los poemas estan escritos bajo el seudonimo de Teresa Lopez-Poueymirou
Tu dilecto amante siempre misterio, rostro empolvado como geisha de cera, estas tan docil asi desencarnado, suicidandote en la entropia de la materia, un aquiles disfrazado de cisne trasvesti, yo la bronski desgarrada de tus suenos, escuchando al fin ese silencio definitivo que parece un mar palido. Aqui en esta habitacion tan profunda te guardare en mi caja hambrienta, alimentandome de tu pandora breve. Aqui en esta estacion tan propicia, en esta casa tan de lluvia que esta tan al otro lado del umbral, te volvere a parir (casi un virgen, casi un hetaira, casi un monja, casi un nina y casi un estatua de espadatrapo) al misterio laberintico del tiempo, tu blanda desnudez obligada al vertigo de la luz, esclavo de la noche que precedio a esa ultima noche, a ese ultimo tren anakareniniko que vino a recogerte. Solo yo sere tu leche de narciso, solo tu ofelia abriendo las puertas de par en par, atravesando el corredor que abre hacia todos los puertos, tan desvestida como los marmoles que se asemejan al fuego, tan embriagada de dios, tan ahogado en la marejada de los cuerpos, tan fantasma en la orilla desde donde se mira el insoportable resplandor del amor, esa utopia en donde naufragan los amantes que vienen del otro lado del mar.
Por donde ando, la luz de navaja esta que corta;
El corre corre de los ninos define la brevedad
de la Plaza de Armas, resume lo levitado de
esa multitud de risas.
En San Juan perforado, una Fiesta de San Sebastian
se cuela por la entranable definicion de otro enero,
La lluvia tomada por alucinacion, por acontecimiento,
bajo el ojo avisor de las vitrinas de Marshalls.
Llovio entonces para nosotros que conocimos
por primera vez llover en gerundio.
Llovio, pero solo yo permanezco mojada.
Solo por suerte.
Solo porque aferrada a esta gravedad,
todo se disuelve aun en mi mirada.
porque ni Roma y sus famosas cloacas,
ni el universo liquido de estos infiernos?-
ni el contragolpe azaroso de los
antiguos minotauros de San Juan -
podrian superar jamas el esplendor
de sus prodigios y desbordamientos,
toda la brutalidad de su laberinto,
el delicioso torrente de su caos,
la netopia dulce de su incremento,
el maremoto de sus excesos ancestrales,
el oscuro umbral de sus totemes asperos,
la gran torre de cristal de su hiperplaza,
lo palaciego de su fragante levitamiento.
porque si,
porque da la gana,
porque celebrarle seria como no derrochar el vino,
recuperar el hilo util que perdio Ariadna.
