Decía yo en Prevaricaciones en el Caso Pinochet (I) y en Prevaricaciones en el Caso Pinochet (II) que los once Magistrados del Pleno de la Sala de lo Penal de la Audiencia Nacional que declararon la jurisdicción de España para perseguir a Pinochet, en especial la del Juez Garzón, prevaricaban y que podía aplicárseles en la sanción de tal delito la atenuante de miedo invencible, porque tenían verdadero pánico a ser tachados de "fascistas", "ultraderechistas", etc. si declaraban la verdad, o sea que España no tiene jurisdicción.
No se necesita ser un lince para ver cosa tan evidente, pero si alguien tenía o tiene alguna duda, he aquí lo que publicó el diario "ABC" el 8-10-99 con motivo del discurso de la Baronesa Thatcher del día anterior:
(...)
Pero vayamos a lo esencial (de lo dicho por la Baronesa Thatcher): que
Pinochet no tendría en España un juicio justo y que lo que se
montaría en la Audiencia Nacional sería un espectáculo con un
final preconcebido. ¿Es que alguien duda de lo contrario? ¿Es que
alguien piensa que si Garzón y su auriga, don Clemente Auger,
han declarado competente a su tribunal para juzgar a Pinochet es
con alguna intención distinta de la de condenarlo? Basta ver las
alegaciones sobre la competencia autoadjudicada por la Audiencia,
que sólo se sostiene por la justificación moral de perseguir los
crímenes contra la humanidad, genocidio y demás. Varios jueces
de los que han proclamado esa capacidad de la Audiencia para el
juicio confiesan en privado que lo han hecho para no pasar a la
pequeña y borrable historia televisada de España como «los
últimos jueces franquistas», es decir, por pánico al imperio
polanquista y a la chillería mediática, que presenta a Allende como
un mártir de la legalidad burguesa inmolado por el totalitarismo
occidental. ¿Se los imagina alguien absolviendo a Pinochet?
(...)
Como es obvio, poca justificación moral puede sostener un delito de prevaricación.
Para los no enterados de las circunstancias españolas, "el imperio polanquista" es la poderosa colección de medios de difusión del Sr. Polanco, entre ellos cadenas de TV y el diario de mayor difusión de España, "El País", todos ellos de orientación izquierdista (dentro de lo -poco- que cabe).