Recordando a

 

En estos momentos en que se producen avances democráticos sustanciales, resulta crucial no olvidar las raíces. Judith Reyes fue una voz que nunca claudico y que compartió y sufrió en carne propia la represión y el dolor de los luchadores, razón fundamental de su quehacer.

Judith Reyes dio voz a los sectores que, ante la violenta respuesta del sistema autoritario a las demandas sociales, se radicalizaron optando por la lucha armada. Judith puede considerarse la cronista de los guerrilleros urbanos y rurales, y su obra musical es un testimonio vivo e indispensable de los sesenta y de los setenta mexicanos. Mas aún, esa mujer valiente y directa que fue Judith Reyes es prácticamente la única voz de los perdedores de la "guerra sucia " y de los movimientos sociales radicales. Los conciertos eran como ella. llanos y claros. Uno asistía a informarse, a saber y a solidarizarse con Judith y con todos, teníamos la certeza de que estábamos siendo fichados, y la sensación, siempre optimista, del tamaño del optimismo que transmitía Judith, de que un día se vencería.

Recordar a todos los que apostaron la vida y la lucha es una necesidad para vitalizar y para reflexionar en estas horas de triunfalismo, a veces excesivo. Este es el sentido de este libro y homenaje: recordar a nuestra Judith Reyes.

Juan Pablo de Pina García

Julio de 1997

 

*Tomado del libro "El Corrido: PRESENCIA DEL JUGLAR EN LA HISTORIA"
Universidad Autónoma de Chapingo

JUDITH REYES
¿ Quién cantará tu historia?

por : Yelly Alarcón Reyes y Félix Pérez

SU INFANCIA

Nacida de humildes padres campesinos, Judith Reyes vio por primera vez la luz en Ciudad Madero (antes Cecilia), Tamaulipas el 22 de marzo de 1924.
Durante su infancia paso un largo tiempo sin saber nada de su padre, quien tuvo que aventurarse al extranjero en busca de mejores oportunidades para salir de la pobreza. Su madre, mientras tanto, para ganarse el sustento, lavaba, planchaba y hacia tortillas de harina para los vecinos.
De niña, Judith no jugaba a las muñecas, prefería corretear con los muchachos del rumbo, jugar beisbol, encaramarse en los árboles, atrapar carvallos de día, luciérnagas de noche y jugar a la guerra, como ella misma narraría en 1970 en su libro La otra cara de la patria.

SU CARRERA ARTISTICA

El fuerte temperamento y notable sensibilidad musical que Judith poseía se revelan públicamente a sus 14 años de edad, cuando para sobrevivir se inicia en el canto. Primero en las fiestas que organizaban en el Teatro de los Alijadores y posteriormente incorporada a los grupos de variedades que recorrían los campos petroleros de su estado natal. Poco tiempo después la joven artista cantaba en la radiodifusora del puerto de Tampico, en donde conoció a Eduardo Alarcón Leal, quien fuera su compañero en el Dueto Alarcón y más adelante su esposo.

El dueto hizo presentaciones en Estados Unidos y a su separación surge La Tamaulipeca, como se le conoció en el medio artístico a Judith. Viajó presentándose en teatros, carpas y radio al lado de actores, cantantes y cómicos como Fernando Fernández, Cuco Sánchez, Andrés Huesca, Paco Miller y Carmen Salinas entre otros.

SUS PRIMERAS CANCIONES FAMOSAS

Durante esta etapa de vida artística La Tamaulipeca fue compositora de varias canciones que alcanzaron fama y popularidad, una de ellas, La parranda larga, recorrió el mundo interpretada por Jorge Negrete en dos películas: la cinta mexicana El Rapto con María Félix y la otra producida en Francia con el nombre de Los héroes están fatigados, con Robert Redford y dirigida por Gerard Phillips.
También compuso Aborréceme si quieres que grabó Rosa de Castilla; Corazón burlado, grabada por Tito Guizar; El hombre que quiero, por la Torcacita y Sufriendo y penando, por Andrés Huesca, intérprete a quién ahora se le atribuye la autoría de esta canción.
En sus relatos, Judith recuerda cuando cantó en la XEW y en la XEQ, en éstas, recibía como pago dos pesos en la Q y cinco pesos en la w por cada programa de 15 minutos.
Debido a su participación en un movimiento encabezado por los hermanos Martínez Gíl contra el sindicato blanco, tuvo que dejar esas estaciones e irse a trabajar a la recien inaugurada XEX, en cuyo elenco figuraban Pedro Infante, Luis Aguilar, Fernando Fernández y Viruta y Capulina cuando formaba parte del trío Los Trincas.

