, vuelven a él.
DESARROLLO

I

El sr. Jesucristo hablaba constantemente a sus discípulos por parábolas.

Parábola.- Uno de los métodos del arte de la oratoria para ilustrar una verdad mediante una comparación extraída de la vida corriente.

   El Texto que acabamos de leer (Lucas 15:11-24) corresponde a una de las más conocidas y hermosas parábolas que el Sr. dijo:  El hijo pródigo; un hijo como muchos otros hijos. Un hijo como la mayoría de los hijos de familia; si usted es o fué padre o hijo de familia estoy seguro que se sentirá irremediablemente identificado con el hijo pródigo.

¿Porqué afirmamos que se trata de un hijo como muchos?

Porque aunque todos los hijos son distintos en lo que respecta a su personalidad y aspecto físico, existen algunas características comunes a la mayoría de los hijos de familia:
    1.- Los padres proveen y tratan de satisfacer todas las necesidades del hijo, mientras este por su parte, exige siempre lo mejor de sus padres.

     2.- Los hijos buscan independencia mientras los padres intentan orientar y regular su conducta.

     3.- Los hijos de familia difícilmente están satisfechos.
    En el hijo pródigo podemos observar los siguientes razgos:

Un hijo que vive bendecido.
a) En la abundancia que le proporciona la casa paterna.
b) En la comunión con el padre y el hermano
c) En el derecho a la herencia.
  Y al igual que nosotros, este joven no quiso esperar. "Lo quiero todo, y lo quiero todo ahora".

   Y el padre se lo condeció, de la misma forma en que Dios a veces nos concede hacer nuestra voluntad, lo cual no significa que él esté de acuerdo.  Podríamos llamar a esta característica de la volountad divina la "voluntad permisiva" de Dios. Mat. 5:45

II

El hijo se va, derrocha y malgasta viviendo perdidamente (v. 13).

Como muchos de nosotros, este joven quería comerse el mundo de un bocado, no quería esperar, así que se fué.
Dice la escritura que no mucho tiempo después, se fué lejos, a distancia del padre, fuera de su ojo protector.

En nuestra relación con Dios, comenzamos a alejarnos de casa cuando pensamos que la vida vale la pena alejados del Padre; nos atraen muchas cosas del mundo y a veces, olvidando todo lo que tenemos en la vida con nuestro Padre nos precipitamos y la tentación comienza a ganarnos la batalla.
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