¿Sabes?
Nunca fui tan feliz
como aquella tarde,
hace tanto tiempo.
Nos vimos,
nuestras miradas,
aún antes de hablarnos,
fueron un mar que nos separó
del resto del mundo
y nos convirtió en una isla
verde de esperanza,
verde como un beso del mar.
Hablamos de ti, de mi.
Hoy, tan lejos,
recuerdo muy bien
lo que nos dijimos aquella tarde,
hace un año,
hace un siglo,
hace una eternidad.
Hoy, me encuentro
muy lejos de aquella tarde,
pero pienso en ti
y es como si estuvieras a mi lado,
y aquella tarde se hubiera convertido en eterna.
¿Dónde estás?
¿Qué haces?
¿Es qué acaso existo aún para ti?
Y me interrogo y sé que este sentimiento,
ni es amor ni es olvido.
Pero quisiera que juntos
regresáramos a nuestra isla verde,
a aquella tarde,
hace una eternidad,
hace un siglo,
hace un año...