SU PARTICIPACION EN LA POLITICA ELECTORAL Y LAS CANCIONES DE PROTESTA.

En 1952, muere Jorge Negrete, Judith deja de producir comercialmente y se lanza como candidata a senadora por el Frente Electoral del Pueblo, cuando esta organización postuló a Ramos Danzós Palomino como candidato a la presidencia de la República.
En 1956 surge en México una nueva expresión político-musical: La canción de denuncia política (que después sería conocida como de protesta), cultivada por ella en géneros como el corrido, el huapango y las coplas, hecho que la definió como La mamá de la nueva canción mexicana y Decana de la canción política latinoamericana. Al respecto Judith relata en su libro El cantar materialista de la historia escrito en 1984-1986: "...entonces, que yo sepa no había en México canciones de protesta. Este concepto lo conocí en 1965, pero para esa fecha ya había escrito yo un titipuchal de canciones y las cantaba venciendo solo los obstáculos que me ponía el sistema, pero estos se multiplicaron cuando surgieron elementos que convirtieron este tipo de canción en espectáculo redituable". Una de las canciones escrita en 1956 por Judith, es el corrido Cantadora:

Andando en tierras lejanas
ay Dios, escribí un corrido
porque me gusto la historia
de un líder cañero bravo
como pocos lo han sido.
Y sucedió que en Los Mochis
cantando a mitad de plaza
con la banda y la tambora
de Don Porfirio Amarillas
llega un fulano y me abraza.
Oigame usted cantadora
yo desde lejos la vi
y al escuchar su corrido
le juro por la tambora
que entero me estremecí.
Era Aurelio Rivera
macizo trabajador
que recordaba a aquel líder
del sindicato cañero
que un día llegó a Senador.
Pero cayó asesinado
según me cuentan los hechos;
murió Rosendo G. Castro
y murió por los cañeros
peleando por sus derechos.
Con fino pincel escribo
su nombre aquí en mi canoa;
adiós Rosendo G. Castro
yo me enredé con tu historia
en los Mochis Sinaloa.

SU INCURSION EN EL PERIODISMO Y SU COMPROMISO CON LA CAUSA OBRERO CAMPESINA

En uno de sus viajes al Estado de Chihuahua, Judith incursiona en el periodismo. Fue en el Diario el Monitor de Parral, donde le tocó cubrir la fuente obrera y campesina, esto le permitió vivir de cerca el drama de estos trabajadores.
Durante la cobertura que hacía como reportera a una caravana de los campesinos de Ciudad Madera, Chihuahua, Judith promete conmovida a un campesino: "... si señor, yo voy a escribir sobre sus problemas. Y no solo voy a escribir... ¡ lo voy a cantar ¡ ¡ voy a escribir canciones sobre todas las cosas que veo entre ustedes ¡ ¡se lo prometo! es una promesa que hago a todos ustedes."
Sobre esta promesa escribiría después en la Otra cara de la patria: "Esto lo dije con voz de confidencia, pero verdaderamente quería gritarlo (...) volvería a escribir canciones, esta vez con razón y con ganas... en adelante, mis canciones tendrán sabor a historia para cantarlas a todo pulmón"
Tiempo después Judith Reyes diría convencida que nació dos veces, la primera en Ciudad Madero, Tamaulipas su tierra natal, y la segunda en Hidalgo del Parral, Chihuahua, en donde la compositora retoma la crónica político-musical y desarrolla una gran producción.

SU PARTICIPACION EN LAS LUCHAS CAMPESINAS; PERSECUCION Y ENCARCELAMIENTO.

