¿Hay alguien más por ahí? ¿No? Ay, gracias a Dios. ¿Es usted un genealogista? ¿No? Que pena, sería una tremenda ayuda, créamelo. Permítame presentarme: soy el conocido Beato elpadre enviado aquí para pagar por mi justificada reacción a unas cuantas experiencias y situaciones aborrecidas que tuve.... ¿Lo de Beato? Bueno, fue que hice diversas cosas que sacó de anonimato a varios de mis Muertitos, y ahora me han enviado aquí pero le aseguro, es solo por un tiempito, pues me necesitan en otros lares y además, el Jefe sabe que yo detesto este tipo de experiencia en el limbo. Estoy seguro que no estaré aquí por mucho tiempo.
¿Porque no me gusta? Pues porque odio la oscuridad,
es el colmo y porque me están preparando para ser el proximo indiscutido, auténtico y real santo patrón de los genealogistas pues tuve la gracia de poder resolver unos obstáculos impasables. ¿Que cómo sé que seré el proximo santo patrón de.........? ¡Válgame Dios! Que forma de enseñar su ignorancia,
amigo. Yo, si yo mismo, soy el que descubrí a MUERTITO HEAVEN,
OK? y... ¡CIELOS! ¡Que usted nunca ha oído de Muertito Heaven! Esto es terrible; mire, pulse el siguiente botón y lea un poquito para que se entere antes de continuar con el resto de mi cuento y antes de que entremos en materia o usted no va a entender un
pepino:
¿Regresó ya? Pues ya se enteró. ¿Porqué estoy aquí si me van a hacer el santo patrón? Se lo dije, tuve unas razones razonables para desahogarme. Bueno me explico, todo comenzó cuando trataba de averiguar quiénes eran los Maldonado y... Oiga, ¿qué quiere ahora? Usted si es un preguntón, ¿está seguro que no es genealogista? Bueno, sí, tratare de ser claro, pero me parece difícil por la sencilla razón que usted es bastante novato en todo este asunto.
Yo estaba haciendo lo que me compete y nada más, tratando de encontrar información sobre mi propio
bisabuelo, Natalio OQUENDO MALDONADO, cuando realicé que yo no sabía absolutamente nada sobre su familia. Para mi gran suerte, en esos días un Señor escribió un libro y.... Mire, ¿se podría callar la boca y no hacer más preguntas? Es usted peor que la neófita y si desea enterarse tiene que prestar más atención, ¿cómo va a aprender? Si no se calla, jamás llegará a Muertito Heaven, lo dejarán pudrir aquí por los siglos de los siglos, se lo aseguro. De todos modos, cuando un tipo que se llama Leonardo SANTANA RABELL escribió un libro sobre la "Historia de Vega Alta de Espinosa", yo ordené el mismo y el día que llegó, cuando terminé con las tareas de la parroquia, procedí a leer. Leí toda aquella tarde y toda la noche, tomando receso sólo para comer y hacer necesidades de la vida a las cuales no puedo mandar a nadie más, encontrando (en el libro sobre Vega Alta) Maldonado tras Maldonado.
Me volví loco y, debo decirlo, grité
de alegría porque, verá usted, uno de los abuelos de Papi
Che, mi papá, tuvo la mala suerte de tener fama de "don juan" porque tuvo hijos de por lo menos tres diferentes mujeres. Natalio OQUENDO MALDONADO, natal del pueblo de Morovis, según sus hijas por su segunda unión, era hijo de padres criollos, Juan Bautista OQUENDO DE LOS SANTOS (cuya origin es desconocida) y su esposa, una tal María Isabel MALDONADO RIVERA. Esta era supuestamente nativa del pueblo de Vega Baja, situada al este de Corozal en la zona costera nord de Puerto Rico, al oeste de la area metropolitana, colindando con mi pueblo natal, Vega Baja. En el libro había mucha información sobre una tal familia Maldonado. Explica el libro que en aquel entonces era una de las familias más adineradas, presentes en el pueblo desde poco después de su fundación en los 1770's, y esto me hizo tan feliz que me sentí más bien que un cerdo en su porqueriza, ¿me entiende?
