Para comenzar a trabajar el cuello, ponga las manos bajo la nuca de la persona, levante la cabeza suavemente y vuélvala hacia la izquierda. Si advierte cierta resistencia o un intento de ayudar en el movimiento, pídale que suelte la cabeza como si fuera a dejarla caer sobre la mesa. Si después de esto todavía tiene problemas para relajarla, le ayudara levantarla y bajarla varias veces.
En seguida, haga girar lentamente el talón de la mano derecha sobre la parte superior del hombro, mientras sus dedos recorren primero el lado y luego la parte posterior del mismo,
para continuar por la espalda hacia la espina dorsal; entonces, justo antes de alcanzarla, desvíese al cuello. Continúe hasta que las puntas de los dedos lleguen al nacimiento del cabello,
luego, vuelva la mano girando en ángulo recto de manera que sus dedos esta vez queden apuntando hacia arriba...
desde allí, puede volver a reiniciar este masaje sin detenerse; repítalo tres o cuatro veces. Los toques siguientes prefiero hacerlos seguidos en el mismo lado antes de volver la cabeza para trabajar en el otro costado.
Con la cabeza aun apoyada sobre el lado izquierdo, mueva los dedos en círculos lentos de unos 2 cm desde debajo de la oreja hasta la clavícula, devuélvase de la misma manera con una presión firme pero suave, repítalo varias veces.
Manteniendo la cabeza en la misma posición, localice con las puntas de los dedos, el borde óseo donde se une el cuello a la parte posterior del cráneo, mueva las puntas de los dedos en pequeñisimos círculos inmediatamente bajo este borde presionando firmemente. Sentirá una especie de surco que cruza horizontalmente el cuello, sígalo con los extremos de los dedos.
Este toque produce una sensación de agrado que se reflejara inmediatamente en el rostro de la persona masajeada una vez que usted haya localizado el sitio.
Trabajado totalmente el lado derecho, levante suavemente la cabeza de su amiga (o) y déjela descansar ahora sobre su mano derecha para hacer el masaje del lado izquierdo, repita todo de nuevo con la misma secuencia.
Realizada esta operación, coloque la cabeza de nuevo hacia arriba; ponga sus manos debajo del cuello curvando los dedos un poco contra la base de la columna vertebral, tamborilee rápidamente con las yemas de los dedos subiendo y bajando lo mas que le permita el espacio entre la base del cráneo y la espalda. Mantenga el dorso de las manos sobre la mesa o colchoneta. Presione con suficiente fuerza como si estuviera tocando un piano.
Para terminar, levante suavemente la cabeza de su amiga (o) hacia delante tanto como le sea posible, sin forzarla; utilice ambas manos. Deténgase un momento, bájela de nuevo sin dejarla completamente sobre la mesa, gírela hacia un lado y luego al otro. Concluya, llevando con lentitud la cabeza a su posición de reposo...
Si gusta puede masajear sobre el cuero cabelludo, presione fuerte su mano en círculos muy pequeños, trate de presionar lo suficientemente fuerte como para mover la piel sobre el hueso y no simplemente deslizar la yema de sus dedos sobre la superficie del cuero cabelludo. Trabaje sistemáticamente, en franjas anchas que recorran la cabeza, de manera que la cubra toda.
Con esto finaliza esta zona, practique hasta que haya dominado todos los movimientos de este relajante masaje, y pueda ejecutarlos seguidamente sin detenerse.
HAVE A GOOD MASSAGE!!!
Próximamente:
Masajes para los pies.
Masajes para la espalda.