El 22 de mayo de 1960, 184 familias campesinas del Frente División del Norte, se lanzaron a la ocupación del barrio conocido como El triste, correspondiente al casco de la ex hacienda de Santo Domingo, Municipio Villa Ahumada, Chihuahua. Judith se solidarizó con estas familias campesinas no sólo con su canto y su denuncia. De ésto da el siguiente testimonio: "llegué con 8 toneladas de víveres recolectadas casa por casa en la ciudad de Parral (...) policías municipales y tropa me hostilizaron y trataron de apoderarse de mis cosas. Cuando al fin pude llegar al casco de la ex hacienda, un teniente trató de demorar la entrega de los víveres, pero sabiendo como pincha el hambre, insistí en hacer una entrega inmediata. Al final de la jornada mis dedos estaban adoloridos y las manos me sangraban... por manejar tantas cajas y encostalar granos amarrando los sacos con cáñamo."
En 1961 canta esa historia en el Corrido de Santo Domingo, el siguiente es un fragmento:

Son las armas de la Patria
contra de los campesinos,
las mujeres, los ancianos,
y como 300 niños.
Linda gente de Parral
linda la Ciudad de Juárez
nos trajeron alimentos
a pesar de los pesares.
Año del sesenta y uno
en la prensa se leía
la repartición de tierras
que López Mateos hacía.
Pero sólo eran noticias
lejos de las realidades
porque la Reforma Agraria
es demagogía en cantidades.

Judith Reyes recorrió con su guitarra los campos y las sierras de Chihuahua y de Durango, también presentó recitales en todas las escuelas rurales del país y de sus canciones brotaba poesía y denuncia.
La participación de esta aguerrida compositora en las luchas campesinas tuvo como respuesta la intimidación y persecución por parte del gobernador del estado de Chihuahua, Paredes Ginér Durán, quien en 1962 la priva de su libertad física en la cárcel de la Capital del Estado.
Sin embargo esto no la detiene, su canto de lucha sigue, motivo por el cual es desterrada del estado. En 1963 se presenta en la capital del país como "corridista" y da su primer recital en esta modalidad en la Academia de San Carlos, luego en la Escuela de Agricultura de Chapíngo, en el Instituto Politécnico Nacional, en algunos auditorios de la UNAM y muchas otras Universidades del interior del país.

SU PROYECCION SOBRE LA VIDA NACIONAL Y MAS ALLA DE LAS FRONTERAS.

Judith narra la historia de muchos acontecimientos y hace denuncia de la situación de su pueblo a través de una extensa producción musical, algunas de sus composiciones son: Canción de los niños trabajadores (1963); Corrido de Arturo Gámiz (1965); Cronología del Movimiento Estudiantil que constituye una obra de diez canciones (1968) y Canción del Gasoducto (1978).
No tenemos conocimiento de algún corrido que se haya compuesto y cantado para relatar un suceso de otro país, antes de que Judith lo hiciera. Algunas de sus composiciones de este corte son: Panamá, Cimarrón Haitiano,
Poder Negro, Canción para un niño de Vietnam y Canción dedicada a los presos políticos de Brasil, por mencionar solo algunos títulos.

SU PARTICIPACION EN EL MOVIMIENTO ESTUDIANTIL DEL 68 Y EL EXILIO.

Su incansable espíritu de lucha contra la injusticia y su compromiso con las causas del pueblo, hacía que estuviera presente en la mayoría de los movimientos políticos invitada por la gente que compartía su música y su decidida entrega en estos movimientos, siempre con su guitarra que pareciera un fusil disparando denuncia tras denuncia en cada una de sus canciones.
En 1969, Judith Reyes estuvo secuestrada e incomunicada en las caballerizas de guardias presidenciales, donde permaneció en la más completa obscuridad bajo tortura física y psicológica. Su libertad se obtuvo después de tres semanas de desaparecida gracias a una movilización popular que exigía su presentación. Debido a las amenazas que continuaron en su contra ("o te vas o te mueres") se vio obligada a salir del país y este exilio duro 4 años.
En el libro Cantares de la memoria del folcklorista René Villanueva (1994), el autor recuerda algunos episodios que compartió con ella en el movimiento estudiantil del 68. René describe:
"Después de la terrible noche de Tlatelolco, presentarte ante los estudiantes semejaba a un operativo guerrillero de la más rigurosa clandestinidad para poder burlar el acoso policiaco que se padecía (...) el secuestro, otra golpiza y las amenazas contra ti y tu familia que desde el más alto nivel político recibiste, te orillaron a exiliarte. Sí Judith, los exiliados políticos no sólo son chilenos, argentinos o guatemaltecos, existen también los mexicanos y tu fuiste uno de ellos."