De todos modos, el autor dice mucho sobre los Maldonado y especialmente en las páginas 198-199 habla sobre un tal Benito MALDONADO DE JESUS y su Señora esposa, María
RIVERA y sus hijos. Estaba yo regocijando pues aparentemente había encontrado tres generaciones de una familia que me faltaba y, de hecho, ese era justo la combinación de apellidos que buscaba, MALDONADO RIVERA. En la página 198 se mencionan los padres de Benito, José MALDONADO y Antonia DE JESUS, y luego los hijos: Juan Angel, María del Carmen, María Higinia, Mara Aquilina, Juana Bautista, Francisco y Rafael. Ahí sí que no me pude contener y al despertar me fui volando a la parroquia de Vega Alta, Nuestra Señora de la Inmaculada Concepción, para ver si me daban permiso para ver los libros con mis propios ojos, y bueno, no sabía yo que iba a recibir una gran sorpresa...
Ese fue el momento cuando comenzaron los problemas que ulteriormente me trajeron a este valle de lágrimas. Es el colmo, el colmo le digo. ¿Que significa eso de "Continúe el cuento"?, no vé usted que estoy acongojado? Está bien, está bien, pero era el colmo más insólito, hombre. Regresé a la parroquia unas seis veces antes de conocer al señor Benjamín Negrón, historiador, y un historiador excelente y dedicado, y si no hubiera sido por él yo no hubiera entendido un pito de lo que me estaban diciendo mis Muertitos....
Porque desde el principio mis Muertitos trataron de hacerme entender dónde era que los encontraría pero cómo estaba tan efusivo que no escuché nada. Por alguna razón el Libro I de Matrimonios faltaba. Por ello fue que tomé el Libro I de Matrimonios de Pardos pues en aquella época segregaban hasta las entradas al libro. La primera entrada en el Libro de los pardos (VA1P.1.1) era la del matrimonio de OTRO Benito cuyos apellidos eran MALDONADO ARROYO, hijo de Agustín y María, casado el 7 de enero del 1815 con una tal Agueda CRESPO FERRER, hija de Casimiro y Juana, oriundos de Vega Baja. Cuando encontré en el otro lado de la página dos (2v.4) la entrada del matrimonio del 5 de abril del 1815, de su hermano Andrés a una tal María de la Assumpción CRESPO FERRER, me confundí.
Estos no podía ser MI familia Maldonado, estos eran los pobres descendientes pardos de los jinchos que habían jugado doctor con sus esclavitas y, aunque no tenía yo problemas con ser descendiente de esclavos, estos NO eran los Maldonado del libro. Frustrado, me fui a almorzar, y por un minuto no llegué a conocer a Benjamín, con el cual ya había hablado por el teléfono. Cuando regresé de la gira gastronómica, el Libro No. I de Matrimonio estaba y me sentí mejor porque inmediatamente empece a encontrar las entradas de los matrimonios de los hijos del Benito y la Antonia que yo creía eran mis antepasados. Pero para mi gran horror, ¡Cuántos Maldonados que el libro ni si quiera mencionaba! VA1.8v.13 tenía un viudo, Juan Antonio MALDONADO, hijo de Don Josef y Doña Antonia, casándose con una viuda, Juliana LOPEZ; una tal María de los Angeles MALDONADO, también hija de Don Josef y Doña Antonia, casándose (VA1.16v.27) con Jose Antonio AVILES, etc etc. El sentir desde mis entrañas era que algo no estaba bien ¿pero qué sabía yo? No podía acertar en donde estaba el error y por ello comencé a buscar en los archivos bautismales.
