Fallos de seguridad
Pero
los mayores problemas en ataques de este tipo suelen tener como motivo errores en la
configuración del sistema y la dejadez o el desconocimiento o bien del administrador o
bien de los propios usuarios. En los errores en la configuración del sistema podemos
destacar dos estados de inseguridad:
Activa:
Existe una mala configuración del software, bien por parte del administrador o bien por
parte del usuario. Es sabido que los usuarios van retrasados unos dos años con respecto a
la tecnología. Así, por ejemplo, ahora con Windows 2000 y ME, los usuarios de Windows
nos hemos familiarizado con WIndows 98. El más corriente de los errores de configuración
está basado en que la mayoría de los sistemas operativos que admiten más de un usuario
tienen, al menos, una contraseña predeterminada o bien una cuenta que no necesita
contraseña. |
Pasiva:
Involucra a sistemas con utilidades de seguridad. En los estados pasivos, estas utilidades
no están activas, de hecho, en muchas ocasiones los usuarios desconocen su existencia.
Por ejemplo, los recientemente famosos virus de macro (como el Melissa) se activan cuando
se ejecuta la macro incrustada en un documento de Word. Pued bien, es imposible infectarse
si en su configuración tiene activada la protección contra virus de macro, en
Herramientas/Opciones/General. |

Opciones de Word: Protección
contra virus de macro
Tanto
los administradores como los usuarios deben tener clara y seguir una política de
seguridad que les lleve a cuidar al máximo el sistema evitando, por ejemplo:
Poner en la
password palabras comunes. |
Hacer la
password igual al nombre de usuario (en algunos sistemas ya no se puede). |
Poner como
password datos personales como DNI, teléfono o similar. |
Compartir la
password. |
En
una prueba efectuada por Daniel V.Klein con 13.797 cuentas de usuario en los Estados
Unidos, averiguó la cuarta parte de las passwords intentadas sólo con un sencillo
diccionario. Los usuarios suelen poner como clave el nombre de una ciudad, de una persona,
su nombre de usuario al revés (50% de aciertos) o cosas similares, lo cual disminuye
sensiblemente la seguridad de su sistema.
Existen
técnicas para recordar passwords difíciles que no puedan ser descifradas con un ataque
de diccionario. Por ejemplo, para elegir una clave, elija una frase que le guste, o que no
le guste, o la primera que vea en el periódico de hoy.
Ya es primavera en El Corte Inglés
Tome
la primera letra de cada palabra
YepeECI
Si
no tuviera mayúsculas y minúsculas las pondría alternadamente. Ahora ya tiene una clave
que no será cazada con un diccionario. Puede seguir haciéndole cosas, como sustituir las
"eses" por cincos o las "oes" por ceros. Son cosas que variarán
sensiblemente la clave pero permitirán que se acuerde. Otro ejemplo:
El sistema operativo que siempre soño
está aquí
Esoqssea
EsOqSsEa
E50qSsEa
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