SU PRODUCCION Y LUCHA EN EL EXTRANJERO

Ya en el exilio la compositora graba algunos discos, principalmente en Francia e Italia y funda el Comité por la Defensa Física y Moral de los Presos Políticos de México. Sus primeros recitales en el extranjero fueron en el College St. Marie, en Montreal, Canadá, también canta en la Sorbona, en el Politécnico de París, en la Universidad de Grenoble, en las ciudades de Lyonn, Orleans, y en Francia.
En 1970 se presenta en el Piccolo Teatro de Milan y en el Circolo Culturale La Comuna, organismo creado por Darío Fo en Italia.
Ese mismo año recibe una emotiva y alentadora carta de los presos políticos recluidos en el Penal de Lecumberri de la Ciudad de México; la carta lleva las firmas de 87 prisioneros entre los que figuraban: Luis Cervantes Cabeza de Vaca, Carlos Martín del Campo, Elí de Gortari, Fausto Trejo, José Revueltas, Manuel M. Pardiñas, Heberto Castillo, Armando Castillejos, Ramón Danzós Palomino, Gilberto Rincón Gallardo, Pablo Gómez Alvarez, Gilberto B. Pereira y su esposo en ese entonces Adán Nieto Castillo.
De 1971 a 1980 recorre el mundo con sus canciones. Su guitarra y su voz se escuchan en muchas ciudades de Europa, América Latina y Estados Unidos. Graba 18 discos entre LP y sencillos en Le Chant du monde de Francia; I Dischi del Sole de Italia y Days of Struggle de Nueva York, sus discos se han reimpreso en muchos otros países.

SUS LIBROS

Como escritora e historiadora, Judith Reyes nos dejó tres obras. La primera es: El Cantar Materialista de la Historia que escribió en 1986 y se encuentra inédita. En ésta, relata entre otras cosas anécdotas y reflexiones en torno a su manera de luchar. Sus textos nos hablan de la expresión político-musical como un instrumento de lucha, así como la fuerza que existe en nuestras raíces culturales.
En su segunda obra, llamada El Corrido Presencia del Juglar en La Historia de México escrita en 1987 y publicada recientemente, se refiere al corrido como una canción de protesta cuyo origen se encuentra en las viejas culturas mexicanas y no en el romance español. Su tercer libro es La otra Cara de la Patria escrito y publicado en 1970, en él, plasma el testimonio de una mujer artista, revolucionaria y militante.

SU REGRESO A MEXICO.

Entre 1980 y 1988 Judith desarrolla actividad solidaria para pueblos como el salvadoreño y el peruano, al mismo tiempo colabora con organismos como La Unión Nacional de Mujeres Mexicanas; La Unión de Comuneros Emiliano Zapata y los estudiantes de la Escuela Superior de Agricultura Hermanos Escobar de Ciudad Juárez, Chihuahua, institución que fue desaparecida por el gobernador Francisco Barrio. La última canción escrita por Judith Reyes en noviembre de 1988 la dedicó precisamente a esta escuela.

SU VIAJE SIN RETORNO

El 27 de diciembre de 1988, a la edad de 64 años Judith Reyes fallece víctima de un infarto, no sin antes dejarnos un invaluable legado de historia y cantos de lucha del pueblo de México y el mundo.


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1968

 

Judith Reyes

Sus Canciones

Yelly Alarcón

Escribe


Yelly Alarcón, México 2002