¿Que si habían Maldonado? Había Maldonado por un tubo y siete yardas, mijijo, hijos y nietos de la pareja, y hasta de esclavos, y en una de estas últimas estaba el segundo apellido de Doña Antonio DE JESUS COLON, pues sirvió de madrina de algún pobre desgraciado nacido a la esclavitud (VA2.200). El dichoso problema era que habían más hijos de lo que mencionaba el libro, y algunos de los nombres sencillamente no concordaban. Y de nuevo desde mis entrañas sentí que algo no andaba bien, que esos Maldonado no eran los míos y que tenía que averiguar. Se me había hecho una pasión. Comencé a buscar
a ver si encontraba a los hijos del otro Maldonado, tratando de ver si tuvo hijo llamado Benito que podría ser padre de Natalio pero nacarile, naíta. Luego, comenzando en el 1843 estaban los certificados de matrimonio de algunos de los hijos de la mujer de Benito MALDONADO ARROYO, Agueda CRESPO FERRER, quien, se ha dicho ya, era oriunda de Vega Baja. Cómo precisamente allí me estaba hospedando regrese a Vega Baja donde encontré algunos hijos de la pareja. Fue entonces cuando llamé a mi amigo el historiador explicándole el problema y recibí las gratas noticias que el caballero me buscaría la información gratis ya que estaba trabajando en los mismos libros. Y me sugirió buscando en los archivos de la Parroquia de Nuestra Señora del Rosario de Vega Baja para ver si aparecían más hijos CRESPO FERRER.
La proxima mañana regresé a Vega
Alta pero, desilusionsado, para las nueve a.m. no había encontrado cómo aclarar mi dudo y me fuí a Corozal donde el sacerdote que me atendió era un compañero del seminario. Desgraciadamente, lo único que encontré fue la entrada sobre el bautismo de un hermano de Natalio datada 1868. Me desanimé, broder, me puse como uno que guarda luto y por poco dejo la genealogía ésta allí mismo. Había Maldonado por doquier, hasta este bis tío, pero no encontraba al papá de mi abuelo, Natalio.
ERA EL COLMO: nombres, fechas, diferentes Benitos. Hasta comencé
a creer que un Benito era hijo del otro. Era el colmo, sí,
pero pensé que quizá Morovis me ayudaría. Y ahí sí que boté las botas pues hice mis vueltas: fuí a Morovis, fuí al Archivo General, regresé a Vega Alta, fuí al Archivo Arquidiocesano, donde Else me ayudó grandemente, fuí a Manatí donde el párroco no me ayudó, hasta regresé a Vega Baja...
¿Sabes lo que encontré? De Morovis, algunos certificados de bautismo de los hermanos de mi bisabuelo y el certificado de matrimonio de sus padres datado 1877, lo cual
significa que convivieron por diez años antes de casarse; encontré algunos certificados de los hijos de Benito y Agueda; en el Archivo General encontré cartas firmadas por el alcalde Benito MALDONADO DE JESUS, y hasta una compraventa de una esclava llamada María Isabel; en los Archivos Archidiocesanos encontre la dispensación para que sus nietos se pudieran casar eclesiásticamente. Tanta información, pero continuaba sin sabe el origen de Natalio. Esa noche el historiador me llamó y me abrió los ojos. Esa gente del libro no eran mis Maldonado, y sí, había descrepancia sobre el número y los nombres de los hijos de Benito y de Antonia. Nuestro Benito MALDONADO ARROYO, enviudó, y se casó el día 1 de diciembre del 1843 con María José RIVERA MELENDEZ (VA2P.172), hija legitima de Juan Segundo RIVERA AYALA y su prima hermana, Lucia MELENDEZ AYALA. Como Benito había casado por primera vez en enero del 1815, esto significaba que le llevaba unos 29 años a su nueva esposa María José, la cual luego le dió una hija llamada María Isabel (VA6P.189) el 26 de junio del 1846.
