A N G E L C A L L E J E R O
Daniel Hernández-Salazar.

Instalación de arte público en conmemoración del
1er. aniversario del asesinato de Monseñor Juan Gerardi
Ciudad de Guatemala, 26 de abril de 1999.

La idea de pegar fotos en las calles me viene de muy atrás. Desde que Gérard, un amigo, me regaló un librito que registraba en fotos cómo un artista colocó una serie de fotografías de Rimbaud por las calles de una ciudad en Francia. Pasó el tiempo, hice otra muestra de mi trabajo en San Salvador, y para la entrada de la Sala Nacional de Exposiciones (donde se realizó) cree una versión diferente del 4o. ángel de "Esclarecimiento". Lo llamé "Para que todos lo sepan", en recuerdo de Monseñor Gerardi.

Esta versión del ángel era más grande y con un grano muy marcado. Antes de salir de Guatemala hice dos copias e instalé una en "La Luna", que es algo así como La Bodeguita (bar bohemio en Guatemala) de San Salvador. A Beatriz, la dueña, le encantó la idea de hacer una mesa redonda sobre mi trabajo y la instalación del ángel se hizo mientras llegaba la mara. Luego se quedó allí y desde ese día Beatriz dice que hay un ángel en la luna.

Luego fui a México a participar en Foto Septiembre. Allí vi el trabajo de Félix Gonzáles-Torres, artista cubano, y confirmé la necesidad de expresarme a través de instalaciones de arte público. Cuando regresé a Guatemala empecé a pensar como hacía para poner al ángel en la calle. La pared que siempre deseé apropiarme fue la del costado del Portal de Comercio sobre la 7a. avenida. El problema era cómo hacerlo. Necesito juntar unos cuatro locos más pensé. El tiempo pasó y nada de ópera. De pronto llegó la Feria Católica y me pidieron que contribuyera con alguna foto. Se me ocurrió llevar la otra copia que me quedaba del ángel e instalarla allí. Estaba clavando las piezas sobre una tabla en el piso, cuando se acercó una chava española. Empezamos a platicar y de repente pensé: a esta chava la puedo enpatinar en el proyecto. Cabal, sólo le dije unas cosas y agarró la onda. Después que pasó la feria volví a ver a Olivia, así se llama, y empezamos a platicar y planear la instalación ya definida para conmemorar el primer aniversario del asesinato de Monseñor Juan Gerardi. Ya viendo que la cosa caminaba, empecé a pensar en los puntos donde se colocarían ángeles. Los criterios que me planteé fueron que se tratara de un lugar simbólico, un lugar con mucha visivilidad, o de un lugar con una magia especial. Mejor, si la locación combinaba varios criterios. Se fue juntando más gente y formamos 5 equipos que se repartieron los 35 puntos seleccionados.

La instalación se hizo la noche del domingo 25 de abril entre la 8 y las 10.  Fue muy emocionante, como cuando íbamos a "tocar timbres" de patojos, y salíamos corriendo. Toda la tarde previa a la pegada, nos  la pasamos preparando el famoso engrudo (un galón por angel) que salió como si toda la vida lo hubiéramos hecho. La última reunión antes de salir fue super tensa, unos habían chupado y ya no pudieron ir, eran las reglas. No se me olvida la invocación antes de salir, todos tomados de las manos. "Mucha mierda" les dije según salían (así dice la gente de teatro antes de entrar a escena). Los celulares, las claves de comunicación para que cada equipo fuera reportando a sus ángeles instalados. Todo funcionó a las mil maravillas. Lo único malo fue que algunos ángeles no se colocaron exactamente donde se planeó por "causas ajenas a nuestra buena voluntad", pero de todas maneras el "operativo" fue todo un éxito. Como a las 11 de la noche nos juntamos donde Roberto para contarnos como nos había ido. Cantamos un par de canciones, nos echamos los de rigor y después, calabaza, calabaza.....


Instalación en la 4a. calle y 7a. avenida de la zona 1 en la ciudad de Guatemala.
Al fondo el edificio de la Presidencia de la República

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