Ahora bien, la cosa interesante de todo esto is que aunque Benito y María José eran pardos, o solo ella lo fue, la elité del pueblo de Vega Alta se volcó para la
boda sirviendo medio mundo como padrinos de la boda. ¿Porqué?
¿Quién habra sido esta pareja para que eso sucediera? El documento literalmente dice que los siguientes fueron los padrinos: "Juan García, Faustino Molina, Juan Vélez, Don Juan de la Lara, Eduarda Jacinta Canales, Doña María de los Dolores de Santiago, Don José Cancel, Don Tomás de Caceres y varios otros". Esto era sumamente irregular: primero, mientras casi todas
las entradas tienen uno, dos, quizá tres padrinos, esta tiene ocho nombradas y "varios otros"; segundo, uno se tiene que preguntar, ¿porqué tantos blancos? (el Don y Doña señalan precisamente eso); finalmente interesa que entre tantos padrinos ni uno solo de la familia del otro Benito esta presente.
En las siguientes semanas encontré algunos certificados de varios de los hijos de Juan Bautista OQUENDO DE LOS SANTOS and María Isabel MALDONADO RIVERA, 13 hasta aquella fecha, pero mi bisabuelo, Natalio, no aparece. Tenenos mucha información sobre los Maldonado sin poder hacer el enlace entre las dos familias, si hay una. Se dice que Don Benito MALDONADO DE JESUS era de la Villa de San Felipe de Arecibo, y que nuestro Benito MALDONADO ARROYO de Toa Alta, pero no se puede comprobar porque precisamente esos libros no están en las respectivas parroquieas: el de Toa Alta, que comienza en el 1750, lo tomó prestado un historiador conocido de San Juan hace casi dos años y el otro, en malas condiciones, el párroco de Manatí lo había entregado al Archivo General sin saber lo mucho que se dañan libros por aquellos rincones. Yo me puse furioso e hice bella figura en ambos lugares especialmente en al Archivo General porque llevé la carta del Obispo que me otorgaba permiso buscar los libros diocesanos. Los incultos e ignorantes querían carta del párroco, como si el Obispo fuera menos....
Ah sí, sobre Natalio OQUENDO MALDONADO, mi bisabuelo: un día llamé a la parroquia de Morovis y la nueva secretaria buscó folio por folio hasta hallar el certificado de bautismo de Natalio (MOR11.268.865) fechado el 30 de diciembre del 1869. Más tarde encontró el de su matrimonio (MOR5.153.160) fechado el 14 de enero del 1889, con Juana Petrona DE LA CRUZ NATAL de Naranjito (NAR5.111.250). Ahora, si pudiera encontrar el abuelo mío, hijo de Natalio y Juana Petrona... Este murió a los 30 años en el 1928, según el Certificado de Defunción, de una hernía estrangulada, pero según sus hermanas, fue de un mejunje preparado de una mujercita enamorada de él. Ahora, ¿dónde habrá nacido...?
Bueno, así sucedió. Yo refufuñe y estuve enfurecido por una semana. Por ello me enviaron aquí como castigo para escribir esto en esta pared para la posteridad; oiga, ¿escuchó eso? ¡Ay bendito! alquien se acerca...
¡Ay Dios mío! ¿Vió? Sí, ¡ME HAN LIBERADO! Si no me equivo, ese era uno de mis Muertitos
buscándome. ¿Que cómo lo sé? Hombre, estoy supuesto saberlo, además ya conozco los trucos del Jefe. Supongo que es tiempo de descubrir a otro Muertito en algún lado, y como soy mejor que los Ghost Busters, finalmente han reconocido mis dotes. VENGO, JEFE. Oiga, hasta luego, fue un placer conocerle. Espero que los Muertitos, los amados Muertitos de su familia, le ayuden salir de aquí. Ahora, si me permite, tengo que irme, llegó mi nube.............
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